Último día del festival.
NARRADOR.
-¡ROJO ES ROJO, Y AZUL ES AZUL! ¡NO ROSA Y LILA, PEDAZO DE-!
-Alison, si sigues tratándolos así dejarán de ayudarte. -susurró Connor irritado, posando sus pies sobre un asiento. Siento ese muestra así, tan... Misterioso. Cuando en realidad es un tipo común y corriente que le teme a los gatos porque le orinaron su pepinillo.
Pero bueno, él quiere verse así frente a su amada.
Los chicos salieron corriendo espantados por el mal genio de la presidenta. Incluso yo tiemblo a aveces frente a este mujer.
-¡DEJA DE HOLGAZANEAR! -gritó Alison golpeando a Connor en la cabeza, tan fuerte que pudo oírse lo hueca que está.
Él tomó su brazo, intentando recrear alguna escena romántica, que, como todos sabrán, terminará en ridículo.
-Sí, como sea. -parte su vista, pensando en las tonterías que haría si dice algo. Movió sus pies y se retiró molesto al baño-.
-Ahora solo tengo que ponerme el traje... -entró a uno de los baños el emo trucho, pero se decepcionó al ver que estaba hecho un asco-. Puedo esperar el otro...
Un chico delgado, alto, y con cabello castaño entró con una sonrisa.
Tan coqueto como siempre.
-Eres de la clase de matemáticas, ¿no? -intentó sacarle plática para no pensar en el papel lleno de eses en el suelo. De verdad que son asquerosos...
-¿Eh? -volteó a verlo, Connor, fingiendo no darle mucha importancia- Sí... -apartó la vista nuevamente con ese aire misterio, pensando que es un rompe óvalos, cuando lo único que rompe es su dignidad.
-Soy Chat, nos hemos visto muchas veces. -extendió su mano sin perder la sonrisa. Claro, has un amigo en el baño asqueroso, felicidades.
-Sí... -respondió algo molesto, Connor. En realidad le daba igual, pero... Un chico misterioso nunca debe mostrarse interesado. O eso decían los consejos del ridículo Jackson.
-Entraré al baño... -Chat comenzó a abrir la puerta de aquel baño asqueroso, sin perder su gran sonrisa. Lo mejor es ser positivo ante los desastres que están por venir, y con eso me refiero a una diarrea.
-No entres, está... -el pobre Connor no pude terminar sus palabras.
Terminó de abrir la puerta y la cerró inmediatamente sin serví más. Volteó a verlo apretando los labios y moviendo la cabeza de un lado a otro, decepcionado de los hombres.
-Hecho un desastre. -se dió la vuelta, Chat, fingiendo no haber osado por un gigantesco trauma visual y dejó aquel baño.
"Ingenuo" -pensó Connor riendo en su interior. Disfrutaba la miseria de los demás después de aquel trágico viernes 13.
-¿Puedo comer algo? Muero de hambre. -preguntó el gato saliendo de la bolsa, con cara de póker y voz amenazante. Alguien dele comida o devorará la ciudad.
-¡¿Qué haces aquí, demonio?! -exclama Connor, sacando su cruz.
Hace una semana, el padre decidió visitarlos después de tanto pedidos.
Pero terminó huyendo al ver a un emo trucho, dos gays bailando la Macarena, y a un gato poseído.
Así que Connor comenzó a aprender de exorcismos con gente oscura como él.
-¿Sigues con eso? ¿Aún no me superas? Por favor, madura idiota. -y Jackson le volvió a dar el mismo sermón de siempre. Vamos, solo son jóvenes y uno de ellos es un gato. Es completamente normal, incluso para un narrador tan perfecto como yo.
-¿Ahora también lo odias a él? -comienzan a hablar de mí, sabiendo que tengo el poder de la narración. ¡Si serán zopencos, están rompiendo al cuarta pared!
