Antes de irse a dormir sus padres querrian darle una cosa a Maikel.
Enma: tenemos algo para ti.
Le dieron una varita.
Marcos: ahora que tienes edad puedes usarla.
Maikel: ¿por eso hemos vuelto? ¿por que ya puedo defenderme?
Sus padres asintieron.
De nuevo empezaba la semana y Maikel se dirigió al instituto corriendo, solo quedaba un cuarto de hora para que sonara el timbre.
No había nadie fuera ni dentro y se fue corriendo a su clase pero seguía sin haber nadie.
Miro su reloj y ya había tocado el timbre hace diez minutos, se sentó como siempre.
Sonó el timbre de la primera hora pero tampoco venía nadie y Maikel se empezaba a preucopar.
Salio de la clase y se recorrió el instituto entero y no había absolutamente nadie.
Salio fuera pero no había señal de vida, hasta que a lo lejos le pareció ver a alguien y a medida que se iba acercando se dio cuenta de que era Victor.
Maikel: Victor
Victor: ¿Que haces aqui?, esto no es para mortales.
Maikel: he...es nuestro instituto y es lunes.
Victor: sera nuestro instituto pero te hacen creer que es lunes, estamos a domingo.
Maikel saco su móvil y efectivamente era domingo.
Maikel: ¿Pero que...?
Victor: Cada año a todos los monstruos de quince años nos hacen una prueba para ver si debemos de ser monstruos o mortales.
Maikel: vale ¿Y en que consiste?
Victor: mis padres no me contaron más pero por lo que sé hay que ir haciendo pruebas, ha todo esto ¿Que eres?
Maikel saco su varita.
Ambos caminaron para encontrar alguna manera de escapar de aquella dimensión.
Al final lo conseguimos y superamos la prueba.