One-Shot
-¿Carina Lawrence? -Inquiere el Shinobi que guarda la entrada de Konoha, a lo que asiento con la cabeza sonriendo.
-Si, soy yo ¿Tu eres Kotetsu verdad?- Él también asiente con la cabeza y me devuelve el papel ya revisado y firmado- ¿Ibamos a la academia juntos?
Asiente con la cabeza -Waw hace casi veinte años que no venias por aquí ¿Una misión larga? -Pregunta confundiendo a su compañero por la extraña conversación, pues no creo que casi nadie sea capaz de reconocerme después de todos los años que he echo fuera de la aldea.
-Si, una misión al otro lado del océano- Le explico vagamente y al cabo de unos segundos nos despedimos con un saludo de cabeza y entro en la aldea.
Se que debería dirigirme directamente a la oficina del Hokage y entregar el reporte sobre mi larga misión, pero la verdad es que me hace especial ilusión ver que tanto ha cambiado la aldea. Así que me permito la libertad de ir paseando por las calles principales hasta llegar a un pequeño bar que me trae demasiados recuerdos aquí solíamos reunirnos todos los amigos, aún que parece que lo han reformado del todo.
Un chico vestido con el mismo mono verde que llevaba Guy pasa a mi lado y se me hace imposible no mirarle. Pero para mi sorpresa no va solo, si no que va empujando la silla de ruedas de ¿Guy? ¿Que? Me quedo paralizada en mi sitio hasta que mi cuerpo reacciona y logro colocarme delante de esos dos quienes me miran con una extraña expresión en el rostro.
-¿Guy?
El hombre en la silla de ruedas asiente con la cabeza sonriendo de forma cuadrada- Si, ese soy yo, pero ¿Tú quién eres?
Le sonrío de vuelta sonrojándome- Soy Carina, Carina Lawrence.
-¿Que? ¿Enserio? ¿No estoy soñando?- Me pregunta rascándose los ojos con las manos como intentando despertar de un sueño- ¡Pero ven aquí, dame un abrazo mujer!
Le hago caso al instante y me inclino un poco sintiendo como el rodea con fuerza mi cuerpo y yo hago lo mismo- Guy, jo, te he echando de menos- Le digo aún con mi cara escondida en su hombro.
- Claro mujer casi veinte años, y ni una carta- Me recrimina soltándonos- ¿Como se te ocurre aceptar una misión tan a largo plazo? -Sigue preguntándome, pero le ignoro un poco y termino dirigiéndome al muchacho que está aun detrás de Guy.
-¿Y tu? ¿Eres el alumno de este loco? -Inquiero observándole, y este me asiente con la cabeza emocionado.
-Si, Guy es mi sensei, me ha enseñado todo lo que sé.
-¡Qué bien! -Exclamo complacida- Jope, cuánto han cambiado las cosas por aquí, se ve que me he perdido muchas cosas ¿No?
-¿Lo dices por Kakashi? -Ahora es Guy quien cambia drásticamente la conversación, a lo que yo frunzo el ceño y me sonrojo al instante algo que es muy notorio para el hombre en silla de ruedas.
-¿Qué pasa con él? -Quiero saber ahora.
-Que no pasa con él, seria más adecuado- Puntualiza el estudiante de Guy, a lo que solo consigue que tenga mas curiosidad.
-Kakashi es el Hokage ahora- Me termina informando.
[...]
Toco dos veces la puerta pero no escucho repuesta alguna, aún que lo que si oigo son gritos de enfado así que decido entrar.
Veo la espalda de Kakashi mientras que un chico rubio se está quejando por la enorme cantidad de deberes de historia que le encomienda todo el tiempo pero que a la vez es regañada por una chica con el pelo rosa. A los segundos los tres reparan en mí y me sonrojo mu fuerte. Puede que no haya sido buena idea entrar así de golpe- ¿Es mal momento? -Pregunto, sintiendo los ojos de Kakashi encima de mí por primera vez en mucho tiempo- Puedo volver después.
Ofrezco otra opción ante la mirada de incertidumbre de los dos adolescentes, pero una voz a mis espaldas me sorprende- No, no hace falta- Entra Tsunade al despacho- Ellos se venían con migo, a demás el reporte de tu misión en el otro continente es bastante urgente. Ya me estaba preocupando al no recibir noticias tuyas.
Me disculpo con la mirada clocándome el pelo detrás de la oreja- Lo siento, he estado caminado muchos días seguidos- Me excuso de la mejor manera posible, provocando que ella asienta con la cabeza.