-Sí... -volteó a verme Jackson, afilando sus uñas con cuidado en la mochila de Connor- El maldito censura mis frases épicas.
-Disculpa, gato demonio, si tanto te molesta mi presencia, tengo otras cosas que hacer. -le escupo y me retiro en mi nube como si fuera Dios.
NARRA JACKSON.
Eso fue una jalada...
-Ya decía que tantas historias le afectaban la cabeza. Pobre chico, lo presionan y no puede hacer nada. -susurro perturbado por la situación de Ethan, el narrador-. Bueno, a lo que íbamos, necesito comida.
-¿Puedes esperar? Tengo que vestirme de... -lo interrumpo antes de que entre al baño.
-Bla, bla, miaw, no me interesa, quiero comer. -poso mis lindas patitas en sus manos, queriendo convencerlo. Todos caen ante nuestra belleza.
-Maldito... -levantó su mano contra mí, decidió a gloriarme. Lo miré de la forma más tierna y bajó la mano lentamente- ¿Puedes... -apartó la vista-, esperar a que me ponga el traje? Y antes de ir a la casa embrujada te compro algo de comer...
Ja, lo sabía, nadie se resiste, ni si quiera un emo. Somos bellezas andantes. ¡Tan tiernos!
-Suena bien, me miawcantaría. -exclamo felizmente. Y así chicos, es como se consigue lo que se quiere.
-¡¡ESA PALABRA NO EXISTE!!
-Pues... Seré el rey de las palabras gatunas. -susurro bajando de su mochila, para que él pueda sacar su disfraz.
-. . . -No dice nada. Solo entra al baño completamente molesto por no haberse podido negar.
~•~•~•~
-¡No entres, aún no acabo! -escucho sus gritos de nene del otro lado. Lleva más de 20 minutos ahí adentro. ¡Tengo hambre y este tipo decidió ser tragado por la taza Justo ahora!
-Vamos, Connor, tenemos lo mismo. -dije entrando por abajo, de manera pervertida solo para molestarlo. Si ya es raro que un chico te vea, imagínate un gato negro.
-¡¡NO, NO LO TENEMOS!! ¡¿Por qué diablos quieres entrar?! -grita moviendo sus pies rápidamente evitando rozarme.
-No, pero lo tendremos... -miré atrás de él, admirando el hermoso escusado por el que podría tomar agua- Solo quiero hecharle un ojo a la taza.
-¡¡FUERA DE AQUÍ!! -me pateó con brusquedad. Hey, soy un bebé, trátame con más delicadeza.
-Oh, diablos... -susurré algo atemorizado al sentir el cosquilleo en mi cuerpo. Sí, es lo que creo que es.
Maldición, ¿por qué justo cuando tengo hambre?
-¿Qué pasa... Te lastimé? -salió un minuto para verme. Está preocupado aunque finja no estarlo- ¿Jackson, estás bien? -pregunta nuevamente intentando buscarme.
-¡NO ME VEAS! -grité azotando la puerta. No quiero que me vea así... Esto me da tanta pena.
-Sal de ahí, tarado. -golpea la puerta causando que de un brinco del susto.
NARRA CONNOR.
Abrí la puerta del baño donde se metió Jackson, intentando buscarlo. Pero es un baño de servicio grande aquí que... Esperen, un minuto...
¿Cómo rayos la cerró con sus patas?
-¿Eh? -susurro algo confundido al ver marcas de garras en la puerta.
-¡Que no me veas! -me noqueó azotándola en mi rostro, dejándome inconsciente por unos minutos.
Hijo de... Gata...
~•~•~•~
-¡CONNOR! ¡¿AÚN ESTÁS VIVO?! -gritó un chico con cabello negro y ojos verdes como el pasto, golpeando mi rostro tan fuerte como si fuera un gordo de 180kg-. ¡Deja de dormirte!
