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🎨-IX

SeokJin se encontraba repasando temas importantes de una de las materias en cuestión ya que, debía de dar un examen. Era lunes y de noche ya, pero necesitaba mantenerse despierto para repasar como debía, solo que desde el encuentro con TaeHyung, éste no podía pensar tan claro. Obviamente él no había mandando nada más luego de volver a su apartamento en taxi con su cuerpo algo necesitado.

No quería pensarlo en demasía, pero siempre terminaba volviendo a ellos en el club bailando y luego al acercamiento frente aquel paredón luego de que TaeHyung mostrará que era realmente bueno en lo que hacía, y que solo quería una cosa de él. Esa era, ser su modelo, su musa... Solo para este nuevo reto. El castaño suspiraba nuevamente y casi arroja sus papeles lejos, se había contenido de revisar un poco acerca de lo que un "sociopata" realmente era.

¿Acaso el chico había dicho la verdad? ¿o solo estaba jugando a ser interesante para llamar su atención?. Suspiraba y alejaba los papeles, no podía pensar claro aunque quisiera y si seguía leyendo, repasando y volviendo a pensar en TaeHyung, su cabeza estaría llena de cualquier cosa, menos de los temas a tocar en aquel próximo exámen. Se levantaba de la mesa y se dirigía a su refrigerador, necesitaba una cerveza fría.

Al volver a su living para ver alguna programación, su teléfono sonaba. Lo tomaba con ceño fruncido, preguntandose quién llamaba a esa hora. Al ver su propia pantalla se sentaba erguido. Si, maldición, sus latidos se habían acelerado y sus ojos estaban abiertos de par en par.

»Mierda, SeokJin. Ya caíste.

La llamada seguía sonando, pero el castaño optaba por no atender ese llamado. Lo había estado esperando inconscientemente y lamentablemente su pulso acelerado indicaba que estaba a gusto con el nombre de "Vante" en la pantalla. Alejaba el teléfono cuando TaeHyung parecía haberse rendido en la llamada y se dejaba caer de nuevo sobre el sofá. Suspiraba, bebía otro trago y...

Bzzzz!"

- ¡Mierda! -parte del líquido espumoso terminaba escurriendo por la comisura de sus labios. Tomaba el teléfono y resoplaba, dejando caer su cabeza atendía rendido-. ¿Qué?

-Estoy seguro que así no es como se antiende un teléfono -mencionaba la voz grave que, erizaba sus vellos en la nuca, aún sin siquiera intentar sonar seductor.

- ¿Por qué me estás llamando?

-Oh ¿no podía hacerlo? -cuestionaba al otro lado. SeokJin suspiraba sonoramente al teléfono-. Aish... Creí que por esas casualidades quizás no habías estado cerca de tu teléfono, pero ese suspiro solo confirma que, en realidad no querías atenderme...

-Bravo -respondía SeokJin y se dejaba caer sobre el sofa-. ¿Por qué me estás llamando?

-No lo sé. Quería escuchar tu voz, no tengo una razón en particular -respondía TaeHyung.

SeokJin apretaba sus ojos y sentía que estudiaba en demasía cualquiera fueran sus respuestas y eso hacía que se irritara consigo mismo.

-De acuerdo, ya me oíste... Voy a cortar

- ¡No! -soltaba TaeHyung-. Mañana a las cuatro, clase con mí queridísimo profesor e inventor de mis retos ¿recuerdas que quedamos en que te lo presentaría?

SeokJin volvía a sentarse-. Oh, si. Lo recuerdo...

-Dijiste que luego de conocerlo a él, tendrías una respuesta para mí... -mencionaba seguro y relajado.

-Mierda ¿no tienes mala memoria?

-Solo cuando pretendo no recordar a alguien que no me interesa volver a ver... -mencionaba con tal desfachatez, el profesor y pintor peculiar.

-De acuerdo...

- ¿De acuerdo? ya estás dando marcha atrás ¿por qué? solo es una pintura... No es como si fuera a exhibirla, aún

- ¿Vas a exhibirla? -cuestionaba SeokJin de inmediato. TaeHyung resoplaba y tardaba en responder-. ¡Maldito bastardo!

- ¡Oye, tranquilo! -pedía el pintor.

- ¡No vas a exhibirla! ¡no vas a exhibirme!

-Oye, esto... No se puede hablar por teléfono, puedo explicarte mejor -se apresuraba a responder.

-No quiero saber más nada... -mencionaba SeokJin, fregando su frente con sus dedos.

-Vamos. SeokJinnie-ichinie-kochinnie...

-Deja de llamarme así, es insoportable

-Te invito un trago. Voy por ti, dime dónde estás

-No voy a decirte nada -respondía el castaño.

