Causante de desgracia
Su éxito siempre estuvo acompañado por la tragedia. Eso lo volvió famoso. Rafael, el artista cuyas grandes obras surgían en momentos de calamidad.
Su primera gran obra la compuso a los pocos días del fallecimiento de su madre. La mujer que lo obligó a cargar el peso del artista en su nombre. Una existencia indispensable en su vida que se desvaneció entre sus dedos sin que él pudiera siquiera cerrar la mano. Una obra cargada de dolor, desesperación y abandono que maravillo al gran público y lo presentó al mundo como el gran artista que era.
La segunda vez que llegó a la cima, fue después de perderlo todo. Después de que una desafortunada llama se convirtiera en incendio y arrasara con su hogar. Teniendo como hogar una acera y como vecinos al frío y al hambre, creo con sus manos desnudas una pieza cargada de dolor, miedo e incertidumbre. Y otra vez el gran público lo alabó, y la fama le permitió levantarse.
Su tercer encuentro con el éxito, llegó exactamente un mes después de que el amor de su vida dejara atrás un trozo de papel perfumado y se fuera para siempre. Su joven esposa no pudo aguantar vivir con un genio. No pudo soportar las noches de alcohol, gritos y violencia, y prefirió irse antes que criar a su recién nacido en aquella casa. Y el artista ahogando sus penas en una botella sin fondo, culminó su ambiciosa obra de promesas rotas e ira, y volvió a gozar del aplauso frío del gran público.
Hoy se cumplen diez años de esa última gran obra. El artista ha pasado a un segundo plano. Sus allegados no saben si esperar una nueva obra pronto. Nadie sabe cuándo vendrá la inspiración nuevamente al genio, cuándo vendrá una nueva desgracia. Él sí. Rafael mientras conduce por la autopista sabe el día, la hora y el minuto en que una idea brillante cruzará su mente y lo llevará a lo más alto otra vez. Solo tiene que virar a la izquierda en ese semáforo en rojo. La velocidad es precisa para no matarlo, para evitar que sus manos salgan lastimadas, perder una pierna o dos no serán un grave problema. Esto es lo que tiene que hacer para que lo reconozcan, para que el mundo se fije otra vez en él. No es excesivo. Después de todo, el gran público prefiere a los desgraciados.
Bạn đang đọc truyện trên: Truyen247.Pro