Maikel miraba por la ventana eran las doce de la mañana. Regresaban a su hogar aunque no sabia muy bien a que venia.
Llegaron a una casa de dos plantas en el centro y tras colocar los muebles entraron.
A la mañana siguiente, Maikel se despertó una hora antes de que comenzara el instituto y comenzó a vestirse y después de desayunar
se fue de camino al instituto.
Mientras caminaba escuchaba musica con los cascos cuando alguien le poso una mano en el hombro a lo que se dio la vuelta rapidamente.
Era un chico de su edad de piel palida ojos grises y pelo negro, el pelo le tapaba un ojo.
Maikel: ¡Por Dios Victor!, no me des esos sustos.
Víctor era su mejor amigo.
Victor: ¿Donde has estado estos dos años?
Maikel: pues muy lejos.
En ese momento llegaron Sabrina y Paula, de la misma edad de Maikel y Victor.
Maikel: ¿Quienes son?
A pesar de ser amigos de toda la vida Maikel no conocía a nadie de la familia de Victor.
Victor: mis hermanas.
Sabrina: hola soy Sabrina.
Sabrina tenía el pelo castaño oscuro a media melena y los ojos azules oscuros y piel pálida.
Paula: Paula, tú debes de ser Maikel.
Su pelo era negro y muy largo y sus ojos violetas y su piel pálida.
Maikel: sí, soy yo.
El cuarteto camino al instituto, algunos al ver a Maikel murmuraban al ver de nuevo a Maikel.
Sabrina y Paula a la misma clase y los chicos los dos a otra.
Las clases no fueron nada mal, eso si había sido un día muy largo.