-¿Quién diablos eres? -susurro aún mareado, sintiendo como late el moretón con fuerza. Tiene mi cabeza en sus piernas y me está sosteniendo con sus manos para que no toque el suelo mi espalda.
-Soy... -apartó la vista algo apenado, y susurró entre cortado- Jackson...
-¡¿EH?! -me levanté de su regazo rápidamente, confundido y asustado. ¿Qué diablos? ¿Acaba de decir Jackson?
-Es la segunda vez que que me convierto por accidente... Odio esto... La última vez duró 5 minutos, tal vez es por qué ya falta un mes... -explica él tranquilamente mientras yo aún intento analizar todo-. Odio mi forma de humano... ¿Puedes evitar que alguien me vea hasta volver a como era antes? -pregunta intentando levantarme.
-Tengo que procesarlo. -aparto sus manos bruscamente. Estoy confundido. Me siento más mareado... Creo que me voy a volver...
-¡Connor! -me agarra nuevamente de la espalda y me endereza con cuidado- ¿Estás bien? -pregunta con voz angelical y ojos brillando, casi como un ángel negro mitad gato que me está salvando de caer nuevamente en el asqueroso piso. Este tipo es raro, pero sigue siendo Jackson.
-¿Es mi imaginación o hacerte humano te hizo más amable? -pregunté sonriente intentando mantenerme de pie. Se enfureció. Ja, es divertido molestarlo así.
-Jaja, que gracioso... -respira profundo soltándome. Me sostengo de una puerta- MUÉRETE. -remarca las sílabas justo enfrente de mi rostro, dándome un empujón- Nuestra personalidad cambia depende de la forma, idiota.
Pero incluso mi forma humana, a pesar de que le cuesta ser malo, tiene su propia forma de ser. -me voltea a ver con una expresión algo tenebrosa.
Su personalidad cambia, eh... ¿Por qué pasa esto con los gatos? Tal vez es alguna forma en la que pueden adaptarse a esta vida...
No estoy seguro.
-He aquí, Jackson. En definitiva es él... -comienzo a hablar, intentando molestarlo. Me perturba verlo en forma humana, tal vez esto me tranquilice más-. De ángel a demonio, de gato a humano, ¡es Jackson!
-¡CÁLLATE, idiota! -grita dejando ver todos sus colmillos. Diablos, eso fue más perturbador que cuando mis padres bailan la Macarena-. Tengo hambre... -susurra viendo su estómago con dolor.
-Vamos por algo de comer... -lo interrumpo volviendo en mí. La comida que ellos comen no es suficiente para un adulto, menos para un chico tan alto.
~•~•~•~
-¿Acabas de ronronear? -susurro un poco perturbado mientras caminamos alrededor de la multitud. Ah... Probablemente estoy haciendo una expresión ridícula.
-No -niega sin apartar la vista del frente.
-Sí, lo hiciste -repito una vez más, apartando a un señor de mi camino.
-No -y él niega nuevamente ignorando que estoy atorado entre la multitud.
-Sí -me toma de la mano y me saca como un libro de estantería.
-¿Y si lo hice qué? -vuelve a estar serio. Agh... En serio que se volvió más bipolar que Alison. ¿Por qué está clase de personas me rodean? -¿No eres tú el bipolar?-
-Muestra que tienes una gran afición por esas chicas que se te pegan como chicle -susurro bajando la vista, y me encuentro con un montón de chicas abrazándolo del torso. Están aquí desde hace rato-. ¡¿Cómo diablos le haces para que no se te despeguen?! -pregunto exaltado e incómodo por tal vista.
-Un chico con cabello negro, apuesto, y de ojos verdes, no se ve mucho en estos días. -se levanta su propio ego, recuperando la baja autoestima que tenía que parecer humano-. Las tendrías igual si te cortaras tu cabello, te lo pintaras, y no trajeras ese traje ridículo puesto. -¿cómo que las tendrías? ¡Opresor!-
-No tengo ni un traje... -susurro confundido mirando mi atuendo- Cancelé mi turno. Solo tengo mi ropa normal. -me cruzo de brazos, intentando ignorar que se refería a eso.
