Caprichoso
"Ayukawa no se convertiría en cantante... Pero... De vez en cuando, justo delante de mí, escucharé el canto de esta hermosa voz."
Y la tempestad empezó. La presión en mi pecho. La sacudida en mi alma. Las lágrimas en mis ojos.
Y cualquier problema, duda, queja o pensamiento suicida que antes pudiera tener, se apartó de mí.
Y no pude más que agradecer a los cielos el estar vivo. Porque por cosas como esta valía la pena.
Y quise levantarme y aplaudir. Gritar y reír con todas mis fuerzas, como no lo había hecho en demasiado tiempo. Que mi recién adquirida felicidad los alcanzara a todos. Que supieran que en ese momento, más que nunca, me sentía vivo.
Y secando las lágrimas de mis mejillas cerré el libro, sonreí por última vez, y me dormí para siempre.
Bạn đang đọc truyện trên: Truyen247.Pro