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Capítulo 26

Jungkook veía como Minnie daba vueltas por toda su habitación sacando algunas de sus prendas, doblándolas cuidadosamente y colocándolas en algo que él puede denominar como una mochila muy grande.

Por la mañana todo estaba normal.

Se había despertado solo, pero sin tanto miedo como la primera vez. Como siempre caminó con los cabellos enmarañados y medio a ciegas hasta la habitación de sus papás para despertarles, y acaparar algo de atención de ambos. Últimamente sus papás dormían más, era curioso pero no le molestaba porque le invitaban a acomodarse en el regazo de alguno y se volvían a dormir un tiempo más.

El desayuno estuvo bien, aunque no le habían dado galletas porque estaba "castigado", o eso Minnie le había dicho algo enojado el día que no quiso comer vegetales.

Sin embargo, la rutina dejó de ser la usual cuando su papi le pidió que tomara algunos juguetes. Se sentía preocupado y hasta con ganas de soltarse a llorar, ¿lo iban a llevar con otros papás?¿era por no comer vegetales?

—¿Papi?— Jungkook se acercó despacio hasta donde estaba Minnie.

—¿Qué pasa Jungkook?— el pequeño azabache señaló la ropa que se encontraba en la mochila, era justo uno de esos momentos en los que más le molestaba no poder hablar correctamente.

¿La ropa?

—Sí— Jungkook necesitaba una explicación antes de que corriera a esconderse para que no lo llevaran con gente extraña, él quería mucho a Minnie y a Yoongi, no quería a nadie más... bueno quizá a la abuela, ella era muy cariñosa y lo consentía un montón.

—Bueno...—Jimin no sabía cómo explicarle a su pequeño que esta vez dormiría en otra casa, estaba muy pequeñito y sentía que estaba siendo un mal padre al dejarle solito aunque solo lo estuviese llevando con la mamá de Yoongi.

—Hoy iremos con la abuela, ella quiere ver a su pequeño consentido— Yoongi habló al notar que su esposo no sabía qué decir.

Jungkook dirigió sus enormes ojos al rostro de Yoongi, aún sin entender muy bien lo que estaba queriéndole decir.

Yoongi acarició los oscuros cabellos de su hijo, lo abrazó a su pecho y le cargo para que sintiera que todo estaba bien, que ir a donde vivía la abuela era bueno.

Retirarse de la casa de la señora Min fue muy difícil. Como buen padre primerizo, abrumó a la mujer con múltiples indicaciones sobre el cuidado de Jungkook. Jimin lo justificaba a que deseaba que éste se sintiera como en casa, aunque la amable mujer le había dicho que no era necesario: "ya he criado a dos pequeños revoltosos". Eso fue lo que había alegado y realmente era algo que no podía refutar. Sin duda ella tenía más experiencia.

Justo cuando Yoongi dio un ligero apretón a la unión de sus manos, Jimin entendió que era momento de retirarse.

—Cuídate mucho mi bebé, diviértete con los abuelos y no hagas muchas travesuras...— Jimin estaba casi agonizando cuando notó lo desconcertado que lucía Jungkook, él parecía no entender mucho de lo que significaban las palabras de Jimin, solo entendía que sus papás salían de la casa y lo dejaban solito en casa de la abuela. En ese momento muchos recuerdos de él, solo en el orfanato llegaron a su memoria y fue capaz de sentir que el mundo se le desmoronaba de cierta forma.

Jungkook corrió para que no se fueran sin él, pero la abuela lo tomó rápidamente en brazos, lo único que pudo hacer fue ver desde el umbral de la puerta como sus papás subían al auto.

—Diles adiós a tus papis Jungkook— habló la abuela con voz parsimoniosa notando lo alterado que se había puesto el pequeño al ver a sus papás irse. Jungkook movió su manita en señal de despedida como le habían enseñado, mientras algunas lágrimas corrían por sus mejillas. Esperando que la despedida fuera tan corta como un parpadeo, por lo pronto se consolaba con sentir el aroma de la abuela.

—No llores mi vida nos vamos a divertir mucho, juntos, sin tus aburridos papis. ¿Quieres comer galletas?

¿Acaso la abuela había dicho galletas? Bueno cualquier persona que le hablara bonito, le tratara con cariño y le ofreciera galletas no podía ser mala así que se permitiría ser un mimado mientras Minnie y Yoonnie regresaban.

