14.
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—No quiero que te vayas monita preciosa. — me dice Jordan.
Esta vez no nos encontramos fuera de su casa, estamos en su habitación recostados en su cama mirándonos a los ojos. Jordan pasa su mano por mi cabello tratando de calmarse un poco mientras que yo trazo círculos imaginarios en su pecho.
—Yo tampoco quiero irme, pero...
No me dejó terminar porque arropó mis labios con los suyos ahogando mis palabras.
—No lo digas por favor... No lo digas.
Yo acuné su rostro en mis manos y volví a besarlo, pero esta vez no fue un beso tierno. Fue un beso carnal, de deseo, desesperado porque me tocara. Sus labios se movían con maestría sobre los míos domándolos y haciendo que me rindiera ante él, su lengua era como un poema, nuestro beso era una clara petición del uno al otro. Nos deseábamos, nos queríamos, queríamos pertenecemos el uno al otro entregándonos sin ningún impedimento.
Jordan abandonó su lugar junto a mi sin despegar sus labios de los míos y se colocó sobre mi a horcadas. Separamos nuestros labios por un instante para recuperar el aliento y nuevamente los unimos en un beso hambriento de deseo carnal. Él se apartó de mi boca y fue dejando besos suaves desde mi boca hasta mi cuello, estuvo un rato dejando besos allí, se sentía maravilloso, era como si sus besos me hicieran subir al cielo y luego bajar. Era una sensación embriagadora, no quería que se detuviera.
Mientras seguía besando mi cuello al mismo tiempo masajeaba mis pechos haciendo que me excitara más y empezará a soltar pequeños gemidos. Jordan volvió a besar mis labios para ahogar mis gemidos y luego se apartó bruscamente.
—No... No puedo. No puedo hacerlo. No hagamos ésto.
—¿Qué? ¿Por qué?
—No quiero obligarte a hacer esto.
—No me estás obligando a nada Jordan.— dije colocando mi mano en su mejilla — Yo quiero hacerlo cariño. Quiero hacer esto contigo. Si me voy a ir de aquí al menos quiero irme feliz pensando en el chico que amo.
Jordan besó mis labios suavemente, se apartó unos cuantos centímetros de mi rostro y mirándome fijamente a los ojos me dijo:
—¿Estás segura? Si no te sientes preparada podemos esperar y... — no terminó de hablar porque callé su parloteo con un beso.
—Estoy segura... Menso.— dije mordiendo su labio inferior.
No hizo falta nada de nada más para que Jordan me volviera a besar está vez subiendo mi camiseta para deshacerse de ella y masajear mis pechos por encima del sostén. Mientras seguía besándome pasó su mano por detrás de mí espalda para desabrochar mi sostén.
Despegó su boca de la mía y me recostó sobre la cama quedando sobre mí, nuevamente. Su boca descendió lentamente hasta mis pechos y entonces comenzó a besarlos, era aún más excitante que los besos en el cuello. Mis pezones se endurecieron al contacto con sus labios, su lengua y el suaves golpeteo de su cálido aliento contra mi piel desnuda. Me hacía sentir de una manera que nunca antes había experimentado.
Se separó unos centímetros de mi cuerpo para llevar su mano a mis vaqueros y desabrocharlos. Quitó el botón y bajó la cremallera de los pantalones en abrir y cerrar de ojos. Se levantó de la cama y de un jalón se deshizo de mis pantalones y los arrojó al suelo en alguna parte. Aprovechando que se había bajado de la cama se deshizo de su camiseta y sus pantalones también y luego volvió a la cama posando su cuerpo sobre el mío minuciosamente.
Lamía mis pechos con maestría mientras tenía la vista fija en mi rostro extasiado de placer. Bajo su mano lentamente hasta la parte baja de mi abdomen y comenzó a mover sus dedos sobre mi sexo con las bragas de por medio y aún así se sentía increíble. Después de un rato apartó mis bragas a un lado para tocar mi intimidad desnuda con sus cálidos y suaves dedos.
