Vemos cómo la familia loud se estaban arreglando para salir, eran como las 9:30 de la mañana y Lincoln que estaba aún dormido fue despertado por lynn JR la cuál le aplicó un candado para despertarlo y cuando está lo soltó Lincoln no estaba para nada contento.

-Sabes, si despiertas a la gente de esa manera, no estarán para nada contentos-

-No despertabas y pensé que está era la mejor manera de hacerlo-

-Si consigues algún novio es muy probable que sea masoquista-

Esto dicho por lincoln provocó que lynn lo derrumbara y le aplicará una mata leones mientras decía

-¡Muerete asfixiado!-

-N-no me arrepiento de...nada-

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Se podía ver como los louds y Lincoln estaban adentro de una iglesia y aunque Lincoln era católico a decir verdad nunca venía seguido a la iglesia a menos que sea la guadalupana o para una boda o bautizo de alguien, mientras el padre estaba hablando Lincoln se levantó y salió de la iglesia ya que fingió contestar una llamada telefónica, ya fuera este procedió a estirar un poco el cuerpo.

En eso pudo ver a alguien que parecía vestir de monaguillo y parecía asustado más de lo normal por lo que esté sin nada que hacer va hacia donde está y al preguntarle si se encuentra bien le dice

-No, y-yo tengo que dar el sermón de hoy-

-Aja....¿Y?-

-Q-que tengo pánico ecenico-

-Y no se lo dijiste al padre, ¿porque?-

-P-porque....¡Ah! no lo sé, creo que solo quería superar esto, pero no puedo-

-.....Entiendo-

El monaguillo callo de rodillas, Pero en eso al levantar la cabeza vio a Lincoln y se le ocurrió una idea

-Tu, podrías dar el sermon por mi-

-¿Que?, claro que no-

-Te pagare 20 dólares-

-.........Dios me puso en tu camino para poder ayudar al prójimo que en estos casos será tu-

Lincoln, ahora de pie frente al monaguillo, suspiró con resignación mientras aceptaba el reto de dar el sermón. Se rascó la nuca y comentó:

-Bueno, no prometo nada espectacular, pero al menos haré que no te desmayes frente a todos.-

El monaguillo sonrió aliviado y le entregó un pequeño papel con algunos puntos que debía mencionar. Lincoln lo miró de reojo y murmuró:

-¿En serio crees que esto va a funcionar?-

-No tienes que ser perfecto, solo sé tú mismo. Bueno, o... sé alguien que no entre en pánico.-

Lincoln se dirigió hacia el interior de la iglesia, con el monaguillo siguiéndolo de cerca. Mientras avanzaba por el pasillo, algunos miembros de su familia lo miraban extrañados. Lucy levantó una ceja y susurró:

-¿Qué hace Lincoln caminando hacia el altar?-

-No tengo idea, pero esto será divertido.- comentó Luan., quien parecía disfrutar de la idea de que su hermano estuviera en apuros.

Cuando Lincoln llegó al púlpito, carraspeó, ajustándose el micrófono. La multitud lo miraba expectante, y entre ellos pudo notar a su familia con miradas expectantes y al ver a los señores louds con miradas de miedo y pánico. Sin saber bien cómo empezar, Lincoln improvisó levantando ambas manos

-Hermanos míos estoy aquí para iluminarles y que abran su mente-

De repente todos empezaron a murmurar ya que se supone que el monaguillo o el padre son los que dan el sermón por lo que Lincoln al ver esto vino a su mente algo que tenía planeado hacer si en algún momento está oportunidad se le presentaba.

-(Bueno, dios es amor y perdón , creo que me perdonará si me confieso o me arrepiento)-

De repente lincoln con voz fuerte dijo en el micrófono

-¡No, no puede ser que aún no acerques a cristo a tu vida, el te a dado todo y tú le has cerrado la puerta!-

Todo el mundo estaba en silencio y Lincoln procedió a decir

-¡Si, viviendo de sexo, drogas, alcohol que rico!-

El silencio en la iglesia se volvió más denso, y los rostros de los presentes pasaron del asombro a la completa confusión. Los ojos de los Loud estaban más abiertos que nunca, y Rita Loud parecía a punto de desmayarse mientras Lynn Sr. murmuraba entre dientes:

-¡Este niño nos va a meter en problemas!

Lincoln, sin embargo, se metió de lleno en su improvisación, moviéndose con energía y apuntando al aire como si estuviera en un espectáculo.

