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c u a r e n t a y o c h o

Normalmente Jungkook se quedaba conmigo después de la hora de la cena. Dormía cuando yo estaba despierta y viceversa, así que casi no hablábamos en toda la noche. Cuando llegué a mi habitación después de ver a Yoongi y a la zorra vestida de negro, mi hermano esperaba con impaciencia apoyado contra la ventana de la habitación, de brazos cruzados. Al verme, me cogió en volandas, sin previo aviso, me llevó en brazos desde la silla de ruedas hasta la cama y me tumbó con cuidado. Le miré con los ojos entrecerrados, suspicaz. Jungkook acercó la mesilla auxiliar que estaba al lado de la cama, puso la enorme bandeja de comida sobre ésta y se inclinó para despedirse de mí con un beso en la mejilla. Aparté la cabeza con rapidez.

—¿Dónde vas? — pregunté, agarrándole de la manga de la camisa antes de que se fuera.

— Eh...sólo... Tengo que irme.

— Jungkook, se te da fatal ocultar cosas. — Vi cómo mi hermano tragaba saliva. Miraba al suelo, con aire nervioso, intentando que su mirada no se cruzara con la suya. Repetí la pregunta. — ¿Dónde vas?

— A un sitio.

Puse los ojos en blanco. — ¿Lo sabe mamá? Se lo diré. Si te vas sin decirme nada, mamá se enterará de esto.

— Hye...— protestó, casi como un bebé enrabietado. — Sólo te dejaré sola esta noche... Puedo llamar a Jimin para que venga a hacerte compañía, o a Hoseok, o a quien sea. Así no estarás sola. Es que, joder, no quiero dejarte sola pero...

— Estar sola es de lo de menos. Solo quiero saber dónde vas. — Dije, encogiéndome de hombros. Jungkook hizo una mueca antes de mirarme entre asustado y desconfiado. A juzgar por su expresión, seguro que se trataba de una chica. Abrí los ojos, empecé a reírme escéptica, asustando le todavía más, le di unas palmaditas en la espalda a modo de aliento y dejé que se fuera hacia la puerta. — ¿Es una chica? Tienes una cita, ¿verdad?

Jungkook empezó a jugar con los pendientes plateados que llevaba, intentando ocultar lo rojas que se habían puesto sus orejas. — Bueno... no es una cita en sí...

— Si vas con esa cara de ratón asustado, creo que la chica te dejará por otro. — Bromeé. —Ah, ¡Jungkook!

— No digas nada vergonzoso, por favor...

— ¿Podrías ver a Yoongi por mí?

Bufó, pero accedió. Seguramente mi hermano quería irse de allí cuanto antes. — Vale.

— Pásatelo bien. Y si es una cita, nunca des un beso con lengua. Eso es ir muy deprisa.

Jungkook se dio varios cabezazos contra el marco de la puerta, con la mirada perdida. Yo le sonreí como si no hubiera pasado nada. Acabó despidiéndose de mi con un gesto tímido de mano. Después, cerró la puerta de la habitación y me dejó sola durante el resto de la noche, esperando alguna noticia de Yoongi. Sólo esperaba que aquella tía no le hubiera raptado, o en el peor de los casos, matado. Suspiré agotada, más mental que físicamente. Observé los platos que tenía delante. Al menos la comida del hospital era decente.

*****

Después de cenar, de mirar varias veces la pantalla del teléfono que mi madre me había dado -el que tenía había quedado destrozado cuando me atropellaron- , de esperar el mensaje de mi hermano diciendo que Yoongi estaba bien, de hablar con una enfermera de lo más amable que vino a tomarme la tensión y de mirar hacia las flores blancas durante unos cuantos minutos muertos, me dormí.

Y me desperté, asustada. Además de tener un horrible dolor de cabeza y costillas, sentía algo a mi lado, pegado a mí. La habitación estaba lo suficientemente oscura para no ver de qué se trataba, así que no me quedó otra que tocar lo que fuera que estaba a mi lado. Apenas lo rocé, pero noté que estaba frío. Volví a palparlo, con tiento y seguramente con cara de asco. Ahogué un grito cuando noté pelo, una nariz, unos ojos y unos labios. Una persona estaba ahí, conmigo en la cama de un hospital. Asustada, presa del pánico, pensando que aquella persona sería un viejo que se había colado en mi habitación y me había violado mientras dormía, estiré el brazo para buscar el interruptor de la luz que estaba justo al lado de la cama, a mi alcance. Noté como las manos de la persona se deslizaban por mi cintura. Además de hacerme daño, me horrorizó aún más. Sin ver muy bien todavía, con la mano con la que no buscaba el interruptor de la luz, di una bofetada al tipo -o tipa- que estaba junto a mí.