-Vamos chicos- Les ordena Tsunade y tanto el rubio como la pelirrosa salen detrás de ella cerrando la puerta, no sin antes escanearme con la mirada.
Kakashi me sonríe debajo de la mascara y se me hace imposible no sonreírle de vuelta- Así que Hokage- Empiezo a hablar yo acercándome al escritorio y dejando una libreta enorme encima de este- Es el reporte de mi misión.
Observa el trabajo pero lo ignora- Eso parece- Se rasca la nuca entrecerrando los ojos. El sigue siendo el mismo de siempre.
-Creo que se te dará bien- Asiento con la cabeza, sentándome en una de las sillas delante del escritorio.
-Pues yo no la verdad.
-¡Ho por favor! -Exclamo indignada- Siempre se te ha dado bien eso de mandar y tomar desiciones.
-¿Tú crees?
Asiento con la cabeza- Claro, he pasado muchos días bajo tu mando- Veo un pequeño rubor en sus mejillas y me extraño, pero al instante salto excusándome- ¡No iba por allí el tema!- Y escucho su risa inundar la habitación, ¿Como se puede echar de menos una carcajada? No lo sé, pero confirmo que es posible- Aún que en ese sentido también.
-Si, la verdad es que mandar mientras follo se me da muy bien- Me sigue la broma, haciendo el ambiente aún más cómodo, es agradable ver que el que no nos hayamos visto en tanto tiempo y nuestra antigua "relación" no han afectado en nada a la amistad que sigue intacta.
Me encojo de hombros- No sé, hace mucho tiempo que no nos vemos como para poder apoyar o desmentir lo que acabas de decir- Rodea su escritorio llegando delante de este y sentándose encima- Hacia tanto tiempo que no veía tus dos ojos normales que me da una sensación rara, buena, pero rara- Él rueda los ojos cruzando los brazos encima del pecho- Por lo que veo si que me perdí muchas cosas cuando estaba fuera ¿No?
-Pues la verdad es que si- Acepta fácilmente- Aún que me alegra que hayas vuelto, ya era hora.
-Si, se siente bien estar en casa de nuevo- Me llevo las manos a la cabeza acordándome inmediatamente de algo sumamente importante- ¡Mi apartamento debe dar asco! ¡Que no he estado allí en dieciséis años!
Estalla en carcajadas riéndose de mi- ¡No me hace gracia!
-No has cambiado nada, estas loca- Sentencia claramente alegre ante la situación y una idea se me cruza por la cabeza.
-¿Seria Hokage usted tan amable de enseñarle la ciudad a una antigua amiga? -Inquiero levantándomelo de la silla sonriente- ¿O le quitaría mucho tiempo?
- Me encantaría- Acepta poniéndose de pie a la par con migo- Cualquier excusa para no estar aquí encerrado ni un minuto mas haciendo papeleo es buena.
Empieza a caminar hacia la puerta y cuando empieza a abrirla sin importarme nada me parece buena idea ponerle nervioso- La verdad Kakashi, creo que debes seguir empotrando como un Dios.
Su risa se une a la mía cuando añade mientras estamos en el pasillo- Ahora lo entiendo todo, tu has vuelto para poder decirles a todos que te montabas al Hokage antes de que todas me conocieran y me persiguieran.
Ruedo los ojos- Claro, justamente eso, la erotica del poder ya sabes.
Suelta unas cuantas carcajadas y empezamos a recorrer la ciudad a paso lento. Noto como muchos de los peatones le saludan o le hacen una señal de respeto con la cabeza- Vaya Kakashi ahora todos te conocen, jamás había visto las repercusiones de ser Hokage tan de cerca- Este se encoge de hombros y si no fuera porqué le conozco demasiado me podría haber tomado eso como una falta de interés, pero estaría muy alejado de la realidad- Eso significa que muchas mujeres deben ir tras de ti.
-La verdad- Dice observando el cielo- Es que eso no me interesa.
Ladeo la cabeza ligeramente- ¿Entonces te has asentado y ya tienes mujer?- Exclamo emocionada, pero este niega con la cabeza.
-Que va.
Ruedo los ojos y sonrío divertida- ¿Sabes que los dos chicos que estaban en tu despacho nos están siguiendo? ¿no?
Asiente con la cabeza- Si y ellos son mis estudiantes, el chico es Naruto el hijo de Minato-sensei y la chica es Sakura Haruno.
-¿Perdón?
-Si, al final dejé ANBU y me convertí en instructor de grupos de genin.
-¿Enserio? -Inquiero sin creérmelo del todo- Waw, tu siendo sensei, no me lo imagino, seguro que eras pésimo.
