Chào các bạn! Vì nhiều lý do từ nay Truyen2U chính thức đổi tên là Truyen247.Pro. Mong các bạn tiếp tục ủng hộ truy cập tên miền mới này nhé! Mãi yêu... ♥

Y Así Terminó Todo


Sigue narrando Hisui

Desde la última salida que tuve con mi familia, me he sentido tan contento, quiero permanecer más tiempo en este lugar... Tanto que hasta he pensado seriamente sobre la posibilidad de "RETIRARME" pero, luego me doy cuenta de que si lo hago ahora, nos traería algunos problemas. Me encuentro en este preciso momento cuidando a los niños, Moroha salió un momento a cazar, dijo que tenía antojo de algo rico y fresco, así que en esas anda ahora, Reiji andaba intentando ponerse de pie desde hace rato pero aun no tiene el equilibrio suficiente para hacerlo, bueno en cualquier momento nos da la sorpresa, estoy seguro de que pronto lo logrará.

Por otro lado, Rinji estaba gateando por todas partes mientras su hermana le decía que fuera hasta donde estaba ella, yo me encontraba observando la escena con Kirara en mi hombro, creo que van a caminar más rápido de lo que pensé, aunque por su edad es natural que quieran empezar a ponerse de pie.
Moroha todavía no vuelve, por lo general cuando ella sale a casar llega ya al atardecer para traer la vianda de hoy y la de mañana. Espero que no sea lo que yo creo que es, no es que me moleste porque es su comida favorita pero a veces ella exagera mucho con lo que trae.

— Papá, hace días vi al niño raro — Me  comentaba mi niña.

— ¿Le hablaste? — Le pongo atención.

— Si papá — Decía mientras jugaba con Reiji — Le pregunté su nombre y no me respondió... Luego le dije que si tenia amigos y solo me dijo que sus padres no lo dejan.

— Y luego ¿Qué pasó? — Le decía con curiosidad — Solo se fue corriendo papá.

Me da un poco de curiosidad saber un poco más sobre ese niño, ya que es fuera de lo común que sus padres no le permitan tener amigos, que lo dejen andar solo sin explicación alguna, además... Siendo muy honesto, ya eso de que no le dejen tener amigos es muy peculiar qué digamos. Pero mientras ese niño no intente hacerle daño a Sayuri, yo estoy tranquilo...

—  Papi ¿Cuándo regresa mamá? —  Ladea un poco la cabeza.

— No lo sé cariño — Dije dando una respuesta al aire — Lo más probable es que sea más tarde.

— Yo quiero ir con ella papá — Dijo emocionada — Yo también quiero cazar algo.

— Cuando seas más grande, de seguro te llevará con ella para que la ayudes — Le digo para darle ánimos.

— Tu le dirás... ¿Verdad papá? —  Pone esa carita de niña linda, esos ojos melosos que me hacen ceder muchas veces ante las peticiones de mi pequeña... La hacen ver tan ADORABLE...

— Tu me lo recuerdas ¿Está bien? — Le dije para salir del paso — Ahora ve a seguir jugando.

Ella asintió y siguió su juego con Reiji. A veces a Sayuri se le olvida que es una niña y empieza a querer actuar como lo harían los grandes, ha de ser porque es la HERMANA MAYOR y diente que debe hacerlo, me da un poco de ternura ver lo responsable que es con sus hermanitos y con las cosas de la casa... Estoy segura de que cuando crezca va a ser una jovencita muy responsable, ahora debo pensar que hacer para que ellos no se aburran durante el resto del día, me dan ganas de llevarlos a ver a sus primos pero, dudo mucho que estén allá hoy... ¡Bueno! Ya se me va a ocurrir algo, Mientras tanto solo me limito a observar con detenimiento lo que hacen mis queridos hijos y Kirara.
Las horas fueron pasando y ya se iba haciendo algo tarde, estoy seguro de que Moroha está a punto de regresar a casa... Sayuri me tiene loco, quiere que busque a Moroha, puesto que no ha visto a su mamá en todo el día, ya quiere verla y anda molestándome para que la lleve donde ella está.

— Pensándolo bien, ya es algo tarde y no ha regresado — Decía en mi mente — Debería dejar a los niños con Kaede e ir a buscarla...

Pero justo antes de hacer ejecución de la idea que tenía en mente, observé como mi pequeña hija comenzó a olfatear en dirección a la puerta y corriendo hasta allí dijo a fuerte voz:

— ¡MAMÁ REGRESÓ! — Me dijo muy contenta — ¡AHÍ VIENE PAPÁ!

Como era de esperarse, vi aparecer a mi esposa con una buena caza, me puse listo y me ofrecí a ayudarle... Al principio, no quiso que la ayudara, pero con mis encantos la convencí de dejarse ayudar — Sabes que me gusta hacerlo sola de vez en cuando — Se reía. 

