Chào các bạn! Vì nhiều lý do từ nay Truyen2U chính thức đổi tên là Truyen247.Pro. Mong các bạn tiếp tục ủng hộ truy cập tên miền mới này nhé! Mãi yêu... ♥

Capitulo 47

Clyde se quedó en silencio por un momento, mirando el vaso vacío en sus manos. La cara de amargura no desapareció, pero al menos dejó de toser. Lincoln se recostó ligeramente en su silla, cruzando los brazos mientras observaba a su amigo, evaluando si estaba listo para continuar con la conversación o si necesitaba otro trago.

Stella, por su parte, observaba todo desde su asiento, con el ceño fruncido y los brazos cruzados. Claramente, estaba preocupada por Clyde, pero también por cómo Lincoln manejaba la situación. No podía evitar sentir que las cosas estaban tomando un rumbo que no le agradaba.

-Clyde - Lincoln comenzó en un tono más relajado, - te entiendo. Yo también he estado ahí. Cuando el corazón se rompe, lo único que parece funcionar es desahogarse. A veces con amigos, a veces con un buen trago. Pero lo importante es no quedarse en eso. No puedes vivir sumido en la tristeza.

Clyde lo miró, aún con los ojos algo nublados por el llanto y el alcohol. No estaba seguro de qué decir, pero algo en las palabras de Lincoln lo hizo sentir un poco más aliviado.

-Lo sé, Lincoln... es solo que... Chloe nunca se ha ido así antes. No sé qué hice mal. Pensé que tal vez me entendería... pero parece que ni siquiera quiso escucharme. - La voz de Clyde era temblorosa, pero sincera.

Lincoln dejó el vaso de whisky en la mesa y lo miró con seriedad, sin burlarse, sin tratar de minimizar la situación.

-Clyde, el problema con las relaciones no es algo que siempre puedas controlar. A veces, las personas se asustan, se sienten presionadas o simplemente no están listas para lo que uno espera de ellas. No es que hayas hecho algo mal. Solo que quizás no estabas en el mismo nivel emocional que ella. Y eso está bien- 

Stella, que había estado en silencio, no pudo evitar intervenir.

-No me gusta que lo veas tan ligero. Clyde está sufriendo, y no creo que un trago sea la mejor solución-

Lincoln la miró por un momento, luego soltó una pequeña risa, aunque no con maldad.

-Mira, Stella, te entiendo, de verdad. Pero cada quien tiene su manera de lidiar con el dolor. Algunos lloran, otros hablan, y otros toman whisky-

Todo esto lo recordó Stella que estaba en su departamento, Stella se quedó en silencio, sintiendo cómo el peso de las palabras de Lincoln resonaba en su mente mientras se encontraba sentada en el sofá de su departamento, pero el ambiente en su apartamento estaba cargado de pensamientos. Se había quedado pensando en todo lo que había sucedido esa noche, especialmente en cómo Lincoln había manejado la situación con Clyde.

Se quedó mirando el teléfono durante unos segundos, indecisa si debía llamarle a Chloe para saber qué había pasado después de que se fuera corriendo del restaurante. Sin embargo, no lo hizo. Sentía que no tenía sentido presionar a nadie más en ese momento. Había visto lo que había ocurrido, y sabía que su amiga no estaba lista para enfrentar esa situación de manera directa.

Ella había querido intervenir más, ofrecerle a Clyde las palabras correctas, abrazarlo hasta que se sintiera mejor. Sin embargo, Lincoln parecía tener una perspectiva diferente. A veces, Stella sentía que Lincoln tenía una forma tan desenfadada de ver las cosas que resultaba difícil comprenderle por completo. Parecía siempre estar en control, incluso cuando la situación era emocionalmente complicada. Pero algo en su actitud hacia Clyde le hizo pensar que tal vez tenía razón en lo que decía. Tal vez Clyde necesitaba más tiempo para procesar sus emociones a su propio ritmo, tal vez el whisky solo era una pequeña parte de lo que estaba viviendo.

De repente el teléfono empezó a sonar y Stella se sobresaltó al escuchar el sonido rompiendo el silencio que había invadido su departamento. Miró la pantalla y vio que era un mensaje de texto. Al abrirlo, vio que era de Chloe, y aunque sentía un poco de ansiedad al leerlo, decidió abrirlo de todos modos.

