Capítulo Final
Estréchame fuerte
Abrázame fuerte, pégame a ti
¿Puedes confiar en mí? ¿Puedes confiar en mí?
Por favor, por favor, por favor tómame y abrázame
Sigues brillando
Todavía eres como una perfumada flor
Ahora confía en mí, abrázame de nuevo
Así puedo sentirte, abrázame.
Hold Me Tight
Estaban todos sentados en la mesa del comedor, se trataba de una cena importante, como aquella vez en que ambos revelaron la existencia de Jungkook como su hijo adoptivo. La diferencia era que ahora Jimin tenía que enfrentarse a los rostros juzgadores de sus suegros y que, irónicamente, ahora recibía el apoyo sincero de quien pudo ser en algún punto el causante de sus mayores problemas: Taehyung.
—¿Me pueden repetir de nuevo lo que quieren hacer? —la señora Min se había limpiado la boca con una tortuosa lentitud y dejado los cubiertos en su plato para incrustar su cara de oposición total.
—En realidad nosotros... —Yoongi sabía que no iba a ser sencillo, inclusive le había dicho a su esposo que lo mejor era que él se encargará de hablar con sus padres y explicarles cuidadosamente lo que querían hacer.
No se trataba tanto de que estuvieran a favor o no, sino que Jimin y él ansiaban tenerlos presentes ese día. Jimin decía que al mismo tiempo ayudaría a reconstruir el cariño que antes tenían.
—Yoongi me gustaría que fuera Jimin quien se explicará esta vez —la madre de Yoongi no dejó que se refutara su petición y enarcó las cejas para retar a que Jimin diera la cara en esta situación.
—Yo... quiero renovar los votos matrimoniales con Yoongi —porque sí, ante la ley y ante la religión ellos estaban más que casados y para volver a casarse tendrían que divorciarse, procedimiento sumamente engorroso que no estaban dispuestos a tomar; dejando como la única y mejor opción, la renovación de votos.
—¿Y exactamente por qué quieres renovar tus votos con mi hijo? ¿Cómo puedo pensar que esta no es otra más de sus farsas de la que me quieren hacer parte?
El rubio sentía que se estaba enfrentando a la negociación más importante de su vida, así que jugaría su mejor carta: ser sincero.
—Reconozco que nunca debí casarme con Yoongi por esos motivos y que por supuesto no debí involucrarlos por tantos años en esta farsa, pero lo hecho hecho está, por lo que no puedo hacer más que pedirles perdón.
—Haz quebrantado nuestra confianza Jimin, por eso nosotros preferimos alejarnos —comentó de forma muy diplomática el señor Min.
—Entiendo, no puedo pedirles que asistan si no se van a sentir cómodos con la situación o si ya no quieren creer en nada de lo que hago o del cariño que siento por ustedes... pero me gustaría que lo considerarán... para mi sería muy importante que asistieran.
La pareja se vio entre ella, como si estuvieran llegando a una conciliación silenciosa. Entonces la mujer habló:
—Lo pensaremos.
Jimin sintió que el corazón regresaba a su pecho, no era un sí, pero aún había esperanza.
—Gracias.
Yoongi lo notó; así que ahí, en medio de la mesa y con todos los invitados viéndoles, le acarició la mejilla con ternura y le sonrió, quería decirle que él también se sentía feliz porque sus padres considerarán asistir.
—Nosotros asistiremos sin falta, cómo podemos perdernos la ceremonia si somos los padrinos —mencionó Taehyung rescatando el ambiente un poco.
—Claro Tae, sabíamos a lo que nos ateníamos si los hacíamos los padrinos —mencionó de forma burlesca Yoongi.
—¿Y ustedes, Nam?
—Eres mi único hermano Jimin y a pesar de que nosotros fuimos también víctimas de este engaño, he notado lo feliz que luces últimamente y quiero confiar en que esta vez ambos quieren hacer las cosas bien... así que ahí estaremos.
—Gracias Nam.
Sobraba mucho por hacer, lo sabía y sobre todo muchas cosas que mejorar hablando de la relación con sus suegros, pero le entusiasmaba.
No era como tal un nuevo comienzo porque en realidad veía todo esto como un proceso necesario en su vida, las cosas habían seguido el rumbo que debían y ahora estaba agradecido por eso.
Para su boda había organizado lo justo y necesario para que las cosas resultarán perfectas a percepción de los asistentes, aunque esta vez el enfoque no eran los asistentes, sino lo eran ellos.
Sería una ceremonia mucho más íntima, los invitados a penas y rebasaban los integrantes más cercanos de su familia y en esta ocasión se había tomado las cosas con mucha más calma, planeando poco a poco, disfrutando de la organización de la mano de su esposo que igualmente lucía interesado.
