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🎨-XI

TaeHyung estaba tan inquieto que su profesor, Dong-Gun estaba comenzando a impacientarse y no le permitía continuar su propia pintura.

- ¡Ya! -gritaba, logrando que TaeHyung se detuviera de repente.

- ¿Qué te pasa, loco? -cuestionaba el azabache.

Dong-Gun dejaba el pincel en el vaso con agua entintada y lo miraba cruzado de brazos.

-Me molestas -setenciaba-. Te pareces al niño de seis años que no dejaba de caminar cuando estaba ansioso ¿Qué te pasa?

-No estoy ansioso, Dong -el "Dong" lo soltaba con una ironía que rasgaba la tierra-. SeokJin ya debería estar aquí.

Él profesor alzaba sus cejas sorprendido ¿eso era lo que lo tenía tan inquieto?

- ¿A qué hora le dijiste? -cuestionaba, suspirando porque TaeHyung no dejaba de caminar.

-A las dos de la tarde -respondía mirando su reloj-. Mierda, aún no lo arreglo -recordaba y se quejaba.

-Tienes que quitartelo o hacerlo arreglar -mencionaba Dong-. ¿Solo por eso caminas como si tuvieras hormigas en el culo?

TaeHyung se detenía y entrecerraba sus ojos mirando a Dong-Gun con una mirada altiva.

-No tengo hormigas en el culo, hyung -soltaba serio-. ¿Cuál es tu problema con que camine?

-Me pones nervioso, la ansiedad te brota por los poros

-No sé que es eso de la ansiedad -se sentaba cruzado de piernas y apoyaba su mentón en su mano-. Si no viene le romperé el culo

-No quiero tanta información

-No de forma sexual, se lo pateare por engreído -afirmaba amenazante.

-Relájate -pedía Dong-. Solo pasaron cinco minutos

-Y le dije a las dos en punto -soltaba-. No a las dos y cinco, no a las dos y diez. A las malditas dos en punto.

Dong-Gun comenzaba a reír y TaeHyung fruncía el ceño desconcertado.

-Él te gusta... -Dong-Gun lo miraba sorprendido-. Ese chico realmente te gusta.

TaeHyung se ponía de pie con cara de aburrido-. ¿Ya te tengo que meter al geriátrico? estás alucinando mi querido amigo

-Geriátrico jamás -Dong-Gun se ponía en guardia, apuntando a TaeHyung con un pincel.

-Lo haré y lo sabes -amenzaba TaeHyung, con una risa altanera y algo divertida.

Mientras tanto SeokJin estaba parado frente al salón en cuestión. Solo debía golpear, presentarse y entrar para ver al profesor de Tae y... Bueno, a TaeHyung.

Pero su interior se removía incómodo después de la sesión de besos desaforados en su apartamento. Claramente ninguno había mandado mensaje alguno respecto a eso, ni siquiera TaeHyung, aquella mañana dónde le había enviado un texto que le obligaba a aparecer aquella tarde si o si.

-Ya estás aquí... O bien podría irme -hablaba solo, giraba sobre sus talones, listo para darse a la fuga, pero la puerta del salón se abría y se veía obligado a girar sorprendido.

Un hombre de cabello gricaseo y anteojos, con unos cincuenta y tantos encima lo miraba... ¿Divertido?

- ¿Puedo ayudarte? -preguntaba el hombre.

El salón tras él estaba vacío y SeokJin, estaba listo para una mentirilla blanca.

-Yo-... -«"Me equivoqué de clase, disculpe" Ahora huye»

Era el plan, pero una cabellera rizada de color negro se asomaba detrás del hombre.

- ¡Te dije a las dos! -soltaba TaeHyung, como si nada y caminando hacia la puerta como alma que la persigue el diablo.

SeokJin cerraba los ojos y agachaba la cabeza.

- ¿Querías escapar, eh? -mencionaba Dong-Gun divertido.

-Dong, Jin. Jin, Dong-Gun -soltaba TaeHyung y tomaba a SeokJin de su campera rosada de jean y lo tiraba hacia dentro.

