Chào các bạn! Vì nhiều lý do từ nay Truyen2U chính thức đổi tên là Truyen247.Pro. Mong các bạn tiếp tục ủng hộ truy cập tên miền mới này nhé! Mãi yêu... ♥

🎨- XXVII

Namjoon había pensado y repensado en su última charla con TaeHyung. Había un miedo latente, muy a flor de piel que ni siquiera había intentado esconder sobre la posibilidad de ser el único enterrado hasta el cuello en la extraña relación. Otro era el lastimar a SeokJin.

En parte le hizo entender a Namjoon lo mucho que TaeHyung ha lastimado, posiblemente sin darse cuenta, claramente sin tomarlo en serio, sin importarle, posiblemente algunas veces, sin creerse con el poder y la capacidad de herir a otros seriamente, al significar algo para la persona relacionada a él. No podía catalogarlo de "baja autoestima" porque el narcisismo de TaeHyung era grande, pero así como el resto no significaba nada para él, él parecía creer que tampoco significará mucho para el resto, sino más que una emoción del momento.

Le parecía extrañamente fascinante y la vez le daba lástima. No podría decir con seguridad cómo era TaeHyung porque había cambiado desde muy pequeño. Aún cuando su personalidad y mentalidad estaba en desarrollo. Por lo que no había un "pasado TaeHyung" excepto por el hermanito alborotado que lo seguía a todos lados, queriendo jugar con sus figuras de colección y sonriendole cómo si fuera el niño adolescente más cool del universo.

Claramente no podía seguir comparándolo a ese pequeño fragmento del pasado. Cuando niño, todos éramos muy diferentes, no tenía un claro punto de comparación. TaeHyung había sido arruinando a tan temprana edad, que parte de él, ni siquiera podía culparlo del daño que había hecho a otras personas en el pasado por querer algo de ellos. Ya sea su atención, sus elogios y adulaciones... Sus cuerpos. O algo más para beneficio propio.

Sinceramente, TaeHyung recién estaba gateando en el mundo de los sentimientos. Como cuando eres un estúpido adolescente—con una actitud toxica e insegura—y un día amas a tu pareja y al otro lo celas hasta pedirle que rompan y luego vuelven de nuevo. Claro que para los adolescentes que se meten con otros adolescentes, las actitudes inmaduras y tóxicas están a un mismo nivel. Y es parte de crecer y conocerse.

Ambos no se entienden, ambos están gateando juntos. Aprendiendo. En cambio en esto de los sentimientos, TaeHyung estaba muy atrás de SeokJin, muy atrás de cualquier ser humano. Sería complicado, sería un desastre para SeokJin y una experiencia de la cual aprender realmente para TaeHyung. Pero de una forma u otra, el psicólogo, ya sea poniéndose en la piel de su profesión o en la piel de simplemente el hermano mayor de TaeHyung, él no veía un futuro en esos dos.

Suspirando sonoramente, demasiado enterrado en sus pensamientos y en su nuevo libro, el timbre resonaba en el silencioso apartamento de Kim Namjoon y se alegraba de que quizás, un nuevo libro que había adquirido, llegaba con demasiada antelación por primera vez en meses. Mirando la pequeña pantalla al lado de su puerta, notaba que la persona esperando abajo por él era nada más que Kim SeokJin.

Namjoon tenía la boca abierta, llevaba sus lentes y se los sacaba, apretaba sus ojos y volvía a mirar la pequeña pantalla. Sip, era Kim SeokJin.

Vacilando, apretaba el botón del comunicador—: ¿Kim SeokJin?

Los ojos del castaño se abrían—. ¿Namjoon? —le llamaba con más confianza. Luego aclaraba su garganta—. ¿Puedo hablar contigo?

Y el Kim mayor se cuestionaba por unos momentos si aquello era correcto o no, SeokJin ya no era su paciente, sabía un poco mucho del hombre y su hermano, pero.... Dios, Namjoon rascaba su frente y dejaba caer su cabeza suspirando no más que derrotado, ya estaba metido en ese dúo.