— Lo sé, pero en esta ocasión vas a tener que ceder — Le guiño el ojo — Vamos, dame eso.

— Solo accedo porque eres tu — Rueda los ojos — Ten, agárralo.

No le dije nada más, solo coloqué en mis hombros a aquella criatura y entré hacia la casa, mientras que ella solo se limitaba a observar a su pequeña hija quien le jalaba el kimono para que le prestara atención — Yo me encargaré de esto — Sonreí — Ve con Ella y los muchachos — Me limité a arreglar a la presa para que quedara fenomenal, como a ella y a mí nos gusta.

Moroha

Llegué y mi pequeña hija me pidió que me sentara en el suelo junto a ella y sus hermanitos, por supuesto que la fiel Kirara se encontraba con nosotros, la cual de un solo salto se colocó en mi hombro y con un maullido me dijo que estaba feliz de que estuviera aquí con ellos. Sayuri toma en brazos a uno de sus hermanitos y yo tomo al otro... Se parecen tanto a su padre, digo en mi mente mientras los observo, veo que heredaron la belleza de él en esta ocasión.

— Mamá, papá dice que Reiji puede caminar pronto — Lo miraba de reojo — Hoy estaba practicando.

— ¿Y qué tal le fue? — Le sacaba plática — ¿Pudo hacerlo? 

Renegó con la cabeza.

Aunque quisiera, no podría hacerlo ahora, pero sé que lo va a lograr muy pronto... Mi pequeña hija se dispuso a contarme todo lo que había pasado el día de hoy durante mi ausencia, me encanta que sea tan comunicativa conmigo, me hace sentir tan bien — Entonces te divertiste mucho — Sonreí mientras que intentaba que Reiji no me agarrara el cabello.

— Si mamá — Respondió — Pero te extrañé mucho.

— Yo también te extrañé — Le contesto.

Me olfatea un poco — Hueles a gato — Me dice — Y no es Kirara.

La verdad es que si estuve con un gato mientras cazaba a mi presa, me ponía algo incómoda ya que no son de mi agrado... Creo que la única gatita que me agrada es  Kirara (Hasta los momentos). Me persiguió por un buen rato, hasta que por fin le perdí de vista y pude enfocarme en mi cacería... Ya veo que el olfato que tiene Sayuri es bastante bueno a decir verdad, supongo que lo heredó de su abuelo y de mí.

— Si, estuve con un GATO — Intento no hacer caras de desagrado — Pero fue solo un momento.

— Es que hueles mucho a ese animal — Se reía.

Seguimos conversando, hasta que mi amado esposo me avisó que ya estaba listo todo, me puse en pie y me dirigí hasta donde estaba para así con una asentir ante aquella imponente pregunta que había en sus ojos — ¿Ya se acerca el momento verdad? — Mañana por fin será el día en el que saldremos juntos, mi padre quedó en venir a cuidar a los niños... Y les aseguro que estará puntual...
Aún sigo sin creerme qué mi padre tenga un lado "amoroso" pero bueno, ya se ve que todo es posible, además... ¿Quién no podría ser amorosos con unos niños tan tiernos como ellos? Créanme qué ni siquiera Sesshomaru puede ser malo con ellos... Es más, es un tío abuelo qué está muy al pendiente aunque no quiera demostrarlo.

— Vaya... Ya tan pronto oscureció por completo — Dijo Hisui mientras que veía hacia afuera.

— Si, en esta época del año suele oscurecer más rápido — Trueno mis dedos — Pero ya que.

— Ya ahora si llegó el momento — Toma mi mano — No podemos escapar de él.

— Ten por seguro, qué nadie va a interrumpir ese momento — Aprieto su mano con delicadeza.

— Solo espero que los niños se comporten o vamos a tener que regresar — Bufé — Y eso va a frustrarme mucho.

Solté su mano y me encaminé a terminar lo que estábamos haciendo para así, poder concentrarme en mi otro trabajo que es "Ser mamá" creo que es el trabajo más difícil que he hecho, pero es el más hermoso y no lo cambiaría por nada — Sayuri — Dije — Ven aquí.
Mi pequeña hija no tardó mucho en acudir a mi llamado, detrás venía Kirara con Reiji y Rinji — Aquí estoy mamá — Decía ella muy contenta — Le regalo una pequeña sonrisa mientras le decía de una forma un tanto amigable — Ya no estén afuera — Toco su cabeza — Está oscuro. No dijo nada más y solo me abrazó de la nada para luego irse a donde tenia su muñeca.

