Chào các bạn! Vì nhiều lý do từ nay Truyen2U chính thức đổi tên là Truyen247.Pro. Mong các bạn tiếp tục ủng hộ truy cập tên miền mới này nhé! Mãi yêu... ♥

c u a r e n t a y u n o

Hundí la cara en el colchón una vez más, escondiendo una sonrisilla tonta por culpa de su último comentario. Una gran parte de mí me pedía a gritos que olvidara por completo de mi cabeza la imagen de Yoongi fumando con otra chica en su cama como si no hubiera pasado nada, que olvidara sus gritos y que le perdonara dándole un beso suave y cálido; la parte restante me recordaba lo mucho que me había dolido aquello y que no era algo que se olvidaba de un día para otro. Así que, en medio de un gran dilema, apoyé mi barbilla en el colchón y observé cómo Yoongi volvía a quedarse dormido, en silencio. Suspiré.

Alargué un poco la mano que me quedaba libre para rozar, con sumo cuidado y delicadeza, su rostro. Su piel era tan, tan blanca y transparente que se veían perfectamente las venas. Más que un aspecto enfermizo, le daban la apariencia de un muñeco de porcelana roto, desgastado. Quería estrecharlo entre mis brazos, pero quizá no era el momento adecuado. Sólo acariciar su rostro ya me parecía un peligro. Yoongi parecía estar tan débil que a lo mejor, con tan sólo tocarle con la yema del índice, acababa de romperse del todo.

No quería soltar mi mano. La agarraba con fuerza a pesar de que estaba dormido y hecho prácticamente polvo. En el fondo, yo no quería que me soltara nunca. Lo que sentía por él era tan inexplicable que yo ni siquiera sabía realmente qué narices me ocurría con él. Siempre acababa volviendo junto a Yoongi por alguna razón u otra. Me pregunté si era el destino o si yo era una estúpida blanda que se enternecía con cada palabra bonita y deseaba volver enseguida con la persona que se lo decía por mucho daño que la hubieran causado.

Me quedé quieta el mayor tiempo posible, escuchando el pitido de la máquina que tenía detrás, alternando miradas entre Yoongi y las gotas de suero que caían de la bolsa de suero conectada a su brazo. Él, de vez en cuando, abría los ojos despacio, me miraba y dejaba la vista fija en el techo blanco. Tenía la mirada perdida, apagada. No decía nada. Se quedaba un par de minutos luchando contra el sueño y al final acababa durmiendo de nuevo. No movía los ojos cuando les tenía cerrados, su pecho apenas subía y bajaba y sus manos estaban frías, como si estuviera muerto. De no ser por la máquina que monitoreaba su pulso, me hubiera creía que estaba enfrente del cadáver de Yoongi. Empecé a pensar qué sería de mí si Yoongi llegara a morir allí mismo, delante de mis ojos, o peor aún, si hubiera muerto sin que yo le hubiera visto una última vez para explicarle todo lo inexplicable que sentía por él.

Sacudí la cabeza para no pensar en muertos, cadáveres y demás.

Continué callada. Al rato, alguien llamó a la puerta con fuerza. Me giré algo sobresaltada.

— Hola. — saludé, algo más tranquila, a Namjoon. Él respondió haciendo un gesto con la mano.

— No sabía que estabas aquí. — susurró. Señaló a Suga. — ¿Está bien?

Asentí. — Sí, no ha pasado nada desde que he llegado... — miré el reloj de mi muñeca. Me sorprendí al ver que había pasado un poco más de una hora en la que apenas había hablado. — ¿Es normal que duerma tanto?

— Supongo. El médico ha dicho que seguirá durmiendo hasta que elimine todas las toxinas. Dijo que es una recuperación muy larga, tediosa. Por cierto, vengo a darte el relevo. Yo me quedaré con él. Me he convertido casi en su tutor legal, o en su padre. - bromeó, como si tratara de hacerme sonreír. Yo debía de verme muy triste.

— Puedo quedarme con él.

— Claro, puedes...

— Era una afirmación, no una pregunta. — respondí, seca. Namjoon alzó las manos en sinónimo de son de paz. Hasta yo misma me sorprendí de mi propia frialdad.

— Tranquila, tranquila. Quédate todo el tiempo que quieras.

— Perdona, no quería responderte así.

— Suga lo hace a menudo, así que estoy acostumbrado. ¿Te quedarás también por la noche?

Me encogí de hombros. No estaba muy segura. — Bueno...

— Se queda. — Concluyó Yoongi, desde la cama, sin abrir los ojos y en un susurro que quizá Namjoon ni siquiera había oído. El anteriormente peliverde frunció el ceño antes de abrir los ojos. — Tú puedes irte a tu puta casa.

