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La habitación estaba sumida en una obscuridad forzada, mis ojos se abrieron automáticamente, quiero creer que por el mero hecho de ya querer dar por terminado mi servicio. Las cortinas negras tenían algunas mancas de semen ya secas, en realidad no había lugar en la habitación en el que no me haya tomado ya. Intenté moverme, pero el brazo musculoso de mi cliente y el dolor en mi cadera me regresaron a la cama.

—No te vayas, amor.

Emití un gruñido de molestia, estaba harto de esta situación.

—Chanyeol, ya te he dicho que no me llames así, no te encariñes.

—Mientras te pague, te puedo llamar como quiera, amor.

Intentó acercarme a su cuerpo, pero ya se había terminado su tiempo, era libre y estaba dispuesto a golpearle si se pone necio de nuevo.

—Se acabó tu tiempo, nos vemos el siguiente mes.

Me levanté y me vestí como pude.

—Algún día serás sólo mío— prometió desde su cama.

No me agradaba, Chanyeol es ese tipo de hombres que te llevan a la muerte segura, directa y sin escalas, no creo que me ame, ama cogerme. El frío de la mañana golpea mi rostro en cuanto salgo del departamento donde siempre nos vemos, mis dientes castañean un poco pero no hay nada que pueda hacer, olvidé mi chaqueta en mi camerino ayer en la noche, de no ser por la impaciencia de mi cliente habría podido tomarla.

Mi dinero se divide en muchos gastos, vivo sobre una fonda pequeña, el dueño es amable, no me cobra mucho y no hace preguntas, esa es la mejor parte.

—Buenos días, señor Choi— el hombre se asoma desde la cocina, luce afligido.

—Buenos días— se seca sus manos con un paño y se acerca para hacer que me siente en una de las mesas— Debes tener hambre, luces cansado.

—Un poco de ambas— admito.

El señor Choi regresa con un plato de comida caliente y una taza de café, sus manos tiemblan más de lo usual, parece que algo lo tiene asustado.

—¿Algo malo pasa? — me atrevo a preguntar cuando se sienta frente a mí.

—Le debo dinero a ciertas personas— su voz se quiebra— Tengo que reunir dos mil dólares en un mes, pero también tengo los gastos de mi medicina, creo que este mes no podré comprarla.

—Señor Choi— tomé su mano entre la mía—No gano mucho, pero este mes puedo darle más dinero para que pueda juntarlo más rápido.

—No puedo aceptar eso.

—Es necesario, usted necesita ayuda y yo puedo dársela.

—Oh, mi niño SeHun, eres muy amable, la vida te lo regresará con mucha felicidad.

Cuanto deseaba que esas palabras se hicieran realidad, comí ante la feliz mirada del señor Choi, tendré que reducir un poco los gastos de comida y transporte, pero le daré ese dinero.

—Iré a dormir un poco, en la noche tengo que trabajar más— me sonrió y sacudió la mano en forma de despedida, las escaleras que conducen a mi departamento están en la cocina, por lo que casi nadie las ve, es mejor, menos preguntas y si alguien me sigue, se confunden.

Las duchas para mí siempre son largas, el agua no puede llevarse todas las manchas de impureza que rodean mi cuerpo, pero me agrada pensar que lo hace, aunque sin importar cuanto me limpie, siempre volveré a ensuciarme. No es que BaekHyun me esté poniendo un arma en la frente para abrir mis piernas, pero tengo una necesidad bastante fuerte, una que sólo él puede ayudarme a cubrir. Las personas dicen, busca un trabajo y ya está, bueno soy un trabajador social de capital variable, eso respondo cuando me preguntan por mi trabajo, cuando no tienes estudios es difícil obtener un trabajo que pague bien, si fuera sólo yo, claro que trabajaría a medio tiempo en una tienda, pero tengo que pensar por alguien más y ese sueldo tan pobre, no me es suficiente.

Escucho mi teléfono vibrar, pero no es el tono de BaekHyun así que no me apresuro en ver quien me ha enviado un mensaje, seguro sólo es Jimin, quejándose sobre mi abandono del día de ayer, cómo si él no supiera ya que Chanyeol exige mi presencia lo más rápido posible, sin importar el tamaño, la edad y el poder quienes se apellidan Park parecen ser buenos para irritar personas. Yo también debería reclamarle, él se irá con aquel chico que tiene un estudio de tatuajes y dos hermanos que parecen tornados, pronto será un lindo recepcionista que lo único que tendrá que mostrar será un libro con diseños para tatuarse, mientras que yo seguiré abriendo más que mis brazos para ganar dinero. No es que no desee que deje esta vida, sólo que me da algo de celos.

Salgo sin toalla, la he olvidado, no importa de todos modos, no hay partes de mi cuerpo que otros no hayan visto ya, como lo supuse el mensaje era de Jimin, sólo que no estaba reclamándome sino despidiéndose, prometió visitas constantes para no romper la amistad, como sea, eso no lo hace mejor.

Desearía poder tener también un hombre que pareciera resolver todos mis problemas mágicamente, alguien que no sólo desee mi cuerpo. Soñar es gratis, es el único lujo que me puedo permitir.