🎨- XXXI
Eun Woo sentía que todo daba vueltas. Pero aún su estómago no se disponía a vomitar todo lo bebido. Maldita sea su resistencia. Había escrito otro mensajes a SeokJin, arrepitiendose o algo así, no estaba seguro había escrito sin parar y seguro como el infierno en su nube de alcohol y más, había escrito como niño de primaria. Ya no aguantaba nada, quería ver a su amigo, ya no quería esperar por SeokJin, él iría directo a su Hyung. La música aturdía y la gente molestaba. Se sentía con ganas de aterrizar en su cama de una jodida vez luego de arreglar las cosas con el castaño, así que intentaba ponerse de pie.
Y por supuesto fallaba, su culo lo volvía a tirar hacia atrás de nuevo al asiento de la zona VIP.
—Ay, carajo Woo —se decía a sí mismo. Luego se golpeaba el rostro con pequeñas bofetadas para despertarse, pero las bofetadas ni siquiera dolían —. Jamás estuve tan drogado en mi vida —se decía a si mismo—. Momento, jamás estuve drogado —decía alzando su dedo índice, perdido en su confusión y con su brazo en alto, una mano rodeaba su muñeca y sus ojos se estrechaba mirando hacia arriba.
Genial, no veía una mierda, pero la figura parecía familiar. Debía de ser SeokJin quien tiraba de él para arriba, tomaba su cintura y pasaba su brazo por sus hombros para ayudarlo a caminar. Tenía una capucha y lo llevaba decidido hacia la salida, caminando entre la multitud.
Cuando estaban fuera, el aire golpeaba su rostro y esperaba conseguir un poco de lucidez, pero lo único que hacía era cantar la canción que había estado sonando mientras él era sacado fuera. Mantenerse alerta parecía trabajo duro. El tipo a su lado lo llevaba con confianza a su auto y sus pasos se detenían abruptamente.
— ¡Ese no es el auto de mi hyung! —decía con lengua pesada, mirando al tipo que lo sostenía, Eun Woo aún se preguntaba por qué le parecía familiar, pero se soltaba y a punto de caerse, el tipo lo volvía a sostener, así que le quitaba la capucha de repente—. ¿TaeHyung?
El pintor apretaba sus dientes y miraba a Eun Woo de forma bastante desagradable.
— ¿Qué haces tú aquí? —preguntaba tambaleándose.
TaeHyung apretaba sus dientes—. Te llevo a dónde sea que vivas. Vine a buscarte porque tu supuesto amigo dijo que estabas drogado.
Eun Woo lo miraba perdido, sus pupilas dilatadas y su rostro consternado.
— ¡Yo no te quería a ti! Llamé a mi hyung —decía, tocándose el pecho—. Tú no eres Jin
—Y él no es tuyo —le decía TaeHyung irritado—. Métete al maldito auto, SeokJin no vendrá. Tiene que prepararse para un examen.
Eun Woo lucía desconcertado—. Pero, yo no tengo tu número, marque el de Jin —repetía.
Dios, TaeHyung quería golpearlo.
—Yo respondí, yo estoy aquí y ahora sube al maldito auto o te dejaré a tu suerte.
Eun Woo se sonrojaba furiosamente—. No me dejes aquí... SeokJin patearia tu culo si supiera que me abandonaste.
TaeHyung suspiraba y abría su puerta—. Sube.
Eun Woo lo miraba unos momentos más. Estaba bastante tembloroso, piernas de gelatina y todo daba vueltas.
— ¡Ya sube al maldito auto! —decía TaeHyung.
Eun Woo saltaba, se veía bastante divertido si no fuera porque todo le da a vueltas y detestaba a TaeHyung tal y como este lo detestaba a él. Así que subía, al menos TaeHyung tenía la misma intención que él, dejarlo en su casa y ya.
El camino en el auto luego de haber estado casi diez minutos para explicarle a TaeHyung dónde vivía, parecía una jodida eternidad para Eun Woo.
— ¿Fuiste tan imbécil como para dorgarte? Que chico tan estúpido eres —soltaba TaeHyung.
