t r e i n t a y s i e t e
Quince días, dos noticias bastante buenas, una única llamada de Yoongi y ningún ramo de flores.
En dos semanas Suga sólo me había llamado una vez, cuando yo ya tenía asumido que Yoongi ya no pintaba nada más en mi vida. Me dijo que le gustaría volver a verme, pero no soltó ningún ''te quiero''. De hecho, yo había borrado su número de teléfono del mío y había decidido borrar a Yoongi por completo de mi mente, de mis recuerdos, de todo. Porque a pesar de que era fría y cortante como el hielo, de que me había convencido a mí misma de que no iba amarle más y de que iba a estar bien, los sentimientos por él todavía seguían ahí, enterrados por una buena capa de rabia y rencor. Pero ahí estaban, igual de fuertes que el primer día.
Jungkook hizo un buen trabajo intentando que Suga no se acercara a mí. Cuando iba a visitar a Hoseok los últimos días de su estancia en el hospital, Jungkook siempre venía a buscarme para evitar que me encontrara con Yoongi. Casi siempre cogía el bus en la parada que estaba enfrente del hospital, así que era inevitable que le viera al menos de lejos. Siempre se sentaba hundido en el mismo asiento, mirando el teléfono con desinterés y con los auriculares puestos. Yoongi nunca se dio cuenta de que le observaba desde la puerta doble de cristal del hospital el tiempo que mi hermano tardaba en ir a recogerme. Era bastante doloroso, pero Yoongi me seguía pareciendo igual de hipnótico que el primer día y era imposible retirar la mirada de su rostro pálido y sus mejillas ligeramente rosadas. Me di cuenta de que el color verde de su cabello se iba perdiendo, como si fuera una flor que poco a poco iba marchitándose.
En esos quinces días, Hoseok salió del hospital. Al mismo tiempo, a mi madre le ofrecieron un puesto de trabajo en Estados Unidos como psiquiatra en un hospital de Los Ángeles bastante frecuentado por adolescentes.
Y en esos días, no volví a recibir ninguna clase de disculpa de Yoongi.
Por una parte, me sentía liberada. Como si me hubieran quitado un enorme peso de encima. Por otro lado, no sabía muy bien que me estaba ocurriendo. Sentía cierto vacío, obviamente debido a Suga, y eso me enfadaba. Llegué a contárselo a mi madre. Me hizo tumbarme en el sofá de casa, cerca de la ventana. Sentí que estaba en su consulta.
- No sé, mamá. Es raro. Me duele el corazón, y no creo que sea el colesterol, ni una arritmia. - Le dije, riéndome. Desde que las aguas del desbordado río de los sentimientos Jeon Hyesun habían vuelto a su cauce, me volví más sarcástica y le daba menos importancia a las cosas. No era capaz de tomarme en serio cualquier situación, por eso solía reírme cuando hablaba de cosas medianamente serias.
- Cielo, eso significa que todavía no has superado la ruptura. Aún le recuerdas, ¿verdad?
- Sí... Bueno, no tanto como antes pero...
- ¿Son recuerdos buenos o malos?
Suspiré. - Mamá, sólo te hace falta sacar una libretita y ponerte a escribir todo lo que te diga. ¡Estamos en casa, no en el hospital!
- Perdona, Hye. Son gajes del oficio. - Movió la mano para restarle importancia, soltando una risilla nerviosa.
- Me preocupa que pueda seguir así durante un tiempo. A veces me entran ganas de llorar. Tengo que olvidarle por completo, pero no puedo.
- Tranquila, se te pasará. Encontrarás a alguien mejor, te enamorarás de nuevo, y creéme, será maravilloso.
Guardé las palabras de mi madre como oro en paño, como si fuera una nueva ley de vida. Creí en ellas firmemente. Esperaba con ansiedad encontrar a alguien del que enamorarme, alguien que no me recordara a Suga, pero me di cuenta de que no encontraba nada porque sólo buscaba a chicos con cualidades parecidas a las de él, lo cual sólo me hizo perder la paciencia y darme por vencida.
Después de aquellas dos semanas, llegó el día de mi graduación.
Todo el mundo estaba contento. Hyesun, que se había convertido como en la protegida de todos, daba el gran paso del instituto a la universidad, echaba el vuelo. Sin embargo, yo estaba apagada, mustia, triste. Sólo porque Yoongi no estaba allí, para verme con el pelo recogido en una trenza bien elaborada recibiendo un diploma y un ramo de flores. No estuvo para felicitarme, ni para hacerse una foto grupal donde todos salían sonrientes y orgullosos de mí. Tampoco estuvo, obviamente, para abrazarme.