-¡¿Oye, perdona?!
En ese instante la muchacha del pelo rosa y el hijo de Minato se ponen delante de nosotros con un ramo de flores hermoso que me entregan en un movimiento mecánico- Enhorabuena- Nos dicen a ambos a la vez.
Al principio no entiendo nada, pero cuando Kakashi hace el intento de explicarles que el y yo no somos nada decido hablar yo- Muchas gracias chicos- Y les sonrío sonrojada consiguiendo una expresión de alegría en los dos jóvenes.
[...]
-Kakashi no va a llegar ¿Lo sabes no? -Me pregunta Guy siendo ambos los dos últimos en el bar donde quedamos para celebrar mi regreso- Él esta teniendo mucho trabajo.
Asiento con la cabeza- Lo sé, solo no sé, quería pensar que vendría, tarde como siempre pero que vendría.
El hombre a mi lado intenta animarme desviando la conversación sin éxito- Por cierto, ese ramo de flores es muy bonito ¿Quién te lo ha dado?
Sonrío por inercia- Me lo han dado los estudiantes de Kakashi, nos han visto pasear juntos y han malinterpretado toda la situación- Me levanto de la silla de sopetón y miro a Guy- ¿Quieres que te acompañe a casa? -Le pregunto justo en el momento en que cojo el ramo de flores dispuesta a salir de bar.
-No, no hace falta pero muchas gracias bonita- Me responde amablemente- Acabas de llegar esta mañana y debes estar cansada.
Asiento con la cabeza, nos despedimos brevemente y me dirijo a mi apartamento recién limpiado. De solo pensar la enorme cantidad de polvo que tenia todo al llegar me entra la alergia.
Dejo las flores dentro de un jarrón con agua, y antes de irme a dormir decido hacer la cosa mas estúpida del mundo. Pero cuando me doy cuenta de eso ya es demasiado tarde, así que entro en el despacho de Kakashi viéndolo revisar unos papeles interminables.
El repara en mi fijando su cansada vista sobre mi cuerpo y su expresión varia a una de desconcierto- ¿Carina? ¿Qué haces aquí? ¿No deberías estar preparándote para ir al bar?
Me acerco un poco al escritorio dejando encima de él un taper con comida- ¿Al bar dices?
-¿Qué hora es? -Pregunta desconcertado.
Hago una media sonrisa negando con la cabeza y poniendo mi mano encima de la de Kakashi deteniendo el movimiento de esta- Kakashi, son las cuatro y media de la mañana, debes ir a dormir, ahora.
Pero de lo único con lo que se queda de todo lo que le he dicho és- ¿Las cuatro y media de la mañana? -Sus ojos se abren en sorpresa- Lo siento, lo siento, no me di cuenta de que el tiempo había pasado tan rápido. Mi intención era venir.
Niego con la cabeza- No estoy enfadada porqué no hayas venido a nuestra reunión en el bar, no he venido aquí para recriminarte nada- Señalo el taper lleno de comida- Supuse que se te había pasado el tiempo y que no habías comido nada así que te he traído un poco de lo que he cocinado hoy, no es la gran cosa pero...
Me corta al instante- Esta bien, es perfecto.
-Se que no iras a casa hasta que no hayas terminado, pero al menos come algo ¿Mh? -Le digo justo antes de darme la vuelta, pero su voz me interrumpe de sorpresa.
-¿Te apetecería mañana venir aquí al medio día y tomarnos un café en mi descanso? -Giro ligeramente mi cabeza observándolo por encima de mi hombro y le sonrío encantada.
-Claro, me encantaría.
[...]
Entro en el despacho de Kakashi después de que un ANBU me viniera a buscar a la puerta de mi casa y me dijera que me presentara en las oficinas del Hokage.
Puedo ver a Guy al lado de Kakashi comiendo lo que parecen ser unas pipas mientras vigila a su eterno rival para que no se escaquee- Hola- Les llamo la atención parando una pequeña pelea amistosa- ¿Querías verme Kakashi?
-Si- Me mira unos instantes rodeando el escritorio y quedando al lado de Guy- Quería proponerte algo.
-¿Proponerme algo? -Musito sonrojándome al instante y de repente el hombre en silla de ruedas está sumamente interesado en la conversación sonriendo como loco.
- Me preguntaba si te gustaría ir a Kumogakure a vivir siendo la embajadora de Konoha.
Me quedo helada ante sus palabras borrando la sonrisa de mi rostro, viendo el semblante de Guy cambiar a uno furioso.