"Lo siento, Stella... No sé qué pasó. Me asusté, no estaba lista para lo que sentí. Creo que Clyde no entiende que necesito tiempo. Estoy confundida. Gracias por todo, pero por favor, no le digas nada a Clyde de esto... Solo necesitaba estar sola."

Stella suspiró, sintiendo un nudo en el estómago. Aparentemente, Chloe también estaba luchando con sus propios sentimientos, aunque había decidido escapar de la situación. Sabía que no podía presionar a su amiga, pero la incertidumbre de lo que acababa de leer la hizo sentirse aún más preocupada. ¿Por qué Chloe se había ido de esa manera tan repentina?

Puso el teléfono sobre la mesa y se recostó en el sofá, sin saber muy bien qué hacer con todo esto.

"Necesito tiempo", esas palabras resonaban en su mente. Stella se preguntaba si la necesidad de espacio de Chloe era algo más profundo de lo que parecía, y si Clyde entendería eso cuando se lo explicara.

Por un momento, sintió la tentación de llamarla y tratar de aclarar las cosas, pero sabía que Chloe no quería hablar en ese momento. De alguna manera, todo parecía tan complicado y, al mismo tiempo, tan simple. Las emociones no siempre eran claras, y las decisiones, a veces, solo complicaban las cosas aún más.

................................................................................................................................................................

Por otro lado, vemos a Lucy que estaba en la biblioteca de su escuela leyendo tranquilamente y en silencio, casi no había nadie en la biblioteca solo muy pocos por no decir casi nadie, esta estaba sumida en las páginas de un libro de literatura clásica, pero su mente no lograba concentrarse por completo. Las palabras del texto parecían bailar ante sus ojos, pero su mente seguía regresando a la charla que había tenido con Lincoln, a decir verdad, no quería admitirlo, pero le gustaría ver el mundo como lo ve él ya que cuando le dijo su manera de ver el mundo de ella pareciese que él tenía algo con que contrarrestar su visión del mundo sumido en caos 

-Me gustaría seguir hablando con el...a decir verdad es interesante hablar de algunos temas con el-  

Esta solo cierra su libro y procede a levantarse para salir de la biblioteca y cuando lo hizo solo pudo ver a todos los estudiantes saliendo de sus aulas y de cómo estos empezaban a salir por la entrada principal, por lo que esta decidió salir también, sintiendo que el aire fresco de afuera podría despejar su mente. Mientras caminaba por los pasillos, observó cómo el bullicio de los estudiantes se desvanecía a medida que se acercaba a la salida. Aunque su entorno era tan diferente al caos interno que sentía, no podía evitar pensar en la conversación que había tenido con Lincoln. La forma en que él había hablado con tanta seguridad, como si tuviera todas las respuestas, la intrigaba profundamente.

Al salir del edificio, Lucy se encontró con el campus tranquilo. El sol de la tarde estaba comenzando a ponerse, tiñendo el cielo de tonos cálidos. Se sentó en uno de los bancos cercanos, sin un destino claro en mente, pero sintiendo que necesitaba un momento para pensar. Todo le parecía tan complicado últimamente. La escuela, las relaciones, sus propias inquietudes. A veces pensaba que el mundo de Lincoln, ese lugar donde todo parecía tan sencillo y directo, podría ofrecerle una perspectiva diferente.

- ¿Por qué no podrías ser más como él? - pensó mientras miraba el horizonte, sintiendo la brisa fresca acariciando su rostro. - ¿Por qué todo tiene que ser tan confuso? -

Pero en eso esta tropezó cayendo de rodillas y al levantar un poco la vista vio que se trataba de la chica popular que le había dicho que se alejara de rocky, no tuvo que saber que ella la derribo apropósito.

Maya estaba parada frente a ella, con una expresión algo altiva, pero con una sonrisa que no llegaba a sus ojos. Lucy sintió cómo su estómago se apretaba, y aunque estaba en el suelo, no pudo evitar que una oleada de enojo le invadiera.

- ¿Estás bien? - Maya preguntó, su tono insincero y cargado de sarcasmo.