-Oh, vamos. No soy un asesino, tengo mí portafolio, déjame mostrarte algunas de mis obras... No todo será tan crudo como lo estás fantaseando

-Yo no estoy fantaseando -respondía, riendo ladino.

TaeHyung no podía verlo, por lo tanto no notaba sus orejas rojas.

-Mmm... De acuerdo, te daré el beneficio de la duda

- ¡Ja! -soltaba con sarcasmo-, puedes chuparme bien... -apretaba sus dientes.

-Chuparte bien... ¿qué? -preguntaba TaeHyung divertido.

-El pie. Engreído -setenciaba.

-No tengo fetiche con los pies, pero puedo chuparme otra cosa...

- ¡Ya! -Seokjing suspiraba y no podía evitar reír al respecto-. Me sacas de quicio...

-Bueno-... -TaeHyung suspiraba-. No sé que responder al respecto, les pasa a muchos. Pero al menos lidian conmigo más de dos veces... Tú me detestas desde el día uno

-Te equivocas -respondía SeokJin-. El día uno que te vi fuiste jodidamente adorable...

TaeHyung quedaba en silencio, no se escuchaba ni siquiera su respiración y SeokJin se sacaba el teléfono de su oreja para ver si la llamada seguía conectada.

- ¿Estás ahí? -mencionaba nuevamente.

-Solo será un trago, nada más ¡oh, y mí portafolio! -añadía.

SeokJin suspiraba y miraba la cerveza en su mano-. Ya estoy tomando un trago, Tae

- ¿No necesitas compañía? -insistía el azabache.

SeokJin suspiraba, sabía que si seguía insistiendo cedería, era tan débil frente a un bonito rostro y buen culo. Y TaeHyung tenía ambos.

-No sé si quiero que sepas dónde vivo -susurraba el castaño.

-No voy a caerte de sorpresa jamás. Lo prometo, si me dejas llevaré un pack de seis, mí portafolio y juro que mí bocaza se mantendrá callada para no sacarte de quicio

-Hombre, son las nueve de la noche. Estaba estudiando ¿sabés?

- ¿Y no me atendías por eso o porque era yo?

-Porque eras tú -admitía.

-Entonces quieres verme...

-Debes estar bromeando, te acabo de decir que no quise atender el teléfono ¿y tú supones que quiero verte? -soltaba con sarcasmo.

-Seguro y estabas pensando en mí, por eso no quisiste atenderme -suponía con suma convicción-. Seguro y quieres decirme dónde vives para ir a verte, pero tienes miedo de que... ¿de qué tienes miedo? -preguntaba inseguro-. No soy un asesino, ya pasamos esa etapa

-Tampoco te conozco tan a fondo como para descartarlo...

-Oh, vamos Jinnie... Tengamos esta charla en persona, pero en tu zona segura

- ¿No vas a parar hasta que te diga dónde vivo, no? -cuestionaba SeokJin.

-Tengo un pack de seis, un portafolio precioso para mostrarte y también aclararte algunas cosas...

SeokJin suspiraba-. Voy a cortar el teléfono, Vante...

-Bueno, lo intenté. Pero es una lástima que no me dejes explicarme bien. Digo "pintarte desnudo" y ya piensas automáticamente lo peor, al menos déjame ser profesional

-No hay nada de profesional en ti -contraatacaba SeokJin.

-Eso es injusto... Y lo sabés.

-Ni se te ocurra aparecer jamás sin mí permiso -mencionaba. Ya estaba entregado.

Quería verlo, lo había pensado todo el jodido tiempo después de aquella madrugada y obviamente él no iba a mandarle absolutamente nada, pero ahí estaba el tipo orgulloso llamándolo y pidiéndole que se vieran.

-Jamás ¿por quién me tomas? -mencionaba TaeHyung y se escuchaba como encendía su auto.

- ¿Estás en tu auto? -preguntaba el castaño levantándose de repente.

-Sip... Dame tu dirección

- ¿Tan seguro estabas que iba a aceptar? -cuestionaba con algo de irritación.

-No, no lo estaba. ¿Pero que podía perder? bajarme del auto y volver a mí apartamento -mencioaba el azabache-. ¿Me dirás o no?

-Solo porque me quedé sin cerveza y estoy tomando la última -afirmaba.

-Eso es genial.

SeokJin cortaba el llamado y se preguntaba nuevamente sobre si invitar a aquel chico a su apartamento era correcto. Luego un mensaje le llegaba, y solo parecía la provocación final para hacerlo caer.

"Me harás creer que no quieres enamorarte de mí si te niegas a verme. Solo serán unos tragos y una charla amigable de lunes... Vamos. No pienses demasiado."

-Bastardo -murmuraba mandando su dirección.