—No te preocupes Jimin, seguro que no querrá regresar con nosotros cuando vayamos a recogerle mañana.

¿Sonaría muy mal si te dijese que prefiero no tener la cita en privado y que mejor regresemos por nuestro hijo?

Yoongi no sabía si algún día lograría acostumbrarse a que Jimin llamase "nuestro hijo" a Jungkook, en su opinión aquella emoción jamás se iría, siempre sería especial escucharlo. Ese pequeñito era casi el hilo rojo que los anudaba.

—No sonaría mal pero sería un poco hiriente, no creo permitirte echarte para atrás a estas alturas— Yoongi estaba consciente desde antes de lo difícil que sería despegarse de Jungkook y sobre todo dejarlo en manos de alguien más. El pequeño había robado por completo sus corazones con sonrisitas, dibujos, pequeños "papá esto..., papi lo otro" y con los escasos "te quiero" que en ocasiones les regalaba.

—Eres malo Yoongi.

—No soy tan malo, simplemente no quiero que nuestro hijo robe el cariño de mi esposo

—Eres un tonto Yoongi—Jimin besó rápidamente la mejilla de Yoongi, sin duda ese hombre sabía como tranquilizarle de formas extrañas.

La casa sin Jungkook mantenía una atmósfera muy rara, así lo podría catalogar Jimin quien, claramente extrañó que su bebé no saliera corriendo de cualquier lugar para abrazarle o gritando ¡Papi! o ¡Minnie! Faltaba esa esencia especial que Jungkook le daba al hogar.

—Es muy diferente cuando no está.

—Yo también lo note... pero solo es por hoy, aprovechemos eso.

Jimin abrazó a Yoongi apoyándose en el pecho del pelinegro, mientras tanto Yoongi le tomó de las mejillas y dejó un beso en la frente del rubio.

La primera cita juntos... solos.

No sabían muy bien si podían denominar cita a pasar una tarde tranquila en su casa, pero no habían planificado muy bien lo que harían.

La tensión se desbordaba por toda la casa, rodeándoles a ellos sin saber cómo avanzar, sobre todo Jimin, él se encontraba particularmente nervioso.

—Esto es culpa de no planificar nada antes... —apenas comenzando y Jimin ya sentía que iban mal.

—Dicen que a veces salen mejor las cosas que no son planeadas, así que... te invito a cenar.

—¿Así? ¿A dónde vamos a ir Yoongi? —Jimin no tenía ganas de salir, el punto de la cita era estar solos.

—Te invito a una cena en...—Yoongi había comenzado a dar vueltas alrededor de Jimin para aumentar el suspenso— en... la sala de nuestra casa, claro que suena súper romántico no lo puedes negar cariño.

Sí, definitivamente ese era un comienzo torpe y algo más, pero ellos no eran una pareja tan romántica así que estaba bien con una cena en la sala de la casa. Eso era mejor que seguir parados sin hacer nada.

—Ah el señor Min quiere cenar en la sala... bueno... pues primero tendrá que limpiar todo el desastre que su pequeño hijo tiene en la sala—Jimin estaba burlándose, se le hacía muy gracioso hacer enojar a Yoongi de vez en cuando y ya que el pelinegro se había hecho el gracioso, ahora le tocaba a él.

—Oh mi castaño favorito quiere jugar rudo... —Yoongi comenzó a perseguir a Jimin quien se echó a correr porque sabía que su esposo quería empezar una guerra de cosquillas en la que él no pensaba participar.

Al final de cuentas... ambos limpiaron un poco la casa. Sí, ellos limpiaron en su cita, ¿por qué? Porque con Jungkook era más difícil. Los niños son muy activos y en el caso de Jungkook en especial, él siempre quería ser el centro de atención de sus papás, no los dejaba solos la mayor parte del tiempo.

Jimin sabía que era un plan un tanto mediocre para empezar su único día solos, pero le había dado un pena enorme si se hubieran ido directamente a la cama. Claro que tenía expectativas de pasar mucho rato teniendo otro tipo de contacto con Yoongi, aunque no iba a negar que limpiar fue liberador en cierta parte y le ayudó a relajarse, anticipando lo que se vendría.