Primero movía sus dedos con lentitud para que me acostumbrara a la deliciosa sensación que provocaba, luego se movía cada vez más y más rápido hasta casi correrme en sus dedos, pero no lo hice.
Apartó su mano de mi intimidad y se alejó de mi para buscar algo en la mesita de noche junto a la cama. De allí sacó un pequeño envoltorio cuadrado de color plateado, el cual obviamente era un preservativo.
Volvió a besarme y colocó su miembro aún cubierto por la tela de sus boxers sobre mi sexo, dejándome sentir su enorme erección la cual presionaba mi intimidad y eso me gustaba. Sin alejarse de mi y no tengo idea de como lo hizo bajó mis bragas y se deshizo de ellas al igual que sea boxers quedando los dos completamente desnudos.
Jordan rasgó el envoltorio del preservativo con los dientes y lo colocó en su miembro. Para luego moverlo sobre mi intimidad sin penetrarme, era demasiado excitante.
Volvió a besarme, me miró a los ojos y me preguntó preocupado:
—¿Estás lista?
—Si — respondí con seguridad, para luego recibir un beso por parte suya.
Después de ese beso sentí como movía su enorme miembro sobre mi entrada haciendo que sintiera sensaciones embriagadoras hasta que ...
Lo sentí. Había entrado dentro de mi. Era doloroso, y ardiente. No me gustaba lo que estaba sintiendo, las lágrimas empezaron a rodar por mi abatido rostro. Jordan se pegó a mi y empezó a besarme para distraerme del terrible y desgarrador dolor que atacaba en mi abdomen y mi parte íntima impidiéndome toda posibilidad de moverme.
Mientras yo sollozaba por lo bajo Jordan se movía lentamente para que me acostumbrara a tenerlo dentro de mi y la verdad es que en ese momento me seguía doliendo pero no tanto como al principio.
El dolor fue disminuyendo según Jordán iba entrando y saliendo de mi interior hasta que me acostumbré al gran tamaño de su miembro. Ya no me dolía, está vez me gustaba.
Jordan seguía entrando y saliendo de mi con rapidez y delicadeza a la vez. Junto su frente con la mía mientras ambos gemíamos entre tanto placer y dijo:
—Te amo Lola... Mi Lola, mi mona.
—Yo soy tu mona y tú eres mi menso — dije con la respiración entrecortada por lo agitada que estaba, a lo que este respondió besando mis labios. Minutos después yo exploté mi clímax corriéndome alrededor de su miembro, mientras que este se corrió dentro del preservativo.
Jordan salió de mi intimidad con sumo cuidado de no lastimarme, acunó mi rostro en sus manos para dejar un último beso y después dejarse caer sobre la cama a mi lado con su pecho subiendo y bajando por lo agitado que estaba. Luego de recuperarse de su llegada al clímax decidió dirigirse al baño y desechar el preservativo usado.
Después de que Jordan saliera del baño se encontró con que yo traía puesta su camiseta a lo que este sonrío, luego se acostó en cucharita junto a mi abrazándome con todas sus fuerzas hasta quedarnos dormidos.
***
Abro los ojos con una lentitud realmente gigantesca tratando de acostumbrarme a la luz que entra por la ventana... La ventana de la habitación de Jordan, quien se encuentra dormido a mi lado con su brazo alrededor de mi cintura.
Jordan se ve hermoso incluso dormido, con su hermoso cabello rebelde alborotado, su musculoso abdomen desnudo, su pecho subiendo y bajando al ritmo de su respiración y sus hermosos y carnosos labios rosados extrañamente expandido en una hermosa sonrisa tal vez por algún sueño que esté teniendo. El punto es que sea como sea es hermoso.
Me levanto de la cama con sumo cuidado para no despertar a mi bello durmiente y me dirijo al baño para arreglarme un poco frente al espejo y no parecer un zombie chupa cabras cuando Jordan despierte.
