Chào các bạn! Vì nhiều lý do từ nay Truyen2U chính thức đổi tên là Truyen247.Pro. Mong các bạn tiếp tục ủng hộ truy cập tên miền mới này nhé! Mãi yêu... ♥

PAZ Y TRANQUILIDAD


Narrador
Han pasado los meses desde que Inuyasha decidió empezar a entrenar a su pequeña nieta, quién a decir verdad estaba poniéndole mucho empeño y dedicación a su entrenamiento, parece ser que de verdad tiene en la cabeza esa idea, ese gran sueño de ser exterminadora cuando sea grande. Hisui trabajaba arduamente para llevarle lo mejor a su familia, este solo observaba como su suegro y su esposa entrenaban a su pequeña hija, obviamente él se encargaría de ayudarla cuando de verdad tomara la decisión de quedarse en el grupo exterminadores, Aunque Moroha sepa un poco del tema quién mejor que Hisui para enseñarle ese arte a Sayuri.
Por otro lado Kohaku, Setsuna Tsubame y Kosakhu les visitaban seguido, ya que los primos aman jugar juntos y medir destrezas... Se puede decir que Sayuri heredó lo competitivo de su madre, pero a la vez es calmada como su padre. A diferencia de Setsuna y su marido, Towa y Riku, no vienen tan seguido puesto que se ocupan demasiado en otros asuntos, pero siempre que pueden, se dan una vuelta para ver cómo siguen sus amigos.

— A Sayuri no se le escapa nada — Dice Moroha luego de soltar una carcajada al ver como prestaba atención a todo lo que su abuelo le decía.

— ¡NO LA DESCONCENTRES! — Dice Inuyasha algo enfadado.

A Inuyasha, no le gusta que interrumpan el entrenamiento a menos que sea para algo importante, ya que eso desconcentra mucho a Sayuri, como es apenas una niña, se desconcentra con mucha facilidad; hoy estaban culminando la parte básica de defensa personal, ya que... La dejarán descansar por unos meses, para luego enseñarle algo un poco más complejo.

— Bien, así se hace — Dice Inuyasha muy contento al ver que culminó bien la lección.

— ¿Puedo ir a jugar un rato? — Pregunta de una forma simpática.

— Ve — Le autoriza y ella felizmente se va hacia donde esta su madre para decirle que la acompañe.

Moroha
Mi pequeño retoño está bastante entusiasmada con los entrenamientos, estoy muy contenta porque la verdad... He notado un gran avance, mi pequeña hija es muy inteligente y a su corta edad, ya esta decidida a lo que quiere lograr a futuro, cosa de la que Hisui y yo estamos bastante orgullosos.
Después de haber entrenado, la dejamos descansar un rato (Bueno, si es que se le puede llamar descansar, porque lo que esta haciendo es jugar). Mi querido esposo aun no llega de trabajar, lo más probable es que llegue algo tarde... Así que debo tener la cena hecha, me gusta tener todo listo para cuando llegue; él hace eso por mí... Así que yo también hago lo mismo.

— Bien cachorra — Dice mi padre puesto en pie — Ya es hora de que me vaya, tu madre debe estar esperándome.

— Esta bien — Contesté — Salúdala y dile que la visitaré pronto.

Mi padre asiente para así desaparecer de un solo salto, los gemelos se encontraban con Gyokuto muy a gusto... Al parecer hoy no les ha dando problemas, por eso estoy tranquila mientras observó a mi pequeña hija corretear por allí — Traeré a Kurikaramaru — Dije en voz baja — Necesitaba hacerle mantenimiento, hace mucho que no la uso, desde aquella ocasión cuando acabamos con Akari-Chan, pero igual le hago mantenimiento, hemos pasado por muchas cosas juntas y no puedo descuidarla.
Tomé el arma en mis manos, salí nuevamente y sentándome en el suelo, me dispuse a empezar a hacerle el mantenimiento adecuado. Mi oído y olfato, me indicaba dónde estaba mi pequeña... Así que no habrá problema con que no le esté mirando, si hay alguna amenaza, me daré cuenta enseguida.

— ¿Quién eres? — Le escuché decir de repente.