No queda más que irnos preparando para dormir, solo resta arreglar una qué otra cosa. Hisui se encontraba observándonos con detenimiento mientras tenía una gran sonrisa en el rostro — AMO verlo así —  Decía en mi mente — Debe estar algo cansado.
Pasado un largo rato desde aquel suceso, decidimos que lo mejor era ya irnos a dormir, mañana tenemos que salir temprano a llevar a los muchachos, por ende debemos estar bien descansados.
Me dispuse a cambiar de ropa a mis queridos hijos para así ya irnos a descansar. Sayuri como siempre, no quería hacer caso a mis órdenes así que me toca ponerle mano dura; su padre estaba ayudándome a dormir a los gemelos mientras que yo intentaba hacer que mi pequeña hija hiciera caso, últimamente se está pasando de desobediente, pero luego recuerdo que es mi hija y yo también fui así en algún momento, nos parecemos mucho en ese lado, aunque por el otro es algo tranquila como Hisui. Así que debo pensar bien la situación o voy a volverme loca.
Rato después, pude hacer que ella hiciera caso y se acostara a dormir, no me moví de su lado hasta verificar que realmente estaba dormida, así que una vez comprobado eso, me acerqué hacia donde estaba mi amado esposo y luego de darle un tierno beso, le dije sin más preámbulo — Mañana es el gran día — Así que prepárate.

— Así es amor — Me hace señas para que me acueste a su lado — Ya no lo vamos a seguir posponiendo.

Me acuesto rápidamente a su lado — Nada ni nadie va a impedirlo — Le abrazo — Ni siquiera mi padre.

Dicho esto, nos quedamos dormidos... Necesitábamos descansar para lo que vamos a hacer mañana.

AL DÍA SIGUIENTE

Hisui

Nos despertamos bien temprano para arreglarlo todo, Sayuri y los gemelos se encontraban dormidos mientras que mi amada esposa y yo guardábamos algunas cosas que necesitaremos para el viaje — ¿Es necesario que llevemos eso Moroha? — Le preguntaba algo confundido ya que lo que estaba tomando, no lo veía necesario; ella se cruzó de brazos y luego de dar un fuerte pisotón, me dijo de muy malos modos — ¡NO ME CUESTIONES JIRAFITO! — Resopla fuerte — Yo empaco, tú ve a ver si mi padre ya viene. 

Es mejor que la deje hacer estas cosas sin interrupción alguna... No quisiera que terminara por ENOJARSE y hacer que cancelemos nuestra salida especial aunque LO DUDO, hasta ayer estaba super decidida a ir — A veces ni sé como la soporto — Decía entre dientes — Pero así la amo — El cielo estaba radiante, parecía que la naturaleza tenía en claro que hoy va a ser un día super especial para nosotros. Mi suegro sigue sin aparecer y eso ya empieza a inquietarme, él nunca llega tarde cuando se trata de estar todo un día con sus nietos... Es el más puntual — ¿Qué lo estará retrasando tanto? — Pensaba.

. . .

— ¡AY KAGOME! ¡APRESÚRATE! — Espetó — Sabes que no me gusta llegar tarde cuando se trata de mis nietos.

— ¡ABAJO! — Pronuncia aquel conjuro que pone nervioso al peli-plateado — No me gusta que me apresures de esa forma.

— ¡KAGOME! — ¿Por qué me haces esto?

— ¡Listo! — Exclamó muy contenta — Ya podemos irnos.

— ¡YA ERA HORA! — Dijo puesto en pie.

. . .

Ya ha pasado un largo rato, Moroha ya había terminado de guardar las cosas y los niños estaban despiertos, solamente estábamos esperando a Inuyasha quien se había retrasado bastante... Yo caminaba de un lado a otro, esta impaciencia me va a matar — ¡YA DEJA DE DAR VUELTAS! — Dijo a fuerte voz — Me pones nerviosa.

— ¡YO ESTOY NERVIOSO! — Exclamé.

— Papá — Intervino Sayuri — ¿Por qué das tantas vueltas?

Me puse rojo como un tomate... Es que, la verdad estoy inquieto porque mientras mas tardemos, menos tiempo nos queda y el plan es pasar bastante tiempo juntos. Miré a mi pequeña hija por un momento y con una sonrisa en su rostro, le dije — Ya no daré más vueltas — Suspiré — Lo prometo.

Luego de haber dicho esto, mi pequeña hija se puso en pie y corrió hacia la puerta — Lo más seguro es que ya detectó a su abuelo — Pensaba — Y en efecto, cuando la seguí hacia la puerta, me di cuenta que a lo lejos venía mi querido suegro y su esposa — ¡ABUELO! — Gritó con sus brazos extendidos — Este al darse cuenta de tal recibimiento se apresuró para llegar lo más pronto posible a donde estábamos, Kagome se bajó de su espalda, para dejarle así el camino libre a su pequeña nieta quien estaba ansiosa porque el abuelo la cargara.

