Capítulo 31
Salieron de la habitación del hospital y se refugiaron en una de las áreas verdes cercanas a la habitación de Jungkook, era comprensible que ninguno de los dos quisiese alejarse mucho de donde el pequeño azabache descansaba.
Jimin no podía dejar de resentir la dureza de las palabras de Yoongi. Ni siquiera cuando eran unos perfectos desconocidos le había tenido tanto miedo a la mirada de Yoongi o a su forma de contestar seriamente. Es como si se hubiera edificado una pared entre ellos.
—¿Por qué? —preguntó Yoongi con los brazos cruzados en signo de protección, pero sin huir de la mirada de Jimin, al contrario, Jimin no quería ser juzgado por la mirada de Yoongi.
Jimin quería pensar que esa pregunta iba principalmente dirigida a una explicación del por qué Jungkook estaba en estos momentos en el hospital, claro, eso era lo que Jimin quería pensar; porque si era honesto esa pregunta sabía estaba encaminada a otro asunto. Un asunto mucho más difícil de explicar.
Pocas explicaciones tenían realmente sentido si trataba de exponérselas a Yoongi, él le había brindado mucha sinceridad y ahora, Jimin no sabía cómo explicarle la verdad... no sabía cómo explicarle que su escapada desesperada era porque quería desatarle y dejarle ser libre para amar a Taehyung o para que fuera libre de encontrar a alguien más que le correspondiera de verdad... aunque doliera... aunque Jin le haya dicho algo diferente antes.
—Porque él te ama.
—Porque él me ama... ¿y lo que me dijiste antes?, ¿y las ilusiones que dejaste que albergará recelosamente pensando que todo estaba bien?, ¿y todas las veces que me deje vulnerable a ti para que me tuvieras la confianza de abrirme tus sentimientos?... ¿todo eso qué?
—Sabes que de amar y de sentimientos yo a penas sé nada... mira esta es la mejor prueba... Jungkook está en un hospital por algo que yo mismo cause. Simplemente yo quiero que seas libre de amar a quien desees... yo no quería hacerte más daño—Jimin bajó la mirada y la voz al terminar de hablar.
-—¿Y por esa razón tenías que irte... acaso no te dije que juntos resolveríamos todo esto? Puedo notar que jamás me viste como un compañero... jamás me tuviste confianza—Yoongi empezaba a formar una postura más rígida— Aunque, en algo coincido... Jungkook no debería estar pasándola mal ahora mismo.
-—Yo lo sé, pero es que... no me quería quedar solo... sé que no fue la mejor idea, de hecho, fue una estupidez poner en riesgo a nuestro... a Jungkook.
—Dilo... —habló duramente Yoongi subiendo un poco la voz—¿por qué te cuesta trabajo decirlo? ¿Acaso no es nuestro hijo? —el pelinegro se acercó a Jimin para tomarle de los hombros—¡¿Acaso no lo es?!
—Lo es...— contestó Jimin en un susurro.
Solo que antes se sentía correcto decirlo.
Entonces... Yoongi dejó de tomarle fuertemente por lo hombros, ahora le abrazaba de forma muy superficial, pero dejando descansar su cabeza en el hombro de Jimin.
—¿Por qué hacernos más daño Jimin? pensé que todo estaba mejorando... —Jimin podía sentir las lágrimas de Yoongi humedecerle la camisa—pensé que podías llegar a sentir lo mismo que yo.
--Yo...—Jimin quería subir sus brazos para corresponder el contacto, pero no se sentía capaz de tocarle.
--Dime de una vez por todas que no me quieres en tu vida, creo que eso haría que por fin entrará en razón y dejará de dar vueltas en círculos. Puedes dañarme una vez más... solo no te atrevas a dañar a nuestro hijo... porque eso es lo que es. Es nuestro hijo, ambos decidimos hacernos cargo de él, ambos decidimos ofrecerle lo mejor de nosotros.
—No es que no te quiera en mi vida, es que yo no sé si podré... no sé si podré corresponder tus sentimientos.
El pelinegro creía haber superado cualquier prueba de indiferencia de parte de Jimin, lo creyó hasta que escuchó decirle directamente lo que siempre temió saber.
—No tienes que preocuparte más por eso, ya lo intenté todo y aquí está el resultado...—Yoongi se despegó de Jimin por completo, retirándose varios pasos del joven peli rubio— esa soledad de la que tanto escapas, ahora yo tendré que hacerle frente... porque me has dejado solo cariño.
—Yoongi...
Yoongi se dio la media vuelta y caminando dijo:
—Regresare con Jungkook... —luego se detuvo y continuó —no eres un mal padre, solo te falta confianza en ti mismo y dejar de arreglar las cosas a tu manera, no siempre tienes la razón.
