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🍃Capítulo 6

Yoongi le había regresado al refugio, y se había despedido... probablemente para siempre. Probablemente no; Jimin esperaba que no.

Por si las dudas él le dio el abrazo más fuerte y cálido que pudo, por si no lo volvía a ver jamás.

Los brazos de Yoongi no le envolvieron con la misma fuerza, pero tenerlos rodeándole fue reconfortante para su interior que no quería despedirse de él pensando en nunca volver a ver su mirada, volver a sentir su aura a mandarinas... o si quiera volver a saber de su vida. Saber si se había casado, si había tenido hijos... si era feliz.

Su lobo era el que más perecía resentir este hecho, se sentía tontamente abandonado y solo una vez más. Y a pesar de todos los sentimientos que estaban conflictuándole, Jimin intentaba mantenerse positivo porque tenía a su bebé sano junto a él. Porque ya no volvería a caer en manos de aquél hombre que le había hecho daño y eso era como un sueño. Porque era libre y podría forjar su propio futuro. Y quizá entonces, se volvería a topar con un alfa amable que quisiera a Taehyung, un alfa con olor cítrico..., un alfa como Yoongi quien pudiera calmar su lobo herido.

O quizá volver a ver a Yoongi y saber cómo había estado... El futuro era incierto y el tiempo podía hacer muchas cosas, incluso eso.

Entró a la habitación que Jin le había asignado y se dirigió directamente al armario con curiosidad. Al abrirlo con su mano libre, puesto que la contraria sostenía a su cachorro; se percató que dentro estaban algunas prendas de ropa, tomó entre sus dedos la tela de uno de los suéteres y se le oprimió el pecho al sentir la insípida calidez que le brindaba al tacto porque ridículamente volvía a recordar al alfa. Yoongi estos días le había dado esa misma calidez y cobijo, pero se había ido; por lo tanto, Jimin ya no debería encaminar sus pensamientos en esa dirección, Jimin quería enfocarse en armarse de un plan para seguir adelante con su cachorro.

Su pequeño lobito era el motivo, era su brújula desde el primer instante en que lo sintió creciendo dentro suyo. Una vida nueva se hacía paso dentro de él mismo que sentía morirse con cada día que pasaba. Desde ese instante supo que tendría que agarrar fuerzas de la nada y que había aún motivos para ser feliz, se aferraría a la vida como su cachorro lo hacía también.

Antes de su bebé los motivos para continuar luchando se habían extinguido. Sus sueños y aspiraciones duraron solo los primeros meses a lado del alfa que le había encontrado en el pequeño orfanato donde creció la mayor parte de su niñez y de donde le sacó sin complicaciones porque no era la primera vez que el alfa se llevaba a omegas de ese sitio para motivos que sinceramente a nadie parecía importarle. Entonces los sueños fueron desapareciendo con los abusos que su supuesto alfa fue propinándole.

Al menos daba gracias a que el alfa no le hubiera dado el mismo trato que otros omegas y le dejo aislado de su horrible negocio, eso le permitió recuperarse tras el nacimiento de su hijo e idear el plan que ahora los tenía libres.

Jimin salió de sus pensamientos al sentir como su cachorro se movía despertando de su bien merecida siesta.

—Hola bebé... dormiste bien? —preguntó observando como el cachorrito estiraba sus pequeñas extremidades desentumiéndose del sueño y bostezaba en partes hasta que pudo abrir sus ojos y mirar a su papá omega tranquilamente.

Notando que en una de las esquinas de la habitación se encontraba una rustica cuna de madera, Jimin depositó a su bebé ahí. Este lugar era mejor que nada de lo que hubiera podido esperar, más aun teniendo en cuenta que su bebé y él habían pasado algunas noches durmiendo a la intemperie. Pero al pequeño cachorro lo que le llamó más la atención fueron los objetos depositados dentro de ella: algunos peluches y juguetes.

Y una nota sobre algunas pequeñas prendas, la cual tomó Jimin y en donde se podía leer:

"Esperamos que sean de su talla 😊"

Eran unas pocas prendas para bebé, olían a limpio y a simple vista parecían justo de la talla que necesitaba.

—¿Te gusta tu nuevo hogar bebé? —preguntó al cachorro haciéndole sonreír.