Moroha se puso en pie y abriéndose paso, llegó hasta donde estaba su padre y luego de soltar un gran resoplido por la nariz, le dijo a su padre muy disgustada — ¿POR QUÉ SE TARDARON TANTO? — Rueda los ojos.

— No fue mi culpa — Dijo algo molesto — ALGUIEN no terminaba de dar vueltas en la casa.

— Suegro... — Intervine.

— ¡SOLO DIGO LA VERDAD! — Bufó mientras le daba su hija a Moroha — Si no hubieras dado tantas vueltas hubiéramos llegado antes.

— ¡ABAJO! — Gritó mi querida suegra y al instante ya se encontraba en el suelo.

Y aquí vamos otra vez... A veces me compadezco de Inuyasha, créanme que si Moroha me hubiera puesto uno de esos ¡YA HUBIESE MUERTO! Con tantos abajos. Les hicimos pasar y les dejamos dicho lo que hay en la casa por si necesitaban algo — Perfecto — Dijo Kagome muy contenta — Con eso ya es suficiente. Moroha y yo tomamos las cosas y nos despedimos de nuestros hijos los cuales se pusieron algo sentimentales — ¿Van a volver pronto? — Preguntaba Sayuri con curiosidad a lo cual asentimos inmediatamente.

— Disfruten el viaje — Dijo Kagome seguido de un guiño.

Nos subimos en Kirara e iniciamos así nuestro viaje.

A decir verdad no planeamos irnos todo el viaje en Kirara, va a haber momentos en los que caminaremos un rato; mi amada esposa estaba muy contenta, hacía mucho que no la veía sonreír así... A de ser porque no hemos tenido mucho tiempo para salir los dos juntos como antes — El paisaje es hermoso — Decía muy entusiasmada. Yo asentí rápidamente sin despegar la vista de donde la tenía, espero que le guste la primera parada que haremos dentro de poco, se trata de unos jardines, muy bien cuidados por cierto... Ella no es mucho de flores y esas cosas, pero sé que en el fondo no le desagrada, y le encanta verlas así que no pasaré por alto la oportunidad de mostrárselo — Es que pensé en ella al pasar por allí en mi último trabajo — Pensaba — Pienso en ella en cada momento — Toqué la cabeza de nuestra fiel Kirara mientras le decía suavemente — Ya sabes donde ir — Suspire — Donde pasamos el otro día.

Luego de varios minutos, se apoderó de nuestro campo de visión, un hermoso y colorido paisaje — Descendamos — Di la orden y Kirara obedeció inmediatamente, una vez en el suelo, ayudé a Moroha a bajar para así quedar en medio del camino que pasa justo en medio de aquel hermoso jardín.

— ¡HAY FLORES POR DOQUIER! — Dice Moroha un tanto impactada — Son hermosas

Tomo su mano con mucha delicadeza — Desde que estuve por estos lados en mi última misión y vi este sitio... Pensé en ti — La miré a los ojos.

— Tu siempre tan detallista Jirafito — Se sonroja inmediatamente — Amo cuando eres así de cursi...

Seguimos caminando para apreciar el paisaje, la verdad es que la belleza del lugar no tiene comparación, y lo que lo hace aún más hermoso es que mi amada esposa está aquí; nos acercamos a uno de los cuidadores que andaba por allí y amablemente le pedí permiso para recoger unas cuantas flores, él amablemente nos dijo que no había ningún problema, así que procedí a juntar un ramo de flores para mi amada la cual estaba de espaldas haciéndole cariños a Kirara. Una vez habiendo terminado de juntar el ramo, me acerqué para así tocar suavemente su hombro, ella volteó inmediatamente y al ver lo que le tenía me dijo con una sonrisa en el rostro — Esta vez si te destacaste — Se cubre el rostro — No pensé que juntarías un ramo así de grande para mí.

— No se compara al tamaño de mi amor por ti Moroha — Le doy el ramo.

Su cara de felicidad no tiene comparación... Adoro verla así de emocionada, les digo que no la miraba así desde el día de nuestra boda; me alegra saber que sigo siendo yo el que provoca en ella tal sensación, mi amada esposa sin pensarlo dos veces me dio un tierno beso al cual yo le correspondí casi al instante — Gracias, Hisui — Me dice muy contenta.

Dicho esto, nos subimos en Kirara nuevamente para seguir nuestro viaje... Duramos un buen rato, hablando sobre como nos pareció la estadía en aquel sitio, creo que estoy logrando mi cometido, muy poco he podido sorprender a mi esposa ya que ella no es de las que se sorprende así de fácil, pero esta vez sé que ella si está disfrutando esto. Ya casi era medio día así que lo mejor era que paráramos a almorzar, así que descendimos nuevamente y nos acomodamos en un sitio para así almorzar — A ver Kirara — Decía ella muy contenta — Aquí está tu parte.