Alce la mirada rápidamente, puesto que necesitaba ver a esa persona que no tenía un olor definido, se trataba de un niño que no había visto antes, pero su presencia y energía se me hacían conocidas. No voy a decirles que me desagrada, ya que no lo veo como alguien peligroso, pero igual estaré alerta... No quiero que le haga algo a Sayuri.
El chico no le contestó absolutamente nada, simplemente se fue, lo más probable es que no tenga amigos, se nota que es muy tímido... ¡KEH! Sayuri igual es algo tímida como su padre, pero... JAMÁS saldría huyendo así.

— ¡SE FUE! — Dijo Sayuri — Mamá... El niño se fue.

— ¡Déjalo! — Le dije — Ven acá.

— Voy — Dijo y corrió hasta llegar a donde estaba. Aparté a Kurikaramaru para así sentarla en mis piernas por un momento.

— ¿Tu conoces a ese niño de algún lado? — Le pregunto.

— No mamá — Contestó — Mi abuelo dice que tampoco lo conoce, además tiene un aroma extraño.

— Debes tener cuidado — Le dije — No lo trates mal, pero tampoco te confíes... A veces las personas no son lo que parecen.

Asintió rápidamente.

No percibí una presencia maligna en él pero uno nunca sabe las intenciones que tiene la gente, Así que es mejor que le diga las cosas a mi hija desde ahora, así puede ir pensando desde este momento, intenté explicárselo de una forma en que me hubiera gustado saberlo a esa edad.
Vi salir a Gyokuto con los gemelos, pareciera que iba a decirme algo importante, así que le escucharé con atención.

— Debo irme — Dije — Mamá necesita que este en casa temprano.

— Dale saludos de mi parte — Le dije con una sonrisa en el rostro — Por favor guarda a Kurikaramaru.

Enseguida me dio a mis hijos para así tomar la espada y colocarla dentro de mi casa, se despidió de mí y prosiguió a irse, me hubiera gustado que Hisui ya estuviera aquí, así le prestaba a kirara para que fuera a llevarla no me gusta que ella camine sola por allí. Reiji y Rinji son un amor, un poco revoltosos pero a decir verdad son unos bebés bastante amorosos, ellos físicamente hablando, son la viva copia de Hisui, me imagino que así sería Hisui cuando era un bebé — Risas — Sayuri ama a sus hermanos menores le encanta estar con ellos, incluso me pide cargarlos de vez en cuando, claro que la dejo hacerlo, siempre y cuando yo esté a su lado y pueda ver cómo lo hace.

— Reiji siempre está sonriente mamá — Me dice ella — Pero Rinji siempre está serio.

— Así son — Le dije poniendo atención — Todos somos diferentes, y aunque ellos sean físicamente iguales, no son la excepción.

— Oh, entiendo — Decía esta bien mamá.

Entre tanta plática no nos percatamos de que Hisui estaba llegando a casa, lo notaba muy cansado últimamente han tenido demasiado trabajo los exterminadores, me gustaría poder ir a ayudarles pero tengo que cuidar a mis hijos, y como tuve meses saliendo de casa, necesitaba quedarme para así poder disfrutar a mis hijos, no puedo estar mucho tiempo sin atenderlos, soy su madre y me necesitan.

— ¡PAPÁ! — Dijo Sayuri muy contenta — ¡Volviste!

— Por fin estoy en casa pequeña — Le dice con mucha dulzura — ¡A VER! ¿DÓNDE ESTÁN MIS CAMPEONES?

— Aquí te estaban esperando — Dije sonriente.

Así prosiguió a cargar a sus hijos, él dice que los gemelos se parecen a mí, pero a decir verdad son su viva imagen, mi plan de tenerle la cena lista a mi esposo fracasó, puesto que llegó antes de lo esperado, y aún no estaba lista para empezar a preparar la comida.
No se crean, estoy un poco enojada por eso, porque a mí me gusta que todo salga como lo planeo y cuando no es así suelo irritarme.

— Cariño, quédate con ellos un rato —  Decía puesta en pie — Voy a prepararte algo.

— ¡Tranquila mujer! — Dice sonriente — Por ahora solo quédate aquí con nosotros un rato.