Jimin sonrió contagiado. Este era un nuevo comienzo... haría de este refugio su hogar hasta que pudiera valerse por sí mismo y darle un mejor lugar donde vivir a su hijo.

Esa noche Jin le dejo que descansara tranquilamente, le dijo que se acostumbrara a su habitación y que descansara lo más que pudiera, que él le llevaría comida y mañana por la mañana lo llevaría con el resto para que fuera presentado formalmente.

Vaya que necesitaban ese descanso los dos.

Ambos despertaron para comer nada más, hasta que Taehyung comenzó a moverse en algún momento de su largo sueño y él como ya estaba acostumbrado destapo su pecho lo suficiente para que su cachorrito pudiera comer. Al acomodarse un poco en el respaldo de la cabecera de la cama se dio cuenta que ya no era de noche, gracias a que habitación contaba con una pequeña ventana con persianas que hacía que la luz del sol se filtrara lo suficiente como para notar que el sol comenzaba a salir.

-🍃-

Yoongi estaba sentado en ese mismo restaurante que conoció gracias a Jimin. Habían pasado algunos días desde que se vieron por última vez y ahora estaba por tener su primera cita con Seulgi.

¿Por qué lo había escogido este sitio para su cita? Ni idea. Probablemente porque no era muy ostentoso. Probablemente porque la comida estaba bien, probablemente porque era un lugar que le traía memorias agradables y en el que se había sentido bien estar con Jimin a pesar de que era un extraño. Por lo tanto, quizá pensaba que repitiendo la misma ecuación: dos personas desconocidas más el lugar adecuado, el resultado sería el mismo. Una plática agradable, una amistad que quizá le llevaría a un romance con su cita de esa tarde.

No esperó mucho para notar a Seulgi. Era bella y lucía elegante al caminar con su cabello largo y oscuro cayéndole por la espalda, simplemente era una persona que llamaba la atención cuando entraba a cualquier lugar. Lamentablemente no había podido llamar él la suya cuando ésta entró al lugar porque la chica estaba muy entretenida en su teléfono.

—Buenas tardes, ¿Señorita Seulgi?

Se levantó y preguntó para que la joven se dirigiera a la mesa donde él estaba esperando.

—Permite un momento —dijo sin verle, al parecer sea lo que sea que estaba discutiendo por celular era muy importante como para dirigirse a la mesa sin levantar la mirada—. Listo, siento hacerte esperar Yoongi es que he tenido muchas llamadas desde la mañana.

—No se preocupe, la entiendo —respondió el alfa bastante sorprendido por la forma tan natural de la mujer de llamarle directamente por su nombre.

—Gracias. Bueno, que ya no hace falta volverlos a presentar, ¿te parece si ordenamos ahora? —comentó la chica de manera tranquila mientras acomodaba su postura a una que intentaba lucir más elegante y erguida. A Yoongi le parecía que Seulgi estaba dejando en claro que ella iba directo al meollo del asunto.

Perfecto, él no quería perder el tiempo y parecía que había encontrado a una persona que pensaba igual.

La comida como la vez anterior arribo rápidamente así que no hubo tiempo de empezar a entablar una conversación, mucho menos si se tiene en consideración que la omega seguía dirigiendo su mirada al celular cada dos minutos. Para Yoongi no fue la mejor primera impresión, pero ya habría tiempo para conocerse bien. Aunque fue inevitable hacer la comparación a como Jimin siempre le prestó atención, e incluso lo reprendió por no despegar su mirada del teléfono.

—Espero que la comida sea de su agrado.

—Pues tiene muy buen aspecto de principio —comentó la chica —. Ha sido una excelente elección para conocernos ­—agregó dejando en claro que el lugar le parecía agradable.

Y a pesar de que la joven no le había pedido mayores explicaciones, Yoongi agregó:

—Había venido con anterioridad y fue una grata experiencia por eso pensé en este lugar.

—Debo suponer entonces que es un alfa que prefiere no correr riesgos?

—Si los puedo evitar mucho mejor.

—Lo comprendo, a veces es bueno arriesgar, pero cuando arriesgas corres el riesgo de perder y a mí me gusta ganar.

—¿Entonces es una persona competitiva?

—De hecho, sí —río ligeramente la omega —. Espero que eso no te moleste.