Se rozaban de formas tímidas mientras limpiaban como si no se conocieran ya cada parte del cuerpo, se estorbaban a veces o se salpicaba de productos de limpieza.

Como la música no podía faltar en faenas como aquellas, en algún punto ambos se miraron intensamente a los ojos, Yoongi le tomó de la cintura, Jimin posó una de sus manos en el hombro del contrario y comenzaron a dar vueltas en medio de la sala de estar, bailando justamente enfrente del librero, completamente abarrotado con obras que ambos amaban leer.

—Tae me contó que eras muy mal bailarín—Jimin habló.

—Lo era—la respuesta de Yoongi sonó completamente escueta.

—También me contó que... que decidiste aprender por alguien—"por mi" quería decir Jimin.

—Le dije que no lo contara pero ese niño siempre suelta la información.

Yoongi detuvo el movimiento, detuvo el contacto también y se dirigió en busca de un rincón muy sucio que le permitiera cambiar de tema.

—¿Por qué, Yoongi?

—¿Por qué?... Posiblemente la razón se encuentra en cierto hombre, un hombre que lucía terriblemente suspicaz la primera vez que lo vi. Un hombre capaz de pintar de diferentes colores un salón insípido en medio de una reunión aún más insípida, haciendo de la música su amante en lugar del compañero quien supuestamente le guiaba. Posiblemente fue que ese joven me dejó cautivado y yo quería que me volteaste a ver... algún día.

—Estás diciendo que tú...

—No creo que debamos hablar de eso Jimin...

—Yo creo que debemos, ¿te refieres a mi?... ¿verdad?¿Ese hombre soy yo?—Jimin estaba comprobando lo contado por Taehyung, más tarde le agradecería porque sino fuera por él, jamás se hubiera enterado de todo lo que Yoongi había hecho—No ha dejado de rondar por mi cabeza que tú... que tú hayas hecho tanto y yo jamás me haya dado cuenta.

—No le tomes mucha importancia Jimin, fui yo quien decidió hacer cosas como aquella... es que desde aquél día en que te conocí y hasta el día de hoy... haría cualquier cosa para acércame a ti.

—Yo también recuerdo ese día, ese día solo quería llamar la atención de todos, no tanto por vanidad sino porque pude notar por el rabillo del ojo a un joven pálido quien me veía con ojos juzgadores desde que nos presentaron... por eso le pedí a alguien más que bailara conmigo, sabía que podía destacar si lo hacía.

—Y quién era él— Yoongi preguntó.

No hubo respuesta porque Jimin empezó el primer beso prolongado de la velada.

—Tú.

Yoongi acorraló a su rubio favorito contra el librero y le besó apasionadamente.

El resto es historia.

Cuando llegó la noche, la pareja se encontraba comiendo como se supone debieron hacer horas antes, sentados en algunos cojines enfrente de la pequeña mesa de la sala, completamente a gusto.

Jimin decidió dejar el cojín para acomodarse en medio de las piernas de Yoongi, quien gustoso dejó que el rubio adquiriera una posición cómoda para abrazarle de espaldas y recargarse en su hombro.

—Yoongi... sé que nos saltamos muchos pasos previos... pero... ¿te gustaría ser mi pareja?—Jimin sentía un triunfo haber dicho aquello que había querido salir de sus labios justo unas horas antes en la recámara, en medio del climax que estaba sintiendo en compañía de Yoongi.

Fue más vergonzoso de lo que pensó, pero al menos no estaba bajó el embrutecimiento de estar en medio del acto, ¿era muy tarde para arrepentirse?

—Ya lo soy, posiblemente para ti esto fue siempre una farsa, pero para mí esto siempre fue real... siempre... desde el día que firmamos el papel de matrimonio, en todos los cumpleaños que nos veíamos, cuando adoptamos a Jungkook y sobre todo cuando decidiste darme una oportunidad.

Taehyung se había quedado sin opciones, en su mente estaba Hoseok todo el tiempo e irlo a ver se estaba volviendo casi una necesidad.

Sabía que pronto Hoseok preguntaría sobre qué eran y si había sentimientos de por medio, la temible respuesta que estaba tentando su mente era que estaba enamorado de Hoseok así que huyó a la casa de su madre en busca de un consejo sabio o por lo menos que le sirviera de desahogo.

