Capítulo 9
Claro que Jimin sabía quiénes eran sus comensales y por supuesto que quería saludar a Yoongi, aunque la mujer a lado suyo le intimidaba un poco.
Quizá, no solo se limitaría a saludarlo, también podría agradecerle por visitar. Tal vez lograría armarse de valor para acercarse, ofrecerle una agradable sonrisa y desearle la mejor de las estancias a lado de su acompañante. Quizá esa estancia sería lo suficientemente agradable como para que regresara... quizá se volvería un comensal habitual y se encontrarían día con día. Y quizá...
Quizá no pasaba nada de eso.
Porque esas mismas ansias de hacerse notar eran apagadas por los nervios; porque siendo realistas, seguramente haría algo mal. Haría algo tan malo como para que Yoongi no deseara volver jamás, como echarle la comida encima y es que no sería la primera vez que comete errores así.
Entonces... prefería no saludarlo directamente para que Yoongi no lo reconociera, prefería pasar desapercibido.
Y antes de que cualquiera de los dos pudiera hacer algo ante la situación, Seulgi llamó la atención del omega.
—Oh, tu cara me parece conocida... —especuló, poniéndose en una mano en la barbilla —¡Ya sé!, eres uno de los omegas del refugio ¿cierto? —preguntó.
—Eh sí... yo... soy uno de esos omegas —respondió Jimin casi en un susurro.
No hubo más comentarios después más que un asentimiento por parte de la mujer que no parecía interesada en saber más del asunto. Así que, Jimin decidió empezar con el protocolo habitual:
—Ehm. Por favor, pueden tomar asiento— indicó, con actitud tímida y evitando mirarlos, el par de sillas junto a la mesa reservada por Seulgi.
La cual era; en efecto, una de las mejores del lugar, y cómo no iba a serlo con una esa agradable vista hacía la parte trasera en donde estaban algunos árboles frutales plantados. Se trataba de un bellísimo ventanal que en la tarde generaba una estela de luz sumamente cálida y confortable para sentarse a comer y pasar un buen rato.
La omega se quedó unos instantes apreciando el ventanal antes de darle su bolso a Jimin quien al mismo tiempo le ayudaba recorriendo su asiento para que ella pudiera sentarse. No está de más agregar que la mujer no se tomó la molestia de agradecerle, pero eso a Jimin no le pareció extraño ya que pocas personas lo hacían.
Y es que a diferencia de semanas atrás, él ya estaba más acostumbrado a su trabajo. Por ejemplo, al principio no entendía qué hacer cuando los clientes les pasaban sus bolsos, chaquetas o abrigos así sin más como la omega, pero ahora entendía que debía colocar con delicadeza sus prendas en un área especialmente designada para este fin y regresárselas cuanto tuvieran que marcharse.
Es por eso que casi mecánicamente, Jimin les pasó las cartas con el menú para que pudieran consultarlas durante algunos minutos antes de pedir su orden, hasta ese momento todo marchaba bastante bien. Sin embargo, Jimin no se alegraba aún, porque sabía que estaban por comenzar los momentos cruciales para él.
El primero de ellos sería ofrecerles alguna bebida para hacer más amena la espera y, el segundo, sería servir lo que pidieran adecuadamente. Lo que en anteriores ocasiones le había llevado a derramar el vino o agua debido a los nervios de sentirse observado por su jefa o en su caso, por los propios comensales.
Pero antes de que pudiera ofrecerles cualquier cosa, Yoongi habló.
—Me alegra verte Jimin. ¿Tienes alguna recomendación? —preguntó, dejando a un lado la carta. Descartando de su mirada cualquier cosa que no fuera la imagen del omega parado allí.
El alfa estaba inexplicablemente emocionado hora que sabía que estaban en el lugar donde Jimin trabajaba y quería probar solo lo que el omega le recomendara.
—Bueno...
—No es necesario que preguntes Yoongi, yo ya he investigado cuáles son los mejores platillos y los que quiero que probemos hoy —comentó la omega sin siquiera notar la interrupción hecha.
Jimin simplemente se ruborizó, había estado a punto de contestar lo que el alfa le había preguntado vergonzosamente entusiasmado.