-A eso me refiero. -aguanta las risas. ¡¿Cuál es el problema que me vista de negro?! ¡Soy un emo! -solo sigues el estereotipo-
-Maldito... -digo intentando tragarme el enojo. No sé qué tiene con molestarle tanto. Creo que, como somos jóvenes, algo nos termina haciéndose estúpidos. Me quedo pensativo, viendo directamente a los ojos. Sí, con muy verdes-. Tus ojos son como...
-¿El verde del bosque? Si, lo sé. -sonríe pasando la palma de sus manos por su rostro. Es un egocéntrico. Pero no tanto como el narrador y Near.
-¿Cómo sabías lo que iba a decir? -pregunto entre risas deteniéndome en un puesto para comprar unos tacos. No saben igual que los mexicanos, ya que no estamos en México. Pero tacos son tacos y saben ricos.
-Mi madre me lo dijo. -susurra detrás de mí.
Y ahí voy, de nuevo con mi bocota.
Agh... De verdad que no puedo hacer nada bien más que estudiar.
-Oh... -me muestro tranquilo. No tengo derecho para compadecerlo si él ya lo superó. Yo no conocí a mis padres, pero es molesto que alguien siempre intente preguntarme al respecto.
-¡Dame! -me arrebata la comida en un instante, cuando apenas estaba pagando. Sí, así es como se pierde la comida en cada casa donde tienen gatos...
-Olvidé por un momento que eras un gato. -digo irritado, terminado de pagar los tacos que ahora él se está tragando. Bueno, de todas maneras, los compré para él-. Me caes mejor así. -lo señalo, refiriéndome a su forma humana.
-Lo sé -baja el taco un instante-. ¿Sabes? -se acerca y respira profundamente de manera burlona- Te sigo odiando.
-Yo también. -susurro a su oído de igual manera. Sí, esto me agrada más que verlo como un gato. Somos como adolescente normales.
-Ja, ja... Que gracioso. -y de nuevo muerde su taco como si su vida dependiera de ello. Bueno, su estómago.
Después de comer un poco, nos movimos a la casa del terror, solo para ver quién es más valiente. Tal vez los gritos bajen la comida y por ahí él haga el ridículo.
Es divertido pasar el tiempo como amigos. No recuerdo la última vez que hice esto.
La mayoría de los niños me alejaban por mi aspecto y otros cuando se enteraban de que mis padres eran hombres.
-No le tengo miedo a estas cosas -digo golpeando a un muñeco-. No entiendo cual es el chiste de es...
-¡Miaw! -su maullido es tan fuerte. Es humano, pero aún puede maullar de alguna u otra forma. ¡Que miedo!
-¡AHHHHH! -grit9 asustado por Jackson, el cual estaba justo detrás de mí esperando mi reacción ante sus sonidos demoniacos- ¡TE VOY A MATAR! -entro persiguiéndolo más al fondo. ¡Ese tipo! Estamos en medio de un lugar oscuro y tenebroso, y lo primero que hace es maullar como gata en celo.
-¡¿DÓNDE ESTÁS GATITO?! -corro por el lugar intentando buscarlo. Censura. Me quedo pensativo al ver que fui censurado- ¡Pero yo estoy narrando! -le grito al narrador con molestia y sigo mi camino.
-Connor. -oigo su voz ahora muy lejana. Que escalofríos, podría ser fácilmente el mismo diablo.
-¡Te atrapé! -volteo rápidamente intentando agarrarlo, peor no veo absolutamente nada- ¿Jack... son?
-Estoy acá abajo, idiota. -miro a mi alrededor buscándolo. Hay una mancha negra en el suelo.