Como no le contesto él decide presionarme un poco más -¿Entonces?
Y justo en este momento antes de que las ganas de llorar sean superiores le digo fuerte y conciso- Entonces que eres un imbezil, jodido idiota.
Me giro sobre mi eje y me voy hacia mi casa con un nudo en el estomago, dejando un Kakashi totalmente desconcertado.
[...]
-¿Cómo has entrado? -Pregunto sin siquiera quitar mi vista del libro que estaba leyendo.
-Por la ventana, la puerta estaba cerrada- Me contesta, poniéndose delante de mí en la butaca. Supongo que esperando que le mire o algo, pero eso es algo que no va a pasar.
Giro la hoja terminando de leer el ultimo párrafo- ¿Y no se te ha ocurrido pensar que si tenia la puerta cerrada era porque no quería que nadie me molestara?
-Yo no soy nadie, soy Kakashi- Puntualiza.
Y por primera vez des de que ha llegado cierro el libro con fuerza y me levanto encarándolo- Entonces déjame reformular la frase. Lo que quería decir es que no quería ver a nadie, especialmente a ti Kakashi- Le apunto con el dedo.
Y cuando me he ganado una expresión de terror en su rostro me vuelvo a sentar en el sofá, no mirándole a la cara- Vale, estas enfadada- Sentencia, atreviéndose a sentarse a mi lado.
-No, no estoy enfadada- Susurro.
-¿Entonces?
-¿Soy una molestia para ti Kakashi? -Pregunto casi en un susurro.
-¡¿Que?! No, claro que no- Me asegura, pero el nudo en la boca del estómago no desaparece.
-Pues es lo que parece, ¿Acabo de llegar hace un mes a la aldea después de dieciséis años de estar fuera y tu lo primero que me ofreces es una misión permanente fuera de Konoha? Perdona por pensar así, pero es lo que parece-Suspiro- Si es por lo que pasó entre nosotros en el pasado yo no he vuelto para contárselo a nadie, jamás lo sabrán por mi parte no tienes que preocuparte por eso. Y tampoco he vuelto pretendiendo recuperarte ni mucho menos.
Me encojo de hombros para seguir hablando- No sé, este ultimo mes he llegado a pensar que podíamos ser amigos, pero ahora no lo veo tan claro la verdad.
Pero antes de que pueda acabar de hablar siento una de sus manos cogerme la muñeca y haciéndome mirarle a los ojos- ¿Puedes parar de decir tonterías? Yo jamás me avergonzaría de lo que pasó entre nosotros ¿Te queda claro?- Habla molesto, y es la primera vez que con una simple conversación le veo cabrearse tan rápido.
-Bien, lo siento- Me disculpo, quitando su mano de mí muñeca con un movimiento brusco.
Suspira posicionándose de cuclillas delante de mí, y colocando sus dos manos encima de las mías- Escucha, la propuesta que te hice no fue idea mía. Los ancianos de Konoha han valorado de forma muy positiva tu misión de exploración.
Le corto- Pudiste haberte negado Kakashi, al final eres el Hokage y tu palabra es la que vale, a demás sabes tanto o mas que cualquiera de nuestros amigos lo que me costó aceptar la ultima misión, pero aún así no haces nada para que ellos me elijan como voluntaria para hacer de embajadora en Kumogakure.
Nos quedamos unos segundos en silencio, y aun que sé que en el futuro me voy a arrepentir hablo de nuevo- Aún que si es lo que deseas Kakashi, aceptaré el puesto.
Aprovechando la diferencia de nivel al tenerlo a él de cuclillas delante pongo mis manos en un fino movimiento sobre sus mejillas cubiertas por la máscara con un poco de miedo juego con el borde de esta sin quitar mis ojos de los suyos.
Antes de seguir de un movimiento brusco Kakashi me para cogiéndome las manos con las suyas, pero convertimos ese contacto áspero en uno mas suave jugando con las caricias de nuestras manos- Por favor, quiero verte- Pido en un susurro solo para que él pueda oírlo.
Él asiente ligeramente con la cabeza y en una suave caricia le quito poco a poco la mascara, dejándome ver su perfecto rostro esculpido por los mismos dioses. Sonrío inconscientemente admirándolo. Dios, hacia tanto tiempo que no le veía que mí último recuero de su cara era de cuándo éramos jóvenes, ahora es un hombre, un hombre hermoso.
-Necesito... -Musita.
-¿Qué necesitas? -Inquiero en el mismo tono que el sin dejar de dibujar su cara con mis dedos.