Jin le había acompañado a elegir su atuendo. En realidad Taehyung le había dejado escoger entre una gran variedad de conjuntos que había diseñado especialmente para ellos, haciendo la búsqueda muy corta. Además, no tuvieron mucho que deliberar cuando él había quedado encantado con aquel traje color marfil con ligeros bordados a mano desperdigados por el saco, le parecía un estilo que le iba muy bien.
—Parece que Taehyung ya conoce muy bien tus gustos Minnie —mencionó Jin, sentado en un pequeño y confortable sillón.
Jimin seguía admirando los detalles del traje frente del espejo.
—Creo que nos hemos hecho buenos amigos.
—Quién lo diría.
—Pero no te pongas celoso Jinnie, siempre serás mi mayor consejero.
—Bueno, trataré de que mi orgullo no sea lastimado con ese nuevo amigo tuyo.
Jimin se rio.
A los pocos meses la ansiada fecha llegó. Ese día había despertado bastante descansado, de cierta forma Yoongi y él parecían bastante relajados; claro que había nervios porque se sentía más significativa que la primera vez que estuvieron juntos en una ceremonia parecida. Pero al mismo tiempo, sentir que estaba tomando un paso que le nacía desde la profundidad de sus sentimientos, lo hacía notar cómo lo correcto. Como un paso indicado y que sin duda disfrutaría.
No había presiones porque eran una pareja real.
Taehyung le había recriminado por no dejar que viera el atuendo que portaría y por eso se había autonombrado el encargado del resto. De hecho, él mismo le había peinado, maquillado y acomodado la hermosa corona de flores que ahora enmarcaba mucho más la sonrisa que no había podido borrar desde la mañana.
Yoongi permanecía en una de las habitaciones extra con las que contaba aquella cabaña que habían arrendado para la ocasión. Ambos habían querido pasar un par de días como "luna de miel" en esa misma cabaña y no tener que viajar apresuradamente a algún lugar extravagante. Aunque, claro, la luna de miel contaría con las limitaciones que Jungkook les impusiera.
—Bonito —esa había sido la voz enternecida del pequeño azabache que se sentía ese día especialmente perdido por la nubilosa aura radiante de Jimin, esa esencia que le había cautivado en una primera instancia el día que lo conoció y que parecía haber aumentado con cada prueba que habían tenido que superar.
—Oh Jungkookie, tú también estás muy bonito bebé —Jimin no había notado la entrada de su hijo a la habitación, pero no le molestó, amaba que estuviera con él— ¿quién te arregló?
—Tío Jinnie.
—Oh que lindo mi Jungkookie.
Jungkook llevaba un traje igual de elegante que el que llevarían sus padres y lucía tremendamente dulce. Daba gracias a Jin y a su hermano que habían decidido ayudarle con Jungkook para que él no tuviera de qué preocuparse.
—¿Tomarás muchas fotos de papá y de mi?
Hoseok le había regalado una de esas cámaras digitales especialmente hechas para resistir los embates de los niños pequeños.
—Sí po.. pod que papá está muyyyy bonito y papá Yoonie y tí Jinnie y Nammie y Hobi...
—¿Y de tu hermoso tío Tae no vas a tomar fotos? —interrogó Taehyung con las manos en la cintura.
—Solo una —Jungkook era listo, únicamente levantó su dedo meñique haciendo énfasis que sería una foto muy pequeñita.
—Te dije que no me quiere Minnie, dile algo.
—Mmm no lo sé, Jungkook no es tan fácil de convencer...—Jimin se acercó a Taehyung para decirle lo siguiente— tendrás que regalarle ese primito pronto para que te perdone.
—Oh, ese encargo ya está hecho —la sonrisa cuadrada del chico se hizo ver.
—¿A qué te refieres? Ustedes ya...
—Sí, hicimos un análisis de sangre hace una semana y fue positivo.
Entonces los ojos de Taehyung se empañaron de lágrimas.
—No llores Tae, es mi renovación de votos, soy yo quien debe estar sentimental y con el maquillaje corrido, tú deberías consolarme.
Y luego estaban los dos llorando.
La tarde estaba llegando a su cúspide, los colores otoñales adornaban el cielo. El espacio que habían ocupado para la ocasión era amplio para la cantidad de asistentes, algunas flores lo adornaban y perfumaban ligeramente, además del ya peculiar olor a rústico y a madera consumida por las llamas de la chimenea encendida.
El piano había armonizado la espera, al igual que algunos más instrumentos de cuerda. Todos se habían sentado, a excepción de Yoongi quien sería uno de los protagonistas de la velada.
Y el momento de dar inicio a todo fue inaugurado por Jungkook comenzando a recorrer la pasarela en camino Yoongi, el pequeño iba tomado de la mano de la primera persona que le ofreció la ilusión de una familia: Jimin.
