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Capítulo 5

Jimin jamás había escuchado hablar de Taehyung, no sabía que Yoongi tenía un hermano. Pero no podía verse tan sorprendido puesto que poco sabía sobre él realmente.

Yoongi al principio estuvo un rato serio, de tal forma que Jimin llegó a sospechar que los hermanos no se llevaban muy bien entre ellos, aunque claro solo era una suposición.

—Hermano no te quedes de piedra, mejor abrázame... llevamos mucho tiempo sin vernos —había dicho Taehyung con una sonrisa bien plantada en el rostro, aunque Jimin podría afirmar que esa sonrisa no llegaba a sus ojos.

—Simplemente estaba muy sorprendido Taehyung, pero no significa que no me alegre al verte —eso había contestado el pelinegro para posteriormente ambos estrechar sus manos y darse el abrazo que había solicitado Taehyung, ahí Jimin cambió de opinión porque dos personas que no comparten ningún sentimiento agradable por el otro no podrían abrazarse de esa forma tan cálida.

Al soltarse, Yoongi tomó a Jimin de la muñeca para acercarlo hacia él. Pero antes de que Yoongi presentará a su esposo el chico de enfrente habló.

—¿Tú debes ser Jimin verdad? Eres realmente atractivo ahora entiendo porque mamá siempre habla orgullosa del hombre con quien se casó Yoongi, por favor permíteme ser tu amigo, me encantaría que formáramos una bonita amistad, además...estoy seguro que a Yoongi también le agradaría —la mano de Taehyung fue extendida hacia el rubio quien la tomó inmediatamente para estrecharla.

La celebración continúo después de aquello. Jimin estaba seguro que Taehyung debería de ser una de las personas más cautivadoras que había conocido en su vida. Tenía una vibra bastante enérgica que con tan solo escucharlo hablar te llenaba de vitalidad, pero al mismo tiempo lo cargaba un aura enigmática que impedía que apartaras tus ojos al verlo pasar y ni hablar de esa sonrisa tan particular.

El hermano de Yoongi era una belleza difícil de igualar.

Jimin y Yoongi bailaron un par de canciones más antes de que Taehyung llegara para pedirle a Jimin que lo dejara bailar con su hermano.

—Veo que has mejorado mucho en tu forma de bailar Yoongi, de hecho... no recuerdo haber bailado contigo en alguna otra ocasión, no solías bailar mucho— Taehyung habló muy bajo y dirigió sus ojos al pelinegro, buscando la respuesta en la mirada de Yoongi porque él hombre no había soltado ninguna respuesta.

—No me lo digas, yo adivinaré... será que.... ¿Tomaste clases para impresionar a tu esposo, querido hermano?... lástima que él no sepa todo el empeño que has puesto para llamar su atención —el agarre que tenía Yoongi sobre la mano de Taehyung se hizo ligeramente más fuerte, pero continuó igualmente callado.

No te preocupes... por algo he llegado yo aquí...

La canción terminó justo cuando Taehyung había terminado de decir aquello.

Para Jimin ver bailar a Yoongi con su hermano fue un gran deleite visual, no lo iba a negar, pero también fue imposible para él no darse cuenta que Yoongi se había tensado un poco con algo que había dicho Taehyung y la intriga se hacía más grande al no poder escuchar nada.

Un poco de tiempo más tarde Jimin estaba completamente preparado para irse rumbo al orfanato, no podía hacer esperar más a su pequeño.

Yoongi se encontraba justo a su lado, sentados en un sillón de la sala en donde se habían situado después de un rato de estar bailando. Jimin no estaba seguro de cómo llamar la atención del pelinegro, parecía que estaba cómodamente poniéndose al corriente con su mamá después de tanto tiempo sin verse, le daba mucha pena decirle que se tenían que ir, pero no tenía de otra porque se habían ido juntos en el carro de Yoongi y no llevaba nada de dinero para tomar un taxi.

La única opción sería tomar su mano, pero cómo podría hacerlo sin sentirse atormentado de que hace tan solo unas horas le había negado el contacto.

Las manos de ambos se encontraban de por sí cercanas debido a que no se habían sentado muy separados, aunque el mueble era lo suficientemente amplio como para poder hacerlo.

Decidió que simplemente lo haría, después lidiaría con el remordimiento. Así que, tomó la mano de su esposo, quien al sentir inmediatamente la pequeña mano de Jimin, había dejado de hablar para capturar su atención en el rubio. Al principio se había emocionado sobremanera, pero luego su cerebro le hizo plantar los pies en la tierra y llegar a la conclusión de que seguramente su esposo le había tomado de la mano por algo importante.