-A ti- Responde observándome con intensidad- Necesito tocarte.
-H... Hazlo, tócame.
Kakashi se queda parado en el sitio provocándome una sensación incomoda y clava sus ojos en los míos- ¿Estás segura?
-Sí.
Estas palabras son el pistoletazo de salida para Kakashi, sin pensárselo dos veces se lanza sin piedad sobre mis labios, suplicándome con desesperación un acceso incluso mas profundo. Nuestras lenguas se enredan por primera vez después de mucho tiempo y el echo de que no tenga ningún tipo de compasión a la hora de comerme la boca, no hace mas que empeorar el ardor intenso que se apodera poco a poco de mi intimidad, llega a hacerme vibrar de anticipación, esperando que sus manos se cuelen por debajo de mi ropa en algún momento.
Kakashi decide acabar con mi tortuosa espera y pone sus manos sobre mi, agarrando mis pechos y pellizcando con ganas la zona por encima de la tela que los cubre. me da vergüenza admitirlo, pero con tan solo ese gesto, ha estado a punto de arrancare un gemido. Sus manos se escurren hacia abajo, acariciando las curvas de mi cuerpo y colándose bajo mi camiseta para deslizarla hacia arriba, separándose de mi solo para quitarla.
Mis manos que hasta ahora habían seguido en su rostro se mueven para deshacerse también de la camiseta de Kakashi. Regalándome a mi misma unas perfectas vistas de sus pectorales y sus marcados abdominales. La sola imagen de su torres desudo me excita tanto que ya empiezo a mojarme.
Kakashi se encarga de quitarme las demás prendas sobrantes, dejándome con solo las brasileñas negras. Y con mis pechos al descubierto, vuelve a unir nuestros labios solo para separarlos a los pocos segundos y bajar con su lengua por mi piel, parándose cada cierto tiempo a dejar leves besos o mordiscos en mi cuello y clavícula.
Cuando sus labios me rozan el pecho, jadeo, y cuando su lengua se enreda por fin en uno de mis pezones, muerdo mí labio inferior por la sensación. Kakashi lo succiona, lo besa y lo lame con esmero, y con su mano derecha se encarga de pellizcar suavemente el otro.
Entierro las manos en su pelo y lo agarro con mucha fuerza, dejándome llevar por el placer que me provea la lengua de Kakashi como sus dedos, jugando sin piedad con mis pezones,
Sin poder contenerme, tiro de sus mechones plateados para atraerlo de nuevo a mi boca, siendo yo esta vez la que irrumpo con la lengua en su cavidad de forma desesperada. Kakashi no se queja ni un poquito, en cambio, lleva su mano derecha hasta mis brasileñas retirándolas hacia un lado y reconociendo con sus dedos toda mi intimidad.
-Joder, Carina... estás empapada- Gruñe.
Sonrío ladina y alargo la mano hasta el bulto de sus pantalones, presionando con la palma de la mano de arriba a abajo. Provocando un gruñido de su parte.
- Y tú estas demasiado duro ¿No?
-No lo sabes bien.
En un movimiento brusco, Kakashi se quita los pantalones y deja su erección al aire. Todo mi cuerpo tiembla, expectante al encontrarme de nuevo con el de esta forma. Tengo tantas ganas de sentirlo dentro que se me hace difícil no suplicarle que se hunda en mí de inmediato.
Él se apega a mí y ataca la frágil piel de mi cuello, lamiéndolo y mordisqueando a su antojo mientras su miembro ejerce presión contra mi clítoris por encima de la tela de mi ropa interior. Ahogo un pequeño gemido, mucho más agudo que los guturales que salen de su garganta.
Kakashi cuela su mano bajo mis brasileñas y empieza a masajear mi clítoris tan suavemente que creo que lo hace a posta para torturarme. De nuevo los gemidos no tardan en llegar, y Kakashi se ve en la necesidad de callarme hundiendo su lengua en lo mas profundo de mi boca.
Mientras se encarga de callar mis sonidos de placer, sus dedos se desplazan, abandonado mi botón mas sensible solo para enterrarlos poco a poco en mi interior, esperando que mi hendidura se acostumbre para moverlos hacia dentro y hacia afuera mientras acarician algún punto estratégico de mis paredes. Un punto que n quiero que deje de acariciar nunca.
Echo mano torpemente a su erección, sintiéndome aún más excitada cuando noto su excesiva dureza y lo mojada que está la punta. Yo también quiero oírle gemir, así que intento masturbarle con cierta torpeza, pue sus dedos están haciendo magia con migo y mis movimientos empiezan a volverse erráticos.
