🍃Capítulo 11
Aquella casa tenía una fachada muy descuidad que la hacía lucir como una construcción antigua. Las paredes prácticamente no tenían color, todo se había desvanecido con el paso de los años, pero si se miraba bien se podían notar algunas pinceladas de lo que en algún momento fue un color rojo vibrante.
Nada más entrar, tomado del brazo de Chanyeol, Jimin comenzó a encontrar algunas cosas extrañas. Por ejemplo, la poca iluminación y que la mayoría de las ventanas estaban cerradas con cortinas ennegrecidas o con tablas de madera atornilladas. A penas entraban unos cuantos vestigios de luz.
Chayeol lo hizo soltarse, Jimin a penas y lo notó. Estaba absorto viendo el lugar.
—Camina, cariño.
Jimin lo hizo, avanzó detrás del alfa. Notando como en fila se formaban aproximadamente diez omegas jóvenes.
—Bienvenido alfa.
Todos dijeron al unísono y bajaron sus miradas sumisamente, como los omegas respetuosos debían hacer. Después todos guardaron silencio y permanecieron sin moverse.
—Espero que me hayan extrañado mis omegas —nadie respondió —. Les presento a un nuevo integrante — Chanyeol tomó la mano de Jimin y lo posicionó frente a todos —. Él es Jimin, a partir de hoy será parte de la familia.
Esa fue la bienvenida a su nuevo "hogar".
No pasó mucho tiempo después de eso para que Jimin entendiera el funcionamiento de esa casa gracias a lo que él mismo presenció y lo que le decían los demás porque, hasta cierto punto, Chanyeol lo mantenía alejado de ciertas cosas.
—Tú no eres como ellos —decía, acostado aún en su enorme cama, observando como el omega recogía su desastre después de una noche pasada de copas. Jimin no hablaba, permanecía de rodillas recogiendo los pedazos de botellas de licor —. Eres tan dulce y tan hermoso que no podrías hacer lo que ellos hacen —el alfa bajó de la cama y aún semidesnudo se acercó a Jimin, tomándolo rudamente del rostro, admirando la mejilla rojiza —. Tú debes ser adorado, solo por mí. Espero que hayas aprendido la lección, cariño.
Sus labores en aquella casa desde el primer día consistieron en cocinar para todos, limpiar los pisos, escombrar los muebles, lavar las ropas sucias de los omegas e incluso bañarles porque a veces ellos mismos no podían hacerlo. Sin embargo, su trabajo más importante consistía en mantener complacido a Chanyeol.
Si él podía evitar que el alfa de la casa se enojara, la vida de todos podía ser más llevadera. Si no era así, todos sufrían las consecuencias. En esos días malos, Jimin tenía que poner en práctica sus conocimientos en remedios caseros para tratar las heridas ocasionadas por la furia de Chanyeol.
En el orfanato nunca sufrió ese tipo de abusos, pero su educación fue muy pobre. En ese lugar únicamente pasaba sus días ayudando a las labores domésticas junto con sus demás compañeros.
—La vida en el orfanato era buena... sobre todo si se compara con lo que viví con mi alfa. Aunque, me hubiera gustado poder ir a una escuela... quizá eso me hubiera ayudado mucho. Tal vez si hubiera tenido estudios, no hubiera sido una presa tan fácil para él.
Jimin estaba en medio de una de sus sesiones con Namjoon. Ambos tenían unas tazas de chocolate caliente en sus manos, porque el alfa le había asegurado que así podría estar más cómodo y la plática podría fluir naturalmente.
—¿Qué te hubiera gustado estudiar?
—No estoy seguro... probablemente hubiera decidido ser enfermero. Me gusta ayudar a los heridos y los enfermos. Se me da bien hacer ese tipo de cosas.
Namjoon sonrió.
—Fuiste muy valiente al salir de allí.
—Lo hice por Tae, mi bebé no merecía crecer en ese lugar. Podré ser muy manipulable y algo estúpido, pero sabía que no era un hogar sano para criarlo.
—Yo no creo que seas estúpido. De hecho, creo que eres bastante inteligente.
—No sé cómo tú y el señor Min pueden decir cosas como esas.
—¿No crees que, si dos personas te lo han dicho, es porque es cierto?
Jimin no lo veía así. Desde la plática con Yoongi, le ha dado mil vueltas a la oferta laboral que le fue ofrecida.
Realmente deseaba no volver a ver a su jefa ni regresar al restaurante. Pero... ¿a tal grado como para arriesgarse y aceptar ser empleado de Yoongi?
Si por Jimin fuera, en ese mismo momento le hubiera dicho que no creía que fuera bueno para el puesto. Incluso pensaba que podría ser un estorbo mucho mayor que en el restaurante.
Sería un desastre.
—A veces... me preguntó ¿Qué diría Chanyeol si estuviera aquí? Seguramente me diría algo como "¿Piensas que alguien contrataría un omega sin estudios?", " veamos si logras que alguien te de trabajo".
—Pero Chanyeol ya no está aquí.
Las palabras de Namjoon resonaron tanto en la mente de Jimin que, debía reconocer que su amigo tenía un buen punto.
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Eran cuarenta minutos los que había escuchado a Seulgi, pero Yoongi sentía que habían sido horas. Si él tuviera algún tipo de participación en aquél monologo de la omega, no estuviera tan aburrido, pero no era así.
Seulgi estaba tan emocionada relatando cómo iban los preparativos de la boda que, poco le interesaban los comentarios de su prometido de tal forma que él en algún punto, dejó de prestarle atención. Yoongi estaba más preocupado por no haber recibido alguna señal de Jimin.