—Oh, bien... Supongo que tienes razón —soltó Yoongi, un tanto inconforme, pero sin agregar nada más. Ciertamente, aquella intervención de Seulgi estrujó un poco su estómago y su apetito.
No había tenido la oportunidad de escuchar las palabras que tenía que decir Jimin y en consecuencia... esa ligera emoción que estaba naciendo desapareció. Incluso, le pareció vislumbrar en la mirada de Jimin algo muy similar.
Así que el alfa dejó de estar presente de algún modo, dejando que parte suya vagara en el gran ventanal a su disposición, entre los árboles frutales y el agradable olor de Jimin. Pensando que tal vez pudo insistir en conocer la opinión del omega, pero eso ya no se podía remediar porque él había preferido ser complaciente con Seulgi y no ser como otros alfas que imponían sus ideas. Aunque esto le hubiera hecho sentir un poco mal porque realmente había estado muy entusiasmado de reencontrarse tan de cerca con un omega que sin duda le había quedado marcado en la memoria y realmente estaba feliz de verlo; es que esa no era suficiente justificación para ser egoísta y echar por la borda los planes de su pareja.
No era como los otros alfas...
Aunque a veces quisiera ser un poco como ellos, aunque a veces sería más fácil ser como los demás...
Y Yoongi hubiera continuado con ese mismo discurso consigo mismo, sino fuera porque no pudo pasar desapercibido cómo Jimin a veces tenía que pedirle a Seulgi que le repitiera dos veces algunas cosas de las que estaba ordenando y que estaba demorando bastante en anotar una orden que únicamente era para dos personas. También notó como la paciencia de la omega se iba desmoronando hasta que Jimin terminó de tomar la orden.
Pero no dijo nada... Como siempre.
-🍃-
"¿Por qué no pudiste hacerlo más rápido? "
Se decía a sí mismo Jimin; es que para él no había justificación. Conocía cómo se escribían la mayoría de los platillos. No por nada se había llevado con él uno de los menús sin que nadie se diera cuenta y había hecho planas en algunas hojas durante las noches mientras dormía a Taehyung. Lamentablemente aún se ponía nervioso y más si estaba en presencia de alguien conocido como Yoongi.
—¡Apúrate omega!, la pareja va a pagar muy bien por los platillos más caros del lugar y no puedo permitir que cometas algún error —. Fueron las palabras de su desagradable jefa al tomar de sus manos la orden escrita, claro burlándose entre dientes de la letra poco delicada de Jimin. Eso era algo que, aunque no se lo dijera, él ya sabía porque se lo había comentado en muchas ocasiones. Pero prefería intentar ignorar y enfocarse en continuar con el servicio que brindaba.
Pasados algunos minutos y que él estuviera encargado de dos mesas más, regresó para tomar los platos y llevarlos a la pareja. Estaba por levantar el primero cuando su jefa se acercó a "ayudarle", pasándole el recipiente sin ningún cuidado a pesar de que se trataba de un platillo caliente, lo que hizo que parte del líquido recién hervido cayera en sus muñecas.
Como acto reflejo quiso quitar sus manos, sin embargo, la mujer se lo impidió.
—Ni se te ocurra soltar el plato —advirtió— ¿Acaso quieres que se rompa? ¿Tienes dinero para pagarlo? ¡Contesta Omega! —gritó.
Jimin negó aguantando el ardor en sus manos.
—¿Está caliente? —Preguntó la mujer muy consciente del dolor de Jimin —. Pues eso no debería ser un problema, el plato debe llegar humeante a sus lugares así que, puedes olvidarte del dolor. Mejor piensa en la propina.
Los ojos del omega querían lagrimear pues estaba realmente caliente... pero solo pasó saliva lentamente por su garganta y cerró los ojos hasta que la mujer le dejó poner el platillo en el carrito que serviría para transportarlos.
Lamentablemente, cuando quiso posicionar los platos en el lugar de sus comensales, el ardor en sus manos regresó y eso ocasionó que los soltará antes de lo debido. Afortunadamente el incidente no fue estrepitoso y no se derramó ni una gota. Aunque eso no evitó que el alfa se alarmara.
—¿Estás bien Jimin? —preguntó Yoongi un tanto tentado de tomar su mano, no solo para llamar su atención sino porque lucían bastante rojas y fue inevitable no asociarlas con su incidente al colocar los platillos.