Presionando el botón que daba acceso a destrabar la puerta de abajo, SeokJin le agradecía y entraba. Namjoon estaba viendo su imagen al espejo y se veía bien con su remera sin mangas blancas y su pantalón deportivo gris. Aunque se preguntaba si debía de cubrir sus brazos, estaba demasiado relajado, por supuesto, estaba entre casa y no esperaba visita.

No esperaba esa visita. ¿Acaso TaeHyung-...?

Los golpes en su puerta lo hacían saltar, por supuesto, vivía en el segundo piso, SeokJin había subido rápido. Acomodando su cabello rubio ceniza y sintiendo su aliento contra su palma, se paraba derecho y si lo viera su hermano, le daría un golpe en la nuca por revisarse tanto como si SeokJin fuera su cita.

Cuando abría la puerta, el otro hombre vestía unos vaqueros azul claro y un suéter verde. Sus hombros resaltaban, su piel más lechosa de lo que Namjoon recordaba y sus labios gruesos y rojos. Sus ojos suplicantes y su sonrisa vacilante.

Era hermoso.

— ¿Puedo pasar? —preguntaba al notar que Namjoon no decía nada y solo lo miraba.

—Por supuesto, claro —se hacía a un lado extendiendo su mano para que SeokJin pasara.

Lo miraba completo y se preguntaba ¿Cómo un hombre tan atractivo y bueno seguía tan sólo y más encima alguien como TaeHyung lo había encontrado?

— Seguro te preguntarás ¿Cómo encontré tu dirección, no? —mencionaba SeokJin, rompiendo el hielo.

Namjoon parpadeaba.

—Claro, sí —exclamaba, pasando saliva y asintiendo con ceño fruncido—. Eso me estaba preguntando —mentía.

SeokJin sonreía, encogiéndose de hombros—. Amigo universitario con una doble vida de hacker... Un acceso fácil a la computadora de tu asistente y aquí me tienes —decía con timidez.

Namjoon abría sus ojos y asentía—. Eso es un delito, por dónde sea que lo mire... —decía suspirando—,pero vamos a ignorarlo porque no eres peligroso —decía Namjoon con un acento algo gracioso—. Había muchos de esos en mi universidad también.

SeokJin sonreía y Namjoon le devolvía la sonrisa.

—Vamos, siéntate —exclamaba, llevándolo en dirección a la mesa.

El apartamento de Namjoon era cálido. Colores suaves, muchos cuadros y plantas en lugares estratégicos dónde la luz solar daba a la perfección. Era muy minimalista si lo observaba con cuidado, tenía un sofá mediano de dos cuerpos una mesa ratona, todo a la izquierda de cuando entraba, a su derecha estaba una pequeña mesa redonda con cuatro sillas. El piso reluciente y una abertura en la pared en forma de arco que SeokJin sospechaba llevaba quizás a su habitación y a la cocina, pero no podía verlo.

—Este lugar es muy sofisticado —decía tomando asiento.

Namjoon sonreía—. Te traeré algo de beber.

—Oh, no es necesario, no me quedaré mucho —mencionaba el castaño.

Namjoon sonreía, sus hoyuelos a los lados de su sonrisa respetuosa eran jodidamente hermosos.

—Bien, supongo que tu visita está relacionada a mi hermano... Espero realmente que puedas entender que en cuanto até un par de cabos, me di cuenta que estábamos relacionados a la misma persona, no podía seguir.

Seokjin suspiraba—. Lo entiendo mejor ahora, gracias —exclamaba agachando la mirada—. Pero aún quiero saber qué piensas al respecto.

Namjoon alzaba sus cejas sorprendido—. Jin no voy a analizarlos

—Mejor aún, habla como un amigo... Aunque aún no lo seamos oficialmente —susurraba titubeante.

Ser amigos sería complicado con los celos posesivos que su hermano ya presentaba con respecto al hombre frente a él. Namjoon suspiraba, pese a que Seokjin era un hombre hermoso y en otra ocasión quizás, le hubiera gustado tenerlo como más que un amigo, la verdad era que Namjoon no se fijaba en personas "ya tomadas" por lo que él realmente —pese a sus bromas a TaeHyung y lo mucho que sus ojos permanecían sobre SeokJin—él lo quería con TaeHyung.