SeokJin tropezaba apenas, pero quedaba cara a cara con el bonito pintor. TaeHyung no había recalculado bien eso de tironear de SeokJin, porque el tipo ni siquiera se había rehusado a ser empujado hacia delante por lo que las narices casi colapsaban en un choque brusco.
TaeHyung pasaba, visiblemente en su nuez de Adán, saliva y mordía su belfo al tener a SeokJin tan cerca.

Dong-Gun, muy sonriente los miraba a ambos-. Un gusto SeokJin -estiraba su mano-. He oído mucho sobre tí.

SeokJin fruncía su ceño, mirando a TaeHyung, que aún no soltaba su brazo hasta que aterrizaba su vista sobre la mano de éste y recién ahí era liberado. Él castaño se alejaba y miraba entre Tae y su profesor.

- ¿En serio oyó hablar de mi? -preguntaba.

Dong-Gun tomaba su mano para estrecharla y no quedar como imbécil con la misma levantada en el aire.

-El chico que trae a alguien como TaeHyung, ansioso, enojado y excitado. Si, te has vuelto muy interesante para mi y he oído hablar de ti.

TaeHyung juntaba sus cejas y las de SeokJin se perdía en el borde de su frente.

- ¿Cómo que excitado? ¿Qué cosas dices? -acusaba el azabache.

Dong-Gun soltaba a Jin y miraba al profesor antisocial-. Excitado e inquietó, como un niño después de ingerir azúcar -mencionaba divertido.

TaeHyung resoplaba y SeokJin rascaba su nuca.

-Podrias haber dicho inquieto -soltaba TaeHyung entre dientes.

-Pero eso no sería divertido y no te vería totalmente irritado ahora ¡Woah!

- ¡Ya! -replicaba TaeHyung y SeokJin saltaba de repente por el grito agudo-. No estoy nada de eso que dijiste, no estoy nada de lo dijo -se excusaba TaeHyung, mirando a Jin.

«¿Avergonzado?» se preguntaba a si mismo. Sacudía su cabeza y se recomponía.

-Iré en busca de algo para tomar a la cafetería mientras ustedes se conocen -mencionaba, queriendo escapar del lugar, pero la mano de su profesor lo detenía-. ¿Qué haces?

Dong-Gun sonreía y miraba a un SeokJin que se notaba incómodo, de hecho no solo se veía incómodo, sino que lo estaba.

-Hijo... -le llamaba Dong-Gun, de forma amena-. ¿Quieres un café, un té? O ¿Frapuccino? hay de esos en la cafetería.

SeokJin sonreía-. No es necesario, saldré a almorzar con un amigo luego

-Bueno, yo quiero un café y me iba en dirección al baño, iré por mi café y volveré en diez minutos

-Puedo ir por tu café -soltaba TaeHyung entre dientes.

-Pero no puedes orinar por mi -se mofaba Dong-Gun-. Ya vuelvo, pónganse cómodos. Tae, sé cálido con tu invitado, ya vuelvo.

Dong-Gun salía del salón y cerraba la puerta, TaeHyung apretaba sus dientes mientras que SeokJin suspiraba y un ruido sonaba en el silencio incómodo. SeokJin giraba nuevamente con ceño fruncido.

- ¿Nos acaba de encerrar? -preguntaba seriamente.

TaeHyung echaba su cabeza hacia atrás soltando el aire retenido-. Si. Él muy bastardo nos acaba de encerrar.

SeokJin resoplaba-. Es tu maldita culpa -mencionaba.

TaeHyung se enderzaba y lo miraba con rostro serio e imperturbable-. ¿Y por qué sería mi culpa?

Caminaba para posicionarse frente a Jin.

-Tú me besaste -acusaba el castaño.

TaeHyung sentía que se ponía rojo, de la vergüenza, otra vez.

- ¡Aish! ¡Pues tú te dejaste! -acusaba con su dedo índice, presionando el pecho de Jin-. Oh... -el dedo acusador desaparecía y toda la palma de TaeHyung tocaba el pecho de SeokJin-. Mierda, si que ejerecitas

-Eres increíble -murmuraba SeokJin y tomaba bruscamente a TaeHyung por la muñeca, tirando de él un poco más cerca-. Deja de jugar conmigo

-No estoy jugando

-Me estás seduciendo para convencerme, estás usando tu bonito rostro, tu culo y tu boca para provocarme y que no pueda decirte que no -exclamaba entre dientes, el aspirante a abogado.