—No se preocupe —. Fueron las palabras de Jimin, intentando tranquilizar al alfa un poco, aunque sabía que estaba mintiendo —. Espero que disfruten de su comida. Buen provecho —. Jimin se marchó después de haber dicho esas palabras.
El omega prácticamente corrió a los baños para enjuagar sus manos en agua fría, sintiendo la presencia de esa mujer que le había hecho daño caminando a penas detrás suyo.
—Vamos omega, qué es ese pésimo trato, casi avientas la comida en sus caras, todo por un plato un poco caliente —comento con clara burla, recargada en una de las paredes del lugar... el lugar estaba solo —. Pero... parece que al alfa le llamaste la atención —. La mujer comenzó a reírse tras su comentario —. Ay omega... omega ¿coqueteando con el alfa?
Jimin intentaba hacerse el sordo a las palabras de esa mujer que eran muy desagradables, pero lo más desagradable de todo es que ella estaba acercándose... Él solo apretaba sus manos en los bordes del lavabo, buscando algo de soporte porque estaba comenzando a tener miedo. Y solo pudo respirar cuando ella se detuvo.
—¡Regresa al trabajo! ¡Ahora! — vociferó la mujer antes alejarse.
Pero Jimin no volteó hasta que sintió que ella se había ido.
-🍃-
Habían pasado unos días desde que había salido con Seulgi en ese lugar donde Jimin seguía trabajando. Y no termina de entender por qué sigue allí. Aunque también es cierto que no sabe exactamente qué es todo lo que Jimin ha tenido que pasar en ese lugar, solo se hace una idea uniendo las piezas que tiene.
El hecho de que Namjoon lo haya tenido que esperar porque no sale en el horario que le corresponde y llega muy tarde al refugio, las preocupaciones de Jin porque cada vez nota más nervioso al omega... lo que él mismo había presenciado esa tarde. Todo eso rondaba su mente sin dejarlo pasar de página.
Por eso estaba nuevamente a las afueras del establecimiento, esperando a que Jimin saliera. Esperaba que no se demorará mucho más, ya era muy noche, de hecho el local tenía tiempo luciendo apagado y sin vida pero Yoongi sabía que Jimin continuaba adentro.
—Señor Min. ¿Qué hace por aquí? Ya es muy noche —. Era Jimin quien preguntaba, el omega estaba aún acomodando sus cosas en lo que parecía una mochila. Como si hubiera salido a prisa.
—Vine a verte. ¿Tienes unos minutos para hablar? —preguntó.
—Supongo que sí —contestó el omega.
Yoongi notó que sus palabras habían alertado de alguna forma a Jimin porque estaba tenso y su respiración estaba levente alterada.
Caminaban rumbo al refugio porque Yoongi no quería alejarlo más, además de que estaba pensando que sería mejor para el omega hablar dentro de las instalaciones. Tal vez se relajaría al estar en un lugar más seguro.
—¿Cómo estás?
—Bien..., yo estoy intentando mejorar —. Yoongi no entendió esa respuesta al principio, Jimin lo notó así que después de un tiempo prudencial agregó: —Lamento que ese día haya tenido que ver mi deficiente desempeño.
—Ciertamente ese día yo... noté algunas cosas —. Las palabras del alfa habían sido tan vagas que Jimin podía hacerse mil escenarios en la cabeza acerca de qué cosas había notado Yoongi. Tal vez había notado que no es bueno para escribir, que tenía una letra horrible, que era muy lento y torpe, que no era bueno para... nada; no sería el primer alfa que le dice eso... Aunque ciertamente sería muy doloroso que su "alfa héroe" se lo dijera —. Sabes... de alguna forma tengo la sensación que quieres llorar.
Esa fue la gota que colmó el vaso.
—¡Perdón alfa! ¡Perdón! —exclamó el omega antes de caer arrodillado a sus pies. —Perdona por no ser un buen omega —. Entonces, aún arrodillado, Jimin se aferró sus temblorosas manos a los extremos del abrigo que portaba el alfa, prenda que le sirvió para ocultar su rostro mientras gruesas lágrimas escurrían de sus ojos. Y continuaba pidiéndole perdón a su alfa.
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Hola, me ausenté un poco pero espero que este capítulo les haya gustado. Gracias por leer, comentar y votar.
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