-¡Ahhhh! -grito de nuevo asustado, intentando no orinarme. Los gatos siempre serán mi más grande pesadilla- Oh, eres tú. -intento calmar mi respiración al ver sus ojos verdes. Es Jackson-. Eres un gato, de nuevo...
Me siento decepcionado. Detesto su forma gatuna. Los recuerdos de los gatos asesino siente me atacan.
También me recuerdan a los gatos que me atacaron cuando estaba en el orfanato...
-Nah, solo soy un gato con problemas emocionales, mucha hambre, y que dice terribles chistes. ¡Sí, soy Jackson! -grita terminando con un maullido muy leve. Sí, sus chistes son los más terribles. Como aquella vez que me dijo que se iba a Televisa para grabar una novela de gatos millonarios.
-¡Nadie me ha espantado! -grito entre risas alabándome a mi mismo. Técnicamente... Yo solo me espanté.
-Ya quisieras, perro enfermo. -oigo una voz detrás de mí. Me acaba de llamar perro... Y enfermo...
Un minuto, ¡¿quién diablos es?!
-¡Ahhhh! -grito nuevamente como loco al ver a Alison con la gata detrás de mí. ¡¿Es que me quieren dar todos un infarto?! ¡Mi corazón es muy leve! TRÁTENME CON CUIDADO.
-¿Qué haces? -preguntan las dos al mismo tiempo, confundidas por mi reacción. Estoy impactado por ver a una bipolar y a una gata amargada, solo eso.
Ethan: Sigo sin entender que aporta Alison...
Matt/Escritor: Es solo la simple vida de adolescentes y gatos...
-Solo estaba... -intento pensar en una buena excusa, pero soy interrumpido por el gato demoniaco y su horrible sentido del humor.
-Se saltó su turno. -dice, queriendo ver el mundo arder... O más bien, queriendo verme a mí ardiendo.
-¡¡CONNOR!! -y también a la presidenta.
-¡¡JACKSON!! -grito furioso, tomando con indignidad la mochila que cargo. ¡Se la aventaré! ¡¡Ojalá se rompa la cabeza y quede en coma! -¡maltrato animal!-
-¿Miaw?
~•~•~•~
-¿Qué necesitas? Puedo hacer lo que sea... -respondo molesto, con la cara vendada. Recibí fuertes golpes de la presidenta bipolar.
-Te quiero aquí, a esta hora, mañana -responde ella sin más, amarrando su cabello en una coleta. Es linda cuando está calmada. Siempre me he preguntado, ¿por qué su manera de ser tan hiperactiva frente a los chicos?
-¿Tendremos una cita? -pregunto ilusionado pegándome más a ella. Realmente es hermosa... Casi tan hermosa como mis chicas 2D.
-¡NO IDIOTA! Mañana vendrás a limpiar los salones -me da un ligero empujón al ver mi expresión-. Dos chicos más que fueron castigados vendrán también. Y tú ven con Jackson.
-¿Por qué fueron...? -pregunto algo sorprendido. Es raro que castigue de esa forma a alguien más que no sea yo.
-Uno intentó brincar desde alto, y el otro empujó a uno de ellos, y ahora gracias a su insensatez un chico está en coma -dice ella apretando sus manos-. Agh, los chicos de ahora no pueden ni con sus propios problemas. ¡Mírame, me visto de negro por qué odio la vida! ¡Mírame, aunque me vista de rosa y sea una rubia perfecta puedo suicidarme! ¡Mírame, tengo fleco, mi cabello es negro, y tengo piercings! ¡SOY LO MÁXIMO!
-. . . -la miro molesta.
-Oh, olvidé que eres un emo, I'm sorry. -dice Alison encogiéndose de hombros, terminando su oración con palabras en inglés. Bagh, no estamos en America. ¡¿Cómo quieres que entienda que acabas de decir?! ¡Soy bueno en todo menos inglés!