No puedo discutir contra esa mirada imponente, amorosa y vivaz que tiene mi amado esposo, además no puedo negarme ante una petición así. Cuando él regresa de trabajar, lo que siempre hace es comer, estar con Sayuri y los gemelos un rato, para así darme mi beso de buenas noches y acostarnos a dormir...
Así que no puedo desaprovechar la oportunidad de estar los cinco juntos como familia. Así que sin decir más, me senté a su lado... Sayuri estaba pegada a mí, mientras que los gemelos estaban en las piernas de su padre.

— Oye amor — Decía mientras jugueteaba un poco con Reiji — ¿No te gustaría que saliéramos los dos... Solos...?

— Jirafito — Me sonrojo — No me esperaba esta proposición... Así de repente.

— Ayer le pedí a mi tío que me diera unos días libres para estar más tiempo con ustedes — Toma mi mano de forma tierna — Pero... Quiero que una de esos días, sea solo para nosotros.

Me he puesto roja como un tomate, ya que había deseado que eso pasara desde hace varias semanas atrás, no encontraba cómo decírselo, ya que no quisiera ser un estorbo en su trabajo, ya veo que mis súplicas fueron escuchadas y mi amado esposo por fin ha tomado la iniciativa para salir conmigo a solas.
Así que aproveché para dar mi respuesta, no me quedaba otra más decir que...

— Me parece perfecto — Sonreí — Debemos entonces planificar.

Asiente rápidamente.

Ese día, créeme que me voy a arreglar tanto, que él no me va a reconocer, va a quedar impactado... Hace mucho que no salgo a solas con él y la verdad necesito verme guapa para él. Pero a decir verdad voy a tener que convencer a mi padre para que venga a cuidar a los niños, dudo mucho que se niegue, pero ya saben que hay veces en las que mi padre sigue de temático con respecto a que salga sola con Hisui, creo que se le olvida que yo ya soy una señora casada y con hijos... Pero no les niego que por un lado me causa mucha ternura qué aún no se le salga de la cabeza que ya no soy su niña pequeña.

Me preguntó ¿A dónde me llevará esta vez? No tengo idea, pero quiero averiguarlo... Hace tiempo que no vamos a un paseo como tal por la región, simplemente salimos de casa o nos vamos a la cascada, me gustaría pasear por allí, ya saben conocer otros sitios, no solamente estar en la cascada. Aunque no les niego que finalizar el día en la cascada con él no me molesta en absoluto...
Tengo que decirle eso si de verdad lo quiero, ya que si no, vamos a terminar en la cascada solamente ya que Hisui no es detener muchas ideas con respecto a salidas, lo amo pero soy sincera... Así que... Aquí voy, espero que si entienda lo que le quiero decir.

— Jirafito — Saco una sonrisa falsa de no sé dónde — Necesito proponerte algo y espero que no te molestes.

— ¿A qué te refieres con eso? — Me pone atención — ¿Qué no debe molestarme?

— Es que se trata de nuestra salida — Tomo aire — Oye, no quiero que vayamos al mismo sitio en esta ocasión.

— Entonces... ¿Qué es lo que propones? — Toma mi mano — Tú decides...

— Sabes perfectamente que amo ir a la cascada... Pero esta vez me gustaría — Intentaba no ponerme nerviosa — Que fuéramos a otro lado, ya después si quieres vamos a la cascada en la noche, pero durante el día me gustaría pasear por allí, conocer otros sitios de aquí cerca... Vivimos aquí, ciertamente pero no conocemos todo ¿Verdad?

Él se queda atónito ante mi proposición, supongo que en efecto pensaba llevarme hasta allá mientras nos quedábamos conversando en el camino como de costumbre... Espero que esto no le haga echarse para atrás, me cuesta mucho lograr que tome la iniciativa de vez en cuando, como para hacer que todo se arruine.

— BeniYasha, para mí lo importante es que seas feliz — Decía para así empezar a dar su respuesta ante mi proposición — Si eso es lo que te hace feliz, entonces así va a ser.

— ¿Es enserio Hisui? — Dije mientras alzaba las cejas en señal de asombro — ¿No te molesta la idea?

Asiente de inmediato.

