Una erección había aparecido en los pantalones de Tzuyu al ver a Sana calentar antes de entrar a jugar voleibol en la clase de deportes.

Tzuyu no estaba haciendo nada en esos momentos más que cubrir con sus manos la erección que se encontraba en sus pantalones deportivos mientras yacía sentada en la banca viendo a los demás jugar ya que su turno aún no llegaba, o tal vez esa era solo una excusa que el entrenador había usado para dejarla fuera del juego a causa de lo mala que era en los deportes.

Sin embargo para ella era mejor estar ahí viendo a su prima prepararse para jugar, Sana lucía realmente sexy ante los ojos de Tzuyu en ese uniforme deportivo y tuvo el privilegio de verla a lo largo de todo el partido en el cual nunca participó.

Entonces cuando la clase acabó Sana fue a sentarse a su lado soltando una risita al ver las manos de Tzuyu cubrir su entrepierna.

Ella sabía lo que había ahí y se moría de ganas por escuchar a Tzuyu pedirle que la ayudara.

—Tengo una erección— Tzuyu susurró al oído de Sana cuando esta llegó a su lado.

Y Sana casi escupe su agua al notar lo prominente que lucía ese pedazo de carne tensionando los pantalones de Tzuyu hacia arriba, la cual había levantado un poco sus manos para que Sana viera que no mentía.

Entonces Sana se levantó de la banca en la que estaban y caminó con dirección al baño siendo seguida por Tzuyu.

Y una vez llegaron la mayor se encargó de revisar que no hubiera nadie ahí y cuando estuvo segura entró a uno de los cubículos llevándose a Tzuyu con ella.

Pero entonces se dió cuenta de que no había papel en el cubículo al que habían entrado.

Así que salió a revisar a los demás cubículos en busca de papel.

Nada.

Estaban jodidas.

No había forma de que Tzuyu no hiciera un desastre al correrse cuando la masturbara y era por eso que necesitaba papel para poder bajarle esa erección.

Además no habían traído condones para que Tzuyu dejara su orgasmo ahí.

—No hay papel— Sana informó regresando al cubículo en el que había dejado a su prima.

—¿Tendré que quedarme con las ganas?— Tzuyu preguntó con un puchero.

—No, solo... Déjame pensar en algo— La mayor intentó buscar una solución.

Y entonces la idea llegó a ella.

Si masturbaba a Tzuyu con su boca podría evitar el desaste de su orgasmo tragándoselo, además, no sería la primera vez que probara el semen de Tzuyu, ya que un día había lamido un poco de lo que la menor le había dejado en la mano después de una masturbación.

Sin embargo temía lastimar a Tzuyu, pues nunca antes le había hecho un oral.

Pero no había otra opción y el tiempo se estaba agotando.

Así que bajó levemente los pantalones de Tzuyu junto a su bóxer revelando la prominente erección de su prima.

—¿Qué vas a hacer?— La menor preguntó mientras veía a su prima atarse una coleta.

—Confía en mí— Sana pidió antes de arrodillarse frente a ella.

Y sin más acercó sus labios al pene de su prima para comenzar a deslizarlo dentro de su boca.

—Oh, mierda— Tzuyu exclamó tirando la cabeza para atrás.

Y Sana se alejó enseguida.

—¿Te lastimé?— Preguntó preocupada.

—No, de hecho se sintió muy bien— Tzuyu informó tomando a Sana de la coleta para acercarla de nuevo a su pene.

Y entonces la mayor volvió a metérselo a la boca.

El ritmo era guiado por Tzuyu quien soltaba gruñidos cada vez que Sana intentaba meterse todo su pene a la boca, lo cual terminaba en arcadas.

Pero de momento Sana encontró la forma de relajar la garganta para poder tomar todo el miembro de Tzuyu y rozar la punta de su nariz contra la pelvis de su prima.

Aquello fue el cielo para Tzuyu.

Poder entrar tan profundo en la boca de su prima hasta sentir su garganta con la punta de su pene la hizo delirar.

Era tan placentero sentirla hacer garganta profunda para ella, por lo cual sintió su orgasmo comenzar a construirse en su vientre.

Entonces Sana sacó casi por completo el pene de Tzuyu de su boca para comenzar a hacer circulos en la punta con su lengua.

Succionó un poco la cabeza del pene de Tzuyu y nuevamente volvió a metérselo por completo sintiendo como la menor la empujaba más cerca para deslizarse por el principio de su garganta.

Volvió a sacarlo y jugó con la punta succionando y lamiendo al rededor de la cabeza para sacarlo totalmente de su boca y lamer de la base a la punta del pene la cual capturó entre sus labios y con una succión volvió a bajar hasta enterrárselo en la garganta.

Entonces sin previo aviso Tzuyu comenzó a liberar su semen adentro de la boca de Sana sintiéndose en el paraíso cuando Sana succionaba para poder tragárselo todo.

Y una vez que su orgasmo terminó, Sana sacó el pene de Tzuyu de su boca lamiéndolo bien para retirar cualquier residuo de semen o saliva y seguidamente meterlo y acomodarlo en los bóxers de su prima antes de volver a subirle el pantalón.

Y mientras lo hacía escuchó a la menor hablar.

—Diablos Sana, ¿Por qué no habías hecho eso antes?

—Porque no nos habíamos quedado sin papel— Sana respondió una vez subió los pantalones de Tzuyu.

—Debes hacerlo más seguido, realmente lo disfruté— Tzuyu reconoció ayudando a Sana a levantarse del piso.

Los siguientes orales que Sana le hizo a su prima tuvo que verse en la necesidad de usar un preservativo, ya que los orgasmos de Tzuyu eran abundantes y para Sana había sido difícil tener que tragárselo todo la primera vez.

Sin embargo el sabor del latex no era algo que Sana disfrutara, así que en una de sus tantas visitas a la farmacia por condones encontró esos que prometían tener sabores a frutas, entonces quiso experimentar con ellos y no dudó en llevárselos a pesar del alto precio que tenían.

No se arrepintió de su compra al sentir el pene de Tzuyu cubierto de sabor a fresa y desde eso supo que serían sus favoritos.

Ese y más fueron los sabores que Sana probó en el pene de Tzuyu y realmente agradeció haber encontrado aquellos preservativos con sabor a frutas.