Eun Woo fruncía su ceño, veía a TaeHyung borroso y lo irritaba tanto.
—Eres insufribre —decía el pelinegro.
—Es "insufrible" y lo mismo para ti
— ¿Qué haces aquí? ¿Por qué estás aquí? No entiendo nada.
TaeHyung apretaba sus dientes—. Vine a dejar unas cosas claras contigo y de paso, te hago el favor de que nadie abuse de ti. Imbécil.
Eun Woo sentía ganas de golpearlo y lo hacía.
Bueno, eso había creído—. ¿Por qué carajo estás tocando mi cara? —preguntaba TaeHyung de mala gana.
—No te estoy tocando, te estoy golpeando —decía, mientras daba lo que parecían ser caricias rudas—. ¿Por qué tienes tanto aguante?
TaeHyung suspiraba y tomaba la muñeca de Eun Woo y apartaba la mano sin gracia.
—Estás tan jodidamente drogado que podrías fácilmente creer que esto es un mal sueño
—Espero que lo sea —balbuceaba—. Aunque sería pesadilla y no sueño. No entiendo que vió Jin en ti.
TaeHyung reía secamente—. Eres un niño, no entenderías.
—Soy mucho más grande que tú —decía Eun Woo con la lengua dormida—. Ay creo que voy a vomitar.
—Ni se te ocurra —decía acelerando y frenando luego de unos momentos. Eun Woo se apoyaba sobre la guantera del auto para sostenerse—. Casi me matas, loco.
—No seas exagerado, niño —decía TaeHyung, había estacionado una cuadra lejos de la casa de Eun Woo—. Baja, ya llegamos.
Eun Woo fruncía su seño lo miraba de arriba abajo e intentaba abrir la puerta del auto, sin éxito, debido a su deplorable estado.
— ¿Necesitas ayuda con eso?
—Yo puedo hacer todo solo —exclamaba el pelinegro mientras intentaba forcejear con la puerta del auto de Taehyung—. ¿Qué mierda sucede con esta puerta? ¿Por qué no se ab-...? ¡Ouch!
Taehyun miraba la escena con ojos abiertos y llenos de sorpresa—. ¿Acabas de romperte una uña? —cuestionaba con cierta irritación.
Eun Woo cubría su dedo con su otra mano y lo aproximaba a su pecho mientras miraba TaeHyung con ojos de borrego.
—Cierra la boca, tu estúpida puerta no se abre.
Taehyung suspiraba mientras apretaba el puente de su nariz—. Eres el idiota más grande que he conocido, quítate —ordenaba el azabache, mientras le abría la puerta a Eun Woo—. Ahora sal de mi maldito auto.
—Con gusto —soltaba el menor mientras intentaba ahora la ardua tarea de salir del vehículo.
Segundos después de intentar quitar su pierna y luego la otra y pedir permiso para levantarse, TaeHyung se daba cuenta que era imposible que ese imbécil caminara por su cuenta.
— ¿Quién me manda a meterme en esto? —susurraba el pintor y salía del auto para ayudar a Eun Woo.
—Yo puedo, yo puedo... Carajo, mierda —Eun Woo, caía al piso sin decoro alguno.
—Levántate, imbécil —decía TaeHyung, poniendo al grandote de pie.
—El imbécil serás tú —decía Eun Woo, clavando su dedo en el pecho de TaeHyung y acercando su rostro al de este.
La expresión del pintor era seria y sin agrado alguno por el tipo frente a él.
—Hueles a alcohol y respeta mi maldito espacio personal —TaeHyung lo empujaba sin cuidado y Eun Woo aterrizaba sobre su auto, sosteniendose con poco éxito.
Estaba creyendo que iba a caer al piso cuando TaeHyung lo sostenía otra vez.
—Vamos, ya estamos a unos pasos de tu casa —decia señalando con su cabeza, mirando hacia atrás.
Eun abría sus ojos y miraba, era cierto. Dios, no reconocía ni su propia cuadra y probablemente olvidaría todo esto.
—Gracias, psicópata —decía, intentando caminar para seguir al camino a su hogar.
Como era de esperarse, Eun Woo no podía caminar derecho, ni siquiera podía mantenerse estable.
