Con la primera impresión, Yoongi bien pudo juzgar al omega y preguntarse: ¿por qué tener hijos si no se estaba en condiciones de cuidarlos?, ¿para qué? Sin embargo, ahí sentado detrás del volante, presenciaba a través de miradas furtivas al retrovisor la devoción que el chico le tenía a su cachorro, lo triste que estaba porque éste no abría sus ojitos y su fuerza para retener las lágrimas en un falso intento de valentía le hacía desistir de críticas.

Además, Yoongi podía reconocer perfectamente la mirada que se reflejaba en el omega porque sin duda era la misma que reflejaba su madre cuando huyeron de su antigua manada. Jamás se le olvidaría ese característico olor a miedo tampoco. Era un niño, pero sabía perfectamente que estaban en peligro y que para evitar ser una carga debía intentar seguir el paso de su madre lo mejor que pudiera.

Así que cuando vio en los ojos de aquel omega lo que una vez vio en los ojos de su madre, sabía que éste estaba en unas condiciones muy similares a las de él hace años atrás, incluso podría decir que el jovencito estaba aún peor porque el pequeño que llevaba consigo era apenas un cachorro de meses de nacido y enfermo, por si fuera poco. Entonces sentía en carne propia el miedo una vez más.

Quizá esas eran las razones por las cuales ahora llevaba en su automóvil al omega rumbo al hospital más cercano.

Porque si su madre hubiera cargado con él en ese estado, Yoongi hubiera deseado que alguien le tendiera la mano y le ayudará.

Conocía el trayecto al hospital de memoria, su madre trabajó ahí por años hasta que logró emprender el sueño de su vida: un refugio para omegas. Irónico que él jamás apoyará el sueño de su madre, no porque le pareciera una causa absurda sino porque detestaba revivir viejos recuerdos... Irónico que estuviera ayudando a un omega que le hacía recordar su pasado más que nadie.

Jimin mientras tanto, de alguna forma se sentía afortunado de tener aquél alfa a su lado, sobre todo porque actuó rápidamente como si fuera su propia vida la que estaba peligrando, incluso buscó personal médico que atendiera a su cachorro cuando recién arribaban al lugar y no se mostró en ningún momento desentendido de ellos.

¿Era tonto decir que se sentía acompañado?

Más tarde lo pensaría mejor y estaría seguramente muy avergonzado por su actuar y cómo se aprovechó de la amabilidad del desconocido, pero por el momento prefería no darle tanta importancia.

Entonces, el lobo de Jimin paso de su estado aparentemente aletargado gracias a la compañía del alfa, a uno de alerta máxima. A su parte más instintiva no le había gustado nada que le quitarán a su pequeño bebé para que lo revisara un especialista, entonces la grave voz de Yoongi nuevamente intervino.

—Quieres calmarte omega, deben revisarlo para que se recupere —pronunció él alfa muy calmado adoptando una postura firme pero no inflexible.

Jimin lo sabía, no era su primera vez en un hospital.

Fue en ese preciso instante en que le puso al fin, facciones al alfa que le había ayudado; curioso que hasta ese entonces ni siquiera lo había podido ver a los ojos, esos ojos grises bien característicos pues eran de un tono poco común, su blanca piel y su complexión un poco musculosa, aunque delgada, al fin y al cabo.

Tampoco había distinguido con anterioridad su olor a incienso, abrumador en partes, pero bien cubierto con el ligero toque cítrico a mandarinas que lo hacían llevadero.

Yoongi sabiéndose escrudiñado fijó con más intención su mirada en el omega, esperando que éste se diera vuelta para que lo dejara de mirar y esperara en silencio a recibir noticias de su cachorro; él también se quedaría a esperar... al menos quería enterarse si de algo había servido su ayuda.

Jimin en efecto retiro su mirada por miedo a molestar al alfa.

Yoongi carraspeo incómodo y simplemente dijo: —Sentémonos a esperar que venga el doctor a darnos noticias.

Para ese momento Jimin ni siquiera se había percatado que a lado suyo se encontraba una pequeña "sala de espera" compuesta por unos cuantos bancos que se notaban incomodos pero que para él significaron el lugar más acogedor en el que había estado en mucho tiempo. Y sin quererlo empezó a perder la conciencia, poco a poco sus ojos se cerraban sin darle oportunidad de hacer algo para evitarlo.

El lobo de Yoongi, poco expresivo como el humano mismo, tomó una postura de alerta, como si éste pretendiera velar por el bienestar del omega dormido. Claramente Yoongi prefirió quitar importancia a ese modo de actuar extraño y permaneció aburrido esperando hasta que el rostro apacible del omega se acomodó sin vergüenza entre su hombro y cuello hasta que encontró la mejor posición para seguir soñando.

—¿Familiares del cachorro Park Taehyung? —Preguntó el mismo medico de hace rato, enfundado en su característico uniforme junto con la mirada cansada por las largas jornadas, sabedor de que portaba importantes noticias para la "familia" asentada en la sala de espera. Familia que le daba mala espina, sobre todo hacía el alfa que lucía tan desinteresado cuando su hijo estaba enfermo y su omega lucía preocupado y anímicamente fatal. Le hacía preguntarse: ¿Por qué mantenía a su familia en tal estado deplorable si él lucía bien saludable?... En fin, no sería el primer caso de abuso que presenciaba, aunque no por eso dejaba de ser desagradable saberlo.

Yoongi notó cuando el omega sentado a lado suyo intentó abrir los ojos al escuchar el nombre boceado hace instantes e igualmente notó que Jimin no tuvo mucho éxito para reaccionar del todo.