Oí un sonoro golpe seco que resonó por toda la habitación acompañado de un quejido gutural. Conseguí encender la luz, pero tuve que cerrar los ojos al instante por culpa de la claridad repentina.

— Joder...

Reconocí aquella voz. — ¿¡Yoongi!?

— No, soy el puto Tupac. Joder, qué golpe me has dado.

— Pe-perdona... — Me reí, avergonzada. Cuando conseguí acostumbrarme a la claridad de la habitación, le miré. Se tapaba un lado de la cara. Yo, instintivamente, le obligué a que me dejara ver la zona enrojecida. La marca de mi mano se distinguía perfectamente en su piel clara. — Ay, lo siento... Lo siento. — repetí, riéndome del puro nerviosismo.

— Esa bofetada no era necesaria.

— ¡Casi me matas del susto! — exclamé. Yoongi tapó mi boca con la mano, deprisa, impidiendo que volviera a gritar. Me mandó callar llevándose el índice a los labios. — Lo siento, pero es que casi me da un infarto o algo así.

Yoongi asintió con los labios fruncidos y los ojos cerrados, como si no le importaran mucho las disculpas o excusas. Suspiré, aliviada en el fondo. Quitando el golpe que le acababa de dar, Yoongi estaba bien. Él apoyó la frente contra mi hombro. Estaba acurrucado pegado a mi, dudando entre sí abrazarme por la cintura o no.

— ¿Cuántas costillas tienes rotas? — preguntó, muy en bajo, aprovechando que estaba relativamente cerca de mi oído.

— Dos.

Yoongi hizo un sonido parecido al de un gato ronroneando pidiendo caricias. — ¿Cuáles?

Señalé la zona dolorida, justo debajo del pecho, al costado derecho; justo donde estaba Yoongi, que bufó algo molesto, quizá frustrado porque su plan de abrazarme por la cintura no le había salido bien del todo. Me reí. Al final, él se separó un poco de mi con intención de no hacerme daño, pero juntó su cabeza con la mía. Miré hacia la puerta cuando noté que él me observaba como si estuviera viendo una obra de arte digna de ser admirada. Al principio yo también le miraba de esa forma, como si quiera ver además de su hermosísima cara sus sentimientos y preocupaciones mejor guardadas, como si quisiera leer su mente. También notaba su suave respiración contra mi cuello. Me pregunté por qué me hacía sentir nerviosa si en teoría ya debía tener aquello superado. Llevaba bastante tiempo con él, hasta habíamos dado el paso siguiente a los besos de adolescentes enamoradizos... Pero me seguía sintiendo casi como el primer día. Abrumada, tratando de esconder mi sonrojo bajo mis manos.

— ¿Para qué has venido? — pregunté, tratando de sonar lo más fría posible.

— No quería estar solo y tampoco quería que tú estuvieras sola. — contesto él, el doble o triple de frío que yo. A pesar del tono casi robótico de su voz, pude notar esa chispa de cariño que siempre tenía, esa que hacía que yo me fuera ablandando poco a poco con él a medida que iba hablando. Dejó de pegar su frente contra mi cabeza y hundió la cara en mi cuello. El ligero roce de sus labios con mi piel al hablar me hizo cosquillas. — Tampoco podía dormir.

Volvía suspirar. — Deberías quedarte en tu habitación...

— Los dos sabemos que no quieres que me vaya, así que por mucho que insistas, voy a quedarme aquí.

— Si te quedas vas a tener que responder a mis preguntas.

— Mmh, tengo mucho sueño...

— ¿Qué ha pasado con ella?

Yoongi sabía perfectamente a quién me refería, pero aún así evito la pregunta diciendo que no sabía que quería decir con "ella". Decidí no insistir y dejarle en paz, por el bien psicológico de los dos. Me di cuenta de que no me importaba el resto cuando estaba con Yoongi, y estaba casi segura de que él se sentía igual o parecido, por eso cada vez me costaba menos en dejar de lado los temas que incumbían a terceros. Simplemente me quedaba disfrutando del silencio cómodo entre nosotros dos, sin pensar en nada. Como de costumbre, acabé con una mano de Yoongi entre las mías, jugueteando con sus dedos como hacía siempre. Recordé que al principio era yo quien buscaba su mano con urgencia cuando me sentía nerviosa, pero resultó ser él quien me ofrecía su mano para que jugara a doblar y a separar sus dedos delgados.