— También es la tuya. — solté yo inconscientemente.

— Qué ganas tienes de joder.

— Entonces, ¿te quedas? — preguntó Namjoon, recargando su peso sobre el picaporte de la puerta, que hizo un ''clac''. Lo había roto. — Mierda. Yo no he sido, yo no he sido... Bueno, Hye... Esto... ¿segura de que pasas aquí la noche?

— Sí, me quedo.

Namjoon miró hacia la derecha y la izquierda del pasillo. — ¿Puedes salir un momento?

— No. — respondió rápidamente Yoongi.

— Sí. — dije yo, levantándome de la butaca, tratando de que Yoongi dejara mi mano libre. Me incliné hacia él. — No te preocupes, volveré ahora.

Él me miró inexpresivo. Como no dijo nada, yo salí al pasillo con Namjoon, que cerró la puerta intentando no hacer mucho ruido. Di un par de pasos para acercarme al chico, que se cruzó de brazos, en corvado, y empezó a mirar nervioso hacia todos los lados. Yo enarqué las cejas. Eso significaba que algo, obviamente, iba mal.

— No deberías quedarte aquí por la noche. Entre los seis, íbamos a hacer turnos. — dijo en bajo, como si sólo quisiera que yo le escuchara. — Sabes la historia de Yoongi y esa tía, ¿no? Seguro que te lo ha contado Jimin.

— Muy por encima. De todas formas, no me apetece mucho escucharla.

Namjoon hizo caso omiso de mis palabras y la contó igualmente. - Suga quería deshacerse de la mercancía. La llevó a un apartamento antiguo y la quemó. Todos hemos supuesto que lo hizo por ti. La susodicha es hija de un jefe de un clan que tiene asegurada media Corea como su imperio, casi el ochenta y cinco por ciento de la droga que hay es importada de otros países por esos tíos. En fin, que Suga se la tiró porque sabía que así no iba a tener que huir, ni que pagar por toda la mercancía cuando los tíos del clan lo descubrieran. Suga ha supuesto que, teniendo una relación amorosa con esa tía, no iba a tener problemas con los jefazos. El problema es que ella está loca por él. Loquísima.

— Gracias por la información que no quería escuchar.

— Saben que Suga está aquí. Ella vendrá a verle, te verá a ti y todos sabemos que va a pasar.

— Ah, ¿si? ¿Qué pasará? — repliqué con aire chulesco. No me importaba que unos mafiosos me vieran con Yoongi. — Puedo decir que soy su amiga, su hermana, su prima. Yo qué sé, o que soy alguien que pasaba por ahí.

— Son unos mafiosos que controlan casi Corea entera. — añadió alguien. Namjoon y yo nos giramos según la procedencia de la voz. Vimos a Jimin acercarse hacia nosotros, caminando como si estuviera en una pasarela, con la cabeza alta y las manos a los costados. Se paró a mi lado. — ¿Crees que para asegurarte medio país hay que ser un completo gilipollas?

— ¿Hola? ¿Jimin, eres tú? —dije sarcástica. Me puse de puntillas y fingí buscar al pelirrojo simpático y afable de siempre. — ¿Jimin? ¿Jimin, dónde estás?

— Hye, deja de joder. — Sonaba serio. Se echó el pelo hacia atrás con una sola mano. — Si te quedas, tu vida correrá peligro igual o más que la de Suga.

— Voy a serte sincero: lo hacemos por Yoongi, no por ti. — soltó Namjoon.

Suspiré. — Me da igual que venga una zorra a verle y me vea, ¿queda claro o tengo que haceros un puto croquis? ¿O un esquema? ¿Un mapa conceptual?

— Es la hija de un jefazo. Está loca y se droga. En cuanto te vea junto a Suga, va a querer tirarte por la ventana. ¡La hija de un jodido jefe de una mafia!

— Lo que quiere decir que gente del clan de su padre te buscará y te encontrará por mucho que te escondas o que se cargarán a Yoongi chutándole una dosis de algo que le ahogará en un par de minutos. Seguramente, optarán por la segunda opción. Les sale más rentable acabar con un camello que ha quemado vete tú a saber cuántos gramos de mercancía. — Dijo Namjoon. — ¿Lo pillas ahora?

— Sí, pero me la suda.

Jimin ahogó un gritito frustrado. Me cogió por los hombros y me zarandeó. — ¡Deja de ser tan terca!

— ¿Él lo sabe? ¿Yoongi lo sabe? — pregunté, ignorando el hecho de que Jimin continuaba agitándome.

— No vamos a decírselo. Tiene la cabeza demasiado mal para procesar todo esto.