TaeHyung, quién estaba también a la defensiva con su rostro vuelto una mueca mal humorada, se relajaba y sonreía.

- ¿Eso serviría contigo? -cuestionaba.

-No -soltaba, pero no estaba seguro si era del todo cierto.

-Yo creo que sí -susurraba TaeHyung, acortando distancia.

SeokJin no lo admitiría, pero aquel tipo tenía el poder de sacarlo de quicio y calentarlo, rápidamente. SeokJin alzaba su cabeza para alejarse un poco de aquel rostro y miraba por al lado del brazo de TaeHyung, cuesta abajo, en su parte trasera. La sola mirada descarada que el tipo le estaba dando al culo de TaeHyung, hacía que este se calentara como nunca antes.

- ¿Te gusta lo que ves? -murmuraba en el oído del castaño.

SeokJin lo miraba, rozando su nariz a la suya-. No estoy seguro, creo que tenía un poco de alcohol en la sangre la madrugada que lo halague

-Puedo quitarme la ropa para que lo veas mejor -TaeHyung doblaba la apuesta.

-Increible ¿cuál será tu próxima oferta? ¿Pintaras desnudo para que no me sienta solo?

TaeHyung mordía su labio inferior, el salón estaba con el aire apagado, la puerta cerrada y la brisa por los ventanales no era jodidamente suficiente para que le quitarán el calor que se le había despertado en todo su cuerpo por las palabras de Kim SeokJin.

-Me gusta como piensas, sería nuevo... Lo de pintar desnudo con público, ya he pintado desnudo a solas.

SeokJin rodaba los ojos ante aquello y de repente alguien carraspeaba detrás de ambos. SeokJin se alejaba de inmediato y TaeHyung quedaba con ganas de un poquito más de intimidad.

«Nuevo» meditaba el pintor.

-Lamento la interrupción, vine lo más rápido posible.

La disculpa era tan falsa que ninguno se la creía.

-Sabandija sucia -murmuraba TaeHyung a Dong, cuando pasaba a su lado.

-Cierra la boca, cerdo hormonal.

TaeHyung abría su boca y fruncía su ceño. Dong-Gun miraba en dirección a SeokJin y le llamaba con su brazo.

-Siéntate -Seokjin hacía caso y pasaba de largo a TaeHyung, quién no tardaba en sentarse a su lado.

- ¿TaeHyung, no tienes una clase que adelantar? -preguntaba Dong-Gun.

-Ah, no. No voy a irme, van a hablar mal de mi así que háganlo de frente -exclamaba.

SeokJin suspiraba-. Eres insoportable

-Tú no eres un rayito de sol, querido... -respondía el pintor, con un tono seductor.

SeokJin le daba vuelta la cara, volviéndolo a ignorar.

-Cuentéme sobre él ¿en qué le ayudan estos retos ridículos?

-Ten cuidado, fueron idea de Dong...

SeokJin fruncía sus labios-. Lo siento, no fue mi intención decirlo de esa forma -se acomodaba sobre la silla y repetía-. Leí algo acerca de la sociopatía -miraba a TaeHyung con sus ojos entrecerrados-, ¿Cómo esto ayuda a TaeHyung? tiene todas las de perder conmigo.

TaeHyung se cruzaba de brazos con su rostro de aburrido y miraba fijamente a Dong-Gun.

-Para ser honesto, no sabemos si esto ayuda enteramente a TaeHyung, pero es una forma de entrar en su mundo y tratar de conectarlo al resto -mencionaba con calma-. Tae no siempre fue así

-Si lo era -soltaba el azabache.

-Cállate -setenciaba Dong-Gun.

TaeHyung resoplaba-. Lo hará ver demasiado dramático, no le hagas caso. Es un mentiroso -mencionaba cerca de SeokJin.

-Eso eres tú -afirmaba Dong divertido.

-Touché, mi maestro -replicaba TaeHyung.

-En serio -se metía SeokJin-. Todas las de perder.

TaeHyung soltaba un gemido exasperado-. Eres un maldito grano en el culo ¿Por qué siquiera te encuentro atractivo?

