Capítulo 9: Nótame
Es más fácil borrar mensajes que recuerdos. Esa tarde Daniel decidió borrar todo el chat privado de Valeria. Mientras tanto, Hanna seguía articulando nuevos cambios en su vida y la actitud de los demás e incluso la de su familia no la detenían, a diferencia del primer día.
La primera vez que Hanna y Daniel se vieron, no se saludaron. No dejaron pasar sus diferencias y se ignoraron. Incluso él la siguió ignorando en la biblioteca, a la que asistían ambos de vez en cuando. Y Hanna, por su parte, le restó importancia. Eso hasta el último viernes de febrero que decidió acercarse a la mesa donde el chico y su primo estaban.
—¡Hey, Jonathan! —llamó con cierta espontaneidad Hanna. Daniel no pudo evitar ojear de manera discreta. Vestía un overol con estampados de flores y una blusa celeste que resaltaba con el clima de ese día. No evitó comparar el color de su cabello con el de Jonathan y los pequeños rasgos que compartían.
Daniel fingió que no la miraba, no quería resaltar su curiosidad ante la presencia inoportuna. Hanna recordaba al mal tirador de basura y no le parecía nada amable (más bien nunca tenía cara de amabilidad). Cuando llegó hasta ellos, la chica le pidió a Jonathan que la llevara a casa después de la universidad.
Antes que Hanna se marchara le dio una última mirada a Daniel, esto no parecía importarle su mera presencia y aunque fuera muy bueno fingiendo, la mirada de Hanna lo dejaba nervioso hasta que su ritmo cardiaco subiera un poquito.
—Ya vete,. ya vete. ya vete —se repetía Daniel es su mente mientras seguía con su tarea a mano, su puño se aceleraba por el nerviosismo. Hasta que Hanna guardó silencio y se marchó. Inmediatamente un amigo de Jonathan le preguntó:
—¿Es tu prima? —le pinchó con el lapicero su mano para que lo viera.
Jonathan sabía a qué se debía la curiosidad; nadie ignoraba el cabello negro de Hanna o sus ojos que poseian un rasgo encatandor. La mezcla de asiática con americano, de la cual él no fue dotado. Cualquiera se interesaría por su prima e incluso intentarian acercarse para conocer a mayor profundidad los sentimientos...
Pero le enojaba que cualquiera se interesara por ella. Hanna era la hija única entre varones (única mujer en generaciones de varones). Su deber se basaba en cuidar de ella. Pero... siempre ahuyentaba a los gavilanes que le seguían, ninguno le ganaría ni a la sombra de su prima.
Mientras tanto, Daniel se guardaba su irritación por Hanna. Esa tarde después de dar por finalizada su reunión con su grupo de biblioteca, se dirigió al estacionamiento porque Jonathan dijo que lo llevaría a casa. Se encontró con ella y no pudo evitar el cantarín especial y alegre que soltó la chica. Ambos esperaban a Jonathan.
Ambos esperaban de manera opuesta al auto, dándose la espalda y el contacto visual. Otro día ignorándose, como cualquier otro.
Ya en el auto, la jovencita tomó asiento atrás y Daniel acompañó a Jonathan de copiloto. Su casa fue la primera parada y cuando se bajó, vio que Hanna también lo hizo para sentarse junto a su primo. La chica le sonrió y él sintió esa punzada en su mente que le decía que era momento de olvidar.
Tan sólo fue un gesto de despedida. ¿Acaso fue descortés para su desgana?.
En un comienzo Daniel ignoró a Jonathan y a sus intenciones amigables, porque en lo único en que podía pensar era en su novia. Una semana antes de terminar febrero, Jonathan se acercó de forma cuidadosa a él y trató de entablar una conversación para animarlo. Todos sabían de la pérdida que había sufrido el chico y nadie se atrevía a acercarse, debido a su curiosa forma de ignorar a los demás y el temperamento.
Los días que siguieron, Jonathan y Daniel se hicieron más cercanos. Por eso ahora él ocupaba el copiloto de su auto y de paso veía más seguido a la enana entrometida. Hanna no ignoraba a Daniel, sólo le temía a su silencio y a esa manera que tenía de mirarla cuando se acercaba a él. Él sí lo hacía, pero esa tarde no pudo ignorarla.
Y entonces descubrió que era más complicado callarla.
La escuchó cantar "my girl" en voz baja mientras chasqueaba sus dedos al son de la canción.
Bạn đang đọc truyện trên: Truyen247.Pro