De regreso a la habitación de Jungkook decidieron dejar las cosas en una paz asfixiante, muchas cosas aturdían ambos corazones, sin embargo, no podían dejar salir lo que sentían, por lo menos no por ahora. Querían que Jungkook se sintiera un poco más tranquilo teniendo a los dos ahí.
Namjoon regresó con Jin y su hija a petición de Jimin, quien no sentía correcto que su hermano hiciera más por él. Y una vez Jungkook fue dado de alta, se encaminaron a lo que antes era su hogar. El lugar que anteriormente estuvo plagado de risas, comidas improvisadas y mucho cariño, ahora solo lucía como un lugar sombrío y deprimente, como si el lugar hubiera regresado al punto de partida, antes de su llegada. Como al principio cuando los dibujos, los juguetes, los ramos de flores, las fotografías enmarcadas y las paredes inexpertamente pintadas no decoraban la casa. Cuando aún no formaban un hogar.
Jimin accedió a que regresaran para que su niño se sintiera más cómodo, Jungkook se lo merecía. Aunque estaba muy consciente que poco a poco tendrían que explicarle que su familia se estaba cayendo a pedazos y sin propuestas de mejora.
El rubio únicamente vio a Yoongi cuando llegaron a la casa ese día, porque enseguida de haberlos dejado ahí, se fue nuevamente al trabajo. Le espero por la noche, esperando y esperando hasta que Jungkook le pidió que le acompañará a dormir... que él le abrazaría hasta que "papá Yoongi llegará", ¿cómo explicarle a Jungkook que aquello no ocurrió nunca esa noche?
Así fue toda la primera semana. Yoongi regresaba de madrugada del trabajo y se recostaba al lado de Jimin sin hacer ningún ruido, mientras el rubio lo sentía, sentía el cuerpo a lado suyo y era tan difícil resistirse a preguntarle al menos en donde andaba tan tarde o si todo iba bien en el trabajo. Por la mañana Yoongi se levantaba tan temprano que lo único que sabía de él era por parte de Jungkook quien siempre le decía que su padre lo despertaba para despedirse de él antes de partir.
Eventualmente Jungkook resintió la falta de tiempo a lado de Yoongi y no decía nada, pero Jimin lo sentía, lo podía saber sin necesidad de palabras.
Una tarde Jimin decidió enfrentarle, había preparado algo de cenar y esperó hasta muy entrada la madrugada hasta que le vio entrar con la tez aún más pálida de lo normal y con cara de agotamiento total.
Obviamente Yoongi se sorprendió al notar a su marido en medio de la mesa del comedor con la comida puesta.
—¿Qué haces Jimin? —preguntó Yoongi mientras se deshacía de su abrigo.
—Bueno es que quiero hablar contigo de...
—Nosotros ya no tenemos nada de qué hablar, además no tengo hambre—Yoongi se encaminaba hacía el dormitorio que compartían sin verle de nuevo.
—¡Yoongi! Yoongi detente por favor—Jimin le detuvo.
—No—Yoongi contestó aún de espaldas.
—No es de mí de quien quiero hablar... es Jungkook... él no te lo ha dicho, pero extraña mucho pasar tiempo a tu lado, tu últimamente te la pasas tanto tiempo trabajando que siente que te estás olvidando de él... por favor pasa más tiempo con él.
—Lo entiendo, si eso era... todo hasta mañana.
Pero, a pesar de que Yoongi siguió su camino, lo cierto era que el pelinegro había percibido el aroma a pan de manzana recién horneado y había notado la preocupación en la cara de Jimin cuando le vio entrar.
Jimin mientras tanto, comió la comida ya fría y desecho el pan que había hecho.
Después de aquello, Yoongi reservaba días libres en donde se llevaba a Jungkook a algún lado, al inicio Jimin iba con ellos, hasta que notó que parecía un fantasma a su lado. Y decidió desistir.
Fuiste tú quien decidió desaparecer de su vida. Se recordaba Jimin.
Lo que pasó después le dolió, le lastimó muchísimo. Yoongi había movido sus cosas a la habitación que ocupaba antes; es decir, volvían a dormir separados y una vez más Jungkook pidió explicaciones.
¿Por qué papá ya no abrazaba a Minnie? ¿Por qué papá solo le daba besos a él, pero a Minnie no? ¿Por qué llegaba tan noche y tan cansado... por qué ya no sonreía? ¿Por qué ya no se sentía tan seguro cuando descansaba en sus brazos?
Las comidas eran peor que silenciosas, Jungkook apenas decía palabra, temía que, si alzaba la voz un poco más las fuerzas que guardaba para sonreírle a Minnie en las noches al verle llorar, se agotarían y ahora todo estaría perdido... como al principio.
