JIMIN: Tras montar en el coche, Lee me llevó a comer a un restaurante poco conocido en el centro de la ciudad, y luego fuimos a un parque, donde apoyé con cansancio mi cabeza sobre su pecho, y él acarició mi cabello con cariño.

Mis ojos miraban fijamente una piedra del suelo. El silencio entre nosotros nunca era incómodo, pero necesitaba hablar.

-Me gusta mucho, Lee. Nos hemos vuelto a besar esta mañana. Varias veces. -dije sonriendo al recordarlo.

Lee acarició mi brazo.

-Me alegro, Jimin, mereces todo el amor del mundo.

Miré a Lee desde abajo, en su pecho.

-¿Crees que es buena idea que entrasemos en una relación de forma oficial?

Lee sonrió antes de acariciar una de mis mejillas.

-Será una buena idea siempre que tú te sientas preparado, Jimin, no puedes preguntarme eso a mi.

Volví a acomodarme en aquel banco, esta vez apoyando mi cabeza sobre sus muslos, y comencé a morderme las uñas de una mano, mientras miraba a la nada.

Lee rió tras unos minutos, y miré hacia arriba.

-¿De qué te ríes?

Lee negó con la cabeza.

-Esto me recuerda a hace unos años, cuando te dije que te pusieses en esta misma posición en la que estás ahora, para que vieses que podías confiar en mi.

Sonreí sin dejar de morder mis uñas.

-Pensaba que eras un pervertido.

Lee sonrió enarcando una ceja.

-Mmm, y quien te dice que no. -dijo pellizcando mi cintura.

Reí.

-¡Lee!

Lee dejó reposar su cabeza hacia atrás y suspiró.

-Creo que deberías salir con él Jimin, creo que te hará bien, quien lo iba a decir.

-¿Por qué lo dices con esa voz tan triste entonces?

Lee reclinó su cabeza despacio para sonreirme y depositar un beso en mi frente.

-Porque ya no vas a necesitarme más y eso debería alegrarme pero no lo hace.

Fruncí mi ceño.

-Lee, ¿qué dices? No eres sólo mi psicólogo, también eres mi amigo. No voy a dejarte de lado.

Lee rió levemente.

-Ese es el problema Jimin, que nunca debimos ser amigos.

-Lee...

Este me calló apoyando un dedo sobre mis labios. Cerró los ojos y suspiró.

-Deberías volver ya a tu casa  Jimin. No olvides lo que hemos hablado en la comida. Pídele perdón a tu padre, aunque no lo merezca del todo. Y no te hundas de nuevo, no hemos pasado años aguantándonos mutuamente para volver al principio, ¿eh?

Reí y asentí. Me levanté del banco y me estiré un poco.

-Lee, no sé que haría sin ti, de verdad.

Lee revolvió mi pelo.

-Llama a Yoongi al llegar a casa, pero díselo en persona, ¿de acuerdo?

Asentí con mi cabeza y nos despedimos.

●

Al llegar a casa, mi padre no estaba, por lo que no tuve que discutir antes de llamar a Yoongi y tener voz de cabreo.

Marqué su número.

-Hey -sonreí en la soledad de mi habitación- ¿Qué tal tu tarde? Quería hablar contigo...bueno quería hablarte en persona, pero ahora supongo que es tarde y...Yoongi, ¿estás ahí?

Pregunté al notar que me había cogido el teléfono pero no había pronunciado palabra.

YOONGI: Namjoon me miraba fijamente de reojo, tratando de analizar mi rostro mientras yo escuchaba la voz de Jimin al otro lado de la línea.

-Sí, estoy aquí, tranquilo.

El ambiente se había aligerado un poco durante la tarde, pero la llamada de Jimin solo nos hizo recordar la conversación, en especial a mí, que dejaba de pensar en ella solo por momentos.

La mirada de Namjoon no paraba de repetirme que hablara con Jimin, incluso si me dijo que no me lo diría.