Algo dentro de Namjoon sabía que Seokjin era bueno para Tae, más de lo que incluso merecía en su estado actual, pero nuevamente ¿Cómo culpar a un hombre al que habían arruinado de tan pequeño y estaba básicamente entrando en una especie de etapa de conocimiento y maduración?

Namjoon apoyaba sus codos en su mesa y miraba a Seokjin, este se encontraba expectante, ansioso.

—Eres muy bueno para TaeHyung —susurraba.

Seokjin suspiraba y fruncía el ceño—. ¿Estás diciendo que soy demasiado bueno como en "deberías buscar a alguien más"?

Namjoon sonreía y negaba—. No, eres muy bueno como en "eres exacto lo que alguien como él necesita" —admitía.

Seokjin escondía una sonrisa—. Tu hermanito es un dolor de cabeza y terco... Pero puedo comprenderlo un poco más.

Namjoon fruncía el ceño—. ¿A qué te refieres? —SeokJin hacía una mueca encogiendo sus hombros, el peliceniza abría sus ojos—. ¿Te contó lo que sucedió?

Seokjin suspiraba—. No con detalles, pero... —el castaño se removía incómodo—. ¿Tu abuelo le hizo algo a tu abuela? —cuestionaba dudoso.

Quizás y TaeHyung había mentido para que Seokjin se apiade de él.

Namjoon quedaba más que sorprendido, ciertamente sabía que Seokjin tenía un poder especial en su hermano, pero que TaeHyung haya dado siquiera una sutil respuesta al respecto de aquella noche que cambió todo en su vida, era realmente sorprendente. TaeHyung no había dicho nada de aquel acontecimiento, jamás. Ni siquiera a su confidente, la doctora Lee, ella sabía la historia porque había tratado a TaeHyung desde el inicio, pero el—en ese entonces niño—luego adolescente joven y ahora adulto, realmente no había dicho nada de nada.

Y mucho menos a su familia, mucho menos a Namjoon, ningún indicio, nada. TaeHyung se había tragado todo consigo. Lo único que había dicho cuando niño, fue que su abuelo le había quitado a su abuela. Luego silencio.

—Así es... —exclamaba Namjoon mirando hacia abajo—. Mis padres estaban en un viaje de negocios —comenzaba a contar, sabía que Seokjin necesitaba toda la historia o al menos parte de ella y posiblemente, no lo conseguiría de TaeHyung con más detalles. Notaba como Seokjin se sentaba aún más recto y atento—. Yo estaba en el instituto para entonces, soy cinco años mayor que él, estaba por mis quince años de edad y me encargaba de llamar a casa de mis abuelos al terminar mis clases, por lo que llamaba entrando la tarde.

Namjoon suspiraba y Seokjin sentía pena—. Muero por saber lo sucedido, pero no estás obligado a decírmelo.

Namjoon sonreía y negaba con la cabeza, tambien ondeaba su mano—. No pasa nada, mereces saberlo para entender mejor que suelo estás pisando —decía.

Seokjin aspiraba con su boca abierta, la tensión a flor de piel mientras sus labios formaban una sutil sonrisa que inflaba sus mejillas y lo hacía verse adorable.

—Mi abuelo, era un alcohólico y mi abuela una mujer que merecía más. Mucho más —mencionaba—. Adoraba a TaeHyung, era su favorito y TaeHyung le decía "eomma" había prácticamente criado a Tae porque, para ser honestos mis padres realmente no le brindaron el tiempo suficiente de atención en sus primeros años —lo último lo decía con pena—. Ellos lo aman, por supuesto. Pero entiendo el rencor de TaeHyung hacia ellos cuando dice que yo fui deseado y él no, las acciones de mis padres dejan en obvio que él tiene razón.

Seokjin sentía una tristeza inmediata golpearle al imaginar un TaeHyung de pequeño que era más una carga que una bendición para sus progenitores.