Taehyung, que también se graduaba, decidió hacer una fiesta al aire libre, en uno de los parque que estaban en la orilla del río. Acepté. Me puse un vestido azul cielo, el mejor que tenía, una chaqueta de cuero que me prestó Jimin, me maquillé más que otras veces y fui a beber con seis estúpidos y algunas otras chicas entre las cuales se incluía Sunhee, mi ''amiga'' y novia de Tae.
Me lo pasé tremendamente bien. Para qué mentir. Bailé como una estúpida con Jin -porque los dos éramos igual de pésimos cuando se trataba de mover los pies-, dejé que todos me cogieran y empezaran a lanzarme al cielo mientras gritaban cosas que no llegué a entender, hablé de cosas filosóficas con Namjoon y hasta me quité los zapatos para meterme en el agua fría del río. Jungkook insistió en que me dejara llevar por la situación, de que no me preocupara de nada.
Me senté en un banco cercano, con los pies mojados y con una lata de cerveza en la mano. Jimin se acercó a mí. Se sentó a mi lado, guardando las distancias, y empezó a mover la pierna, nervioso. Yo le di un golpecito suave en el costado, con el codo, juguetona.
- ¿Qué pasa? Parece que vas a declararte. - Bromeé.
- Puede que no sea el momento más indicado para decírtelo, pero tengo que hacerlo.
Alcé las cejas, expectante. - Oh, sabes que voy a decirte que no, pero inténtalo. Espero que no te sientas mal después de que te rechace...
Jimin suspiró. Se llevó una mano al pelo y se lo echó hacia atrás. - Suga se tiró a esa tía porque es hija de un narco, un mafioso, o de su proveedor, o yo qué sé. Aparentemente era la única manera de librarse de toda la mierda que tenía... Lo hizo por eso. En el fondo, lo hizo por ti. Yo no quería que...
- Yoongi me hizo daño. Me da igual por qué coño se folló a esa tipa. Me hizo daño, y me la suda.
Y recordando las palabras de mi hermano, me dejé llevar. Bastante.
Acabé la cerveza dando un último trago, me pegué a Jimin y sin dar previo aviso, puse mis manos sobre sus clavículas y le besé. Se separó enseguida, sorprendido. Le miré escéptica.
- ¿Hy-Hye?
- Sabes guardar secretos, ¿no? Guardaste lo de Yoongi, así que podrás guardar este también.
- Pero...
Le callé de la forma más básica y efectiva: Volví a besarle en los labios, esperando a que respondiera de alguna manera favorable. Jimin, sin timidez alguna, rodeó mi cintura con uno de sus brazos, me pegó a él y correspondió al beso, haciéndome sonreír.
Nunca pensé que aquello que decían de ''la venganza siempre es dulce'' fuera tan literal, tan agradable como los labios de Jimin.
*****
Me despertaron varios golpes en la puerta de mi habitación, que se abrió cuando yo me removía bajo las sábanas. Me dolía la cabeza y tenía la boca seca por culpa de la borrachera de la noche anterior. Como si no fuera suficiente con beber cerveza en la orilla del río, la fiesta continuó en nuestra casa. Jungkook sacó las botellas que tenía escondidas en su armario y se encargó de poner la música a todo volumen aprovechando que mi madre trabajaba en el turno de guardia del hospital. Menos mal que no me vio vomitando con Jimin sujetándome el pelo, a Jungkook descolgándose de la barandilla de las escaleras o a Hoseok dormido en el suelo de la cocina.
Me reincorporé, con el pelo enmarañado, al mismo tiempo que mi hermano entraba en mi habitación. Se acercó a mí. Se acuclilló para quedar a mi altura.
- Hye.
- Rata, siempre tienes que despertarme tú. Al menos podrías traerme el desayuno a la cama, inútil. - Bufé. El enfado se había sumado al dolor de cabeza, así que no estaba para contemplaciones. Sólo quería dormir. Hice un gesto para que Jungkook se fuera de allí cuando antes.
- Suga está aquí.
Resoplé, frotándome la cara con las manos. - Dile que se vaya.
- Está borracho, como una puta cuba. No deja de decir que quiere verte.
Le oí gritar desde la planta baja. Inhalé el máximo aire que mis pulmones me permitieron y lo expulsé por la boca despacio. - Que se vaya, dile que no quiero verle. Por favor. Joder, qué asco de mañana...
- Ya se lo he dicho. ¡No sé qué hacer!
- ¡Bueno, pues tírale por la ventana si no se va, joder! - exclamé, señalando la puerta. - ¡Vete!