Y así quedamos, nuestra salida va a ser para otro lado, lo cual me emociona mucho porque va a ser mucho más entretenido y divertido, saldremos de nuestra zona de Confort y esta vez no va a ser por trabajo sino en una cita.
Dejando de lado nuestra "cita especial", nos pusimos a conversar un poco sobre cómo le fue en su trabajo, me estaba relatando que fue muy difícil, ya que el Yokai era muy agresivo y un tanto poderoso. Ya lo he dicho muchas veces, pero voy a volver a hacerlo ahora; a veces si quisiera irme a apoyarles en una de sus batallas, ya que con un solo movimiento de mi espada, podría haber acabado con ese tipejo.
Él también me preguntaba cómo había estado el entrenamiento con mi hija, y yo intentaba ser lo más breve posible, le decía que ya ha mejorado bastante y que su abuelo está muy orgulloso de ella, también le dije que Gyokuto estuvo por allí ayudándome a cuidar a los gemelos... Y así le relataba todas las cosas que hicimos en el día.

— Bueno, ya en estos días me tocará verla en su entrenamiento — Me decía con una gran sonrisa y emoción en el rostro.

— Mañana cuando vuelva a venir mi padre — Sonreí — Creo que vendrá mañana.

— Ha pasado el tiempo bastante rápido — Decía — Ya Sayuri tiene 5 años, en un abrir y cerrar de ojos va a ser adolescente.

— Si, y cada vez que lo pienso... Me asusta un poco — Suspiré.

A veces me estresa la idea de que Sayuri vaya a ser adolescente, de sólo imaginar que voy a tener que andar de madre celosa, se me eriza la piel... Imagínense como estará Hisui con la idea. Si Hisui es celoso conmigo, no quiero imaginarme si quiera como va a ser con su hija.
Además que sabemos que mi padre la AMA  demasiado y no va dejar que ningún chico se le acerqué, ni por descuido. Pobre del chico que se le quiera acercar a Sayuri, con estos dos hombres será imposible.
Y entre tanta plática, por fin terminamos la cena, Así que tocaba darle de comer a los pequeños, para luego comer nosotros. A veces tenemos que sacrificarnos para poder atender a los muchachos... Fíjate que a mí me encanta comer la comida recién hecha al igual que Hisui, pero primero hay que darles de comer a ellos para luego comer nosotros... Porque si no va a ser un revuelo total...

AL DÍA SIGUIENTE

Hisui
Desde hoy comienzan mis vacaciones, ¡Qué digo! Vacaciones, básicamente mis cuatro o cinco días libres, van a ser en su mayoría ayudarle a Moroha a cuidar a nuestros hijos, y ya el último día va a ser solo para nosotros dos. Estamos esperando a Inuyasha-Sama él dejo dicho que venía hoy a seguir entrenando a Sayuri... Espero que sí venga o me voy a decepcionar un poco, ya que quiero ver el avance que tanto me presumen, ahora que sí estoy desocupado quiero verlo, quiero presenciarlo yo mismo.

No tardó mucho en aparecer, hoy vino con mi suegra y eso me alegra mucho, tenía tiempo que no la veía... Ella al verme se acercó a mí y con un abrazo muy fuerte me dijo:

— Me alegra verte tan bien Hisui — Sonríe — ¿Y eso que éstas hoy aquí? ¿Te dieron días libres?

— Si — Contesté — Le pedí permiso a mi tío para quedarme aquí unos cuantos días, ya que Moroha necesita ayuda y yo quiero estar con mi familia.

Como era de esperarse, mi suegro no me saludó a la primera, sé perfectamente que se hace el duro solo para ver mi reacción, pero también estoy seguro de que muy pero MUY en el fondo me quiere aunque sea un poquito, por eso ya no le reclamó nada. Nos pusimos a conversar mientras mi hija y mi suegro se preparaba para comenzar el entrenamiento, estoy emocionado.

— ¡PAPÁ! — Decía ella quien también se encontraba super contenta de verme aquí — ¡MÍRAME!

Yo le respondía a aquel gesto, agitando mi mano con mucha simpatía — ¡TE ESTOY VIENDO PEQUEÑA! — Le decía — Creo que escuché decir que están esperando a Moroha (quien se fue a poner algo más cómodo) para comenzar ahora si el entrenamiento.

— Parece que te toca hacer barras el día de hoy — Mi suegra se reía ante aquella escena.

— Si, y ya estoy listo — Trueno mis dedos.

— Se parece mucho a su abuela — Decía mientras le observaba con detenimiento — Siempre entrenando para ser mejor cada día.

— Espero que un día ella llegue a ser como ella y usted — Sonreí vagamente.