Lucy, aun con las rodillas un poco adoloridas, se levantó con rapidez, limpiándose las manos en sus jeans. La indignación comenzó a mezclarse con la frustración. No entendía por qué Maya siempre la miraba como si fuera un estorbo, como si su presencia fuera un inconveniente.

- ¿Por qué lo hiciste? - Lucy no pudo evitar preguntarlo.

Maya soltó una pequeña risa, casi burlona. 

- ¿Qué me pasa? No tienes idea de cómo es todo esto, ¿verdad? - La voz de Maya sonaba como si estuviera jugando un juego, y el tono le sacó más incomodidad a Lucy que cualquier otra cosa.

Lucy la miró fijamente, tratando de mantener la calma. 

-No sé a qué te refieres- 

Cuando Lucy se levantó Maya le siguió diciendo de cosas, cosas las cuales Lucy no tenía idea de lo que estaba diciendo.

Por otro lado, Lincoln estaba en la casa loud sentado en el sofá con una camisa color morada con unos jeans color negro jugando videojuegos con Lily la cual se veía que esta estaba muy concentrada casi casi sudando mientras que Lincoln solo estaba tranquilo, en eso la pantalla del televisor aparece las siglas "Game over" y Lily solo se levantó del sofá levantando ambas manos y gritando 

- ¡Ja gane!

-Felicidades Lily, me ganaste-

-Soy la mejor-

-Si, sí que lo eres-

En eso el teléfono de Lincoln empieza a sonar y al ver ve que la señora loud le estaba llamando a lo que este contesta la llamada y al ponerlo en su oreja empieza la conversación con la señora loud y al preguntar él porque lo había llamado esta le dice que si podía llevar a Lily y recoger a Lucy para que las llevase a eructo hamburguesa a lo que este solo le dijo que no había problema, Lincoln colgó el teléfono y se estiró en el sofá, mirando a Lily con una sonrisa cómplice.

-Bueno, parece que tengo que hacer más trabajo - dijo, levantándose. - La señora Loud me acaba de pedir que te lleve a Eructo Hamburguesa y que recoja a Lucy en el camino.

Lily saltó del sofá y comenzó a saltar por la sala con emoción.

- ¡Eructo Hamburguesa! ¡Sí, sí! ¡Vamos, vamos! -

Lincoln se río y le dio un suave golpe en la cabeza mientras caminaba hacia la puerta. No era una salida especialmente planeada, pero de alguna manera, la idea de una hamburguesa la hacía sonar como un descanso bienvenido.

Mientras tanto, en el campus, Lucy aún intentaba procesar lo que acababa de ocurrir con Maya. La chica, con su actitud altiva, había seguido lanzándole comentarios hirientes, cada uno más insidioso que el anterior. Lucy había intentado mantenerse firme, pero la frustración y la incomodidad se acumulaban en su interior.

- ¿Qué quieres de mí, Maya? - Lucy le preguntó, tratando de controlar su tono.

Maya sonrió con suficiencia, disfrutando claramente del poder que tenía en esa situación.

-No te creas tan importante, Lucy. Solo quería mostrarte tu lugar. Tal vez si te alejas de Rocky, las cosas se vuelvan más sencillas para ti- Dijo con una mirada fría.

Lucy apretó los dientes. ¿Por qué Maya no podía simplemente dejarla en paz? Ya estaba cansada de todo esto. De repente, algo dentro de ella hizo clic. Decidió no dejar que las palabras de Maya la afectaran más de lo que ya lo habían hecho.}

- ¿Sabes qué? Creo que ya me cansé de escuchar tus tonterías, Maya. Si te hace sentir mejor humillarme, entonces adelante, pero no esperes que me quede callada para siempre. - Dijo Lucy con una calma tensa, antes de dar la vuelta y seguir caminando hacia la salida del campus.

Por suerte, la confrontación terminó sin que Maya pudiera responder, y Lucy respiró aliviada al dar unos pasos más firmes. No quería dar más importancia a la actitud de Maya, pero en el fondo sabía que algo estaba cambiando en ella, algo que le permitiría dejar atrás las inseguridades que Maya tanto alimentaba.

pero el gusto no le duro mucho ya que cuando dio el primer paso cayó al suelo y solo pudo escuchar las risas de todos en el campus y al ver sus tenis vio como estas estaban amarradas de un lado a otro y esta solo se preguntaba el cómo sucedió y al levantar la vista hacia donde estaba maya vio como esta estaba riéndose junto con sus amigas.