—Como de costumbre una tarde había hecho mi llamada de siempre a casa de mi abuela —continuaba Namjoon—. Era el horario en el que ambos estaban sólos y ella siempre le hacía chocolatada con galletas horneadas. Envidiaba eso —decía con una sonrisa triste—. Pero no habían respondido, ni ella, ni TaeHyung y era extraño porque jamás perdían mis llamados. Jamás —el ceño de Namjoon se fruncía y su rostro amable se volvía sombrío—. Cómo no obtuve respuesta, no quise preocupar a mis padres, así que llamé a Dong-Gun

— ¿El profesor de TaeHyung? —preguntaba Seokjin.

—Y su único amigo ¿Lo conociste? —SeokJin asentía—. Dong y su esposa no pueden tener hijos, son amigos de mis padres de hace añares y ellos nos tienen un gran cariño. Especialmente a Tae. En fin, ellos no vivían lejos de mi abuela, así que lo llamé y le pedí que fuera a revisar si todo estaba bien.

Seokjin relamía sus labios, la tensión acrecentandose en su interior junto con la tristeza e impotencia.

Namjoon suspiraba y cerraba sus ojos unos momentos—. TaeHyung estaba junto al cuerpo sin vida de mi abuela, a su lado, apoyado sobre su brazo como si ella lo hubiese estado abrazando —susurraba, su voz se quebraba—. Estaba sucio... Y cuando Dong-Gun lo vio, él cayó de rodillas arrastrándose hacia un niño que tenía lágrimas secas en su rostro y que no entendía exactamente en donde estaba. Se encontraba demasiado perdido —Namjoon estaba mirando a la nada, hasta que parecía volver a la habitación con Jin frente él—. Dong mencionó que la tristeza y el miedo que vió en los ojos de ese TaeHyung de diez años, jamás la había visto de nuevo. Ni el miedo, ni la tristeza... Nada.

El castaño, estaba con una roca en su garganta que no podía pasar y sus ojos ardían.

—Llamó a la policía y a mis padres... Mi abuelo estaba desaparecido hasta que lo encontraron dos días después ebrio en una maldita cantina de poca monta cerca de su barrio —las palabras que Namjoon exclamaba eran con veneno, con odio y resentimiento—. Murió en la cárcel unos años después, no nos importó mucho realmente. Fue un golpe horrible para todos, mi padre tuvo que tomar terapia un largo tiempo también. Todos sabíamos cómo era la situación con ellos, la violencia de género que había en su matrimonio desde básicamente, siempre, pero mi abuela no lo dejaba.

Seokjin apretaba sus dientes—. Fue demasiado riesgoso que tus padres dejarán a su hijo menor en un hogar así —decía con resentimiento a un par de extraños que no conocía, pero que podría decirle unas cuantas cosas.

Namjoon suspiraba y asentía—. Si tienen la conciencia sucia, jodidamente lo merecen —afirmaba Namjoon—. Ahora quieren comprarnos con las regalías de su negocio y lo que supuestamente es nuestro, les devuelvo el dinero cada mes, pero siguen enviando más y TaeHyung le da un uso superficial. Lo despilfarra todo en cosas vanales para restarle importancia. Algo así como "su esfuerzo sólo significa un caro par de medias para mí que luego botare al perder el par" —se encogía de hombros y miraba finalmente a Seokjin—. TaeHyung vió todo esa noche, había pasado más de doce horas con mi abuela encerrado ¿Cómo el endemoniado hombre no le hizo nada a Tae? No lo sé, pero él lo presenció. No dijo mucho, solo que él lo hizo y que luego se había ido como si nada.

Seokjin no había notado que sus dientes estaban apretados al punto de hacer doler su mandíbula. Sus puños también estaban fuertemente cerrados y sus nudillos blancos.

—No puedo realmente culparlo por ser como es —mencionaba con suavidad.

Namjoon lo miraba curioso, notaba la ira de Seokjin. Notaba lo mucho que le importaba.

—Tienes un gran poder sobre él, Seokjin —exclamaba—. Hiciste en unos meses lo que nadie pudo en años. Te habló más de lo que habló en sus terapias en todos estos años.

Seokjin se sonrojaba—. Aún así, no creo realmente tener el poder que mencionas... Creo que solo le gustó un poco...