-Olvídalo... -me doy la vuelta estresado, y ella sale por la puerta principal cargando unas cajas. A veces desearía que la escuela se quemara... Ahh, al igual que el orfanato donde antes estaba.
Al parecer un niño enano se fue, haciendo que su amigo quemara el lugar enojado. ¿Cómo se llamaban esos mocosos? Solo recuerdo que uno era Demian. ¡AGH, QUÉMATE ESCUELA!
-¡Connor! -y la molesta voz proveniente de mi mochila vuelve a interrumpirme- ¡Tengo hambre! ¡No acabé de comer! -grita como un chico desesperado que no ha eyaculado desde hace tiempo. -te dejo pasar sin censura porque no es una mala palabra-
-¡Yo no comí nada! -grito indignado dándole un golpe a la bolsa de enfrente. Debo comprar una nueva mochila.
-¿Sabes lo que hace un gato con tu opinión? ¡Por un oído le entra y por la cola le sale! -grita infantilmente. ¡SUS CHISTES SON LO PEOR! Cuando salimos de la casa embrujada dijo que se haría un gato vampiro para poder beberse por completo a Jessica. ¡Eso es asqueroso!
-¡MALDITO!
-¡Jackson! -gritó la gata llegando con Alison nuevamente- Acá hay algo de comida. Ya pasaron las cajas por allá.
Al parecer ya se llevan muy bien. Últimamente conviven mucho a la hora de la comida. Los gatos y gatas son muy territoriales, pero ellos van bien.
-Miaw... -asoma su cabeza desde la mochila, intentando mostrarse tierno- Que amable -da un brinco pateándome hasta llegar al suelo y sigue a Jessica con oso veloz. Más bien... Con patitas veloces.
-Alto ahí, gatito. -susurra Jessica, dándole a entender que ni puede seguir su paso. Caminan juntos, dejándome solo con Alison en el salón. Me gusta estar cerca de ella... Pero a veces siento que no puedo portarme como soy en verdad. Me enamoré de alguien que me pone incómodo, que chiste.
-Wow, se llevan mejor, tú y Jackson. -susurra ella impactado al verme. Hace unos días tal vez le había gritado a Jackson y lo habría perseguido, pero ya no hacemos eso tan seguido.
-En tus sueños -respondo irritado cerrando mi mochila. ¡Ni loco me llevaré bien con ese gato! Nuestro odio mutuo sale cuando hablamos.
Aunque... Je, realmente me siento más cómodo cuando discutimos.
-No, es en serio, me agrada verlos juntos. Es realmente lindo -responde ella riendo al ver mi actitud. Agh... Meteré mi cabeza en agua y después de colgaré. Admití que me siento cómodo con el demonio.
-¿Sabes que sería más lindo? -me acerco a su cabello lentamente, intentando hacer que se sonroje. Aunque a veces siento que nunca llegaremos a ningún lado, ya que ella solo me ve como si compañero de clase y alguien molesto- Qué me dejaras...
Me da un golpe en el rostro.
Sí, y eso es una respuesta cruel.
Odio enamorarme de alguien así, pero ya saben... Cuando un joven se enamora termina mal.
-¡IDIOTA! ¡Has eso con alguien más, pero no conmigo! -grita indignada apartándome. Su hostilidad vuelve a aparecer- ¡Aparte eres gay!
-¡¿QUÉ?! -grito enojado al oír eso- ¡No lo soy!
-¿No? -pregunta sorprendida, deteniéndose en seco-. Es que como tus padres... -se tapa la boca rápidamente y me da una mirada estresante. Dijo algo que no debía...
-¡Mis padre, siempre mis malditos padres! -grito enojado, tirando mi mochila-. Vaya, a personas como tú les gusta juzgar un libro por su portada. -respondo mostrándome fuerte. Y la dejo en aquel salón.
¿Por qué siempre le dicen lo mismo?...
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Próximo capítulo...
Algunos problemas molestarán al gato y al emo...
Recién editado. :'v
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