Lucy se quedó en el suelo, con el rostro ruborizado por la vergüenza. La risa de Maya y sus amigas resonaba en sus oídos, más fuerte que cualquier otra cosa en ese momento. Sus tenis, ahora enredados de una manera extraña, le impedían levantarse con rapidez. Todo lo que podía pensar era en lo humillada que se sentía. El dolor en su rodilla aumentaba, pero lo que más le dolía era el hecho de que Maya, una vez más, había conseguido hacerla sentir pequeña.

Con un suspiro de frustración, Lucy intentó desenredar los cordones de sus tenis, cada movimiento era una muestra de su impotencia. Finalmente, logró deshacer el nudo y ponerse de pie, aunque su orgullo estaba más roto que nunca. Sin embargo, algo dentro de ella se había encendido. La rabia que antes había estado reprimida ahora se hacía más fuerte. No iba a dejar que Maya la viera derrumbada, no iba a dejar que ese tipo de personas se salieran con la suya.

Lucy se giró hacia el grupo de chicas, con la cara seria y decidida, pero sin dejar de sentir ese nudo en el estómago. Maya, con su mirada de superioridad, se acercó como si estuviera en control de todo, mientras sus amigas se reían en un tono algo burlón. Lucy podía sentir el veneno de sus palabras antes de que incluso las dijeran.

- ¿Vas a seguir con la misma actitud, Lucy? - Maya preguntó, con una sonrisa que no alcanzaba a ser genuina.

Lucy, ahora más calmada, aunque con la adrenalina corriendo por su cuerpo, la miró fijamente.

- ¿Sabes qué, Maya? Me cansé de que me sigas molestando. No soy tu objetivo ni tu chiste, y si crees que voy a quedarme callada mientras te burlas de mí, estás muy equivocada. - Lucy se pasó la mano por el cabello y respiró hondo, sintiendo cómo la rabia se convertía en algo que la impulsaba hacia adelante, más allá de la humillación de hace solo unos minutos.

Maya la miró en silencio durante un segundo, como si estuviera midiendo si Lucy realmente estaba hablando en serio. Luego, con una risa forzada, giró sobre sus talones.

-No vale la pena seguir perdiendo el tiempo contigo. Me aburres, Lucy. - Y sin decir nada más, se dio la vuelta, seguida por sus amigas, que apenas podían contener sus sonrisas de complicidad.

Lucy observó cómo se alejaban, pero, en lugar de sentirse derrotada, una sensación extraña de liberación la invadió. Ella había hablado. Se había defendido. No importaba lo que Maya pensara de ella, ya no le daría el poder de hacerla sentir inferior.

En eso escucho una voz detrás de ella y al darse la vuelta vio a "la causa" de que maya la estuviese molestando durante mucho tiempo, rocky que era unos centímetros más pequeño que Lucy 

- ¿Qué quieres? -

Rocky miró a Lucy con una expresión que parecía una mezcla de duda y arrepentimiento. Había observado la confrontación entre Lucy y Maya desde lejos, y aunque no había intervenido, sentía que algo dentro de él se removía. Sabía que, en parte, él había sido el origen de muchas de las molestias que Lucy había estado enfrentando, sin quererlo, claro, pero aún así, no podía evitar sentirse culpable.

-No te preocupes por Maya, Lucy - dijo Rocky con tono bajo, algo incómodo. - Ella... no sabe cuándo parar. Pero tú no tienes que aguantarla.

Lucy lo miró fijamente. No sabía cómo reaccionar. No estaba segura de si debía sentirse aliviada por las palabras de Rocky o si solo le hablaba por lástima. En cualquier caso, se sintió un poco más tranquila por un momento, pero esa incomodidad no desapareció del todo. Rocky, el chico que había estado cerca de Maya y sus amigas, ahora parecía estar ofreciéndole algo parecido a una excusa. Sin embargo, Lucy no quería que la compadecieran.