—¿Pasa algo Jimin? —preguntó Yoongi.

—Lamento interrumpirte, pero... bueno es que ya es un poco noche, ¿no crees? —ese fue el mejor intento de Jimin para decirle indirectamente que tenían que irse ya.

—Perdóname, tienes razón —Yoongi había entendido sin que Jimin le tuviera que decir con todas sus letras que ya era la hora de ir a ver a Jungkook —Mamá, papá, Tae... me temo que ya se ha hecho de noche, nos retiramos. Espero que podamos vernos pronto —entonces Yoongi se levantó junto con Jimin, ambos mantenían el contacto en sus manos.

Los padres de Yoongi al principio se habían rehusado un poco a que se fueran porque realmente estaban pasando un momento agradable e inclusive les propusieron que se quedarán a dormir en una de las habitaciones de la casa, pero al final permitieron que se fueran.

Ambos estaban de nuevo en el automóvil de Yoongi, ambos en silencio otra vez, pero el que estaba más perdido entre sus cavilaciones era Jimin porque recordaba la unión de manos que mantuvieron hasta que cada uno tuvo que entrar al carro.

No se había sentido extraño. La mano de Yoongi era más grande y pálida, pero juntas parecían encajar muy bien... además, inexplicablemente se había sentido un contacto cómodo, aunque sí fue raro al principio.

Nunca tomar la mano de alguien más se había sentido tan correcto y cálido.

Fueron recibidos por la encargada, la saludaron y posteriormente caminaron hasta donde estaba el bebé.

—¡Minnie! —había gritado el pequeño Jungkook quien se encontraba aún en su tapete a pesar de que ya era muy noche. Se había parado lo más rápido que sus pequeñas y un poco torpes piernas le habían permitido para correr a los brazos de su persona especial.

—Oh... Jungkook estabas esperándome, ¿verdad? —había preguntado Jimin al bebé que estaba restregando su cabeza abrazado a las piernas de Jimin. Realmente Jungkook no se quería soltar ese agarre, pero tampoco puso mucha resistencia cuando Minnie lo cargó.

—Sí —Jungkook había contestado de forma muy bajita a un costado del cuello de Jimin, al parecer el bebé se encontraba un poco más hablador el día de hoy.

Yoongi vio todo... vio la forma en que la mirada de Jimin cambiaba al entrar al cuarto del pequeño, había notado claramente como los ojos de su esposo se habían empañado al ver como Jungkook corría a su encuentro, como se aferraban con todo al contacto que tenían y realmente se encontró a si mismo pensando en que siempre había querido ver a Jimin de esa forma... no sabía aún cómo, pero convencería a Jimin para que adoptara a Jungkook, ambos merecían estar juntos.

—¿Jungkook te acuerdas de mí? —Yoongi había preguntado ya cerca de ambos que estaban abrazados.

Jungkook reconocía esa voz, era la voz del hombre al quien tenía que agradecer por decirle que el rubio era Minnie. Quería tocarlo... se veía como una buena persona... quizá se sentiría agradable estar en sus brazos también, igual de bien cómo se siente con Minnie. Entonces estiró sus brazos para que el pelinegro entendiera que quería ser cargado por él.

Jimin notó que Jungkook se quería acercar a Yoongi, entonces pasó al pequeño a los brazos de su esposo.

En ese momento Jungkook comprendió que existían dos pares de brazos en este mundo que lo hacían sentir en casa... los de Minnie y los del pelinegro quien lo cargaba en ese momento. La respuesta llegó muy claramente cuando pudo quedarse dormido en esos brazos sintiéndose igualmente protegido y cálido, mientras Jimin cantaba. Solo esperaba que no tuviera que esperar tanto tiempo todos los días para poder verlos. Él quería ver a Minnie todos los días y todo el tiempo, quería... compartir una familia con ellos, solo que era tan pequeño que no sabía expresarlo con palabras.

Yoongi al sentir que el pequeño bebé se había quedado completamente dormido lo depositó en su cunita y se volteó a ver a Jimin completamente decidido, pero inseguro porque no sabía cómo podría reaccionar Jimin ante lo que estaba a punto de decir.

—Sé que te dije que la decisión es tuya, pero... quiero adoptar a Jungkook contigo... ¿me permitirías hacerlo, Minnie?

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