JiMin garabateó en el margen de la hoja cuando ya no supo qué más agregar. La letra en un principio le pareció maravillosa, pero al irla releyendo se encontró con que no era tan buena. O eso pensaba. Se sentía un tanto inseguro en el terreno de la composición y lamentó en serio no haber leído más poesía o prosa que le ayude a ilustrar mejor sus pensamientos.

Miró alrededor del salón y se halló solo. Estaba en el suelo sobre un par de almohadones desde donde podía ver a la ventana del patio y a gran parte de la casa, simultáneamente. Además, allí el sol lo cubría entero haciendo que el calorcito del día lo adormile. Le gustaba ese espacio de la casa en concreto, y mucho más cuando estaba rodeado de los demás miembros. Aunque ahora estaba solo.

Consideró decirles a los otros lo que estaba haciendo, en lo que estaba trabajando, pero descartó la idea cuando releyó por no sabe cuánta vez lo que escribió y no lo convenció. Es que le faltaba algo, sentía. Sus pensamientos no fluían como esperaba y hasta se atrevería a decir que era bastante agresivo lo que expresaba en esas líneas.

Esta canción, se preguntó, ¿de dónde venía y qué quería decir? Meditó, recordando que esto solía cuestionarse NamJoon cuando pensaba alguna letra nueva. A él, tal vez, debería acudir por ayuda.

Lo buscó con la mirada y lo encontró hablando con HoSeok mientras estaban en la cocina comiendo restos de la comida que YoonGi había preparado ese mismo mediodía. No quiso interrumpirlo, ¿para qué?, además, si sabía perfecto que el líder, tan paciente y comprensivo como es, le diría que estaba bien encaminado lo que había escrito y lo alentaría a seguir. No, mejor no. Y Hobi hyung con mayor razón, se sorprendería y le comentaría lo contento que le pone que al fin haya decidido trabajar en un proyecto así.

Entendía que, como sus amigos, eso era una reacción predecible, ¡y no! ¡JiMin no quería oír eso! Porque él sabe a la perfección que no está bien lo que ha escrito y aprieta con fuerza el lápiz de la impotencia que siente por no ser tan genial para impresionar a todos con una canción propia. Mejor sigue trabajando en ello.

De pronto, en medio de su turbulento humor, aparece YoonGi y lo ve en el suelo, chasquea la lengua y le dice que se levante o le hará mal el frío de los azulejos. Y que eso le dañaría la postura, que piense que pronto habrá una gira y debe cuidarse. JiMin sabe que YoonGi está siendo amable, pero no está como para recibir un sermón y lo interrumpe diciendo que no exagere, que lo deje en paz. YoonGi lo observa estoico y luego suspira, alejándose hasta alcanzar a TaeHyung, que lo espera para ir a comprar no sabe qué.

Los ve irse y se arrepiente de haber reaccionado así ante el consejo. Y recuerda que debe disculparse, para colmo, con TaeHyung, a quien le gritó en la mañana cuando fue a despertarlo. Su amigo le había preguntado si algo le ocurría porque lo notaba últimamente extraño, inquieto y un poco gruñón, y fue entonces que se enojó y lo echó del cuarto. Cuando salió de la habitación rato después, solo JungKook estaba a la vista y si el menor supo sobre lo que pasó con TaeHyung no hizo mención de ello. Incluso, como ha venido haciendo desde que JiMin se comporta así, Jungkook lo ignoró. Esto, por supuesto, hizo que JiMin le gruñera algo sobre no dejar las tazas y cubiertos sucios como sabe que hace el maknae algunas veces. Le había dicho al menor de Bangtan que ya estaba a tiempo de empezar a ser más considerado con el resto y se había ido hasta el sitio actual y pasó las siguientes horas escribiendo, borrando, tachando y suspirando molesto.