— La verdad estoy disfrutando esta salida contigo — Le digo para luego empezar a comer.

Ella quien ya se había adelantado a comer, me observa detalladamente como quien dice "Yo también lo estoy disfrutando" — Ni modo — Suspiré — Así es ella — La verdad no me importa que tan sencilla sea la salida, mientras ella esté a mi lado, me basta y sobra para ser feliz y aunque ella es de gustos caros... 

— A veces no sé ni como se quedó conmigo — Pensaba mientras intentaba no reír — Y hablando de gustos caros... Espero que le guste lo que le tengo por allí... No ahorré un mes entero para esto solo porque sí.

— Jirafito — Me dice — ¿En qué piensas?

— En lo hermosa que eres — Le guiño el ojo.

— Hoy estás bien inspirado — Se ríe — Vaya Hisui, la verdad que no te conocía estas tácticas de seducción... ¿Acaso te aconsejó tu padre nuevamente?

— ¿Cómo lo supo? — Pensé mientras tragaba en seco — ¡NADA QUE VER! — Dije evadiendo la pregunta — Sabes que soy romántico de por si.

Me puse en pie para dar por terminado el descanso, nuestro próximo destino no se encontraba tan lejos que digamos, allí si tengo algo para ella, algo que compre con mucho esmero; es de las cosas que a ella más le gustan... Nunca la había visto tan contenta, creo que es por el hecho de que es como una especie de "Búsqueda" y para ella es emocionante.
Llegamos así a una casa bien lujosa, la cual observamos con mucho detenimiento —  Es aquí — Dije con una sonrisa en el rostro — Deben estar esperando — Dicho eso, salió una señorita quien al verme me reconoció de inmediato, le hice una seña como de "Has qué no me conoces" la señorita entendido y nos atendió de lo más normal.

— ¿Se les ofrece algo? — Sonrió.

— Si, quería saber si podíamos descansar un poco por aquí — Sonreí amablemente.

— Y ahora tu... — Decía Moroha algo celosa — ¿Por qué tantas risitas con esa chica?

— Solo esta haciendo su trabajo — Tomo su mano.

— Si, pasen adelante — Dijo y asentimos de inmediato.

Le di un beso en la frente para así calmar su pequeño berrinche, la verdad no quedan dudas de que a veces ella sigue comportándose como una chiquilla... Llegamos a un pequeño jardín qué había en medio de la enorme casa, así que no perdimos más el tiempo y nos sentamos allí mientras que la muchacha daba aviso de que nos encontrábamos en casa.

Si tan solo ella tuviera idea de lo que le tengo, pero al parecer ni pendiente, solo se encargaba de observar el lugar... Siempre quiso una casa así de grande, pero lamentablemente no ha estado en mis manos. Tomé su mano izquierda con delicadeza y ella volteó al instante para así encontrarse con mi mirada totalmente puesta en ella. Sus mejillas estaban tornándose cada vez más rosadas y luego de dar un tremendo sobresalto me dijo un tanto nerviosa.

— Hi-Hisui — Traga saliva — Avísame cuando quieras coquetear así conmigo estando fuera de casa — Voltea hacia el otro lado de una forma un tanto brusca y nerviosa.

— Sigues siendo la misma y eso me gusta — La tomo por la barbilla para así hacer que vuelva a verme — No te portes mal Moroha.

— De verdad que Hisui se ha propuesto hacer que yo no olvide el día de hoy — Pensaba Moroha — Rayos...

La verdad es que quiero esperar hasta la noche... Pero si sigue comportándose así, no me va a quedar de otra más que... ¡Bueno! Ya deben saber a lo que me refiero con eso. No nos quedamos allí estáticos, empezamos a contarnos cosas, a hablar mucho ya que hace tiempo que no pasábamos tanto tiempo a solas, yo le contaba que ésta era una de las casas en las que nos contrataron hace tiempo para exterminar un demonio y que de allí venía mi forma de tratar a los sirvientes puesto que eran conocidos míos.

— Nunca pensé que a ustedes los contrataran personas con mucho dinero — Rodó los ojos — Te envidio.

— Si, pero sabes que la paga igual la dividimos entre todos y termina siendo la cantidad que recibimos siempre — Suspiré.

— Creo que voy a querer ir a trabajar con ustedes — Me saca la lengua — Además... De que veo que los rodean "Chicas bonitas"

— No vayas a empezar con eso de nuevo — La tomo entre mis brazos — Sabes perfectamente que solo tengo ojos para ti amor de mi vida.