— Si sigue así, créeme que lo logrará.

Vimos aparecer a Moroha quien uniéndose a ellos les dijo — ¡EMPECEMOS DE UNA VEZ! — Dicho eso, prosiguieron a iniciar; veía como su abuelo le dictaba que repasara lo que le había explicado la clase pasada y ella lo hacía sin ninguna dificultad. Ya entiendo porque Kosakhu no ha podido ganarle tan fácilmente, con esta clase de entrenamiento que esta recibiendo, es obvio que le cueste trabajo a mi pobre primo; aunque no lo subestimo, Setsuna es muy buena al igual que mi tío pero... A decir verdad me sorprende mucho como esta progresando mi querida hija mayor — Estoy muy orgulloso de ella — Pensaba al verla — Su madre estaba de contrincante en esta ocasión. 

— ¡MUY BIEN SAYURI! — Decía mi esposa muy contenta — A este paso, vas a poder vencerme muy pronto.

— Si mami — Dice ella con su vocesita toda tierna.

— ¡VAMOS PUES! — Decía toda emocionada — Inténtalo una vez más... ¡Papá! Pendiente para que le corrijas algo.

Mi pequeña princesa ya casi es toda una experta y eso me emociona, por lo menos sé que cuando esté mas grande, no se va a dejar dominar por los otros niños si es que quieren molestarla (Que no lo hagan o me conocerán), creo que esta es una de las pocas cosas que le agradezco a mi suegro, la iniciativa que tuvo de entrenar a mi hija.
Rato después decidieron descansar un poco, la niña quería sentarse un momento a respirar, tomar agua y quizás distraerse... Así que le fue concedido el permiso y en eso andaban, A mi parecer, creo que ya deberían darle un mes de descanso, tampoco hay que sobrecargarla demasiado, apenas es una niña.
Se encontraba juntando algunas flores de repente me observa, para luego correr hacia mí y sentándose a mi lado me dice con una sonrisa en el rostro:

— Papá, ¿Me viste? — Decía toda emocionada.

— Por supuesto que te vi mi pequeña — Toco su cabeza con mucha delicadeza — Vas a ser alguien grande y estoy muy orgulloso de ti.

— Mira las junté para dárselas a mamá — Me enseña las flores — ¿Crees que le gustarán?

— Están preciosas, ve y dáselas, de seguro le encantarán — Le doy ánimos.

Ella asintió y fue rápidamente hasta donde estaba su madre y con una sonrisa tierna e inocente extendió sus manos y le dio el ramo de flores que tenía; mi esposa al darse cuenta de tan lindo gesto que hacía nuestra hija, la alzó en brazos y le dio un beso en la frente para luego decirle con mucho cariño — Gracias por el regalo tesoro de mi corazón — Esta solo sonreía y sonreía al ver a su madre feliz con el regalo que le había dado.
Entramos a casa mientras que Kirara jugaba un rato con Sayuri, necesitamos hablar de unas cosas y ella estará bien mientras estamos adentro, no tenemos ningún problema ya que Kirara sabrá cuidarla.

. . .

Narrador
Sayuri jugaba y jugaba mientras que Kirara se encargaba de cuidarla; no se detenía ante nada, y nada le causaba temor, no obstante, fue hasta que de repente, ella vio aparecer una silueta en el camino, una silueta que se le hacía muy familiar, le dio un par de olfateadas y al instante captó aquél aroma indefinido que poseía, recordó lo que su abuelo le había aconsejado y se puso en guardia, justo como su abuelo y madre le habían enseñado anteriormente.

— ¿Quién eres? — Pregunta con mucha curiosidad — ¿Por qué siempre está cerca de la casa?

— ¡NO ME HAGAS DAÑO! — Exclamó — ¡POR FAVOR!

Sayuri observaba muy bien la situación, estaba algo confundida, puesto que su mente de niña le decía que debía dejar a ese chico tranquilo... Ya que en definitiva, no estaba haciendo nada malo, pero por otro lado, sabía que no debía confiarse. Pero de un momento a otro decidió que era mejor acercarse un poco más, así que bajó la guardia, y con una sonrisa grande en el rostro le dijo:

— Me llamo Sayuri ¿Y tú? — Extendió su mano con mucha simpatía — Seamos amigos.

— Yo no puedo tener amigos — Dice en un tono algo triste — O al menos eso creo.