Entonces Jimin notó la baja tremenda de peso que estaba sufriendo Yoongi... le intentó hacerle ver su estado, pero Yoongi hacía oídos sordos.
—Te he preparado algo para comer... vamos sé que no has comido en toda la tarde y tampoco has dormido la suficiente, todo el tiempo estás en la oficina, a penas y notamos tu rostro en la semana—hablaba Jimin mientras dejaba la bandeja de comida en el escritorio en donde Yoongi trabajaba.
—Gracias, pero no quiero comer ahora.
Siempre era la misma contestación... siempre el mismo trato indiferente. Jimin no creía poder soportarlo mucho más y peor cuando Yoongi simplemente le dijo:
—Comeré más tarde, tengo una cita.
El pelirrubio sabía que tarde o temprano aquello iba a pasar, el problema era que no esperaba que Yoongi le dijera directamente eso en la cara.
—Oh, ya veo... bueno... supongo que está bien...nos vemos en la noche—¿Qué más podía contestarle? Se preguntaba Jimin.
—En realidad no sé si llegue a dormir hoy.
—De acuerdo... solo... cuídate por favor.
Durante el resto de la tarde después de ver como Yoongi se arreglaba para salir, Jimin no pudo evitar rememorar su primera cita... no fue una cita íntima, porque Jungkook estaba con ellos, pero fue muy especial. Cómo olvidar las estrellas alumbrando el rostro de Jungkook dormido en sus brazos, la melodía que Yoongi interpretó en su guitarra y el primer beso.
Más tarde sus pensamientos fueron interrumpidos por una llamada telefónica.
—¿Jimin?
Esa voz era tan familiar.
—¿Taehyung?
La persona del otro lado de la llamada se demoró algunos segundos para contestar.
—Es... es Yoongi, estábamos hablando y bueno él se ha desmayado.
—¿Dónde están? —Jimin no sabría decir cómo tuvo el valor de preguntar aquello sin que le temblará la voz—Él... últimamente se ha esforzado más de lo sano, yo le dije que no estaba bien, pero él no me escuchó... si tú le hubieras dicho a él a lo mejor... es que... ¡Yo te dije que no lo dejarás que trabajará tanto! ¡Me prometiste que lo ibas a cuidar!
—No recuerdo haber prometido nada, además la persona quien me llamó ese día exigiéndome respuestas era una persona muy enamorada... una persona loca y estúpida pero enamorada... una persona que yo sentía que para este punto ya habría superado su terquedad y se daría cuenta de lo que está dejando ir—Taehyung suspiró—Yoongi no me hubiera hecho más caso del que te hizo a ti... aún te quiere.
—En eso te equivocas, él dijo hoy que iba a tener una cita... ¿eras tú cierto? —preguntó Jimin.
No duele, no duele, no duele... él lo ama... yo no.
—Quería decirle que me iba a mudar...
—Felicidades.
Jimin ahora creía entenderlo todo, claro, por eso no iba a llegar en la noche, eventualmente seguro que Taehyung y Yoongi decidirían vivir juntos o algo parecido.
—Jimin me mudo con mi novio, con Hoseok. Pero, ahora creo que eso no es lo importante, lo importante es Yoongi... es mi hermano y me preocupa. Sin embargo, tú eres su esposo, y estás tan preocupado por él que estoy seguro que ya estás saliendo de tu casa para venir ¿no es cierto?
Lo de Hoseok lo desconcertó, pero lo último fue lo que más le afectó. Era verdad, Jimin estaba ya dentro del automóvil a punto de colgar para manejar lo más rápido que pudiese y ver cómo se encontraba Yoongi, ayudarle a regresar a casa y abrazarle muy fuerte por el tremendo susto que estaba pasando.
—No somos nada...
—Lo son, son un matrimonio, son una pareja de enamorados tercos, te espero... no tardes.
.
.
.
.
.
.
.
Hola! Es muy tarde, lo sé... pero quería escribir este capítulo con mucha tranquilidad para poder expresar todo lo que quería. En fin, espero le haya gustado.
Muchas gracias por leer, comentar y votar.
Una cosa super importante y bonita acaba de pasar, la historia tiene poco de que llego a los 1k votos!!! La verdad yo veía muy lejano que esto pasará y bueno... ahora que pasó es muy difícil de créelo, en verdad muchas, muchas gracias. Un voto créanme hace la diferencia, me anima mucho a seguir escribiendo porque me da indicios de que lo que escribo le gusta a alguien más y ya con eso siento que soy feliz... siento que escribir es mi terapia y no sé... se siente tan bonito. Compartir lo que escribo me hace sentir como si diera vida a un pequeño mundo, en donde todo puede pasar... y dejar ir la creatividad es arte.
Díganme que quieren para celebrarlo, dejen sus propuestas.
Bạn đang đọc truyện trên: Truyen247.Pro