—Un paso a la vez, uno a la vez Woonie—decía bajito para sí mismo, cómo ánimo—. No tiembles. No tiem-...
— Sostente de mí —decía TaeHyung de nuevo.
Eun Woo lo empujó una vez, dos veces y a la tercera, ya puesto de pie y derecho con ayuda ajena, se dió por vencido. Dejó que tranquilamente paso a paso, TaeHyung lo guiara hasta su casa. No era una casa grande, pero era su casa y estaba orgulloso de lo que había obtenido.
—Creí que vivirás en un apartamento de poca monta —decía TaeHyung sin filtro.
— Chúpame el culo, idiota —decía, empujando a TaeHyung y sosteniendose de su puerta, listo para poner la clave.
Por supuesto, fracasaba. Su vista borrosa y sus movimientos lentos, no eran correctos. Escuchaba a TaeHyung suspirar y decir algo al respecto, luego de que empujaba su mano y pedía su código.
—No tengo toda la maldita noche, chico. Dame tu maldito código para hacerte entrar y finalmente deshacerme de ti.
—Qué dulce, no entiendo cómo mi SeokJin hyung se fijó en ti —exclamaba irritante, luego le daba su código.
Taehyung apretaba sus dientes, su mandíbula se marcaba y su mirada hubiera sido capaz de fulminar a Eun Woo, si tan sólo fuera posible. Cuando la puerta se abría el pelinegro entraba como podía y TaeHyung la mirada desde afuera. Eun Woo encendía las luces, daba un mal paso y de nuevo su culo aterrizaba en el suelo.
—Aish, estúpido chico —decía TaeHyung, entrando y cerrando la puerta para acercarse al pelinegro y levantarlo del suelo.
—Ya, ya... Puedo solo —mentía, y se sostenía de los hombros de TaeHyung.
—También me preguntó que carajo ve SeokJin en ti para retenerte tanto tiempo —decía entre dientes.
Eun Woo se sorprendía porque TaeHyung había dicho aquello sin pestañear, pero no le duraba mucho la sorpresa cuando era depositado en el sofá de su sala de mala gana. El profesor pintor se dirigía a su refrigerador y sacaba una botella de agua para dársela a Eun Woo.
Era todo una especie de edición con efecto borroso para el pelinegro.
—Toma mucha agua y desintoxicate —exclamaba el pintor. Eun Woo tomaba la botella, pero claramente, erraba al primer intento—. Dios —se quejaba TaeHyung. Tomando su muñeca, depositaba la botella en su mano—. ¿Acaso los de tu edad suelen recurrir a las sustancias especiales para tratar su corazón roto?
Eun Woo pasaba un poco de líquido—. No tengo el corazón roto
—Claro, bien. Cómo sea —decía TaeHyung, dirigiéndose a la puerta para marcharse.
Sabía que estaba echando todo su esfuerzo por la borda si no ponía a Eun Woo en su lugar. Pero el chico ni siquiera podía distinguir la izquierda de la derecha. Sería en vano tener una conversación seria, así que una vez más enterraba sus sentimientos, si es que los tenía o simplemente eran los celos tomando posesión de él.
Todavía no sabía que carajos hacía ahí, él no debía. Pero no toleraba imaginar la desesperación y preocupación de SeokJin por ese chico tan petulante. En serio ¿Por qué siquiera se veía amenazado por ese personaje tan vanal que estaba sufriendo el desinterés de su amigo?
TaeHyung reía por haber caído tan bajo.
— ¿De que te ríes? Si te estás riendo... —decía Eun Woo confundido, luego suspiraba y dejaba caer su cabeza sobre el sofá—. En serio no entiendo que ve SeokJin en ti. Eres insoportable, no eres tan atractivo tampoco... —otro suspiro sonoro y Eun Woo se revolcaba en su miseria—. Quiero que algún día se dé cuenta que puedo ser más que un simple amigo.
Y TaeHyung perdía su paciencia, girando con el ceño fruncido y mirando a Eun Woo con resentimiento.