Obedeció. Se fue dando un portazo, dejándome sola. Volví a taparme con las sábanas, ignorando los gritos, no por mucho tiempo. En seguida volví a escuchar otro golpetazo, como si alguien se hubiera caída y dado contra alguna estantería. Me levanté tan rápido de la cama que, al llegar al marco de la puerta, tuve que apoyarme en él para no caerme de lo mareada que estaba. Todo me daba vueltas. La resaca era peor de lo que decían.
No llegué a bajar las escaleras porque podía ver perfectamente qué estaba pasando. Jungkook se había caída al suelo, contra la pared. Yoongi estaba, efectivamente, borracho, gritando y amenazando al pobre de mi hermano, que había recibido un buen puñetazo por querer defenderme. Empecé a sentirme muy, muy enfada.
- ¡Min Yoongi! - grité, demasiado fuerte, tan fuerte que mi propia voz retumbó dolorosamente en mi cabeza. Suga se giró para verme, con la lengua entre los dientes y tambaleándose jadeoso. Sonrió al verme. - ¡Vete de esta puta casa! ¡Ahora!
Su sonrisa se borró de golpe. El flequillo casi le tapaba los ojos, pero pude sentir su mirada fulminante. Dio un par de pasos torpes hacia delante. - ¿Por qué?
- Sólo vete.
- Te quiero mucho... Y te has liado con...
- ¡He dicho que te vayas, Yoongi! ¡Vete ahora, joder! - volví a gritarle. Jungkook se reincorporó despacio, en silencio, como si estuviera planeando un ataque por la espalda. Yoongi subió los primeros escalones, obligándome a retroceder. - ¡Te odio! ¡Vete ahora!
- ¡No pienso irme de aquí sin ti!
Iba a responderle algo justo cuando mi hermano tiró de Yoongi hacia atrás. Bajó las escaleras de golpe, se encaró al moreno, esquivó uno de sus golpes y acabó dándole un buen puñetazo en la cara. Jungkook volvió a caer. Me apresuré a socorrerle, pero Yoongi se interpuso entre mí y mi hermano. Yoongi me empujó para pegarme contra la pared. Olía a alcohol a kilómetros, y eso sólo me molestaba más. La gota que colmó el vaso fue Yoongi poniendo ambas manos en la pared y acercando sus labios a los míos. Ahogué un chillido. Quería llorar.
- ¡He dicho que te vayas! ¡Sin mí! - Le cogí del cuello de la camiseta y le empujé. - ¡No quiero volver a verte en la vida, Yoongi! ¡Me da igual que me quieras! ¡Vuelve a insistir y juro que te degollaré con mis propias manos, joder! ¡Vete, vete!
Casi pude ver cómo la temperatura corporal de Suga aumentaba más y más por culpa de la ira. Con rabia y con un grito, tiró los vasos aún llenos de la fiesta de la noche anterior que estaban en un mueble. Volvió a gritar, agachándose, y después de levantarse y de caminar hacia mí, sombrío, me cogió con fuerza de los hombros. Me zarandeó.
- ¿¡No lo entiendes!? ¡No entiendes que estoy casi volviéndome loco por ti!
No me aguanté. Le di una bofetada, aguantando las lágrimas. Él me miró sorprendido. Dejó de agitarme de inmediato.
- Vete. - Dije, con voz firme. - Vete, tírate a la primera puta que veas y olvídame.
Jungkook intervino. Se llevó a rastras a Suga a la calle, le echó de un empujón, cerró la puerta y corrió hacia mí con cierta preocupación. Agité las manos dándole a entender que estaba perfectamente a pesar de que no era verdad.
Me tranquilicé en la cocina, bebiendo un poco de agua y viendo por la ventana cómo Suga se alejaba, para siempre, dando golpetazos a las farolas de la calle.
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#sorrynotsorry
Viene lo mejor. Esperad. Wait for it.
jejejejeejjejeuejeuejueju
AH, SÍ.
Muchíiiiiiiiiiiiisisisisisimas gracias por votar, leer y por todo el apoyo y los comentarios! Sois lo mejor! ♥♥ hmt está muy arriba en la categoría de fanfic, y teniendo en cuenta que hay millones y millones, hmt está en los primeros puestos ♥♥♥
muchas gracias, de verdad, no sabéis cuánto os quiero
espero que me queráis también a pesar de lo mucho que os hago sufrir lol
quien quiera una mención especial para los siguientes capítulos (aviso: serán los últimos lol) que comente y me lo diga!
(para que veáis lo que os loveo, luego querréis quemarme viva pero IDGAF BC ELSA ES LA MEJOR JDR)
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