Cuando vuelvo a la habitación veo un un papel sobre la mesa y como buena Lola que soy voy a echarle un vistazo sin permiso alguno. Si, se que no está bien pero la curiosidad me mata y... Bueno aceptemozlo nadie lo notará.
Cojo el papel de la mesa y sonrío al darme cuenta que es uno de los preciosos poemas de mi novio precioso.
Mi querida novia,
mi hermosa Fabiola,
no estaría con otra
porque cortarías mis bolas
Mi princesa hermosa,
ya no pienses mal.
Tengo que aclarar
te quiero a ti y a nadie más.
Ella es una intrusa,
no es de mi interés.
Y tú aquella persona
que me tiene en su poder.
No hagas caso a nadie.
Tú eres mi vivir
y quiero que tú sepas
que te pertenezco a ti.
Porque no podría
estar lejos de ti
llenas tú mi vida
No dudes de mí.
Buenos días preciosa te amo. Besos.
Quedé tan encantada por el poema que me acerqué a Jordan quien seguía dormido para depositar un beso en sus labios. Lo que menos esperé fue que respondiera mi beso porque estaba dormido o eso pensé yo, pero no, no era así, el menso que tengo por novio no sólo respondió mi beso, sino que me jaló del brazo haciendo quedara a horcadas encima de él.
—Buenos días monita preciosa.
—Buenos días menso — dije contra sus labios.
—¿Cómo estás? ¿Qué tal te sientes? ¿Te duele algo? — preguntó un poco preocupado refiriéndose a lo de la noche anterior.
—No, tranquilo, estoy bien, no me duele nada, no te preocupes. Además mi atento novio fue mi delicado conmigo ¿Cómo podría quejarme?
El solo sonrió y me separó de su pecho con suavidad para bajar de la cama.
—Démonos un baño tenemos que ir al instituto. — dijo algo apenado por lo de bañarnos juntos.
Yo sólo asentí y me dirigí al baño junto a él.
Ambos entramos a las ducha y Jordan abrió la regadera. Tomé el jabón y la esponja que había debajo de la regadera. Llené la esponja de de jabón y luego la coloqué donde lo había encontrado.
Comencé a restregar mis brazos cuando sentí la mano de Jordan sobre la mía inmediatamente levanté la mirada apenada y lo miré a los ojos. Sentí mis mejillas arder al máximo aun estando debajo del agua.
—No te avergüences, tu cuerpo es hermoso, tú eres hermosa.
Bajé la cabeza aún más avergonzada y él tomó mi mentón haciéndome subirla de nuevo y me besó.
—Te amo preciosa.— dijo para después tomar la esponja que tenía en mis manos y empezar a restregarme mientras me examinaba centímetro a centímetro. Yo no dije ni una palabra por lo nerviosa y avergonzada por tener a Jordan nuevamente desnudo junto a mi.
—Te toca — dijo tomando mi mano para dejarla sobre su pecho junto a la esponja.
Tomé la esponja y comencé a tallar su definido abdomen lentamente mientras que lo veía con ganas de besarlo.
Jordan al parecer parecer leyó mi mente porque me pegó a la pared y empezó a besarme como la noche anterior. Inmediatamente supe lo que venía y no se impedí. Jordan comenzó a besar mi cuello y apretar mis pechos convirtiéndome en un huracán de sensaciones vibrantes.
Tomó mi pierna y la subió sobre mi muslo para luego penetrarme rápidamente de una sola estocada. Eso era, nuevamente estábamos haciendo el amor.
***
Salimos del baño y procedimos a vestirnos para irnos al instituto.Cuando estábamos listos nos dirigimos directamente al instituto ya que llamé a las gemelas para que no pasarán por mi casa ya que me iría con Jordan en su auto y además si llegaban a mi casa mi mamá sabría que no me quedé en su casa como le dije anoche. De paso también llamé a mi mamá para que no se preocupara y decirle que me iba al instituto.
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