Prólogo
—¡Mamá no! No quiero ir al aeropuerto a recibir a Sana— Tzuyu se quejó por enésima vez.
—Solo dime una razón válida del por qué te has estado quejando de eso y te dejaré quedarte— La madre de Tzuyu no entendía la rebeldía de su hija.
—Ya te dije, estoy cansada, no quiero ir— Ella mintió.
—Cariño, tu prima viene desde Japón para visitarnos, no seas grosera y acompañanos a recibirla— Su padre intervino.
—Ahg— Tzuyu se quejó y cubrió su cuerpo completo con la sábana de su cama.
A decir verdad ella estaba bastante avergonzada, pues la última vez que vió a Sana había sido seis años atrás, cuando eran pubertas con las hormonas alborotadas y habían experimentado demasiadas cosas juntas, cosas que no eran comunes entre primas y cosas de las que Tzuyu no pensó arrepentirse ahora que era una adulta de 22 años.
Habían dado su primer beso juntas y habían perdido su virginidad de la misma manera cuando ella tenía 15 y Sana 17, nunca fueron novias debido a que estaría mal visto por el hecho de ser primas, pero a pesar de no tener ese título se atrevieron a experimentar muchísimo más de lo que era debido.
Creyó que después de eso todo iría bien y que Sana seguiría a su lado, sin embargo, un año después Sana se iría a Japón junto con sus padres para continuar su vida ahí.
Tzuyu pensó que esa fue la señal que necesitaba para pararlo todo y dejar de ver a su prima de la forma en la que lo hacía, porque Sana ya no vivía en Corea, habían pasado varios años de eso, pero ahora pasaría las vacaciones ahí, con ella, y Tzuyu no podía estar más avergonzada por aquello, es decir, se había acostado con su prima inumerables veces, ella se había ido, razón por la cual cortaron cualquier tipo de comunicación y ahora de la nada ¿Pasaría aquellos dos meses de vacaciones en su casa? ¿Acaso podría haber algo más vergonzoso que eso?
Entonces dando un suspiro se levantó de su cama, sus padres ya habían salido de su habitación por lo que comenzó a cambiarse ahí tomando cualquier ropa que tuviera a la mano. Realmente no quería ir, era obvio que Sana recordaba todo y eso la avergonzaba aún más.
Terminó de cambiarse y bajó a la sala en donde sus padres se encontraban esperando la hora indicada para ir a recoger a Sana del aeropuerto, obviamente estos no tenían ni la más remota idea de lo que había pasado entre ellas dos, por lo cual encontraban muy grosero de parte de Tzuyu el hecho de no querer ir a recoger a su prima cuando seis años atras esas dos eran inseparables.
Cuando la hora llegó Tzuyu se fué enojada al auto y se sentó ahí con los brazos cruzados, tenía una gorra, un cubrebocas, unos lentes y un lar de audífonos que la mantenían lo más lejos de la realidad posible, no quería que nadie la viera, se sentía demasiaso expuesta.
A medida que su padre continuaba conduciendo una idea fugaz pasó por la mente de Tzuyu.
"¿Qué tan diferente lucirá Sana ahora?" Se preguntó la taiwanesa y sin quererlo varias ideas de una Sana más desarrollada vinieron a su mente, la última vez que la vió tenía 17, si sus calculos no fallaban ella ahora debía tener 24 "¿Seguirá siendo igual de sexy y tierna como solía ser?" Se volvió a preguntar a lo que rápidamente negó y se dió una pequeña bofetada "Deja de pensar así de tu prima" Se regañó mentalmente.
Y en menos de lo que creyó ya se encontraban en el aeropuerto, así que a regañadientes bajó del auto y se dirigió hacia el interior del aeropuerto, todo iba tranquilo hasta que su madre le quitó su gorra, audífonos y lentes, dejándola únicamente con su cubrebocas.
—¡Mamá!— Tzuyu se quejó.
—Comportate Tzuyu, ya eres una adulta— Su madre la regañó, por lo cual, la contraria solo se limitó a bufar con los brazos cruzados mientras veía a la gente del aeropuerto pasar.
Y de momento una bonita castaña con una sudadera azul y el rostro cubierto por una bufanda café hizo contacto visual con ella, aquella chica llamó la atención de Tzuyu a tal punto de seguirla observando notando como esta se acercaba, Tzuyu creyó que era su día de suerte y esa chica le pediría su número.
Pero su optimismo se vino abajo cuando la escuchó hablar.
—¡Hola prima!— Aquella bonita castaña saludó.
Y entonces la reconoció.
—No puede ser— Tzuyu susurró para sí misma al darse cuenta de quien se trataba.
Era Sana.
Y entonces supo que serían unas largas y difíciles vacaciones.
A/N
La resubí porque wattpad me la eliminó, esta es una copia que tenía guardada, solo que ya no publicaré los recuerdos que venían cada 3 capítulos porque creo que ahí estuvo el problema :(
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