—Él está conmigo, niño —decía con una voz engañadoramente suave—. No sé si creíste que algo podía suceder entre ustedes sólo porque eres su mejor amigo. A veces un beso, es solo eso. No tiene que significar nada —susurraba.
Eun Woo, en su estado, abría sus ojos inmensamente—. ¿Te contó que nos besamos? ¿Te contó a ti sobre mí?
TaeHyung reía sin gracia—. No hablamos de ti cuando estamos follando —decía con veneno, Eun Woo entrecerraba sus ojos, claramente herido. TaeHyung por su lado, sabía que era una vil mentira. Literalmente habían hablado del chico luego de coger, pero Eun Woo, no tenía como saberlo, su orgullo estaba intacto aún, casi—. Sé que no entiendes que pudo haber visto en mí SeokJin, pero créeme niño, la física y química entre dos personas es mucho más compleja de lo que puedes leer por ahí.
Eun fruncía su ceño y fregaba su rostro, estaba cansado de escuchar y ver a TaeHyung, no necesitaba que este ayudará a hacerlo sentirse más miserable. Así que se ponía de pie de repente y su mundo giraba, casi volvía a caer, pero se sostenía.
—No me importa si ahora eres su puta de estación. Yo he sido a su amigo por largos años, no hay comparativa entre tú y yo —decía como podía, con suerte su lengua no se había enredado.
TaeHyung aspiraba fuertemente, apretaba sus dientes y apretaba sus puños. Sentía ira, genial, este chico también lo podía hacer sentir, sólo que todo lo malo y todo lo que no sería bueno sentir. Aunque el azabache estaba más que seguro que se trataba de SeokJin y sus sentimientos hacia él lo que lo hacían sentir todo a su alrededor, incluyendo lo irritante e hiriente que las palabras de Eun Woo habían sido.
Se miraba a sí mismo y se sorprendía de estar peleando verbalmente con otro hombre por un simple mortal. SeokJin era único en su especie y lo volvía totalmente loco e irracional. Esta persona que estaba enfrente de Eun Woo, no era él, pero ¿Qué podía hacer al respecto excepto enfrentar sus sentimientos? esta era una manera de afrontarlos, poner a este niño en su lugar si pretendía que SeokJin solamente fuera suyo.
—No voy a pelear contigo y no soy su puta de estación —añadía TaeHyung, acercándose lentamente al pelinegro quien se balanceaba para todos lados hasta que caía en el sofá—. Pudiste besarlo y quizás te devolvió el beso-...
—Quizas no, él también me besó —decía Eun Woo, su propia voz se sentía como un eco. Posiblemente en sus cinco sentidos, no estaría en esta posición, hablando con TaeHyung y peleando por a quien SeokJin quería más, era ridículo, pero en su interior, se sentía bien decirle de todo a un hombre como TaeHyung.
El pintor reía secamente—. Mira, pudiste haberlo besado y quizás en algún momento incluso puedes hacer que su polla se ponga dura, pero una película pornográfica haría exactamente lo mismo por él.
Eun Woo quería golpearlo, pero considerando que ya había creído que lo había hecho antes cuando sólo lo estaba tocando como un idiota, de a seguro un golpe lanzado sería un fracaso total. Deseaba estar en sus cinco sentidos para poder recordar esto mañana y usarlo en contra de TaeHyung con SeokJin.
—Ahora sacudir su polla e incluido su corazón es algo muy difícil de lograr —decía TaeHyung, inclinándose en el sofá sobre Eun Woo—. Y eso lo logro yo, no tú.
Esas palabras totalmente enfurecían al pelinegro, así que como podía se ponía de pie, agarraba a TaeHyung desde los hombros y lo empujaba contra la pared. Lo mantenía ahí con fuerza, o al menos eso creía, le hubiera gustado conseguir alguna expresión en el rostro del pintor, pero este sólo lo miraba aburrido. Seguramente el impacto ni siquiera había sido tan fuerte, considerando que apenas pudo levantarse para conseguir su cometido.