-No-lo-sé. Tú eres el fallado -acusaba SeokJin.

-Y tú decías que yo no tenía filtro -replicaba Tae a Dong-Gun.

El profesor los miraba anonadado, eso era muy nuevo para él. Ver a TaeHyung ser TaeHyung, por primera vez en un reto y más encima ver qué la otra persona estaba poniendo de su parte ¡porque diablos...! que SeokJin estuviera sentado frente a él confirmaba dos cosas. El desafío podría funcionar y la atracción era jodidamente recíproca.

-En serio, Jin -exclamaba Dong-Gun-. Hay un antes y un después de Tae -TaeHyung volvía a resoplar-. Hasta él lo sabe y por eso está haciendo este esfuerzo. Olvidó lo que era ser empático con la gente, olvidó ser considerado y tener modales. Olvidó lo que es tratar bien y de forma honesta a las personas. Olvidó todo lo bueno para suplantarlo por manipulaciones, mentiras, para interponerse sobre otras personas de forma fría, controladora e indiferente. No es algo bueno, no es sano para él y no es sano para quienes lo rodean. TaeHyung no considera los sentimientos ajenos de ningún nivel, eso no es saludable. Especialmente porque TaeHyung no era así.

SeokJin sabía que aquello era un jodido sonido de alerta. Miraba a TaeHyung y este le sostenía la mirada aburrido.

-Te dijo lo que te dije -afirmaba.

-Él se explayo un poquito más -corregía SeokJin.

TaeHyung chistaba-. Él añadió más drama a la explicación ¿serás tan imbécil de tomarlo tan seriamente?

-TaeHyung -pedía Dong-Gun.

- ¿Qué? ya me conoce

-No estoy tan seguro de eso... -miraba a TaeHyung y luego al profesor-. ¿Por qué no me cuenta que le sucedió al TaeHyung original?

-Hey, hey... -soltaba el pintor de repente-. Eso no era parte del trato, tú solo querías asegurarte que yo no mentía sobre pintarte para un desafío y luego exhibirla en la galería de un pintor importante

-Oh, si eso -mencionaba SeokJin relajado-. ¿Es cierto?

Dong-Gun tomaba su teléfono y buscaba en su red social-. Él es Ko MinSo-arrastraba el teléfono en dirección a Jin-. Tiene un museo pequeño con todo su arte y el de nuevos artista. Es un lugar pequeño pero muy conocido entre internautas del arte. Le hable sobre TaeHyung y está preparando una nueva muestra "arte natural". El cuerpo humano, todo tipos de cuerpos, sombras, curvas, no solo perfectos. Que se normalice de una maldita vez que no todos tenemos un cuerpo fitness y que plasmado en lienzo, todos son arte a un mismo nivel. Todos lo somos.

SeokJin asentía algo asombrado por el mensaje de transfondo en algo que él creía, solo era de forma pervertida entre el pintor y su musa.

-No me dijiste que la cosa era tan profunda -mencionaba TaeHyung, rompiendo el silencio.

-Hubieras dicho que te importaba un bledo y que tu pintura sería la mejor, sin importar qué -afirmaba Dong-Gun.

-Por supuesto que sí -soltaba TaeHyung-. Mira el modelo -señalaba a SeokJin, posando su mano bajo el mentón del susodicho.

-Yo... -exclamaba SeokJin, quitando su mano-, no he aceptado nada... Aún

-Aún... Suena esperanzador -mencionaba Tae, alzando sus cejas.

-Claro, siempre y cuando Dong-Gun, me cuente la raíz de tus jodidos problemas

-Olvidalo -TaeHyung se ponía de pie-. Eres un maldito metiche

-Genial -Seokjin se ponía de pie y saludaba a Dong-Gun, estrechando su mano-. Un placer, señor. Suerte con este personaje -cuando pasaba por al lado de TaeHyung lo ignoraba por completo.

- ¿Dónde vas? -TaeHyung corría para impedirle el paso-. Ese no era el trato

-El trato cambio -SeokJin sonreía-. Suerte con tu nuevo modelo, insoportable.

Seguía de largo y Dong-Gun notaba a TaeHyung resoplando verdaderamente irritado. Se ponía de pie al verlo desesperado alcanzado al otro chico.