—Un poco mucho —añadía Namjoon. Seokjin esbozaba una suave sonrisa.

—Quiero ser lo que necesita

—Es una zona delicada —decía Namjoon suavemente—. Es más grande de lo que piensas... No siempre será así, es agotador estar con alguien como él. Se recomienda mucha terapia para quien decida seguirle el paso. Hoy puedes avanzar, pero mañana puedes retrocer y volver al inicio-...

Seokjin suspiraba—. Lo entiend-...

—No creo que lo hagas —susurraba el peliceniza, había una contienda en su interior entre pedirle que se quedará con TaeHyung y otra en pedirle que se fuera, que se alejara cómo su hermano le había pedido.

—Puedo con esto, él me importa, Namjoon. No sé cuándo y como sucedió porque me enerva la mayor parte del tiempo y a veces es tan hiriente, pero-... —SeokJin miraba hacia otro lado—. Puedo soportar.

Namjoon fruncía su ceño, le había recordado a lo que decía su abuela Yuri en ocasiones con respecto a su esposo.

—No querrás meterte con alguien como TaeHyung —decía con cierto pesar, mirándolo a los ojos—. Especialmente si tu frase de aliento es "puedo soportar"... No deberías, nadie debe tener que "soportar" lo que sea. Una relación no se trata de soportar, Seokjin.

El castaño no debería sentirse ofendido, pero en cierta forma, un irracional enojo se cocinaba en su interior, sabía que Namjoon tenía razón, sabía que Eunwoo también la tenía.

Poniéndose de pie se inclinaba en modo de despedida.

—Gracias por recibirme, perdón si te moleste —luego caminaba en dirección a la puerta, pero era rápidamente alcanzado por Namjoon quien lo miraba, pero él evitaba su mirada.

En silencio, Namjoon ponía la clave en su puerta y la abría para Seokjin, pero antes necesitaba decir unas cosas más.

—Jin, no me malinterpretes —decía Namjoon poniendo su mano en el hombro del otro hombre para detener su salida—. Amo a mi hermano y sé que eres lo que necesita, pero no creo que él sea lo que tú necesitas.

Los ojos de Seokjin ardían, Namjoon no podía verlo ya que seguía dándole la espalda.

—Si aún hay tiempo, deberías alejarte antes de perderte a ti mismo en el proceso.

Y Seokjin recordaba las palabras de EunWoo hacía varias semanas atrás en donde le había mencionado exactamente lo mismo, sobre perderse a sí mismo en el proceso en que comenzaba una clara tóxica relación.

—Tú y mi mejor amigo se llevarían muy bien —decía Seokjin.

Namjoon quitaba su mano, recordaba quien era EunWoo—. Quizás mirar a tu amigo como algo más que eso, sería un buen cambio de rumbo. Un hombre por quién ya tienes sentimientos fuertes y él los tiene por ti.

Seokjin se giraba con su rostro consternado y una clara mueca de "¿Qué carajos?" Pintada en él.

—Oye, sé que cuando me analizaste sacaste esas conjeturas, pero no es así y no vine a hablar sobre mi amistad con él. Te recuerdo que me dijiste en nuestra primera sesión que si yo estaba ocasionando un cambio en Tae, debería seguir por ese camino si es que así lo decidía.

Seokjin dejaba ver qué estaba cabreado. Namjoon lo miraba con calma.

—Y cómo el amigo que me pediste ser, ahora te digo, olvídate de TaeHyung y alejate de él —Namjoon forzaba las palabras a través de su lengua, pero cumplía con el pedido de su hermano menor.

Seokjin sonreía ladino, una sonrisa irónica.

—Que suerte que no seamos realmente amigos para tomarte en cuenta —luego salía y llamaba al ascensor aún con los ojos de Namjoon en su nuca.

—Yo no seré tu amigo, pero seguro como el infierno que el tuyo te dijo exactamente lo que te acabo de decir. Tú me lo dijiste Jin, él te dijo que TaeHyung no era salubre. Si no tomas mi consejo está bien, pero al menos toma el de tu amigo —exclamaba Namjoon.