Resoplé. — ¿Por qué todo es tan complicado? — Namjoon se encogió de hombros. Jimin dejó de moverme de un lado a otro y también suspiró, como si se diera por vencido, como si estuviera agotado. Miré al techo tratando de pensar lo más racionalmente posible, dejando de lado los sentimientos y la fuerte obligación de no dejar a Yoongi solo. — Le prometí que no me alejaría de su lado cuando las cosas fueran realmente mal, y eso es ahora. Ahora es cuando Yoongi más me necesita...

— A ver, esto no es precisamente un cuento de hadas. — Claramente, Namjoon había perdido la paciencia conmigo; aún así me habló tranquilo. — Hye, nosotros también estamos con él. No puedes tomarte las cosas tan a la...

— Está bien. Me iré de aquí. — dije, alzando las manos al cielo. Entré a la habitación de nuevo.

Estaba en completo silencio, en ese tipo de silencio tremendamente siniestro e incómodo que deseabas romper a toda costa. Me acerqué a Yoongi despacio. Volvía a tener los ojos cerrados. Miré la bolsa de suero que colgaba de un soporte cercano.

— Les diré a las enfermeras que te cambien el gotero...

— No te vayas. — murmuró Yoongi.

Me incliné hacia él. — Tengo que irme. Los idiotas de tus amigos quieren quedarse contigo, ¿sabes?

— Diles de mi parte que me la chupen y se vayan. Sólo quiero que tú estés conmigo.

— Pero tengo que marcharme, Yoongi. — le dije, con voz melosa. Acaricié una vez más su rostro, retiré un poco su flequillo aún algo verdoso y le dí un beso en la frente. — Te veré mañana.

Me cogió del codo demasiado fuerte, de repente. — No.

— Yoongi, de verdad, tengo que irme. Pero tranquilo. Mañana, en cuanto abran el hospital a las visitas, vendré a verte. Estaré todo el día contigo. Te lo prometo.

Se quedó callado un par de minutos pensando qué decir o hacer. Seguramente estaba cavilando las consecuencias de dejar irme o no. Me soltó con lentitud, dejando resbalar su mano hasta que cayó en el colchón.

— Si te vas, al menos bésame en condiciones.

Le sonreí mientras ponía una mano en su pecho para que no se reincorporara. También le detuve antes de que se retirara la vía que tenía alrededor de la nariz. Aún así, antes de que acercara mis labios a los suyos, Yoongi tiró del tubo de plástico y se lo quitó un par de segundos antes de que yo le besara.

Fue corto -porque temía que él se quedara con aire, o que en resumidas cuentas le pasara algo- , pero fue también dulce. Le dediqué otra sonrisa, a modo de despedida, le coloqué la vía del oxígeno en la nariz con cuidado y le recordé la promesa de ir a visitarle al día siguiente. Yoongi respondió esbozando una sonrisa triste que me hizo marcharme con un tremendo cargo de conciencia.

Jimin me acompañó al ascensor una vez estuve fuera de la habitación 1026. Me dijo varias veces que Namjoon iba a cuidar bien de Yoongi y que no tenía que preocuparme de nada, pero cuando las puertas oscuras del ascensor se abrieron para dejar paso a unos hombres corpulentos, empecé a temerme algo malo. Una chica de melena larga y oscura me empujó contra Jimin para que la dejara pasar. También llevaba un vestido negro, pero tenía un escote que dejaba poco a la imaginación y una falda bastante corta y ajustada. Corrió hacia la habitación 1026 a pesar de que llevaba unos tacones que parecían andamios.

Era ella.

Miré a Jimin algo desorientada, preguntándole con la mirada si de verdad era esa la hija del ya archiconocido y mencionado jefe de la mafia, pero él había agachado la cabeza evitando el contacto visual. Me cogió del brazo y me arrastró al ascensor. Yo di varias veces al botón para bajar a la planta principal.

En cuanto el ascensor se puso en marcha, Jimin suspiró aliviado. Vio mi cara de preocupación y enseguida agitó las manos, negando levemente con la cabeza.

— Tranquila, no saben quién eres. Yoon... Suga estará bien.

— Siempre que alguien dice "va a estar bien" o "las cosas saldrán bien", todo sale mal... Aún así me mantendré positiva.

*****

Hello

Its elsa

Seguramente a wattpad le dé por joder y me cambie las rayas de los diálogos por guiones peRO ME DA IWÁ

Y no, hmt no se acaba con hyesun muriendo después de una sesión de lemon 4k full hd OBBBBBBBVIAMENTE LOL

Por cierto, siento la bromilla

Pero es que me dolía la head y no podía escribir, y lo único que me salió fue eso lel

Recordad que os quiero mucho💕💖

:(

P.d salseo incoming
🌚🔥



















Bạn đang đọc truyện trên: Truyen247.Pro