1.
Las personas son débiles cuando aman, hacen tonterías y se meten en problemas. Yo lo asocio a lo primitivo que es el hombre, cuando una emoción es fuerte no saben actuar con raciocinio, sólo van hacia adelante como animales salvajes, las personas que me deben dinero en su mayoría lo gastaron en actos hechos en nombre del amor.
—Por favor señor Kim, todavía no junto el dinero, deme un poco más de tiempo.
El señor Choi, este hombre me pidió dinero para poder cumplir el sueño de su esposa de ir a Europa, prometió que me devolvería mi dinero en un plazo de seis meses, que ya tenía algo ahorrado pero que no era suficiente para el viaje entero, ese dinero lo guardaría para juntar más rápido lo de su deuda, pero han pasado ocho meses y no veo resultados.
—No, señor Choi yo soy un hombre puntual— me crucé de brazos.
Mi deudor tenía una fonda muy pequeña, apenas tenía clientes, aquí es justo dónde lo estoy acorralando, él tiene que saber que sé todo de él y que un paso en falso lo puede llevar a la tumba.
—Mire, me falta poco para juntar el dinero, puedo darle lo que tengo y luego le doy el resto— las manos del hombre temblaban mucho, quería llorar, gritar y escapar, sólo que estaba consciente de que él se había metido en esto solo.
—Eso depende de cuantos miles me falten— le hice señas a uno de mis hombres para que levantaran al hombre— Deme lo que tiene y yo le digo si vive o muere.
Con prisa el hombre fue hasta la cocina de la fonda, mi hombre le siguió para asegurarse de que no cometiera alguna estupidez, al poco regresó con una bolsa de papel de estraza, estaba algo arrugada y con manchas de grasa por encima, me tendió la bolsa. Cuando la abrí había un buen fajo de billetes, los conté con rapidez frente a la asustada mirada del señor Choi.
—Faltan dos mil dólares, señor Choi—enarqué una ceja con el rostro serio, pude ver como sus piernas temblaban. —Bien, regresaré en un mes y espero que para entonces mi dinero esté completo, de lo contrario su esposa tendrá que ir planeando un funeral.
Chasqueé mis dedos, me giré para marcharme con mis hombres siguiéndome. Me alejé un poco para poder encender un cigarro, mientras lo ponía en mi boca para inhalar, escuché a SeokJin -quien era el nuevo recluta- susurrar.
—Parece que en realidad el jefe es blandito— HanBin, mi mano derecha le codeó para que se callara.
—SeokJin, ven aquí— hice un ademán, el chico caminó con la frente en alto—Te informo que tengo un buen oído, que ese hombre me vale más vivo para recuperar mi dinero y que — saqué mi semiautomática, quité el seguro, antes de que él pudiese reaccionar, le disparé en la mano— No soy blando. — la sangré botó manchando la puerta de mi auto, mi mano y el cañón de mi glock. —Cuando lleguemos a la mansión, quiero que limpies el auto— le miré llorar por su mano herida— Dejaré que MinSeok revise tu mano. Esto es una lección. —Esto último lo dije mirando al resto de mis hombres.
HanBin me abrió la puerta del auto, le dijo algo al resto de los chicos y luego rodeó para poder subir.
—¿A la mansión? — preguntó mirándome a través del retrovisor.
—No, BaekHyun me invitó a su prostíbulo— crucé mis piernas y recargué mi cabeza contra el cristal de la ventana.
—¿De nuevo? — su tono era divertido— Aunque esta vez aceptaste.
—Sí, me hace falta cogerme a alguien.
Sus mejillas se encendieron por la vergüenza que le generé, tan virgen que parece este hombre.
—Recuerde usar protección, los prostitutos no son lo más limpio del mundo. — hizo una mueca de desagrado.
—BaekHyun asegura que están limpios y que todos muestran una tablilla con los resultados de análisis de sangre, todo para que el cliente sepa que tienen lo mejor— aquello último lo recité como BaekHyun me lo había dicho por teléfono.
—Espero que consiga algo bueno.
—Yo también lo espero, o comenzaré a llamar a mi ex.