—No me importa y quizás no entienda qué es lo que ve él en ti, pero se dará cuenta que eres una escoria porque lo eres ¿Mira lo que has hecho? —soltaba Eun Woo—. Se suponía que mi amigo había llamado a SeokJin y atendiste tú. Eso significa que no se lo dijiste. Entonces él no sabe el estado en el que me encuentro, él no sabe que fuiste tú por mí al club ¿Por qué lo hiciste a sus espaldas?
TaeHyung apretaba sus dientes—. Si pretendo empezar una relación con él, el primer cabo suelto a atar eres tú y alguien tenía que ponerte en su lugar. Así que simplemente hice mi obra buena del día y te puse a salvo, ahora lo único que debes de hacer es mantener tus manos y boca alejados de SeokJin.
Eun Woo quería llorar, se sentía horrible, en todos los sentidos posibles de la palabra—. Aunque seas bueno cogiendo con él, se aburrirá pronto. Especialmente si no cambias esa forma de ser con él y en general, él puede tener una debilidad con los tóxicos como tú, pero siempre llega un momento en el que SeokJin dice basta y es basta.
TaeHyung pasaba el nudo en su garganta. Había ignorado lo cerca que el chico estaba de él, posiblemente creyendo que lo retenia a la pared cuando en realidad estaba tan ido que estaba más apoyándose en TaeHyung que, realmente reteniendolo.
—Primero no sabías que podía ver en mí SeokJin —se burlaba el pintor—. Pero ahora aseguras que soy bueno en la cama —TaeHyung reía ladino y altanero—. Un chico tan hetero como tú, nunca podría con un hombre como SeokJin. Y sí, soy bueno follando. Seré insufrible, cosa que SeokJin supo desde un inicio, pero para él tambien soy bueno con mi cuerpo, con mis manos y con mi boca. Y tú nunca lo sabrás —Eun Woo entrecerraba sus ojos cuando TaeHyung hablaba con tal confianza, destestaba a este tipo, pero no podía evitar desviar sus ojos a los labios ajenos.
TaeHyung alzaba sus cejas ante esa acción y conocía la mirada, había irritación e irá de parte de Eun Woo, pero podía estar seguro que el chico creía que él era caliente.
— ¿Qué pasa Eun? —se mofaba con voz grave—. ¿Te gustaría saber que es lo que ve SeokJin en mí? Aunque eres un chiquillo sin experiencia con hombres, debes de ser absurdamente aburrido en la cama. Eso no va a conquistar a SeokJin si al menos planeas meterte en sus pantalones, cariño.
Eun Woo lo miraba con desden, estaba mareado y cansado, su cuerpo caliente y TaeHyung seguía allí. Tan insoportable como sólo ese hombre podía serlo. Eun Woo lo quería lejos. Lejos de él y lejos de la vida de SeokJin.
Podría decirse que el castaño definitivamente había retenido bastante cuando se había juntado con su grupo de compañeros. Luego había vuelto a casa y se sentía demasiado exhausto. Quería dormir y así lo había hecho, dejando su teléfono cargando, porque tampoco lo había hecho en la reunión de estudios.
No quería ninguna perturbación porque el próximo examen era jodidamente importante. Así que al despertarse al día siguiente, tomar una ducha y prepararse el desayuno, tomaba su teléfono y lo encendía para ver sus notificaciones.
Había pensado en dónde podría ser una primera cita decente con TaeHyung, no estaba seguro si era buena idea, pero estaba casi seguro que por el momento no quería y no podía deshacerse del pintor. había muchos lugares con un buen potencial para poder ser una cita interesante, parte de él también pensaba en que debería dar el primer paso nuevamente con respecto a su mejor amigo todavía no había vuelto a hablar con él, y extrañaba a Eun Woo, otra vez.
Así que se dirigía a la casilla de mensajes con el nombre del contacto de su mejor amigo, cuando veía el mensaje de este que, él mismo no había abierto:
"Quiero decir que lamento haberte besado, pero no me arrepiento de haberte besado"
SeokJin estaba casi seguro que él no había visto ese mensaje. Luego habia uno más que era un mensaje donde el pelinegro se disculpaba por sentir lo que sentía y pese a que era un amor grande y sincero como él lo expresaba en el mensaje, prefería mantener su amistad más que nada, no quería a SeokJin lejos de su vida y si eso significaba olvidarse de sus sentimientos amoroso él lo haría.