Nuevamente tuvimos una fuerte conexión al mirarnos a los ojos, ella sabe perfectamente que no estoy mintiendo. La chica volvió y me dijo que la acompañara un momento, al parecer ya tienen listo el regalo que le tengo a Moroha... Entramos a una sala donde estaba el señor de la casa, sentado en el suelo, traía consigo una cajita de buen aspecto — Eso tiene que ser el encargo —  Pensaba — Él al verme, se pone en pie para así acercarse a mí y darme un fuerte abrazo.

 — Es un gusto tenerlo aquí nuevamente joven Hisui — Estrecha mi mano fuertemente.

— El gusto es mío señor — Hago una reverencia.

— Supongo que vienes por el favor que me has pedido — Sonrió mientras colocaba la cajita en mis manos.

— Así es — La tomo — Ella está en el jardín esperándome... Créame que le va a gustar.

Dicho eso, la abrí y quedé deslumbrado ya que... Era un hermoso collar — Está precioso — Dije — Va a encantarle — Ustedes dirán... ¿De dónde sacaste tanto dinero para pagarlo? Pues, tuve que sacrificar muchas cosas, un hombre enamorado es capaz de todo para ver a su mujer feliz.

— No la hagas esperar más — Dijo — Luego nos cuentas que pasó.

Asentí e inmediatamente corrí hasta donde estaba Moroha quien tenía una cara de "Pocos Amigos" — Me da miedo cuando veo esa mirada — Pensaba — Intenté no verme asustado y dándole un beso en la mejilla le dije para así romper la tensión que había en el ambiente.

— Mi amor, aquí te traje un regalo — Tosí un poco — Espero te guste.

Ella me miró de reojo y enseguida tomó la cajita entre sus manos, la abrió cuidadosamente para así dejar al descubierto lo que tenía adentro.

— ¡AY NO! — Dijo sorprendida — ¡JIRAFITO!

— ¿Qué? — Dije algo nervioso — ¿No te gustó?

— ¡ESTA VEZ SI TE LUCISTE! — Dijo y me abrazó al instante mientras me besaba por toda la cara — ¡ME ENCANTA!

— Entonces si logré mi objetivo — Dije sonriente.

— Esta noche prepárate porque... Me va a tocar a mí lucirme — Me susurra.

Solo bastó esa frase para hacer que se me erizara la piel por completo, en definitiva ella sabe hacer que mis sentidos se despierten en un 2x3 y eso ME ENCANTA, pero ahora no es el momento de hacer que me vuelva loco... Aún es temprano para eso, aunque viendo su cara seductora, créanme que me está costando mucho eso de aguantarme las ganas de hacerla mía nuevamente — Es mejor que sigamos amor — Le susurré — Debemos llegar a donde nos vamos a quedar antes del anochecer — Dije mientras intentaba calmarme un poco.

Ella sin nada mas que decir, estuvo de acuerdo con lo que le dije, así que nos fuimos hasta donde estaba el señor de la casa y le agradecimos por todas las atenciones para con nosotros. Dicho eso, nos subimos en Kirara y seguimos nuestro viaje, Moroha no dejaba de hablarme sobre lo mucho que le gustó el collar que le regalé hace rato, la verdad me gusta saber que es feliz y más si yo soy el causante de esa felicidad. Nos dirigimos hacia una casa que aparte hace tiempo para nosotros, solo que no sabía si seguiría disponible ya que habíamos tardado en llegar hasta allá... Cruzo los dedos para que aún esté libre, sino vamos a tener que buscar otro lugar — Y si eso llegase a pasar... ¡ME MATARÁ! — Pensaba ya algo asustado — Creo que Kirara va a alegrarse mucho al darse cuenta de que no va a tener que estar pendiente de nosotros sino hasta el otro día, mi pequeña minina, espero que descanse un poco.

Pasado ya un rato largo, por fin habíamos llegado, al parecer si seguía disponible así que nos dispusimos a entrar allí, ya estaba oscureciendo y lo mejor era que nos fuéramos acomodando de una vez para más tarde — Creo que hoy no vas a escaparte Jirafito — Se muerde el labio inferior de una forma un tanto sexy — Es que esta mujer me vuelve loco, ya ha empezado a provocarme... Aunque pensándolo muy bien, ella ya ha estado haciendo eso durante todo el viaje. Debo aguantar un poco más o me voy a descontrolar todo, no estoy aguantando por gusto, sino que si vieran como está esto... Un poco "Desordenado" y así no quiero nada, y pues toca solamente acomodar todo y ya después ¡NO HABRÁ QUIEN NOS PARE!

— ¿Qué tal te ha parecido nuestro viaje? — Le preguntaba mientras acomodaba unas cosas — ¿Te ha gustado?