-No me hables de Maya. No es ella el problema, Rocky. - Lucy cruzó los brazos, el tono de su voz ligeramente frío. - La gente como tú, que se queda callada cuando sabes lo que está pasando, también es parte del problema. Tú podrías haber hecho algo antes, pero simplemente te quedaste mirando.

Rocky se sorprendió por su franqueza, pero sabía que tenía razón. La relación entre él y Maya no era simple, y aunque a veces intentaba ser neutral, también se había dejado llevar por la dinámica que Maya había impuesto. No quería admitirlo, pero parte de él sabía que no había hecho lo suficiente para defender a Lucy. En lugar de eso, se había mantenido al margen.

-Yo... lo siento. No sé qué más decir, Lucy. No quería que te sintieras así. - Dijo Rocky, tocándose la nuca con nerviosismo.

Lucy lo miró en silencio, su mirada fija en él. No estaba segura de qué esperar de él, de si realmente lo que decía era sincero o simplemente una forma de quitarse la culpa. Sin embargo, al ver el nerviosismo en su rostro, algo en su interior comenzó a suavizarse. No sabía si podría perdonarlo, pero al menos entendía que no todo era tan blanco o negro. Rocky no había sido el culpable directo de sus problemas, pero sí había sido un espectador que había permitido que las cosas continuaran.

-No me pidas perdón, Rocky. No necesitas hacerlo - respondió Lucy, finalmente, en un tono menos áspero. - Pero si alguna vez realmente te importa lo que pasa conmigo, entonces demuéstralo. No te quedes callado, no me ignores cuando sé que puedes hacer algo. No sé si todo eso entre tú y Maya tenga solución, pero yo no voy a quedarme en silencio por más tiempo.

Rocky la miró, su rostro pasando por una serie de emociones. Aquel momento incómodo, cargado de silencios y palabras no dichas, finalmente parecía llegar a algún tipo de conclusión. Aunque sabía que no podría cambiar todo de inmediato, también comprendía que sus acciones o la falta de ellas tendrían un impacto en la vida de Lucy.

-Tienes razón - dijo finalmente, con voz baja. - Prometo que lo intentaré. No te prometo que todo se solucione de inmediato, pero sí que intentaré hacer que maya no te siga hostigando.

Lucy asintió lentamente, aunque no estaba completamente convencida de que las palabras de Rocky fueran suficientes. Pero algo en su interior la instaba a dar un paso atrás, a no exigir más de lo que él estaba dispuesto a ofrecer. Al menos por ahora, eso era todo lo que podía hacer.

-Está bien, Rocky - respondió, su tono un poco más relajado. - Vamos a ver si cumples con lo que dices o solo serán palabras al viento.

Antes de que Rocky pudiese decir algo vio como de repente lincoln llegó interrumpiendo lo que iba a decir a lo que lucy solo levantando la vista le pregunta el que hacía aquí, a lo que Lincoln soltando un bostezo largo le dice que ya iban un poco tarde por lo que son decir nada mas cargo a lucy como si fuese un costal de papas y se fue caminando pasando de largo a Rocky.

Lucy, aún sorprendida por la actitud despreocupada de Lincoln, no pudo evitar soltar un suspiro de resignación mientras era cargada como un costal de papas.

¡Lincoln! ¡Bájame ahora mismo! - exigió, golpeando ligeramente la espalda de su hermano con los puños.

-Como chillas, don't cry - respondió Lincoln, con su típico tono relajado. - Tu mamá me dijo que te llevara a Eructo Hamburguesa, y como ya vamos tarde, esto es más eficiente.

Lincoln, sin dejar de caminar, ignoraba los golpes ligeros de Lucy mientras ella protestaba enérgicamente. Lily, que iba trotando a su lado, no podía dejar de reír al ver a su hermana mayor siendo cargada de esa manera.

—¡Eres un desastre, Lincoln! —gritó Lucy, mientras intentaba mantener su dignidad a pesar de la situación.

—Un desastre eficiente, gracias —respondió Lincoln.

Mientras se alejaban Rocky no sabía lo que estaba pasando, Lucy continuó pataleando y quejándose, pero Lincoln parecía inmune a sus protestas. Después de unos minutos de caminar, finalmente llegó al estacionamiento, donde había dejado su bicicleta equipada con un carrito adjunto para llevar a Lily y ahora a Lucy. Colocó a Lucy en el asiento del carrito como si fuera un paquete más, mientras esta lo fulminaba con la mirada.