Ya casi eran dos semanas desde su plática y ni siquiera había podido contactar a Jin para preguntarle si todo estaba bien, por culpa de la semana extenuante que tuvo en el trabajo. No era mentira que necesitaba ayuda, estaba estresado y sin duda Seulgi no ayudaba a mejorar esa situación.
—Entonces le dije a tu mamá que prefería que tu color de traje fuera negro porque es un color que te hace ver más elegante y va muy bien con tu tono de piel.
—Ehm, señor Min —interrumpió una de sus ayudantes, quien trabajaba en el mismo piso que él —. Han pedido hablar con usted, es un omega... dijo que se llama Jimin.
Yoongi despertó de su letargo nada más escuchar el nombre.
—Dile que me espere en la sala de juntas por favor.
—Muy bien, eso le diré.
La chica se retiró silenciosamente después de eso.
—Lo siento Seulgi, en otra ocasión podríamos seguir hablando del tema. Tengo una reunión importante.
—Oh, está bien. Tienes una reunión con un... ¿omega? —preguntó claramente indignada —¿Se puede saber qué omega es más importante que tu prometida?
—Seulgi, ya habíamos hablado de esto. Yo no intervengo en tu trabajo, tu no intervienes en el mío. Nos vemos en la noche, mamá quiere cenar contigo.
Sabía que no fue educado de su parte salir nada más así de su oficina y dejar a Seulgi con la palabra en boca; pero, quería escapar de una discusión segura. Lo arreglaría por la tarde comprando alguna cosa que pudiera gustarle a la omega. Preferiblemente algo que estuviera de moda.
Dejando eso asunto de lado, Yoongi decidió que era mucho mejor concentrarse en pensar qué sería lo que Jimin le podría decir.
No caminó mucho para llegar a la sala de juntas que estaba en el lado opuesto a su oficina. Unos instantes después llegó Jimin, acompañado de la chica de hace un rato. Tan solo con poner un pie allí, el agradable aroma del omega comenzó a ser percibido.
—Buen día, me alegra que hayas venido. Siéntate donde gustes.
—Gracias —. Jimin aceptó la propuesta y ambos se sentaron en las sillas que estaban dispuestas alrededor de la mesa de juntas—. Le pedí a Namjoon que me ayudara para poder venir. Necesitaba decirte mi respuesta.
—Te escucho.
Jimin tomó una profunda respiración.
—No puedo ser su asistente...
Y antes de que pudiera continuar, Yoongi le interrumpió.
—Jimin, si te soy sincero, te propuse trabajar aquí porque estoy convencido que puedes ser bueno para el puesto. Jin me ha dicho que eres muy bueno para memorizar cosas. Dice que aprendiste el menú del restaurante en muy poco tiempo. Además, en tu anterior trabajo como mesero siempre fuiste muy amable y servicial. Por favor reconsidéralo.
—No había terminado de dar mi respuesta señor Min —dijo, algo divertido por la actitud que había tenido el alfa—. Lo que en realidad quería decir es que, no puedo ser su asistente en este momento porque no estoy capacitado para el puesto, pero... puedo aprender a serlo poco a poco. Si usted me lo permite.
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Ver a Jimin pasar por la entrada del edificio, ahora como empleado oficial, fue... una experiencia tan extraña. Era difícil dimensionar que una persona que conoció por accidente ahora sería parte de su cotidianidad.
—Chicos él es Jimin. Será parte del equipo, por favor ayúdenlo en sus dudas y sean amables.
Después de presentarlo al demás personal, que no era mucho realmente, había llevado al omega hasta el que sería su lugar de trabajo, el cual únicamente se trataba de un escritorio ubicado a un lado de la puerta de su oficina por temas prácticos.
La primera tarea de Jimin fue revisar lo correos y en un principio, cuando la indicación le fue dada por el alfa, casi entra en pánico. Sin embargo, Yoongi le explicó pacientemente como hacer todo el proceso y al omega no le pareció tan complicado. El alfa le había explicado tan bien que, sorprendentemente, pudo finalizar pronto con el trabajo.
—¿Puedo ayudarle en algo más? —preguntó Jimin, dentro de la oficina del alfa después de haberle relatado lo que los correos solicitaban.
—Sí, ven. Tengo algunos problemas para poner en orden las carpetas. ¿Podrías ayudarme a clasificarlas? Mira, puedes dividirlas por proveedor, de esta manera será más fácil buscar lo que necesitemos en un futuro.
Jimin se acercó y prestó mucha atención a lo que Yoongi le explicaba. Tras un par de minutos regreso a su escritorio para seguir trabajando.
Cuando llegó la hora del almuerzo, Yoongi llamó a su lugar favorito para pedir una orden de comida para dos personas. Salió de su oficina para avisarle a Jimin, pero nada más salir olvidó a lo que iba y se perdió unos instantes viendo cómo el omega diligentemente organizaba las carpetas, siguiendo sus indicaciones. Estaba tan concentrado que ni siquiera despegaba la mirada un segundo.
¿Cómo pudo pensar que no sería bueno para el trabajo? Se preguntaba.
—Ordené algo para comer, es del restaurante al que fuimos cuando nos conocimos —dijo, intentando no perturbar la concentración del omega.
—La comida de ese lugar era muy buena —. Difícilmente podría olvidar ese día y la comida tampoco —. Disfrute su almuerzo.
—En realidad... ordene comida para dos.
Ante la mirada confundida de Jimin, tuvo que agregar:
—Es mi forma de decir "Bienvenido al equipo Jimin".
Y para Jimin fue inevitable no recordar aquella otra bienvenida que le había marcado de por vida, esperaba que esta vez fuera una bienvenida diferente.
Un buen comienzo. Quizá un... "nuevo hogar".
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Muy noche pero hay actualización!!! Espero que hayan disfrutado la lectura. Poco a poco tendremos más detalles del pasado de ambos protagonistas.
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