Creí que se había quedado dormido, pero después de un largo tiempo de silencio, habló. Su voz sonó amortiguada por culpa de mi cuello.

— Cuando salgamos de aquí quiero hacer un par de cosas.

— ¿Cómo cuáles?

— Quiero enseñarte a beber para que puedas venir de fiesta conmigo sin tener que preocuparte por contar los chupitos, — Dijo, con calma— y quiero llevarte a algún sitio. Donde quieras.

— ¿Londres cuenta? — bromeé, ignorando el hecho de que Yoongi insinuaba emborracharme en un futuro no muy lejano.

— ¿Sabes qué tiene de bueno Londres?

— ¿El qué?

Suga se separó un instante para mirarme a los ojos con las cejas enarcadas. — No lo sé, soy yo el que te está preguntando a ti.

— Dios, a veces me pregunto qué he visto en ti para querer hablarte tanto.

— Belleza innata, quizá. — Tenía razón, así que no objeté nada.  Él volvió a hundir el rostro en mi cuello.

— Quiero ir a Londres.

— Bueno, pues iremos a Londres. — Sentenció, aunque fuera mentira, como si solo lo dijera por tranquilizarme.

— Nos lo merecemos después de tanto... Drama. Aunque me gustaría ir a Europa de luna de miel, no sé.

Le escuché reírse. — Para el carro, nena. Ni siquiera has entrado a la universidad y ya estás pensando en una jodida luna de miel. — Volvió a soltar una carcajada suave, dulce. — Eres impresionante. Ni siquiera has pensado en que lo nuestro se puede acabar en dos días.

Logró que me quedara callada unos cuantos segundos. Llegué a una conclusión. — Vas a hacer algo, ¿verdad?

— No.

— No te creo.

Yoongi me enseñó el meñique de la mano que yo acababa de dejar libre. — Venga, te lo prometo.

— No hagas promesas a la ligera si sabes que no vas a cumplirlas.

— ¿Ya no confías en mí?

Apreté los ojos, intentando pensar con claridad. — Sí que confío, pero es que eres capaz de hacer cualquier cosa y...

— No voy a hacer ninguna gilipollez, lo juro. Eso de que lo nuestro se puede acabar en dos días es una forma de hablar, Hyesun. — Hizo una pausa. Agitó su mano. — ¿Vamos a hacer la puta promesa o no? Se me cansa el brazo.

Entrelacé su meñique con el mío, todavía algo suspicaz. Seguía teniendo mis sospechas.

— Ya que estamos, prométeme que me llevarás a Londres. — Solté.

Yoongi me miró con su característica cara de asco, arrugando la nariz de una forma adorable, negó varias veces con la cabeza y se revolvió en la cama. Se quedó mirando al techo, en la misma posición que yo, con las manos sobre el abdomen. Le miré varias veces, divertida.

— Oye, Yoongi. Al menos dame las buenas noches o algo.

— Sólo déjame dormir, gracias.

— ¿Ni siquiera hay beso?

— Qué desesperada estás.

— Lo estás deseando.

— Estoy deseando que te calles y te duermas, Hyesun.

Me di por vencida. Cerré los ojos como había hecho él, despacio, con la intención de obedecerle y de quedarme dormida en cuestión de segundos. Empecé a sentirme cansada casi al instante, y cuando creí que ya iba a dormirme sin más, con la boca ligeramente abierta, noté que Yoongi retiraba un par de mechones de pelo de mi cara, despacio y con delicadeza, como si no quisiera rozarme ni con la yema de los dedos. Me dio un beso muy corto, casi como el que te daba una madre al arroparte, cerca de la comisura de los labios. Fue, realmente, un beso de buenas noches. Perfectamente me lo podría haber dado mi abuelo.

Pero como si el único y auténtico besito de buenas noches no le hubiera resultado suficiente, Yoongi volvió a inclinarse sobre mí. Y esa vez sí que me plantó un beso en los labios, igual de suave que el anterior, pero mucho menos corto. Ni siquiera abrí los ojos par ver una última vez su rostro antes de dormirme del todo a su lado en una cama de hospital para una sola persona; sabía que él sonreía satisfecho igualmente.

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Mañana more  ttutirutorururmfksjsj
Os quiero a lot very very mucho xD lol lmao lel lul lal lil
Aprovechando que ahora ya estoy desvariando por culpa del sueño, os pediré que sigáis comentado a lot very very mucho y que preguntéis cosas para el maravilloso q&a que subiré mañana seguramente
💕💕💕💕

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