— ¡HA SIDO PERFECTO! — Me decía muy emocionada — Gracias por todo... ¡ERES EL MEJOR ESPOSO!

— Me alegra saber que eres feliz — Le lanzo un beso.

Ya habíamos terminado al fin, así que iba a proponerle SEGUIR con lo que "DEJAMOS A MEDIAS" en la tarde, pero cuando me di la vuelta, estaba algo asombrado... Se nota que estaba esperando este momento con muchas ansias ya que solamente estaba en ropa interior, de pie frente a mí — Vaya... Más directa ¡IMPOSIBLE! — Me muerdo el labio inferior para así darle a entender que estaba listo para este momento especial. 

Me acerqué a ella y le di primeramente un tierno beso en la frente, luego besé sus hermosos labios los cuales me correspondieron inmediatamente de forma imponente y violenta, así como es ella y eso me gusta, mi amada esposa se aferró a mí haciendo que nuestros cuerpos quedaran más unidos — He estado esperando esto por tanto tiempo — Me susurra suavemente al oído — La ropa comenzaba a estorbarme, así que con ayuda de ella la hicimos volar lejos de nosotros. Ella empezó a besar mi cuello con mucha intensidad, dejaba un beso y luego otro, otro ¡Y OTRO! hasta que de la nada, dio un último beso y empezó a lamerme desde ese punto hasta llegar a mis labios nuevamente — Quieres hacer que explote ¿No es así? — Le susurro.

— Es lo que más deseo, Hisui — Truena sus dedos.

Dicho esto, no esperé más y la recosté, necesitaba sentirla... ¡SENTIRLA MÍA! Sin tener que estar pendientes de que alguien nos vea, sin tener que medir el tiempo, solamente centrarme en tenerla solo para mí y ya lo demás deja de existir para nosotros. No paraba de besarla con mucha intensidad mientras recorría su cuerpo con mis manos, no hay sitio que quedara sin haber sido tocado por mí... Mi boca estaba algo celosa de mis manos, así que le tocaba también recorrer el cuerpo de mi amada esposa; empecé a bajar cuidadosamente empezando por sus hermosos senos que tanto me gustan, mi lengua se deleitaba jugando con ellos... UNO por UNO, los gestos de placer de mi esposa me motivaban a seguir mi camino, seguía bajando mientras dejaba una hilera de besos, seguí y seguí hasta llegar a su abdomen... Abrí sus piernas y me centré en su verdadero objetivo.

Me acerqué cuidadosamente hacia su delicada feminidad y la toqué con mi lengua, escuché inmediatamente un gemido salir de la boca de mi esposa, lo cual me excitaba mucho más de lo que la estaba, me centré en su clítoris, el cual estaba palpitante por mi causa — ¡NO TE DETENGAS! — Dijo casi gritando — Y es que no pienso detenerme, puesto que ella lo estaba disfrutando a como no tiene idea.
De un momento a otro, me solté de su clítoris y tomando mi miembro, lo paseé suavemente desde su clítoris hasta su entrada un par de veces para así de una vez por todas entrar en ella.
Mis movimientos al principio fueron suaves, pero poco a poco fueron aumentando su velocidad — ¡NO PARES! — Dijo mientras clavaba sus uñas en mi espalda — A mi esposa lo que pida, así que seguía a como lo llevaba... Su cuerpo de arqueó por el placer generado, sus gemidos eran música para mis oídos y su cuerpo una hermosa obra de arte bien esculpida de pies a cabeza.

Luego, de un momento a otro, por fin logré obtener su orgasmo y unos segundos después, yo logré llegar al mío para así caer rendidos ante aquella sensación de placer inminente — Ya extrañaba estar así contigo — Dijo muy contenta — Fue algo MARAVILLOSO.

— Todo lo bueno pasa cuando estás conmigo Moroha — Beso su frente.

Y bueno, solo nos quedamos allí desnudos y abrazados, hablando de muchas cosas mientras intentábamos recuperar el aliento... Bueno, quien quita que dentro de unos instantes volvamos a perderlo — Risas — Es que no sabemos cuando podamos volver a estar juntos así nuevamente y quiero aprovechar cada segundo.

...

— Abuela ¿Cuando van a volver? — Preguntaba Sayuri.

— Mañana estarán aquí — Le decía para calmarla — Inuyasha ¿Qué haces?

Un ataque de risa invalido a Kagome al darse cuenta de la situación de su esposo.

— ¡NO SE QUEDEN ALLÍ MIRANDO! — Exclamó — ¡HAGAN ALGO!

Resulta que los gemelos han tomado las orejas de su abuelo como juguete...  Se imaginan semejante escena; la abuela Kagome llegó en ayuda de Inuabuelo ya que las manitas de los gemelos apretaban fuertemente, es algo sorprendente.