-Kakashi... -Gimoteo cuando noto que me tiento cada vez más.
No quiero correrme todavía pero se está volviendo bastante complicado aguantar cuando sus dedos se mueven hábiles en mi intimidad y sus dientes juegan de nuevo con uno de mis pezones, acariciándolo con delicadeza al principio para acabar succionándolo de forma obscena después.
Kakashi se aleja de mi pecho solo para poder mirarme, en ningún momento deja de torturarme con su mano derecha. Y, aunque me da algo de vergüenza que me vea así, tan vulnerable, me ahogo en la oscuridad de sus ojos y me dejo llevar, sintiendo como estoy al borde del orgasmo. Pero justo cuando creo que me voy a correr en sus dedos, para.
-Lo siento, Carina, prefiero que te corras en mi polla.
Se me corta la respiración al escudarle decir aquello con esta voz tan sexy y ronca, y aunque me había planteado quejarme por la brusquedad en la que se ha separado de mi, pero me sorprende que se flexione para recogerme del sofá y levantarme sin apenas esfuerzo, sujetándome sobre él.
Me agarro de su cuello para no caerme mientras él sujeta mis piernas con ambos brazos. No sé muy bien qué tiene en mente. El chico gira sobre sus talones y anda con migo hasta que mi espalda choca con algo duro y su cuerpo me aprisiona contra la pared.
Ni siquiera me da tiempo a quejarme por el frío que se cuela entre mis costillas al notar el cemento contra mi piel cuando Kakashi ataca agresivamente mis labios de nuevo. Le correspondo de inmediato, parece que él no puede estar lejos de mi boca ni un minuto y yo siento exactamente lo mismo.
Mientras el besos se vuelve cada vez más húmedo hasta el punto de que la saliva se escapa por nuestras comisuras, el miembro de Kakashi roza mi entrada una y otra vez, volviéndome completamente loca sin saber cuál será el siguiente movimiento.
Me agarro desesperadamente a su melena y muerdo su labio inferior con ganas mientras intento frotarme aún mas contra él. Kakashi parece entender lo que le estoy pidiendo y comienza a penetrarme muy poco a poco, sin dejar ni un momento de explorar mi boca. Siento como él se hunde cada vez mas en mi y tengo que gemir bajito con respuesta. Pero el contrario, cuando toda su longitud entra por completo en mi interior, Kakashi se separa para soltar un -Joder- que suena desgarrador.
Sin darme tiempo a acostumbrarme a la sensación, sale lentamente de mi interior solo para volver a unirse dentro de mi en un movimiento brusco, haciendo que clave mis uñas en sus hombros. Después una segunda, una tercera, una cuarta... así hasta que el ritmo con el que me penetra se estabiliza.
-No... sabes... las ganas que tenía de esto... -Jadea.
Cualquier cosa que Kakashi haga o diga me excita hasta el punto de volverme loca. Echo la cabeza hacia atrasa, disfrutando de las fuertes arremetidas y soltando varios gemidos incontrolables que se escapan de mi garganta.
-A... así... más...
Quiero más, quiero notarlo tan dentro y tan profundo que entrelazo mis piernas a su alrededor para acercarlo mucho más a mí. Los brazos de Kakashi tiemblan un poco y sus venas exaltadas me dicen que ha sido una buena idea engancharme a el, porque tan pronto como lo he echo, usa este descanso para volar hasta la parte de atrás de mi cabeza y asegurarse de que nuestras lenguas vuelven a unirse.
Kakashi aprovecha que estoy totalmente concentrada en el beso para intensificar la fuerza con la que me embiste, provocando que suelte sus labios y gima mucho mas fuerte que ninguna otra vez.
-¿Qué me dices? -Jadea- ¿Sigo empotrando como un dios?
Tengo que detener la frase que iba a decir para volver a gemir porque Kakashi se encarga de penetrarme agresivamente y con urgencia. El hombre disfruta haciéndome sufrir, pero no voy a quejarme, no cuando estoy disfrutando tanto que siento el nudo formándoselo poco a poco en mi interior.
Kakashi sigue follándome con ese ritmo tortuoso. Por mucho que intento reprimir mis desahogos, no puedo conseguirlo. Mis uñas se clavan por todo el cuerpo del hombre, que, sin darme ningún momento de tregua, lleva sus manos hasta mi culo y me eleva para dejarme caer con desdén sobre su longitud, haciendo un esfuerzo extra que le obliga a morder uno de sus labios.