Seokjin se giraba y reía sin gracia—. Lo dijo porque siente algo por mí —había dicho eso como motivo de invalidar las palabras de EunWoo y las de Namjoon, ciertamente le daba rabia que le dijeran que no debía estar con TaeHyung.

Todo ser humano quiere aquello que se le aconseja no tomar o dejar, en este caso. Y Seokjin no era diferente, parecía que el hecho de que le dijeran que se aleje de TaeHyung lo hacía quererlo más, aunque estaba más que hechizado a pesar de los defectos del otro hombre.

Y cuando Namjoon alzaba sus cejas y lo miraba con una cara de "Te lo dije"... Seokjin caía en la cuenta de lo que había dicho de EunWoo. Su mirada furtiva y furiosa se transformaba en pura sorpresa a causa de sus propias palabras. Cómo si sui subconciente ya no estuviera ignorando muchas señales que había visto, pero que había dejado pasar, no dándole tal importancia.

Sin decir nada más, entraba al ascensor y salía de la vista de Namjoon, había ido con un problema y salido con dos. Porque repentinamente aceptar que tu mejor amigo tenía sentimientos de índole amoroso por ti, para Seokjin era algo que lo dejaba aturdido y los celos ridículos de TaeHyung sobre EunWoo y viceversa lo hacían sentirse en un trío del que no sabía cuándo carajo se había formado.

Cómo si repentinamente considerar los sentimientos de EunWoo para alejarse de TaeHyung parecía algo fácil y complejo a la vez. Había cierta rabia con Namjoon por sus palabras, pero ese sentimiento se debía a qué sabía que el otro hombre tenía razón, sabía que EunWoo tenía razón y hasta hace unos días atrás iba a ligarse con otro hombre atractivo para dejar de pensar en TaeHyung, pero había salido mal porque lo había encontrado la misma noche.

Pero ahora su cabeza tenía dos problemas, convivir con su mejor amigo ignorando deliberadamente sus sentimientos y arriesgarse con TaeHyung al cien por ciento o... Salir de la ciudad y cambiarse el nombre porque estaba lidiando con más de lo esperado y si había algo que SeokJin no podía hacer, era ignorar sus problemas y conflictos.

Era valiente y algo masoquista siempre querer enfrentar cada situación complicada y no dejarla en el aire.

—Carajo —susurraba SeokJin caminando con prisa para una clase a la que ya estaba llegando tarde.

TaeHyung se encontraba apilando las evaluaciones que le daría a su clase al día siguiente cuando el timbre sonaba repentinamente y lo hacía saltar del susto al punto de soltar todas las hojas ordenadas recientemente.

—Bueno... Carajo —decía sin gracia ni preocupación. Luego respolaba y caminaba hacia la puerta con pesadez y se sorprendía al ver que SeokJin estaba abajo.

Sin dudarlo y sin siquiera responder, presionaba para abrirle la puerta de abajo. El pintor estaba en pausa, era la primera vez que SeokJin aparecía sin avisar o sin una cita previa. Podría decirse la segunda, pero aquella vez que lo había invitado a desayunar y TaeHyung se había sorprendido al verlo en su puerta al instante, había sido que en realidad se había anunciado temprano y él solo había visto el mensaje tarde.

Cuando escuchaba como el elevador se abría, de inmediato lo hacía él con su puerta.

SeokJin se detenía de repente, más que sorprendido y complacido. TaeHyung se encontraba con una remera blanca demasiado ancha para él, más un short por arriba de sus rodillas. Sus piernas largas, con ese tono de piel trigueño y su pelo revuelto era un poema.

—Te ves cansado —decía el pintor.

Seokjin reía sutilmente—. Fue un día largo y creo que fallé en un examen importante —mencionaba con sus manos en los bolsillos, acercándose a TaeHyung.

Y el azabache sentía una sensación extraña en su pecho, SeokJin parecía decepcionado de sí mismo, se veía pequeño a pesar  de ser un ropero de hombre. Así que sin pensarlo extendía su mano y tomaba una de las que SeokJin tenía en su bolsillo y lo jalaba dentro de su apartamento.