-¡Pero Cristo, hermanos, Cristo está aquí para salvarnos! ¡Él no te juzga, él te extiende su mano y te dice: "Hijo, deja esas cosas y sigue mi camino!"!

En las bancas, Lily susurro a lisa:

-¿Crees que esto sea parte de la misa?

-No, pero estoy segura de que esto es parte de un desastre.

Lincoln continuó, ahora señalando a la congregación.

-¡Tú, hermano que estás pensando en lo que harás mañana, Cristo te llama! ¡Tú, hermana que mira su teléfono bajo la banca, Cristo también te llama! ¡Incluso tú, señora que parece que quiere regañarme desde ahí, Cristo la llama también!

La audiencia comenzó a susurrar nuevamente, mientras algunos intentaban contener la risa y otros parecían horrorizados. En ese momento, el sacerdote entró al altar, con el rostro pálido, y se acercó rápidamente a Lincoln.

-Hijo, ¿qué estás haciendo aquí? - preguntó con calma, aunque claramente desconcertado.

Lincoln se giró hacia él con una sonrisa nerviosa, inclinándose hacia el micrófono una última vez.

-Hermanos, el padre está aquí para continuar iluminándonos. Yo solo fui un humilde mensajero... y bueno, espero que no me odien por esto.

Se bajó rápidamente del púlpito y salió corriendo hacia la puerta, dejando a los louds y al resto de la iglesia con caras de incredulidad. Afuera, el monaguillo lo esperaba con una sonrisa nerviosa.

-¿Cómo salió? - preguntó.

-Si no me crucifican al final de la misa, diría que no estuvo tan mal. Ahora dame esos 20 dólares, esto fue agotador.

El monaguillo le entregó el dinero mientras reían juntos. Al final, Lincoln se prometió a sí mismo no volver a improvisar en un sermón, pero sabía que ese día no lo olvidaría nadie en esa iglesia.

Mientras Lincoln y el monaguillo seguían riéndose afuera, el ambiente dentro de la iglesia seguía siendo un caos. Los murmullos se convertían en risas contenidas por parte de los más jóvenes, mientras los adultos intercambiaban miradas incómodas. Los padres Loud estaban en el centro de todo, intentando fingir que no conocían al chico que acababa de dar uno de los sermones más extravagantes de la historia de la parroquia.

-¿Qué vamos a hacer con ese chico? - susurró Rita mientras cubría su rostro con las manos.

-Tal vez cambiar de iglesia... o de ciudad, - respondió Lynn Sr., mirando hacia la salida como si estuviera considerando una huida.

Dentro de su grupo de hermanos, Luan no pudo contenerse y estalló en risas.

-¡Esto es oro puro! ¡Voy a usarlo en mi próximo show! - exclamó mientras sacaba una libreta para anotar lo que recordaba de las palabras de Lincoln.

Lucy, por otro lado, parecía impresionada.

-Nunca pensé que tuviera un lado tan... dramático. Es casi poético.

En el exterior, Lincoln respiró aliviado. Creyó haber escapado sin problemas hasta que la puerta de la iglesia se abrió de golpe, y vio a los señores louds salir con caras de pura furia.

-¡Que demonios Lincoln!- gritó Rita con un tono que hizo que incluso los pájaros cercanos se dispersaran.

El monaguillo, al ver lo que se avecinaba, rápidamente le dio un golpe en la espalda a Lincoln y murmuró:

-¡Buena suerte, hermano! - antes de desaparecer en la esquina.

Lincoln al ver que el monaguillo lo abandonó volteo a ver a los señores louds tranquilamente y una actitud dicertida

-Espera, No fue tan malo, ¿verdad? Les di un mensaje positivo y bueno, técnicamente ayudé al prójimo-

Antes de que pudieran decir algo, una voz interrumpió. Era el sacerdote, que había salido también, pero con una expresión que no era de enojo, sino de curiosidad.

-Joven, debo admitir que lo que hiciste fue... inusual, por decir lo menos. Pero veo que tienes algo de convicción en tus palabras. Quizás solo necesites algo de guía.

Lincoln parpadeó sorprendido.

-¿Guía? ¿De qué tipo?

El sacerdote sonrió ligeramente.

-Bueno, si alguna vez decides volver a dar un sermón... avísame primero. Tal vez podamos trabajar en ello. Pero por ahora, será mejor que escuches a tus padres.

-¡Oh! No, no son mis padres solo me dejarán quedarme unos meses y regresaré con mi familia-