Ese movimiento me lleva a otra dimensión. El miembro de Kakashi se clava en alguna parte concreta que me hace rozar el orgasmo y, dándose cuenta de que estoy al límite, se encarga de hacerme llegar a él llevando sus manos de nuevo hasta mis pezones, pellizcándolos y estimulándolos con sus dedos.
-M... me voy a...
-Hazlo, Carina, córrete para mí.
-Ka... -Se me hace imposible continuar, las palabras de Kakashi son tan eficaces que no puedo pararlo. Las paredes de mi intimidad comienzan a contraerse a su alrededor y antes de que los ruidosos gemidos inundan la habitación. Kakashi aumenta la velocidad de sus estocadas.
La habitación entera comienza a dar vueltas, mi vista se emborrona y me siento mareada y extasiada a partes iguales. Ni siquiera soy capaz de concentrarme en Kakashi, que aun está penetrándome con fuerza y al borde de su propio orgasmo.
-J... joder... Carina... -Gime al tiempo que se viene dentro de mí. Su mandíbula excesivamente tensa y su boca entreabierta, sus cejas contraídas y sus ojos entrecerrados. Eso es lo primero que alcanzo a ver cuándo empiezo a volver en mí, y me da pena no poder inmortalizar este momento. Me da pena porqué es lo mas sexy y lo más bonito que he visto en mi vida.
Nuestras respiraciones totalmente erráticas se mezclan con el aire, ambos inspirando todo el oxígeno que nuestros pulmones son capaces de retener. Cuando al fin nuestros ojos se encuentran, Kakashi me sonríe.
Me fijo en el sudor recorriendo parte de su frente e inconscientemente aparto varios mechones de su pelo hacia atrasa para aliviarle. Kakashi acerca su rostro al mío y me dio un breve beso mientras vuelvo a colocar sus manos de forma que pueda sujetarme bien sin la ayuda de la pared.
Sin salir aún de mi y con fuerza que saca de vete tú a saber dónde, me lleva hasta la cama y nos tumba a ambos con mucho cuidado sobre ella. Una vez los dos estamos acotados, Kakashi se retira de mi interior. Y pasa su brazo encima de mi haciendo que nos acerquemos un poco más, para así poder apoyar su cabeza en mi pecho, respirando tranquilo.
-Espero que esto te demuestre que no quiero que te vayas- Musita encima de mi piel haciéndome cosquillas y provocando una ligera risa- Y que yo si pretendo recuperarte, no te vayas.
Una de mis manos va a su pelo empezando a brindarle caricias en el cuero cabelludo, la otra vaga por su espalda lentamente y suspiro llena de dicha- Entonces tendré que preguntarle al Hokage a ver si me puedo quedar en la aldea un poco mas.
-Al Hokage le parece muy bien- Sigue susurrando sobre mi piel- Pero no le parece bien lo de un poco mas, el Hokage cree que es mas apropiado que usted se quede toda la vida.
Ambos estallamos a carcajadas, y cuando las risas terminan, todo se vuelve silencioso. Es como si aún estuviera procesando lo que acababa de pasar, aunque quizás solo estamos demasiado ocupados e examinar los pequeños detalles que nos gustan del otro en este momento.
-Carina, eres preciosa.
El piropo de Kakashi me pilla totalmente desprevenida y, para variar, mi cara comienza a arder por lo descarado que es.
-¿A... A que viene eso, idiota?
-A que es verdad- Espeta- ¡Pero no te escondas! ¡Dios, que tonta...- Dice subiendo un poco su cuerpo quedando cara a cara con migo- Sobre todo así, desnuda. Eres increíble y perfecta y...
-¿Y?
-Y te quiero mucho.
Dos palabras que involuntariamente, consiguen hacer que mi pecho se encoja.
-¿Estás intentando matarme, Hatake Kakashi?
-Te quiero.
-P... Pero...
-Te quiero mucho. Mucho.
-¿De verdad me quieres?
-¿Estás sorda? ¿Quieres que lo grite o algo? Porque si quieres que lo grite abro la ventana y... -Hace el amago de levantarse, pero le atrapo entre mis brazos impidiéndoselos.
-¡No! -Niego exaltada.
[...]
Abro la puerta para que pase Guy antes que yo y después le sigo dentro de la sala encontrándonos con una ¿Reunión?
Puedo ver a Tsunade, a los dos alumnos de Kakashi a los dos consejeros viejos y a Kakashi- ¿Venimos en un mal momento? -Inquiere el hombre vestido de verde moviéndose un poco para poder adentrarnos un poco mas en la sala.