— Bueno, si no tienes amigos, yo seré tu primera amiga ¿Qué te parece? — Seguía con su mano extendida.

El pequeño la observó atentamente, al parecer estaba indeciso, pareciera que por un lado sí quería aceptar la oferta propuesta por Sayuri pero por el otro no quería aceptar aquello que le estaban proponiendo, pero justo antes de corresponderle al saludo, se echó para atrás y salió corriendo de inmediato...

— ¡ESPERA! ¡NO TE VAYAS POR FAVOR! — Gritó, pero ya él se encontraba lejos.

Ella estaba muy decidida a no dejarlo escapar, estaba a punto de seguirlo, pero la fiel Kirara la tomó por el Yukata y la llevó en contra de su voluntad hasta la puerta de su casa — ¡Bájame ya Kirara! — Protestaba. Inmediatamente Moroha salió a ver de que se trataba todo ese escándalo que habían armado, al principio no se preocupó puesto que ya es normal que Kirara haga esas cosas, pero luego de darle un olfateada, se dio cuenta del aroma indefinido que había en el ambiente y en ella.

— Estuvo con ese niño — Pensaba — No hay duda.

— Mamá, dile a Kirara que ya me baje — Decía toda enojada.

— Estabas con ese niño ¿Verdad Sayuri? — Se cruza de brazos.

A Moroha no le hacía mucha gracia que ella estuviera hablando con extraños sin su supervisión, pero los niños de 5 años, en su gran mayoría son muy sociables y les gusta hablar con cualquiera que se les acerque; Sayuri se quedó en silencio y no quería responder a la pregunta, pero ella ya sabía que era eso lo que había pasado hace un momento.

— Muy bien Kirara — Decía Moroha muy complacida con lo que había hecho la minina — Cuida muy bien de Sayuri.

Dicho eso, regresó adentro con los demás dónde seguía con su plática de adultos. Los gemelos estaban en su siesta, y pasar hasta allá era algo incómodo teniendo a todos sus familiares adentro y más si están en conversaciones que le dicen a ella que no puede escuchar.
Kirara por fin la puso en el suelo y está haciéndole un gesto de desagrado le dijo de malos modos:

— Debiste llevarme a donde estaba ese niño — Bufó — Kirara ¿Por qué?

La felina solo ladeó la cabeza y luego le lamió un poco la mejilla para así hacerla sonreír. Kirara sabía que no había nada malo en ese pequeño, lo que sí sabía era que no podía irse sola, Moroha se enojaría mucho con ella si eso pasaba.
Rato después, ya habían terminado de hablar los adultos y salieron a donde estaba ella, ya estaba cayendo la tarde. Sus hermanos habían despertado y ella se acercó para darle mimos a cada uno, Sayuri los adora y es una muy buena hermana mayor siempre está pendiente de todo lo que necesitan y ayuda a su mamá cuando es debido.
Ella tomó en brazos a Reiji y le decía en una voz amorosa y tierna "Te quiero mucho hermanito" este solo le sonrió e intentó tomar uno de sus cabellitos pero ella no lo dejó, Inuyasha solo observaba y se reía un poco ya que ella hacía lo mismo con él... Piensa que es una dulce venganza por lo que alguna vez la pequeña le hizo a él en ocasiones anteriores.

. . .

Hisui
Han pasado 2 días desde aquel entonces, es un día muy importante porque Moroha y yo, vamos a ir al río junto a nuestros hijos, así que va a ser especial. Esta vez no iremos con los demás solo iremos nosotros cinco, Moroha terminaba de guardar las cosas, mientras yo me aseguraba de que los chicos estuvieran tranquilos — Ya está todo listo — Escuché la voz de mi esposa.

— ¿Nos vamos? — Dije y al instante asintió.

Sayuri y Moroha estaban en Kirara, al igual que Reiji, quien iba en la espalda de su madre, Rinji estaba conmigo y todo iba según lo planeado — Mamá — Decía Sayuri — Me gusta ir al río.

— A mi también — Dijo Moroha intentando ser simpática — Y más cuando estoy con ustedes.