SeokJin no rechistaba, llevaba un morral cruzado que se veía demasiado pesado para haberlo cargado casi todo el día. TaeHyung se lo quitaba en silencio, olía bien a pesar de verse agotado. Seokjin siempre olía bien para TaeHyung. Y TaeHyung para Seokjin.

Cuando lo despojaba de su bolso, y lo dejaba quitarse los zapatos, SeokJin miraba detrás de él y veía las hojas desparramadas en su suelo.

— ¿No vas a levantar esos papeles? —preguntaba curioso, mientras TaeHyung le quitaba el suéter y él solo levantaba sus brazos para dejarlo hacer.

—Hay tiempo... Lo haré luego —respondía el profesor, continuando con su tarea de desabotonar el pantalón de SeokJin.

El castaño miraba sus largos dedos, TaeHyung estaba en todo su espacio personal, sentía su aliento golpear su rostro.

— ¿Luego de qué? —susurraba pasando el nudo en su garganta. Su temperatura corporal iba en aumento, su pulso acelerado.

Su polla endureciendose al notar que TaeHyung iba por el mismo camino ya que aún con toda la remera grande aún no disimulaba la carpa construyéndose en sus shorts.

El azabache alzaba la vista, sus ojos negros brillantes de pupilas dilatadas. Su labio inferior entre sus dientes y su mirada de cazador con mejillas enrojecidas, estaba con toda su atención sobre SeokJin, a este se le secaba la boca.

—Luego de hacerte sentir mejor —susurraba, viendo los labios rojos de SeokJin, el susodicho hacía lo mismo.

Sus ojos intercalando entre los labios de TaeHyung y su mirada intensa. Se sentía una presa muy desesosa de ser cazada. Sus manos tomaban el rostro de TaeHyung y ambos se acoplaban con labios abiertos para besarse cómo si no lo hubieran hecho en años.

El suspiro de alivio cuando sentía la lengua del otro empujar, el sabor ajeno sobre sus papilas. ¿Por qué encajaban tan bien? Ambos se preguntaban.

"Mmm~..." SeokJin gemía en la boca de TaeHyung mientras bajaba sus manos y le quitaba la prenda de arriba al pintor.

Cortaban el beso y TaeHyung le daba acceso fácil, alzando su brazos para que desnudara la parte superior de su cuerpo y luego él hacía lo mismo con SeokJin par quitar la segunda prenda superior que llevaba debajo del suéter, hasta que se juntaban en otro beso desgarrador y se apretaban al otro para sentir el calor de la piel contraria.

Una mano de TaeHyung bajaba por la espalda baja de SeokJin, metiéndose dentro sus desprendidos jeans hasta llegar a su bonito culo y presionar justo entre medio de sus glúteos. SeokJin volvía a gemir cuando sentía su mano allí, y sus pollas se apretaban en la parte de adelante.

Él quería~...

TaeHyung mordia su labio, SeokJin ya los tenía más hinchados y tomando con su mano libre su nuca, presionaba sus frentes juntas—. ¿Me dejas hacer todo el trabajo a mí, esta noche?

Seokjin apretaba sus ojos cuando sentía a TaeHyung inmiscuirse con un dedo entre sus gluteos, aún cubierto por la tela de su bóxer y lo hacía desearlo con más ganas.

Así que asentía en silencio y volvía a besarlo. Volvían a besarse sin parar hasta llegar a la habitación de TaeHyung que sus pies y pasos juntos—entre besos y caricias—ya conocían de memoria.

Hola, Soy Vante está tremendo. Salió frase de trailer que seguro no recordarán, pero que Namjoon le dice a Jin.

EEEEEEEN FIN...

Perdón la tardanza, vengo laburando  como yegua sin descanso, porque aún no vivo de mis fics y mi arte... Aún ahre

Les quiero tantito mucho, gracias por su apoyo incondicional y por siempre entender, pero pido disculpas igual por hacerles esperar tanto. 🥺

Con amor, niñita Nanyta fuera 💜

Bạn đang đọc truyện trên: Truyen247.Pro