El beso de aquella noche fue un poco más que solo el roce de sus labios, que sentir la calidez expresada de otra manera, fue un poco más de lo que Jimin pensaba sentir. Era la confirmación de que algo muy diferente al sentimiento que tenía por Yoongi antes se estaba desarrollando y con fuerza.

Quizá fue vergonzoso para Jimin por ser la primera vez que se besaban, no lo habían hecho antes. Ni siquiera cuando se casaron. Esa vez únicamente firmaron los papeles y trataron de aparentar vivir uno de los días más felices de sus vidas. Por lo menos así lo recuerda Jimin.

Yoongi pudo vislumbrar esa sensación en Jimin, pero no dejó que aquello entorpeciera el pequeño paso que habían avanzado. No iba a permitir que Jimin se alejara. Yoongi sabía muy bien que Jimin no regalaba abrazos a cualquiera, que no brindaba palabras amorosas a cualquiera, que no se acercaba en un plano más íntimo con cualquiera. Su esposo siempre imponía mil y un barreras para que nadie pudiera ver más que la imagen de adulto exitoso y maduro que aparentaba ser. Yoongi no quería ver a ese hombre exitoso y maduro. No. Él quería ser esa excepción, la persona con la que Jimin pudiera derribar todo aquello.

Por todo lo anterior, no dejó que Jimin le rehuyera la mirada o que se alejara para encaminarse al automóvil, no dejó que huyera. Mantuvo el rostro de Jimin en sus manos, repartió caricias con sus dedos fríos en las mejillas ruborizadas del otro. Dejó que Jimin cerrara los ojos y ambos acompasarán sus respiraciones hasta encontrarse en un estado de calma completa.

Jimin agradeció que Yoongi no intentará volver a besarlo, no es que no lo quisiera así...es solo que se seguía sintiendo torpe, completamente un tonto por avergonzarse simplemente de un beso.

—Hay muchas cosas que aprender Jimin y quiero que lo hagamos juntos. No te alejes, no rehuyas de mí. En este mundo todos somos exploradores, déjame explorar contigo este sentimiento...

¿Dejar entrar a Yoongi aún más profundo era correcto? ¿no sería algo de lo que se arrepentiría más tarde, cuando las cosas no funcionaran, cuando caminarán en veredas diferentes?¿Exponerse estaría bien?

Jimin no contestó nada, su respuesta fue muda. Tomó la mano de Yoongi y se aferró a ella. No la soltó ni cuando caminaba de regreso al automóvil, ni cuando Yoongi acomodo a Jungkook en la silla especial que tenía en la parte trasera, ni durante todo el camino de regreso a casa. No quería soltarlo, sentía que si Yoongi lo dejaba tomarle de la mano y aferrarse a ella las barreras se harían invisibles, le demostraría su esencia esperando que Yoongi no le hiciera daño. Que no lo soltará nunca.

A partir de ese día el contacto físico entre ambos fue en aumento, claro de poco a poco. Por ejemplo, los abrazos. Yoongi abrazaba a Jimin al dormir, lo abrazaba mientras se encontraba haciendo el desayuno, lo abrazaba cuando reía por alguna cosa graciosa que hacía o decía, lo abrazaba al llegar del trabajo y antes de dormir. De esta forma, Jimin se fue acostumbrando y anhelando los abrazos de su esposo. Lo mismo pasó con los besos, que no eran besos intensos y llenos de deseo, solo eran roces tranquilos, amables, cariñosos. Yoongi le enseñó que un beso no puede ser perfecto, que no se trata de saber o no besar, solo se trata de abrirse al contacto, como cuando bailas. Hablando de bailar, Jimin también disfrutó ensayando con Yoongi muchas piezas de baile, unas más improvisadas que otras. Ambos estaban aprendiendo que juntos era mejor, que podía existir un futuro como pareja.

Disfrutaban de acompañar a Jungkook a lugares llenos de vegetación porque habían descubierto que era algo que le maravillaba. Disfrutaban cuando Jungkook quería bailar con ellos y terminaban bailando canciones completamente infantiles pero divertidos como si fueran niños. Disfrutaban cuando Jungkook llegaba a ellos y los abrazaba porque veía que sus padres lo hacían mucho. Cuando les regalaba dibujos desde los cuales podían observar la perspectiva del más chico del hogar. Disfrutaban de corretearse por la casa cuando jugaban atrapadas. Cuando se sentaban en medio de la sala a leerle un cuento a Jungkook . Cuando después de eso, lo dejaban en la cama y ellos disfrutaban tiempo a solas. Y se besaban y se abrazaban.

Jimin amaba que Yoongi llegará con flores de diversos colores porque una noche le había confesado que le encantaban las flores, amo cuando lo invitó a una obra de danza contemporánea porque sabía que también disfrutaba mucho de aquellas puestas en escena, amaba las comidas deliciosas que preparaba Yoongi los días que regresaba destruido del trabajo. Amaba cuando veía que lo esperaba cargando a Jungkook en el umbral de la puerta, era tan hermoso ver aquello que ambos tomaron la costumbre de esperarse con sonrisas en sus rostros.

Jimin y Yoongi estaban amando mucho el progreso lento, poco a poco, explorando.