Claro que el mensaje estaba mal escrito en algunas partes, con letras de más o de menos, de una forma muy mal redactado, Jin casi sentía que estaba intentando descifrar alguna especie de jeroglífico. Eun Woo estaba claramente ebrio cuando lo había escrito. Eso preocupaba a SeokJin, así que en vez de responder a los mensajes optaba por llamarlo, pero antes de hacerlo una llamada de un número desconocido entraba.
—Hola
—SeokJin ¿SeokJin, cierto? Copié rápidamente tu número en algún momento de la noche de anoche —decía la voz ronca.
—Disculpa ¿Quién eres? —preguntaba confundido.
—Oh, lo siento. Soy amigo de Eun Woo, te llamé anoche para que vinieras a buscarlo, quería saber cómo estaba ya que dejó el bar en muy mal estado y no responde a mis llamadas.
SeokJin se ponía de pie con el corazón latiendo rápido—. ¿De que carajo estás hablando? ¿Pasó algo con Eun Woo?
—Hombre, te llamé a este número para que vinieras por él y lo ví irse con alguien, supuse que eras tú.
SeokJin fruncía su ceño y comenzaba a buscar sus zapatillas, estaba atando cabos demasiado rápido con su cabeza llena de preocupación y preguntas.
— ¿Yo atendí? —decía frustrado.
La otra persona en la línea suspiraba—. ¿También estás ebrio? Sí, atendiste, hombre. Dijiste que en diez minutos estarías aquí
—No fui yo, imbécil —decía SeokJin cortando la llamada.
Luego salía a toda velocidad de su apartamento, necesitaba ir a ver a Eun. Y lo hacía con su corazón latiendo a mil en todo el trayecto en el que llegaba finalmente a su casa y ponía la clave en la puerta.
— ¡Woo! —gritaba desesperado y con preocupación. Dirigiéndose a la habitación de su amigo, abría la puerta y lo encontraba en la cama dormido.
Dormido, desnudo y con un acompañante masculino en la cama, una sensación horrible se asentaba en estómago. Luego de unos momentos, los ojos del pelinegro se abrían con dificultad y veía a SeokJin parado en su puerta.
— ¿Hyung? —preguntaba al ver la cara de este casi sin color, ni expresión. Notaba que estaba totalmente desnudo debajo de la sábana y cuando sentía que no estaba solo en su cama, miraba al lado y notaba el cuerpo de un hombre igual de desnudo que él—. ¿Qué mier-...? Hey, despierta —Eun Woo movía al tipo a su lado y este se despertaba con aspereza y lo miraba.
SeokJin sentía que iba a vomitar el nudo en su estómago cuando reconocía el rostro debajo de toda esa maraña de cabello negro casi enrulado. Eun Woo, por su parte se quedaba sin aire.
— ¿TaeHyung? —susurraba SeokJin.
Y cuando la voz de este resonaba en los oídos del pintor, la neblina de sueño se disipaba y sus ojos miraban en dirección a un SeokJin pálido con ojos brillosos. La expresión de un corazón roto pintada en todo su rostro y sentía que su estómago había caído a sus pies. Su corazón comenzaba a latir como un loco y el aire parecía dejar sus pulmones. Sentándose de inmediato miraba a SeokJin cambiar su mirada perdida y desconsolada por una llena de odio y resentimiento.
—Jin, puedo explicarlo...
— Explícamelo a mi también, maldito bastardo —susurraba Eun Woo.
SeokJin reía secamente, sorbía su nariz y evitaba derramar lágrima alguna y salía de la habitación y la casa de Eun Woo sin decir una sola palabra mientras ambos hombres gritaban su nombre, pero él optaba por ignorarlos.
No saben, en un momento, seleccioné todo y sin querer lo había borrado (en una app que no tiene flecha hacia atrás para recueperar) pero presione como si fuera pegar lo copiado y me daba la opción de "Deshacer" y recuperé todo 🥹 fue hoshible.
Ahora sí... Estamos en momentos culminantes 🥹
Con amor niñita Nanykoo 💜
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