Minutos más tarde SeokJin pensaba en ponerse pasable y quitarse el pantalón de chandal que tenía, pero ¿para qué? él no quería conquistar al tal Vante. Él solo quería... No estaba seguro, pero quería ver al tipo, sin embargo no optaba por mejorar su aspecto. Llevaba una remera blanca que tenía su cuello en V bastante estirado por lo que sus clavículas se veían increíbles.

TaeHyung por su parte, conducía ansioso y era la primera vez en tanto tanto tiempo que tenía ese sentimiento.

-Aish ¿por qué estoy ansioso? -se preguntaba mientras daba saltitos en el asiento del conductor y el semáforo parecía tardar años en pasar de rojo a verde.

Había notado que no vivía tan lejos de SeokJin, eso le daba sentido al bar nocturno en el que se habían encontrado. Les quedaba a ambos en un punto medio. Las cervezas estaban bien frías y esperaba que perdurarán hasta llegar, su portafolio estaba en el asiento del copiloto y había seleccionado unos dibujos en lápiz y carbón. Estaba decidido a mostrarle que todo era estrictamente profesional o al menos había un motivo detrás de esto y no que era un simple pervertido obsesionado con él.

Con sus ojos, sus hombros, sus labios... TaeHyung sacudía su cabeza y se concentraba. Llevaba un pantalón de vestir ancho y cómodo de color negro, una remera blanca y una boina negra que escondía sus rizos alborotados. Al llegar, estacionaba en la esquina del edificio de Jin, tomaba su teléfono, portafolio y pack de cervezas y se dirigía a la entrada. Timbre, la voz grave de SeokJin y él se sentía ansioso por de más.

Una vez arriba, sentía los nervios, mientras esperaba a que la puerta se abriera, cuando lo hacía veía a SeokJin con su cabello lacio hacia atrás y tenía esta mirada seria que hacía a TaeHyung entrar en calor. El profesor sonreía como solo él sabía hacerlo y levantaba el pack de cervezas y su portafolio.

- ¿Puedo pasar? -preguntaba.

-Deja tus zapatos en la puerta y ponte estas pantuflas -mencionaba señalando el piso.

Luego se hacía a un lado y estiraba su brazo para permitirle pasar. El apartamento de SeokJin no era grande, al entrar una librero llena de libros y cuadros separaba la entrada de la sala, luego ésta era un tamaño normal, con un juego de sofas de cuero blanco, el plasma en una esquina y una mesa ratona. Luego una ventana invitaba a mirar en dirección a la cocina, una isla angosta separaba la sala de la misma y luego un pasillo en dirección a su baño y habitación.

-Que adorable lugar... -mencionaba el pintor.

-Si llegas a despreciar mí apartamento por su tamaño... -mencionaba SeokJin y se acercaba pegando su cuerpo al ajeno y su rostro a la nuca de TaeHyung para susurrar cerca de su oreja-, pateare tu increíble culo fuera de aquí.

TaeHyung sentía una fuerte corriente de electricidad y se giraba mirarlo. SeokJin tenía esa dura mirada que lo hacía ver demasiado sensual. El bonito profesor mordía su labio y sonreía ladino.

- ¿"Increíble culo", eh? -replicaba.

SeokJin pasaba su brazo hacia adelante para tomar el pack de cervezas, rozaba la mano de TaeHyung en el proceso, le quitaba el pack y lo levantaba frente a su bonito rostro.

-Esto fue lo que aseguro tu visita. Este fue tu boleto de entrada, no tu culo

-La próxima traeré una botella de vino... -susurraba TaeHyung.

Una sonrisa tiraba de los labios carnosos de SeokJin, el espacio no existía de un cuerpo a otro y no parecían estar incómodos ante aquello.

-Halague tu parte trasera y ya estás coqueteando conmigo. Mírate que fácil eras... -se burlaba.

TaeHyung suspiraba y atacaba-. Estoy seguro que lo que estoy sintiendo en mí culo no es tu celular en el bolsillo... Así que no me acuses de ser el único fácil y calentón de los dos.

SeokJin se alejaba, aún con esa bonita sonrisa pintada y TaeHyung giraba a verlo de pies a cabeza. Sin tapujos y relamia sus labios, tomaba su portafolio y lo sacudía frente al castaño.

-Soy profesional. Soy profesional...

-Si, claro - SeokJin rodaba los ojos y dejaba el pack sobre la mesa-. Siéntate, traeré unos snacks ¿te parece?

-Perfecto.

SeokJin iba a la cocina para llenar diferente cuencos con aperitivos rápidos y TaeHyung lo miraba desde la comodidad del sillón. Elevaba sus pies y abría su portafolio, quería evitar mirar la espalda de SeokJin en el proceso, de hecho queria evitar mirar a SeokJin, pero del tipo tenía este jodido imán y sus ojos solo miraban sin su consentimiento. Minutos después el castaño volvía y se sentaba junto a él, ponía un canal de música y bajaba un poco el volumen.

