Puedes mentirle a todo el mundo, menos a ti. Nadie es perfecto; todos tenemos un lado malo y uno bueno. No todos tienen la capacidad de ver más allá de lo que tú muestras o quieres que vean. Cuando te sientas y hablas de tú a tú sin ocultarte nada por primera vez, hay verdades que te salvan de un adiós para siempre.

Hemos encontrado el problema... De manera inconsciente, llamar la atención siempre ha sido mi problema. Como un rompecabezas o como un cubo de Rubik, busqué y puse mi mente a trabajar al 100% para poder llegar hasta el final. Acertijos encontré en el largo recorrido hasta llegar a la verdad. ¿Y qué pasaba si en ese camino había alguien con quien conectábamos más allá de lo que se ve a simple vista?

Y se preguntarán: "¿Es que con él sí esto... pero con aquel no? ¿Por qué él hace y tú que deberías no lo haces?" Ese querer tener todo lo que a la simple vista demuestran tener o deben de tener en una relación "porque son la relación perfecta" es un error. No necesitamos el detalle; necesitamos sentirlo, saber lo que representamos en su vida para esa persona. Y si caemos en esa pregunta es porque existe duda, y si la duda existe, algo no está bien; se está cometiendo un error que nos llevará a más errores. "No es mejor vivir con la duda que saber la verdad".

Darle lugar a una duda es darle la oportunidad de que tu mente haga lo suyo y se involucre en lo que no le incumbe. Le das oportunidad de hacer preguntas en las que será ella quien responda a su gusto y como mejor le convenga. Por el respeto que tú sí tuviste hacia él, por el valor que tú tienes hacia ti, ahí hay que tomar una decisión.

Tú dices: "Hay cosas por las que vale la pena luchar; pero si el interés no es mutuo y uno de los dos solo lo hace para complacer la petición del otro, y no porque realmente es consciente de que él está haciendo algo mal; que ese cambio que hará no solo será por ti, sino que también lo hará por él, que está abierto a mejorar porque hay un propósito en común". Déjame decirte que ahí nada funcionará. Llegará el día que la historia volverá a repetirse. Nada volverá a hacerse igual; con cada intento fallido, todo se sentirá más desgastado.

Y vas por la mitad de ese viaje y ya has conseguido respuestas muy valiosas de muchos acertijos. Sabes que soy consciente de que las cagué, que hubo una falta de mí hacia ti. Sin justificar mi error, pero independientemente de eso, la falta más grande la cometí hacia mí. Fuera de ese contexto, eso no influyó en la manera en que yo sí te daba prioridad, la manera en que yo sí estaba dispuesta a mejorar y hacer crecer nuestra relación.

Pienso, estudio el caso de forma detallada y minuciosa. Llevo mi mente antes de ti, antes de... siempre que... Y me doy cuenta de que ha sido el mismo patrón, el mismo error siempre. Ahí es cuando surge una pregunta y una respuesta. "No te estás dando el valor que te mereces". "Permites autodestruirte por no saber en qué momento debías alejarte". "El que está en constante transformación se deja moldear de tal manera que no necesita buscar ni ver en nadie más lo que ya tiene".

Y antes de mi despedida, te hice saber que alguna vez sentí que contigo sí, sí se había podido... Pero hoy pude entender que tú nunca pensaste lo mismo.