— ¡VAMOS! — Decía Kagome muerta de risa — Sueltenle las orejas pequeños, es hora de dormir.

...

AL DÍA SIGUIENTE

Sigue narrando Hisui
Nos despertamos algo tarde, estábamos agotados después de la gran noche que pasamos juntos. Moroha se encontraba a mi lado muy contenta, sonriente y llena de vida; nos sentó bien el viaje y el encuentro de anoche, necesitábamos tiempo a solas y por fin después de tanto tiempo lo hemos conseguido.
Nos encontrábamos acomodando nuestras cosas para irnos, debemos estar en casa para el anochecer, esta vez no podemos parar por allí así que es mejor estar listos para todo. Una vez ya guardado no mío, le dije de una forma un tanto casual

— Voy a salir un momento — Le tiro un beso — Te espero en un rato por el camino que va hacia el sur.

— Perfecto — Dijo sonriente.

Salí rápidamente de la casa en la que estábamos, necesitaba buscar agua y otras cosas para el viaje... Sinceramente extraño a mis hijos, ya quiero verlos y llenarlos de cariños... Moroha y yo le llevamos un regalo a Sayuri, esperamos que le guste, mi pequeña hija es un tanto exigente como su madre.
Por fin tenía las cosas y recordé que ya se me había hecho tarde...

— ¡MOROHA VA A MATARME! — Decía entre dientes — Ella odia esperar.

Y en efecto, justo cuando llegué, la encontré en el camino, de brazos cruzados y con la mirada algo iracunda... Ya me suponía que esto iba a pasar, es que ella DETESTA qué me retrase y yo como todo un patán... ¡LA HAGO ESPERAR! — Llegas tarde Hisui — Me reclama — Nunca aprendes la lección.

— Cariño, no vayamos a discutir ahora — Dije algo asustado — No ahora...

Ella se ríe fuerte al ver mi reacción — ¡AY HISUI! — Me toma por el brazo — Esri me trae tantos recuerdos...

Me puse a pensar un momento sobre lo que acababa de pasar y la verdad, si... Trae muchos recuerdos...

— Nuestra primera cita — Dije riendo un poco — Como olvidarlo.

— Ese día no sabíamos lo que sucedería en realidad — Decía mientras me tomaba por el brazo.

— Llegamos solo a platicar sobre nuestras cosas y de un momento a otro — La miro a los ojos — Terminamos juntos.

Ella de aferra a mi brazo de una forma muy tierna.

Nunca pensamos que todo iba a llegar hasta este punto, nunca pensamos que a partir de ese momento todo iba a cambiar para bien y que terminaríamos siendo lo que somos ahora "ESPOSOS". Siempre he pensado que era nuestro destino el habernos reunido esa tarde a conversar, gracias a eso es que encontré al amor de mi vida.
Y aunque en los ojos de otras personas, ella no sea la mujer perfecta, para mi si lo es y no me arrepiento de la decisión que tome al elegirla, podrá tener muchos defectos pero es la mujer que amo y necesito a mi lado por el resto de mis días.
Sé que en esta vida vamos a tener muchas dificultades más, pero estoy confiado en que vamos a saber superarlo juntos.
A veces las cosas llegan de una forma totalmente inesperada, solo hay que saber si son enviadas para ti o simplemente van a formar parte de tu camino de una forma temporal, no todo es bueno, como no todo es malo en el amor, simplemente date la oportunidad y aprende a soltar lo que necesitas soltar... Y puede que así llegue la persona correcta... ¡COMO ME SUCEDIÓ A MI!

— ¿Nos vamos? — Dije sonriendole.

— ¡NOS VAMOS! — Respondió para así irnos.

Y así mis queridos lectores es que finaliza una gran historia llena de aventuras, donde yo HISUI pude encontrar mi lugar en este mundo y formar parte del mundo de alguien más.
¡NOS VEMOS EN LA PRÓXIMA AVENTURA!

Fin.


✨ ✨ ✨ ✨ ✨ ✨ ✨ ✨

LA AUTORA:

Mis queridos lectores... Lastimosamente, hemos llegado al final de la historia... Una historia que mantuvo vivo al fandom por mucho tiempo...
Fueron tres años de mucho esfuerzo y dedicación para escribir esta historia... Aunque a veces quise abandonarla, nunca me rendí... Y que hoy estemos aquí en el capítulo final, es una muestra de ello.
Los quiero mucho y espero que le den amor a mis otras historias Morohisu qué estaré continuando en un futuro.
Muchas gracias por todo ✨.

— Kirara ✨

Bạn đang đọc truyện trên: Truyen247.Pro