Kakashi nos sonríe por debajo de la mascara acercándose- No, en realidad, estaba comunicándoles a los ancianos y a Tsunade que Carina no desea convertirse en embajadora de Konoha.
El hombre en silla de ruedas me mira sonriente- ¿Y cuándo lo decidiste? Bueno a ver lo dejaste bastante claro cuando te fuiste enfadada.
Hago una media sonrisa sonrojándome y contestando- Ayer por la noche.
-¿Pero porque? -Inquiere interesada Tsunade- Eres la mejor opción para este trabajo, he estado leyendo tu curriculum y es increíble.
-Muchas gracias, pero prefiero quedarme si no es molestia- Y intento evitar la mirar a Kakashi aún a mi lado.
-A ver- Me recrimina Guy como un padre sobreprotector- No digas prefiero, di sí o no, porque de lo contrario no te van a entender.
-Ella se queda- Sentencia Kakashi.
-¿Pero porque tanto interés Hatake? Yo aún no he escuchado lo que la mujer tiene que decir -Replica el anciano.
-Es que -Empiezo a hablar pero Kakashi me interrumpe con su tono despreocupado.
-Mi mujer no se puede ir a vivir a otra aldea- Mi cara debe ser un mapa igual que la del resto de personas en la sala, me giro ligeramente para observarle- Bueno, a ver, aún no es mi mujer pero lo será.
-¿Perdona? -Le digo totalmente perpleja haciendo que este me mire- ¿Como que voy a ser tu mujer? ¡No me lo has preguntado nunca! ¡Ni siquiera me has preguntado si quiero ser tu pareja! ¿Que me has pedido matrimonio mientras dormía o algo? -Le recuerdo y este se rasca la nuca nervioso.
-Pequeño fallo técnico- Se encoge de hombros.
-Si, uno pequeño- Ruedo los ojos escuchando las risas en la sala.
Naruto le susurra Sakura "Osea que han dormido juntos ¿Le habrá visto el rostro?" Pero Sakura le hace callar de un manotazo que hasta a mí me duele de solo verlo.
-¿Entonces te quedas? -Insiste Tsunade después de controlar su risa.
-Si, antes de aceptar una nueva misión quiero pasar más tiempo en Konoha, tengo que compensar los dieciséis años que no he estado.
-Espera -Interrumpe de nuevo el Hokage mas preocupado de la excusa que estoy dando que de conseguir que no me manden fuera- ¿Solo para compensar los años que has estado fuera?
-¿Qué quieres que diga? -Vuelvo a centrar mi vista en él y veo sus ojos reflejar seriedad.
-Que me des la razón- Me contesta obvio.
Replico- Pero no me lo has pedido.
-¡Ho, eso!
Se encarga de juntar nuestros cuerpos evitando mi movimiento con sus manos en mis caderas, provocándome un sonrojo al instante. Menudo espectáculo estamos montando, se supone que somos adultos- ¿Qué haces? -Le pregunto llena de vergüenza e intentando separarnos un poco.
-Lo que me acabas de pedir- Musita- ¿Te casas con migo entonces?
-¿No deberíamos primero salir como pareja para ver si funciona?
-Nosotros ya sabemos que funciona ¿Entonces que me dices?
Sonrío- Claro.
Ante mi respuesta se acerca peligrosamente a mí con la intención de besarme pero esta vez si que me separo de él negando con la cabeza- No, no, y no, ya lo sabes nada de besos con esa mascara puesta.
-¿Estas de coña? -Se queja asqueado.
-Hay cosas que nunca cambian- Rie Guy, recordando los tiempos donde éramos jóvenes y yo me negaba todo el tiempo a besar a Kakashi con la mascara puesta por cualquier excusa, la única diferencia es que ahora no busco excusas.
Simplemente no me gusta la sensación de no poder tocar sus labios por una maldita tela inservible. Es que Kakashi se tapa el rostro porqué sí, porque no le hace ninguna falta hacerlo. ¡Qué es hermoso!
-¡¿Le has visto la cara a Kakashi-sensei?! -Pregunta emocionado Naruto acercándose un poco a nosotros tres junto a Sakura.
-Claro -Acepto sin mas.
-¿Y cómo es?
-¿Qué cómo es? -Inquiero pensándolo un poco y mirando de reojo a Kakashi quien me suplica con los ojos que no diga nada.
Los dos alumnos asienten emocionados, e incluso puedo ver cierto interés reflejado en los ojos de los ancianos y en los de Tsunade.
-Pues es perfecta.
-¡¿Que?! ¡Eso no me vale!
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