-Bien, ya estás aquí... Ahora explícame lo de exhibir mí maldita pintura, si hipotéticamente hablando, llegara aceptar.

TaeHyung dejaba su carpeta a un lado y tomaba una cerveza para él. Abría la lata y tomaba un largo sorbo, dejaba caer su cabeza hacia atrás y SeokJin observaba como se movía su nuez debido a aquella acción.

-Bien, mí profesor me dijo que si logro llevar a cabo este reto con éxito, un importante pintor podria exhibir dicha pintura en su galería

-Eso es jodidamente incómodo

-Jinnie-...

-Jin o SeokJin, en todo caso -añadía.

TaeHyung ponía los ojos en blanco-. No voy a dibujar tu polla en detalle. Relájate, un desnudo no tiene que ser algo tan crudo o al menos no planeo hacerlo de esa forma -mencionaba.

SeokJin entrecerraba sus ojos.

-No será tan crudo, hombre -exclamaba-. Hay poses que puedes hacer o que te puedo decir sin necesidad de dibujar tu culo o al pequeño Jinnie en detalle.

SeokJin alzaba sus cejas-. Yo no tengo un "pequeño Jinnie" entre las piernas -respondía gravemente.

TaeHyung alzaba sus cejas y lo miraba desafiante-. No lo sé, lo siento. No tengo pruebas, pero estoy decidido a qué me las muestres... Si quieres.

SeokJin comenzaba a reír de forma sarcástica y sacudía su cabeza en negación.

-Que buen sentido del humor tienes... -soltaba SeokJin. TaeHyung se encogía de hombros-. Muéstrame que tienes ahí...

- ¿A dónde? -preguntaba con ese tono seductor.

-El portafolio -aclaraba SeokJin.

TaeHyung le alcanzaba su carpeta para que éste la tomara-. Míralo por tu cuenta. Son solo versiones en lápiz o carbón, no son muchas y todas tienen una versión más grande. Son los desafíos que he hecho

-Claro, para relacionarte con la gente -soltaba SeokJin, mirando los dibujos con atención-. ¿Y te ha servido? -preguntaba sin despegar la vista.

-Seré sincero contigo...

-No te ha servido -interrumpía Jin y lo miraba-, ¿Siquiera le echas ganas cuando lo haces?

TaeHyung alzaba sus cejas-. Hombre, se ven geniales

-Oh, los dibujos si. Realmente eres extraordinario, pero dijiste que tu profesor te da estos retos para que aprendas a relacionarte y mí pregunta se trataba de esa parte en particular ¿le pones ganas a tu forma de comunicarte con el resto?

-Ah... bueno -TaeHyung quería decir que iba excelente en su especie de terapia, pero al mirar los ojos de SeokJin y como este lo miraba atentamente él simplemente soltaba-, aún no puedo ser totalmente bueno en esto y sigo confundiendo empatía con manipulación

-Mmm... -SeokJin volvía sus ojos al dibujo del momento-. Se nota que te falta demasiado trabajo...

- ¿Te gustó mí dibujo de ti? -preguntaba TaeHyung, cambiando de tema.

SeokJin lo miraba-. Te dije que la carita de torta del Jinnie chibi me dejó un poco acomplejado

-Hablo del primero... ¿Te gustó? -insistía acercándose a SeokJin.

El dueño de la casa dejaba la carpeta a un lado y bebía una cerveza antes de responder, TaeHyung lo miraba embelesado, sus labios sobre la lata, su nuez subiendo y bajando al bebé. Su largo cuello y clavícula que salían a saludarlo y tentarlo.

-Me encantó -admitía-, eres increíble y me diste un regalo genial.

TaeHyung sonreía y se acercaba otro poco viendo el rostro de Jin en detalle. SeokJin pasaba saliva y se quedaba quieto en su lugar. Se sentía una especie de bicho raro por ser observado de esa forma. Los ojos de TaeHyung le recorrían viendolo con atención.

- ¿Qué tengo? -preguntaba en un susurro casi ahogado.

La mano de TaeHyung se elevaba y la llavaba a los labios de éste para tocar el belfo inferior y superior con su dedo índice y corazón. SeokJin retenía el aliento.

-Juro que repasé tu boca más de una vez... -replicaba, también susurrando.

-Lo lamento por ti... -articulaba como podía.

Los ojos de Tae estaban clavados sobre esto y los tocaba con total delicadeza y hasta algo de devoción.

-Me encantan... -el pintor alzaba la vista y SeokJin tragaba duro-. Te lo dije ya, son salvajes y también parecen ser muy dulces...

SeokJin tragaba duro-. No lo son.

TaeHyung enarcaba una ceja y volvía a mirarlo-. ¿Me dejas probar?

Bueno bueno bueno
👀👀👀👀
Tremendo... O no?

Con amor niñita Nany 💜

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