—Despierta omega, el doctor está preguntando por tu cachorro.

La voz de alfa de Yoongi salió sin premeditaciones, su lobo ni siquiera le consultó la idea, solo naturalmente le habló como si se tratara de alguien cercano. En la sociedad no estaba muy bien visto que los alfas usaran su voz de "mando" con los omegas sin importar cuan cercanos fueran. Se decía que en antaño el uso de la voz de mando había servido para cuidar y proteger a los omegas de la manada, pero con el tiempo se había convertido en una forma de someterlos a fin de obligarles a hacer cosas en contra de su voluntad.

Pero cabía hacer aclaraciones al respecto; por ejemplo, cuando un omega se enlaza con algún alfa a través de la famosa "marca", el poder las voces de mando cambia, en dichas condiciones el omega únicamente reaccionaría positivamente a la voz de su alfa, las demás serían tomadas como ofensivas y reaccionarían negativamente a ellas. Por eso fue sorprendente para Yoongi notar cómo el omega contrario se levantaba más despierto que nada en dirección al médico... Esta reacción significaba que el omega no estaba enlazado y aquello era muy sospechoso porque los omegas no enlazados raramente sobrevivían a los embarazos.

—¿Usted es el padre del cachorro?

Yoongi escuchó desde la distancia, después vio el desenvolvimiento del omega ante las noticias que estaba recibiendo del hombre, primero notó el asentimiento de éste cuando le preguntaron de su parentesco con el paciente, entonces su cara pasó del asombro a la preocupación y finalmente al alivio al saber que si bien el pobre pequeñito estaba desnutrido y deshidratado, le habían atendido a tiempo y solo necesitaría un par de días en observación para que recuperara sus niveles normales. Justamente eso era lo que Yoongi, aún sentado en la sala de espera del hospital, esperaba saber para levantarse y salir del lugar, pero el omega lo pilló antes de que pudiera escabullirse y la mirada que le mandó le impidió salir de allí.

Yoongi siempre fue un alfa de los más discreto y sensato, era más tímido que la mayoría de su casta, aquello le había traído experiencias desagradables con demás alfas y una situación un tanto penosa con los omegas, pero ahora como adulto estaba más que convencido que prefería el anonimato que destacar por ser un bruto. Lamentablemente esta situación le estaba sacando de su cómodo estado de desinterés a situaciones ajenas a él.

—¿Sucede algo? —preguntó a penas dar vuelta en dirección nuevamente al omega y de brazos cruzados, esperando que eso indicara sus ganas de alejarse de una vez por todas de la situación.

—Yo... —tartamudeó Jimin —. Quería agradecerle por su ayuda... ehm...

—¿Qué? — Increpó Yoongi al notar la indecisión en el omega y cómo éste no terminaba su oración.

—¿Me podría decir su nombre? — solicitó con timidez —. Es que... no sé cómo dirigirme a usted.

—¿Debería darte mi nombre? —cuestionó —. Tu no me has dicho el tuyo.

Y era cierto, Jimin olvidó el mínimo gesto de cortesía ante su desesperación, así que algo avergonzado se presentó.

—Es verdad, discúlpeme —agregó apresurado —. Soy Park Jimin, mucho gusto —terminó, inclinándose en muestra de respeto y para corregir su mal comportamiento de hace rato atrás. Además, el omega de Jimin genuinamente agradecido, le hizo sonreír en un gesto de cordialidad para con el alfa.

—Min Yoongi— respondió escuetamente el contrario.

Jimin no encontró descortés su respuesta porque comprendía que el alfa no tenía ninguna obligación a ser más considerado de lo que ya había sido con ellos.

—Muchas gracias señor Min, lamento los inconvenientes que le he hecho pasar.

—No deberías darme las gracias, para la próxima evita algo que pueda matar a tu cachorro, que no siempre te toparas con personas que estén dispuestas a ayudarte.

—Lo sé, por eso le estoy muy agradecido.

En fin, el alfa no iba a discutir con el omega acerca de si debía agradecerle o no, él ya quería largarse muy lejos y tomar la experiencia como algo inaudito que esperaba olvidar.

—Bien... si eso es todo yo me retiro.

—Espere... —Yoongi rodó lo ojos desesperado ¡¿Qué más quería el imprudente omega?! Y ahí estaba él una vez más esperando a que éste agregara lo que sea que fuera a decir y esperaba que no fueran nuevamente agradecimientos o ese tipo de cosas que le hacían sentir incómodo —. Me apena mucho esto, pero dicen que mi cachorro debe quedarse unos días más en el hospital y...

—¿Y...?

—No tengo donde quedarme ni cómo pagar el alojamiento en el hospital... yo salí de mi manada sin nada conmigo.

Yoongi quería decirle que ese ya no era problema suyo, que se las arreglará como pudiera... pero lamentablemente ya estaba pensando en cómo ayudar a Jimin.

—¿Si te ayudo con esto, me prometes que será lo último? —preguntó colmado hasta la paciencia.

—¡Claro! —afirmó fuertemente Jimin —. No volverá a saber nada de mí, señor Min le doy mi palabra que no le ocasionare más problemas.

—Bien — suspiró tratando de creer en el omega —. Te puedo enlazar con un "refugio" de omegas en... condiciones similares a la tuya.

¿Un refugio para Omegas? ¿Eso acaso existía?

Jimin esperaba que sí porque vaya que necesitaba ayuda...

—Se lo agradecería mucho —respondió.

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Tarde pero el capítulo de la semana! Gracias por leer, comentar y votar. Nos leemos la próxima semana.