—¿De verdad era necesario esto? —preguntó Lucy, cruzando los brazos mientras Lily se acomodaba junto a ella con una sonrisa radiante.

—Totalmente necesario —respondió Lincoln, ajustando los pedales de la bicicleta y comprobando los frenos. —Además, admitámoslo, fue divertido. Bueno, para mí—

Lucy soltó un suspiro de resignación mientras veía a su hermano preparar la bicicleta. Lily, por otro lado, no podía contener su emoción.

—¡Eructo Hamburguesa, allá vamos! —gritó la pequeña con entusiasmo, haciendo que Lucy esbozara una leve sonrisa a pesar de todo.

Cuando Lincoln finalmente comenzó a pedalear, el carrito se movió suavemente por las calles. Lucy decidió dejar de resistirse y simplemente disfrutar del paseo.

Mientras Lincoln seguía pedaleando a lo que lucy le pregunto

— ¿Y tú motocicleta? —

—Tu papá no quería que las llevara en ella, aparte de que solo podría llevar a una de ustedes—

—No pensaste en algo más humillante que ponerme junto con Lily en una canasta—

—Agradece que te llevo en transporte y no estés caminando, aparte estoy cansandome de pedalear, deberías bajar un poco de peso ¿no crees?— se lo dijo jugando mientras seguía pedaleando.

Lucy lo fulminó con la mirada, pero una ligera sonrisa se formó en su rostro. A pesar de las constantes bromas de Lincoln, era difícil no sentirse un poco más ligera en su compañía. Lily, mientras tanto, parecía estar disfrutando del paseo como si fuera una gran aventura.

—Cállate, Lincoln, antes de que me baje y te haga cargarme de nuevo —respondió Lucy, sin ocultar el tono sarcástico en su voz.

—Por mi no hay problema, creme para mí es más fácil cargarte que seguir pedaleando —

Lucy rodó los ojos, pero no pudo evitar reírse ligeramente. Por muy fastidioso que Lincoln pudiera ser, tenía una forma de hacerla sentir un poco mejor, incluso en los peores momentos.

El recorrido hacia Eructo Hamburguesa continuó con las bromas de Lincoln, las risas de Lily y las ocasionales quejas de Lucy. Aunque trataba de mantener su actitud seria, en el fondo se sentía agradecida de estar con ellos, alejándose de todo el drama que había vivido en el campus.

Cuando llegaron al restaurante, el característico olor a hamburguesas y papas fritas llenó el aire, haciendo que Lily prácticamente saltara del carrito de emoción.

—¡Comida! —gritó Lily mientras corría hacia la entrada, dejando a Lincoln y Lucy detrás.

Lincoln estacionó la bicicleta y ayudó a Lucy a salir del carrito. —Bueno, ya llegamos. ¿Contenta? —

Lucy lo miró y suspiró. —Supongo que sí. Al menos esto es mejor que estar en el campus soportando a Maya.

—No se quien es maya, Pero yo quiero comer y.....y.....—

— ¿Y? —

—No la verdad es que no tengo nada más, solo quiero comer—

Lincoln solo volvió a cargar a lucy como un costal de papas y está a decir verdad se estaba cansando un poco de esto

Lucy, una vez más en la posición de “costal de papas”, golpeaba suavemente la espalda de Lincoln mientras él avanzaba hacia la entrada del restaurante.

—¡Lincoln! ¡Por última vez, bájame! Esto no es gracioso. —

—Para ti no, pero para mí sí lo es —respondió Lincoln con una sonrisa pícara.

Lily ya estaba dentro, observando la pantalla del menú digital con fascinación, mientras Lincoln finalmente bajaba a Lucy frente a la puerta. Lucy, ajustándose la ropa y tratando de recuperar algo de dignidad, lo fulminó con la mirada.

—No sé cómo alguien te soporta, Lincoln. —

—Tengo mis encantos —respondió él, encogiéndose de hombros. —Además, admítelo, ¿no te has reído al menos un poco? —

Lucy no respondió, pero había algo en su expresión que confirmaba la verdad de sus palabras.

Bạn đang đọc truyện trên: Truyen247.Pro