No esperaba que al entrar, quien le recibiera fuese Jungkook, quien al reconocerle solo le había visto con mirada fría, ese pequeñín podía dar miedo.

—¡Jungkook! No abras la puerta solo—la señora Min notó a Taehyung aún en el umbral de la puerta—Oh Tae, entra por favor... Jimin y Yoongi dejaron a Jungkook ayer y está impaciente por verlos de nuevo—la mujer lucía muy entusiasmada y jovial, pero al notar la mirada de Taehyung supo que tendrían que hablar seriamente.

—Oh.. yo no sabía... mejor vengo cuando estés más tranquila.

—Presiento que no vienes solo para ver si tu mamá está bien, es serio ¿verdad?

—Un poco.

—Espera en la sala, voy a dejar a Jungkook con tu padre.

La señora Min preparó un té, necesitaba algunos instantes para tranquilizarse, mucho se había alterado el día que su pequeño le contó sobre su enamoramiento con Yoongi. Ese día las cosas no terminaron muy bien, ella no quería juzgar a su hijo, pero las formas en que estaba actuando no estaban siendo las más sanas para nadie.

Taehyung fue el primero en hablar después de los saludos y las palabras usuales cuando no has visto a tu mamá en semanas.

—Estoy en algo con Hoseok.

—¿A qué te refieres con algo hijo?—la mujer no quería sacar conclusiones apresuradas, pero ya presentía lo que estaba pasando, sobre todo ya habiendo conocido a Hoseok.

—Hoseok y yo nos hemos reunido en su departamento ocasionalmente, ya sabes... nos besamos y eso...

—Taehyung, estás jugando con el pobre muchacho—era su madre, pero no por eso le mentiría, tenía que hacerle ver las cosas.

—No siento que sea tanto como jugar con sus sentimientos porque...

—Taehyung ese chico, cuando me lo presentaste noté que te admiraba demasiado... estoy seguro que a estas alturas sabes que él tiene sentimientos por ti. Mi vida, no seas ciego, tu corazón sabe lo que está pasando.

—Lo sé mamá... pero es que yo... me gusta estar con él... yo también le aprecio y le tengo cariño... como amigo...

—Y te gusta besarlo como amigo supongo—la mujer no entendía cómo su hijo casi estaba confesando sus sentimientos por Hoseok y aún así se negaba a reconocerlo como tal.

—Ay mamá...

—Se sincero.

—Bueno... sí... pero no se supone que fuera así... Yo llevo enamorado de Yoongi mucho tiempo y lo sabes, tú lo notaste antes de que te lo dijera.

—Lo noté, pero ¿no crees que el tiempo ha pasado? ya no son los mismos cariño y él está formado su familia junto con Jimin, se ven realmente felices y tú... no te hagas el terco con algo que ya no sientes.

—¡Por supuesto que se ven felices... lo que no entiendo es porque decidieron dejar de actuar justo cuando yo regrese!—Taehyung se molestó la vez pasada precisamente por eso... ella parecía tener favoritismo con la pareja de "casados", pero esta vez no se callaría las cosas.

—¿A qué te refieres Taehyung?—la mujer quien estaba por llevar la taza de té a sus labios se quedó esperando la respuesta de su hijo.

—¿Tú querido Yoongi no te había dicho?

—¿Decirme qué?

—Yo le confesé lo que sentía antes de que se comprometiera con él, Jimin... a quien adoras, ese Jimin de quien siempre me hablabas cuando llamaba a la casa... él le propuso a Yoongi que se casaran por conveniencia. ¡Ellos les mentían, ellos siempre les mintieron!

Mientras tanto, justo entrando al lugar en donde se estaba llevando la discusión un Jimin bastante emocionado entraba al lugar en busca de su hijo.

El señor Min les había dicho que su esposa estaba en la sala de estar, dirigiéndose al señalado lugar pudo escuchar los alaridos de Taehyung desmoronando su ánimo y sobre todo impactándole... Taehyung y Yoongi... ¿Taehyung estaba enamorado de Yoongi? ¿No eran hermanos acaso?

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List@s para el drama?! Yo no >-< jajajaj bueno ojalá les haya gustado. 

Si tienen teorías por favor díganme, les juro que es muy cliché, pero yo amo los clichés.

Gracias por leer, comentar y votar. Les quiero mucho.

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