- ¡Ya, ya, ya! -TaeHyung volvía a pararse frente a SeokJin y lo detenía con sus manos sobre sus hombros.

Dong-Gun se acercaba a paso lento, mirando la escena en silencio.

-Si el trato cambio entonces... Yo también quiero-...

SeokJin alzaba sus cejas verdaderamente divertido-. ¿Que quieres pedir? Estaré desnudo frente a ti para que tu obra de mi culo o mi polla esté en un maldito museo

-Te dije que sería cuidado

-Bueno, nunca lo sabré -provocaba el castaño, intentando avanzar, pero TaeHyung lo detenía.

- ¡Ya! -pedía. Parpadeaba y miraba a SeokJin a los ojos-. Te contaré lo que suponen fue el click dentro de mi cabeza, pero debes dejarme pintarte completo, en un lienzo de 100×60

- No tengo idea de que tamaño es -preguntaba horrorizado-. ¿De cuánto era el primer tamaño?

-60×45.

SeokJin se imaginaba la diferencia, aunque no había visto un maldito lienzo en su vida, pero las medidas de su cabeza la daban un proximidad.

-Eso es...

-Un lienzo más grande, o dos... Dependiendo, cuerpo entero. De frente y debes dejarme pintar tu rostro también

-Eso es muy vergonzoso -mencionaba el aspirante a abogado.

-No con ese rostro. Un trato es un trato, mi trauma por tu rostro

-Estás mal -mencionaba SeokJin.

Dong-Gun no conocía al castaño, pero podía asegurar que había diversión en su voz.

-Es lo justo, mi trauma por tu rostro incluído en mi pintura...

-No te creas tan interesante -refutaba.

-Pero tú quieres saber de mi -mencionaba altivo.

«Que me tiren a la hoguera por quererlo» pensaba SeokJin.

- ¿Tienen un trato o seguiran jugando al tira y afloja? -preguntaba Dong-Gun, ganándose la mirada de ambos chicos.

TaeHyung soltaba a SeokJin y metía las manos en los bolsillos de su pantalón negro de vestir y su camisa del mismo color. SeokJin pensaba que, lamentablemente, se veía increíble. El castaño resoplaba y estiraba su mano.

-Tenemos un trato.

TaeHyung sonreía ladino y tomaba su mano de inmediato con un firme apretón-. Tenemos un trato

- A la primera que me mientas en algo u omitas cierta información, iré con el sujeto de allí y me aseguraré de que todo lo prometido con Ko MinSo no ocurra por mentiroso y manipulador.

TaeHyung rodaba lo ojos-. Hecho, hablador y ¡Hyung! -llamaba Tae-. Esta vez no soy yo quien está manipulando al otro

-Y eso lo más interesante de este debate -exclamaba.

SeokJin sonreía divertido, solo por el hecho de haber sacado al pintor de sus casillas, hacía una reverencia y se despedía sin más que decir.

-Estaremos en lamentable contacto, tengo una cita ahora -mencionaba- , Adiós, señor Dong-Gun. Fue un placer -miraba al azabache y su sonrisa amable se desvanecía-. Adios.

TaeHyung le brindaba una falsa sonrisa, miraba la puerta por la que SeokJin se había ido y luego a Dong-Gun.

-Te comportas extrañamente interesante frente a él

-Lo odio -afirmaba.

-Eso es nuevo -mencionaba el profesor de lentes negros-. Tengo el presentimiento de que quieres ir tras él.

TaeHyung lo miraba con una mueca chistosa y negaba-. Para nada... -volvía a mirar a la puerta-. ¿Me necesitas en la clase de hoy?

Dong-Gun se encogía de hombros-. Puedo estar un día sin ti.

-Hecho.

Tomando su chaqueta de algún rincón del salón y salía corriendo, nuevamente, como alma que se la lleva el diablo. Caminando por los pasillos atestado de personas de la universidad, veía la campera de jean ridículamente rosada y los hombros anchos de su dueño.

-Espera... -pedía, frenando a SeokJin de repente.

- ¿Qué haces? -cuestionaba el castaño, tensando su mandíbula.

-Te invito a almorzar.