El día estaba hermoso, bastante hermoso, el ambiente muy placentero, el sonido de los pájaros, las personas caminando por el lugar tranquilamente, las risas de nuestros hijos y la alegría de mi amada esposa complementaban todo.
En esta ocasión íbamos a un río no muy lejos de nuestra casa... Y no, no es el mismo que se conecta con la cascada, es otro más, que no es tan profundo y sirve para que Sayuri pueda jugar tranquilamente junto con su madre y mi persona.
Después de tanto andar por fin llegamos, no estaba tan solo como las últimas veces, pareciera que la gente descubrió que es un buen sitio para pasar el rato... Aunque también puede ser que estén allí porque hacía mucho calor; no tardamos mucho en encontrar un sitio y colocando nuestras cosas a un lado nos dispusimos a entrar al agua.
Yo tenía a los gemelos en brazos, mientras que Sayuri tomaba a su madre de la mano y la hacía entrar con ella más al fondo.

— El agua está perfecta — Decía Moroha mientras se mojaba los cabellos.

— Ni muy fría, ni muy caliente — agrego mientras me acerco a ellos.

— Pásame a Rinji — Decía mi esposa y accedí.

Sayuri disfrutaba mucho dándose un baño en el río mientras que moronga yo la observábamos y le salpicábamos a los gemelos, los cuales también se estaban divirtiendo bastante con su hermana y con nosotros.
Todo estaba perfecto, hace bastante tiempo que necesitamos una salida de estas, donde todos la pasáramos de maravilla, nada podría salir mal.
De repente vimos pasar a una mujer de apariencia distinguida, jamás la había visto por aquí, le pregunté a mi esposa sí sabía quién era ella o si había escuchado algo de una chica así, pero ella me dijo que ni siquiera su aroma se le hacía familiar, me llama mucho la atención porque tiene parecido con el niño que hemos visto cerca de la casa ¿Esa será la madre? ¡NO LO SÉ! Pero creo que son ideas de nosotros, ya estamos pasados de paranoicos.
En fin, el resto del día nos las pasamos  allí, paramos a almorzar y luego de reposar volvimos al agua donde estuvimos jugueteando un rato, incluso Kirara se unió a la fiesta, no recuerdo un solo instante en el que Kirara haya decidido meterse al agua, creo que a los gatos no le gusta mucho eso, pero creo que hoy hizo una pequeña excepción a petición de Sayuri, le insistió tanto para que entrara que la pobre no tuvo opción, pero parece que le gustó aunque sea un poco.
Y entre broma y broma ya estaba empezando a caer la tarde, Así que es mejor que nos vayamos ya Moroha estaba en la labor de secar a los niños y a cambiarlos de ropa, esto de tener tres hijos es algo complicado, pero ya nos estamos adaptando.

— ¡Estate quieta Sayuri! — Decía algo molesto — Es que no te dejas arreglar eso bien.

— Papá — Decía algo frustrada.

— No rezongues — Le dije — Y haga caso.

Minutos después, ya todos nos habíamos cambiado de ropa, teníamos todo guardado y nos fuimos nuevamente hacia nuestro hogar. Estábamos contentos por la salida de hoy, es uno de los mejores momentos que hemos tenido los cinco juntos y espero que se repita muy pronto.

✨ ✨ ✨ ✨ ✨ ✨ ✨ ✨ ✨ ✨ ✨

LA AUTORA

Hay chicos, yo honestamente no sé por dónde empezar esta nota de autor... Estoy bastante emocionada, triste, molesta, eufórica... Son demasiadas emociones encontradas, ya que este es oficialmente el PENÚLTIMO CAPÍTULO de  Hisui El Más Buscado...
Honestamente, no quiero que termine... Ojalá fuera eterno, pero todo tiene un final y esta historia ya tiene más de 3 años escribiéndose y la verdad es que ya es hora de ponerle un fin aunque no quiera.
Así que si tardo más de lo usual, ya saben porque es, no quiero escribir el final TAN PRONTO... No quiero... Espero que hayan disfrutado bastante este capítulo, porque la verdad me esmeré bastante en ese asunto, fueron más de tres meses de escritura y por fin pude acabarlo.
Ya sin más nada que agregar espero verlos pronto en el final de la historia... Les quiero mucho y gracias por tenerme tanta paciencia.

¡NOS VEMOS EN LA PRÓXIMA ACTUALIZACIÓN!

- Kirara ✨

Bạn đang đọc truyện trên: Truyen247.Pro