JiMin solo se había levantado para almorzar y, sin hablar con nadie, devoró su comida rápidamente para poder seguir con la canción. Desde entonces es que está ahí, echado en el suelo helado, y lamentándose haber dado inicio a semejante proyecto. Ahora, habiendo terminado cada estrofa, no quiere moverse ni decir nada porque está sumido en un pozo de inseguridad y no parece listo para salir; ¿cómo cree que eso que ha hecho puede llegar a ser una canción? ¿Es que no puede ser más torpe?, ¿no entiende que otros son mejores y más capaces de hacerlo? Sin decir que vocalmente es muy arriesgado de su parte querer hacer una canción solista. No, ¿qué demonios le pasaba por la cabeza cuando creyó que estaría bien componer por su cuenta?, ¿qué podría decir Park JiMin que fuera interesante? Si él sabía que es mediocre en canto y su baile puede que haya mejorado, pero tampoco es para hacer alarde. Definitivamente, ha perdido la cabeza y se le ha llenado de humos por la reciente subida en el escalera de la fama. Fama que no es solo mérito suyo, encima, y viene a querer lanzarse como solista en una pista que todavía no tiene cuerpo musical. ¡De locos!

Y puede seguir y seguir y seguir recalcando lo negativo, pero es arrancado de ese estado por una voz:

—Chim... —Lo llama SeokJin y Jimin se estira antes de sentarse y ver al mayor acuclillado a su lado—; ¿has terminado de hacer berrinche?

La pregunta ofende a JiMin, que frunce el ceño y se cruza de brazos sin pretender ser tierno, pero cautivando de igual modo al hyung.

—No he hecho berrinche, Jin hyung y si has venido a... —No puede terminar la frase porque SeokJin le arrebata la hoja que segundos antes planeaba romper—. ¡Espera! ¡no leas eso!

Pero es tarde. SeokJin lee el principio de lo que escribió y pone una mueca extraña que lo hace inquietar. El estómago de Jimin da un vuelco. ¡Sabía que es fatal la letra! Y con los tachones y las marcas borrosas de palabras anteriores esa hoja era un atentado a lo estético y al arte mismo de las baladas. Deja caer los hombros mientras espera una burla del hyung porque es lo que se merece. En cambio, SeokJin le muestra un rostro entristecido que de inmediato reemplaza por otro más alegre y le dice:

—Si estás enojado por la discusión sobre separarnos, ¿puedes no tomarla contra tí? Tienes derecho a estar molesto y entiendo que estés asustado, JiMin, pero incluso si Bangtan deja de existir como grupo, aún en ese escenario triste, seguiremos juntos —Sin haber hecho un gran esfuerzo, SeokJin desarmó la defensa de Jimin, que deja escapar la primera lágrima.

Con el borde de su pulóver, SeokJin secó aquella gotita salada de frustración. Jimin repara en el gesto, en un pensamiento vago, encontrandolo entrañable y se permite el consuelo. Como un empujoncito para no caerse pese a que se sabe que ya ha tocado fondo.

—No se trata de eso, hyung —intentó evadir JiMin, pero fue consciente de que el otro tenía razón.

—¿No? Pues indaga en ese miedo y fijate qué cara muestra cuando le quitas el autoodio. Aigoo~, ¿es que no te das cuenta que pelear consigo mismo te arruga la piel y el corazón?

SeokJin no dijo más y le palmeó la cabeza suavemente antes de irse, no sin antes devolverle la hoja con la canción y pedirle que no se detenga, que siga exponiendo, en un papel si era necesario, aquello de lo que no podía hablar en voz alta.

Y eso fue lo que JiMin hizo. Aunque pretendió que no.

Repasó aquellas palabras del hyung y entendió que le enojaba no poder impedir que sucediera, y que todos a su alrededor no mostraran indicio de preocuparse. Y seguido a ello tuvo una revelación absurda de que estaba francamente aterrado de quedarse solo y sin saber qué hacer, asustado de que todo cambiara, de que lo que conoce como su mundo se vea modificado y tenga que iniciar de nuevo la marcha hasta encontrarse en su elemento.

Tiempo después, con un ambiente distinto y él mismo renovado por la gira, se liberaba Promise.

:)

Recuerdo cuando escribí esto, la verdad es que me sentía como Jimin, un toque enojada, y bueno, existe gente que hace bien y te ayudan a salir de ese odio. Sobre todo, te recuerdan que nos enseñan, aunque no sea evidente, a odiarnos. De ahí que, bueno, hay que revisar ese enojo, ese miedo, y darle vuelta.