—Cuida a papi. Juntos.
A Yoongi le impresionó aquello, las palabras de Jungkook eran muy limitadas a su corta edad y aún así el mensaje le había llegado perfectamente.
—Juntos —Yoongi culminó con un beso en la frente de Jungkook y dejó que sus padres se lo llevaran a su lugar junto a ellos.
Había costado demostrarles a sus padres con paciencia que esta renovación de votos era lo más auténtico que habían hecho como pareja enamorada, pero lo habían logrado y ahora estaban ahí. Sabía que para Jimin fue un gran alivio tenerles, por mucho tiempo fueron su familia, no importaba que fuera un matrimonio falso el de ellos; Jimin siempre les quiso sinceramente.
Algunas palabras fueron dichas y los votos fueron nuevamente intercambiados. Sin embargo las palabras no habían nacido únicamente como aquella oración que cansado repites por costumbre, no; el cariño desbordaba en la forma de decirlas, en saborear las frases al sentirlas significativas para su unión.
La festividad que le secundo fue estupenda. No hubo una mesa separada para los "novios" porque por claras razones, Jungkook tenía que permanecer con ellos. Nuevamente gran parte de la comida solo sirvió para la entretención de Jungkook hasta que llegaron dulces y más regalos. Así es, los invitados habían llevado algunos obsequios, aunque la mayoría resultaron ser para el pequeño.
Como siempre Yoongi y Jimin disfrutaron de muchas melodías juntos. Las manos de Yoongi se posaron en la cintura de su flamante esposo y se cernieron a ella hasta que se hubo saciado. Jimin dejaba que su esposo le guiará con confianza, jamás se cansaría de decirle que era la mejor pareja de baile que había conocido. Fue así que entre numerosos giros se fueron seduciendo, anticipando la famosa "noche de bodas", una tradición que en realidad no les importaba pero que no se negarían a cumplir esta vez.
Aunque, igualmente hubo momentos en donde la sensualidad no tenía cabida porque Jungkook en varias piezas se robó la atención de ellos al pedir la atención a cualquiera de los dos novios. E incluso hubo algunas risas, sobre todo cuando notaron a Jungkook regalándole un sorpresivo beso en la mejilla a Taehyung.
—Tae está embarazado —mencionó Jimin en medio de las sábanas revueltas de su dormitorio.
Habían quedado agotados de tanta fiesta, que solo se habían tirado a la cama en cuanto la vieron, pero no para cumplir la pasión que traían sino para descansar por fin el cuerpo.
—Sí, me lo dijo Hoseok. Creo que ese día lloró conmigo por el teléfono bastantes minutos —Yoongi comenzó a acariciar los sedosos cabellos de Jimin y a ayudarle a deshacerse del traje.
—Ellos serán unos padres muy únicos —Jimin prácticamente ronroneaba con el tacto de Yoongi.
—Nosotros también lo somos.
—Somos los padres de Jungkook porque me ayudaste a tomar esa difícil decisión y me acompañaste en el proceso.
—Era a mi parecer la última esperanza con la que contaba.
—Lamento no haberme dado cuenta antes... aunque creo que debería darle las gracias a Jungkook por juntarnos.
—Deberíamos.
—¿Sería muy malo si nuestra noche de bodas lo traemos a la cama con nosotros?
—No lo sería. Es un poco extraño ¿no? Usualmente las parejas pasan esta noche teniendo un montón de actividad íntima y nosotros queremos acurrucarnos con nuestro hijo.
—Nuestro hijo... jamás imaginé tener un hijo contigo...
—Yo sí.
—Pero ahora no puedo imaginar un escenario mejor... bueno quizá podamos agregar a más integrantes a la familia.
—Quizá.
Entonces la noche culminó, Jungkook fue rodeado por los brazos de sus padres arrullándole con adoración. Jimin sintió el calor de Yoongi en su espalda en un abrazo enorme que los envolvía a todos y Yoongi sintió que lo había logrado.
Muchas veces se preguntó si las cosas podían cambiar y bueno la respuesta era que sí, muchas cosas cambian constantemente y el resultado era el que admiraba esa madrugada. Estaba abrazando a la familia que siempre había deseado. Con el hombre del que se había enamorado y con el pequeño que los había unido a ambos.
FIN
Estréchame fuerte
Abrázame fuerte, pégame a ti
¿Puedes confiar en mí? ¿Puedes confiar en mí?
Por favor, por favor, por favor tómame y abrázame
Sigues brillando
Todavía eres como una perfumada flor
Ahora confía en mí, abrázame de nuevo
Así puedo sentirte, abrázame.
Hold Me Tight
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