-¿Que es lo que pasa?

JIMIN: Le noté extraño, asi que pregumté.

-¿Te molesto? Yo...no pasa nada...sólo...sólo quería hablar contigo, y...me gustaría poder hacerlo en persona hoy porque quizás mañana no me atreva, pero sé que ya es algo tarde asi que...no sé -reí nervioso- Olvídalo, sólo quería oir tu voz.

YOONGI: Mi estómago se revolvió por completo, y mis ojos se desviaron con urgencia hacia mi amigo.

-¿De qué... quieres hablar?

Namjoon apretó mi hombro al percibir que, probablemente, estaba empezando a pensar como un auténtico paranóico. Caminábamos ahora por la calle.

Mordí mi labio con nerviosismo.

-Estoy yendo a casa ahora, y no me importa que sea tarde así que... -no finalicé la frase, a pesar de que Namjoon me incitaba a hacerlo.

El problema no era que fuera tarde, sino que no sabía cómo enfrentar a Jimin con naturalidad, sin que pareciera que había visto algo que no debía.

JIMIN:

-Oh, entonces...¿podemos vernos? -dije nervioso - Iré a tu casa, si no te importa. Y quiero hablar sobre...sobre nosotros.

YOONGI:

-Oh, joder -se me escapó en un murmullo que ni supe si Jimin había sido capaz de escucharlo-. Está bien, estaré allí en diez minutos, ve cuando quieras.

JIMIN: ¿Yoongi había maldecido o era mi imaginación?

-Está bien, nos vemos.

Salí de mi casa a un paso más rápido de lo normal, dirigiéndome a la de Yoongi. Llegamos a la vez, encontrándonos, y aquello me hizo pensar.

-¿De dónde vienes?

YOONGI:

-Por un momento te imaginé como un perro con la cola entre las patas -comentó Namjoon nada más colgué la llamada.

-Eso me alenta mucho para hablar con Jimin -suspiró y se encogió de hombros.

-Sea lo que sea...

-Sí, lo sé, te contaré lo que sea que... me atormente, o lo que sea, no sé -me trabé. Apreté los labios-. Será mejor que me vaya ya, ten cuidado de camino a casa -Nam asintió y ambos proseguimos nuesttos caminos, cada uno por su lado.

Cuando vi a Jimin en el extremo contrario de la calle por la que caminaba, el camino se me hizo el triple de largo. Tragué saliva. ¿Debía besarlo?, ¿un abrazo quizás?, ¿o era mejor un simple saludo? Mis dudas se fueron en el instante en que nos encontramos a un par de pasos.

Fruncí el ceño, extrañado por la repentina pregunta.
    
-¿Por qué?

JIMIN:

-Pensé que ya estabas en casa, no importa...-me acerqué a él unos pasos, sin saber muy bien que hacer.- ¿Podemos entrar a tu casa?

YOONGI: Asentí mientras me adelantaba un par de pasos para abrir la puerta. Tenía que calmarme y dejar mi lado paranóico.

-Estuve en casa de Namjoon, hacía tiempo que lo tenía un poco abandonado, así que le debía algo de tiempo -me encogí de hombros.

JIMIN: Asentí sonriente.

-Últimamente pasamos demasiado tiempo juntos, ¿verdad? -reí al no saber que más hacer- Esta tarde...he estado pensando mucho, sobre nosotros, entre otras cosas ¿sabes? Por eso quería hablar contigo...

Le miré a los ojos, no sabía como seguir.

YOONGI: Suspiré al tiempo en que noté cómo las palmas de mis manos comenzaban a sudar, las froté, intentando relajarme un poco.

-¿Y... qué estuviste pensando? -pregunté devolviéndole la mirada durante un breve momento.

JIMIN:

-Hmm...

Me dirigí hacia el sofá y me senté en él.

-¿Puedes sentarte a mi lado y abrazarme? Así será más fácil decirlo, o eso espero.