—Ay no, por favor ya no quiero ver a esa diva con complejos estúpidos de sicario.
Solté una carcajada honesta, realmente nunca supe por qué estuve con Taemin. HanBin condujo el resto del camino en silencio hasta que llegamos a "Psycho" tenía un cadenero afuera y el letrero con el nombre que resplandecía en un color rojo, bastante cliché, pensé yo.
—Vamos, HanBin— mi buen amigo me miró horrorizado, al parecer planeaba esperarme dentro del auto—Necesitas divertirte un poco.
—No, como estoy, estoy bien— se cruzó de brazos y negó repetidamente.
—Es una orden.
HanBin frunció su entrecejo, apretó sus labios pero bajó de todos modos, me abrió la puerta y caminó a mi lado mientras hacía ruiditos de molestia. En la entrada el cadenero nos dejó entrar apenas notó quien era yo, el interior estaba tenuemente iluminado con luces rojas y moradas, el bar era atendido por un hombre y una mujer desnudos, sus pezones apenas podían cubiertos por pezoneras de color, había jaulas enormes colgando del techo con bailarines dentro, una pista con un tubo en el medio que todavía no estaba en uso, al fondo en la zona VIP, con dos cadeneros más, BaekHyun estaba sentado con un chico en sus piernas.
—Parece que entramos en una dimensión totalmente alterna a la nuestra— Mi mano derecha parecía un niño asustado.
—No te asusta encajar balas en frentes ajenas, pero te asusta ver prostitutos.
—No me asusta— me miró indignado— Es sólo que, me gusta demasiado, pero mi corazón está casado.
—Claro, hombre leal, me agrada.
—Sólo miraré, pero tocar, no puedo.
Avanzamos entre las mesas de hombres que disfrutaban ya de sus sexoservidores, BaekHyun palmeó el trasero del hombre en su regazo para que se bajara, se levantó y abrió los brazos.
—JongIn, benditos mis ojos que te logran ver al fin— me dedicó una sonrisa atractiva.
Nos abrazamos, palmeamos nuestras espaldas y besó mi mejilla.
—Realmente me vendría bien tener algo con alguien— se sentó al lado del chico que portaba un vestido de malla transparente.
—Aquí encontraras de lo mejor— se dejó caer, palmeó sus piernas y el chico volvió a subir a ellas.
HanBin se sentó también, estaba tratando realmente duro de no palmear traseros y babear pechos. Las luces se apagaron dejándonos a obscuras por un momento, luego los reflectores iluminaron el escenario.
—Viene mi estrella— Baek me susurró.
Comenzó a sonar earned it, lo primero que apareció en el escenario fue una pierna preciosa, libre de vello, blanca como la porcelana, y luego el resto de un cuerpo delgado que era ligeramente cubierto por una bata de seda de color vino, el chico era hermoso, su cabello negro le hacía lucir todavía más etéreo, me sentí hechizado al momento, los movimientos de sus caderas mandaban pulsaciones deliciosas a través de toda mi columna y pecho hasta mi pene. Deseé ser el tubo cuando frotó su cuerpo contra el, mis ojos seguían cada movimiento de ese precioso chico.
—Lo quiero a él— le dije a BaekHyun.
—Oh, mi querido, por esta semana mi estrella brillara para otro hombre.
—¿Qué? — fruncí mi entrecejo—De verdad estás diciéndome que alguien pagó para obtener los servicios de un prostituto por una semana— No era un pregunta, era un escepticismo.
—Este hombre está obsesionado como mi niño— su voz denotaba frustración— Cuando me negué a venderlo, me dijo que rentaría sus servicios sexuales por semana entonces, pero le dije que no podían ser continuas.
—Tú no vendes personas— dije.
—Claramente no, pero él no lo entiende.
—Mierda, yo realmente deseaba que tu estrella brillara para mí.
—Otro día será— le guiñó un ojo— Por hoy, podrías escoger a otro.
—Ya se me quitaron las ganas.
—Eres un niño.
¿Y qué si lo era? Yo no quería a cualquiera, yo necesito a esa estrella que con sus caderas encantó a mi pene.
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