SeokJin entrecerraba sus ojos-. No, tengo una cita

- ¿Del tipo amoroso? -preguntaba.

-No, del tipo amistoso con mi amigo. Adiós -soltaba de inmediato y se echaba a andar.

Para su mala suerte, TaeHyung caminaba con él.

- ¿Es el grandote del bar? -cuestionaba viendo el perfil bonito del castaño-. ¿El iluso que cree que te aburrirás rápido de mi?

-EunWoo -soltaba-. Que tu ego no se sienta herido, lo dijo porque me conoce

-Como sea -TaeHyung rodaba los ojos-. Déjalo y almuerza conmigo

-Emm, gracias pero no gracias -mencionaba, sin dejar de caminar.

-Oh, vamos -TaeHyung lo frenaba de su andar y SeokJin suspiraba-. Yo invito

-No voy a dejar plantado a mi amigo por ti

- ¡Ja! "Amigo" -hacía las comillas y SeokJin fruncía el ceño.

-No es esa clase de amigo -mencionaba.

TaeHyung entrecerraba sus ojos-. Yo invito -insistía.

SeokJin suspiraba-. Eres jodidamente irritante

-Tú igual -mencionaba-. Dime algo que no sepa

-Tu culo no es tan extraordinario -replicaba.

TaeHyung resoplaba incrédulo-. Dime algo que sea cierto

-Deja de provocarme -pedía con seriedad extrema.

-Es muy divertido -susurraba TaeHyung.

-No eres profesional ¿Tengo que ponerte un límite?

- ¿Tu cama o la mía? -mencionaba TaeHyung.

SeokJin reía ladino, esas provocaciones tenían que dejar de impactar en la zona sur de su cuerpo.

-Eres increíble -susurraba.

-Gracias, tú tampoco estás mal -resoondía TaeHyung.

-Dime algo bonito o no aceptaré tu almuerzo -exclamaba SeokJin.

-Me estás provocando a ser un manipulador

-Endulzame o déjame en paz

-Si por mi fuera te llevaría al baño de hombres para cambiarte esa cara de amargado que tienes

- ¿Y por qué el baño de hombres me haría cambiar la cara de amargado? -se mofaba SeokJin, esquivando otra provocacion como un rey.

-Eres un imbécil -decía TaeHyung y reía. Reía verdaderamente divertido-. Vamos, pagaré por los tres -tomaba a SeokJin, sorpresivamente de la cintura y pintaba unos ojos de cachorro adorables.

- ¿Qué haces?

-Estoy siendo un manipulador de primera -exclamaba, batiendo sus pestañas.

-Deja de hacer eso, la gente nos está mirando y es algo perturbador -mencionaba SeokJin.

-Me importa un bledo, almuerza conmigo -insistía.

Y SeokJin dejaba caer su cabeza hacia atrás rendido. Mostrando ese cuello largo y jodidamente seductor, TaeHyung no pensaba mucho y se abalanzaba a dejar un suave chupón, mientras que de la sorpresa, SeokJin lo atrapaba de la parte posterior de su cabeza y sentía que su rostro se teñia de rojo.

- ¿Qué-diablos-estás-haciendo? -susurraba sin aliento, al oído de TaeHyung y sentía la lengua de este moverse sobre su piel junto con su labios, besando tiernamente y sintiendo los dedos de Jin enredarse en su pelo-. La gente nos mira, detente y suéltame.

TaeHyung soltaba su cintura-. Suelta mi cabeza -susurraba.

SeokJin lo soltaba de repente, ni siquiera había sido conciente que lo presionaba contra su cuello, su rostro era un tomate y sus orejas se prendían fuego.

-Acepto el maldito almuerzo, pero EunWoo estará ahí -setenciaba y se echaba a andar de nuevo en dirección a la izquierda.

- ¡La salida no es por ahí! -advertía Tae.

- ¡Ya lo sabía! -replicaba, cambiando la dirección de sus pasos.

TaeHyung suprimía una sonrisa y lo seguía a la salida. Totalmente satisfecho con el resultado de todo, y con el sabor de la piel del castaño en su lengua.

Haiiiiii UwU tremendo lo jodidos que son ambos.
Buen martes UwU 🌚

Con amor niñita Nany 💜

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