Taehyung había estado muy ocupado en la nueva línea que lanzaría en pocos días, pero no estaba lo suficientemente distraído como para no notar el acercamiento que estaban teniendo Jimin y Yoongi, era algo demasiado obvio. Apenas si se había topado con ellos un par de veces y los veía muy íntimos. Como lo fue él con su hermano cuando eran niños, muy cercanos, tan cercanos que las líneas se desdibujaron y cayó completamente enamorado de Yoongi. Posiblemente eso mismo le estaba pasando a Jimin.

No logrando superar todo el estrés, el trabajo, Yoongi, Jimin, todo. Supo que era momento de regresar a su sol, a su luz en los días oscuros. Su mejor amigo, la persona que el destino puso cuando más perdido estaba. La persona que le dio todo el cariño que pedía a gritos después de salir de casa con el corazón destrozado.

—Estás pensando en él— aquello no fue una interrogante, era una afirmación.

—Me conoces muy bien.

—No tan bien como él estoy seguro.

—Puede que tengas razón— Taehyung rodó por la cama hasta tener de frente a Hoseok, para verle a los ojos, para acariciar sus mejillas y sobre todo para notar la mirada triste que tenía...le dolía ver que la luz que Hoseok irradiaba se perdía cuando hablaban de Yoongi.— Somos hermanos, es obvio que nos conocemos bien—Hoseok estaba por darse la vuelta y salir del cuarto, sin embargo Taehyung continúo, aquello no era todo lo que quería decir. —Pero tú eres muy especial para mí...quizá no nos conocemos desde pequeños pero te siento muy cercano a mí...es diferente, siempre has sido mi rayo de luz, la persona que me inspira...mi sol.

Si fuera tan especial se hubiera quedado con él, no hubiera corrido a buscar a su amor no correspondido en cuanto tuvo oportunidad. Si era tan especial no lo buscaría sólo cuando se sintiera abrumado. Si fuera tan especial...tendría alguna oportunidad.

Hoseok quería decirle que no dijera ese tipo de cosas tan a la ligera. Si fuera tan especial, si fuera tan importante como dice....no le hubiera propuesto entrar a la empresa en donde trabaja actualmente a lado de Jimin, no le hubiera pedido que siguiera los movimientos del rubio con su esposo, que tratará de llamar la atención de Jimin. Si fuera tan especial no le haría tanto daño, ¡Es que acaso ese hermoso hombre que tenía enfrente no se daba cuenta cuando lo amaba! ¡No se daba cuenta de cómo sufría tratando de ayudarle...ayudarle al hombre que ama para que sea correspondido por su hermano! No, si fuera tan especial no lo haría llorar justo como estaba por hacer ahora. Sin embargo, el más tonto era él por dejarse manipular por algunas sonrisas brillantes, por su querido Tae.

Tu mejor amigo...dime Taehyung que hubiera pasado si te hubiera confesado mis sentimientos....¿es muy tarde para hacerlo? Aquello era lo que Hoseok pensaba.

—Hobi...no sabes lo que daría por haberme enamorado de ti, lo que hubiera dado por quedarme contigo del otro lado del mundo.

Pero no lo hiciste.

—Buenos días Jimin, lamento llegar tarde.

Una llamada que no esperaba en lo absoluto, ese era el motivo por el cual Jimin se encontraba esperando en un restaurante cercano a la empresa, simplemente con una taza de café porque esperaba no tardar mucho en aquella reunión y porque su estómago estaba completamente cerrado desde que tomó la decisión de ver a la persona con la que se reuniría.

—Buenos días Taehyung, no te preocupes no tiene mucho de que llegue yo también—era imposible que Jimin no echará por lo menos un ojo a la vestimenta de su cuñado, siempre elegante pero auténtico, con esa aura sensual y enigmática....pocos hombres y mujeres serían capaces de resistirse a verle, y no debería de pensar en aquello, pero obviamente pensó en la conversación que escuchó a escondidas.

—Eso me tranquiliza un poco...pero bueno no quiero hacerte perder mucho el tiempo, sé que ambos estamos muy ocupados...seré directo.

—Por favor.

—Como bien sabes estoy a punto de lanzar la nueva colección en unos cuantos días y en verdad estaría muy agradecido si me ayudarás formando parte del evento.

—¿A qué te refieres?

—Digamos que alguien me contó que eres muy habilidoso para bailar, me he enterado que sabes algo de danza contemporánea de hecho y creo que sería genial incorporar algo de ese estilo en la gala, va muy bien con el concepto de la colección.

—Bueno yo...—estaba claro que se iba a negar, Jimin tenía mucho sin hacer nada de danza, además Taehyung podría buscar muchas y mejores opciones. Lo que no esperaba es que Taehyung tenía todo eso perfectamente contemplado.

—Tranquilo, no sería algo muy complicado, solo un pequeño performance para poner en ambiente al público, como te dije, estoy consciente de lo mucho que trabajas y que además tienes que ocuparte de tu familia por eso sería algo muy sencillo y...estoy seguro que Yoongi lo amaría.

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Volví!!! ¿Me extrañaron? Yo si los extrañe...sobre todo para agradecerles porque hemos llegado a las mil lecturas wuuuu aún no lo creo, en serio muchas, muchas gracias. Siento que tengo el apoyo de muchas personitas y eso es maravilloso.

Espero que les haya gustado el capítulo.

¿Qué creen que conteste Jimin?¿Participará?

Gracias por leer, comentar y votar 😉nos leemos muy pronto 🤭