—No, está bien, así nos conoceremos mejor. Me parece que para comenzar una relación seria y duradera es primordial ser sincero.

—Concuerdo —aceptó la omega —. Entonces... cuénteme ¿por qué decidió que era momento de buscar pareja?

—Si le contestó, ¿me dirá sus motivos también? —interrogó Yoongi.

—Me parece un trato justo —. Sonrió con coquetería Seulgi.

—Bueno... En mi caso sentía que era momento de hacer una familia, simplemente llámelo instinto o el reloj biológico, solo puedo explicarle que sentía que era momento y por más que intenté comenzar alguna relación de formas más convencionales no obtuve buenos resultados.

—Pues esas y esos omegas debieron estar ciegos, yo te considero muy atractivo. Además, dueño de un negocio y bastante maduro. Sin duda son cosas que cualquier omega busca.

—Gracias, pero... —Yoongi se sintió alagado por los comentarios de la joven pero al mismo tiempo tuvo una ligera sensación de que la chica le tomaba mucha importancia a las apariencias... pero quizá solo eran ideas suyas así que intentaría no pensar mucho en ello y continuar con la conversación. —¿Por qué no mejor me dice por qué decidió usted buscar pareja en una aplicación?

—Lo mismo... quizá son cosas de la edad... Además, como profesora de preescolar sería muy raro que yo no tuviera a esta edad mis primeros hijos.

—Comprendo.

-🍃-

Tres meses después.

Jimin había aprendido a adaptarse a las cosas en el refugio poco a poco. Lamentablemente había tres cosas a las que no lograba acostumbrarse. Una era dejar a su bebé por las tardes al cuidado de Jin, sin embargo, no era el único omega que debía hacer lo mismo. Todos salían a trabajar, Jimin por ejemplo era mesero en un restaurante a pocas cuadras. La segunda cosa era precisamente su trabajo. Era difícil, sumamente difícil, más si se tiene en cuenta que sus conocimientos eran a penas los esenciales  y eso no ayudaba mucho para poder cumplir con sus labores, sobre todo cuando se trataba de cuentas. Los primeros días cometió muchos errores hasta el punto en que la dependienta del lugar sigue vigilando cada uno de sus pasos y en más de una ocasión se ha ido a quejar con el refugio por su pésimo desempeño. Al menos el poco dinero que podía quedarse para él mismo lo estaba ahorrando.

La última cosa eran las sesiones con Namjoon. Llevaba semanas en el refugio, pero no había sido capaz de decirle a Namjoon mucho... no tenía el valor de contarle sus más íntimos secretos, jamás le había contado a nadie todo lo que había vivido, pero esperaba que el alfa le siguiera teniendo paciencia... quizá algún día sería capaz de hacerlo.

—¿Estás bien Jimin? ¿Necesitas un descanso?

—Sí, creo que sí —contestó el omega volviendo a abrir sus ojos, saliendo de los recuerdos dañinos.

—No te preocupes, no debes exigirte tanto.

—Es que quisiera decírtelo.

—Lo sé, lo sé. Aún si no me lo dices yo puedo intuir que lo que has pasado no ha sido sencillo.

—No lo fue —el omega comenzó a llorar y el alfa se sentó a lado suyo para abrazarle y decirle palabras tranquilas hasta que los espasmos lastimeros de Jimin cesaron.

Jin espero pacientemente mirando por una pequeña ranura de la puerta abierta lo que pasaba dentro de la habitación. Observó con especial atención cómo Namjoon se había acercado a consolar al omega. Namjoon era el más cercano a Jimin en el refugio, algunos otros omegas cuchicheaban pensando que ambos hacían como una bonita pareja y que si ellos verdaderamente estaban comenzando un romance parecían de un cuento de hadas porque el indefenso omega estaba siendo pretendido por un alfa bastante respetable. Pues claro, un omega y un alfa juntos como la naturaleza dictaba... así siempre serían las cosas.

—Lamento interrumpirlos chicos, pero tenemos visitas importantes. Están esperando a todos en el jardín, no tarden —avisó Jin antes de dar la media vuelta e irse.

Jimin jamás había imaginado que las personas que estaban esperándoles eran Yoongi y su prometida: Kang Seulgi.

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Gracias por leer, comentar y votar. Esta historia está empezando a tomar rumbo, espero que les haya gustado.


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