Tres años atrás.

Jungkook, entró con seguridad al pequeño establecimiento de su escuela... La cafetería.

Era el día perfecto para declararse a Taehyung.

Con pasos lentos pero seguros se acercaba tímidamente a la mesa del mayor. El castaño, había estado imaginando este momento durante dos años.

Finalmente, era el día.

A lo lejos observaba a su mejor amigo, YoonGi, darle apoyo moral con la mirada.

Al llegar, finalmente a la mesa del mayor, tocó su hombro repetidas veces, para poder ganar un poco de su atención.

Se posiciono delante de su Hyung y tímidamente extendió su mano para que este la tomara.

Su mayor la tomó con desconfianza, pensando que era una estúpida broma.

Los que estaban charlando, se callaron, los que estaban comiendo dejaron su comida en su plato. Todo por ese mínimo roce.

El menor aclaro su garganta, al sentir el silencio incómodo que se formo.

-K-Kim Taehyung, y-yo vengo este día a ti... Para que seas conocedor de mis sentimientos.

El mayor sentía que le faltaba el aire, finalmente, el estaba acostumbrado que muchas chicas de su escuela se le declarasen pero...Un chico...¿Es enserió?

-Homosexual de mierda-murmuro el mayor con intención que el castañito le escuchase-

Jungkook, quien abrió su boca para cantar la canción que este compuso quedó sudando helado por las palabras dichas por su mayor.

-¿Crees que teniendo a la mayoría de chicas en mi poder me fijaría en un chico? Ja, que imbécil.

Lo siguiente que se escucho es ese estúpido lugar... El sonido de una bandeja contra el frío suelo.

Taehyung la arrojo hacia Jungkook.

-Pendejo-dijo el mayor haciendo que múltiples risas se escuchasen en la cafetería-

Ni siquiera le importa estar sucio y manchado con puré de patatas... Mucho menos escucho las risas y burlas se sus compañeros.

Solo escuchaba su corazón romperse.