-Este señor hombre-lobo, creo que debe volver a casa también- Dijo Gray poniendo delante de Lucy, ya era bastante educado con él, porque ha añadido "señor" Al final y al cabo no llamó a Natsu por su nombre.

-A mí me dejan.- Dijo Natsu mirando fijamente los ojos de Gray, creía que tenía bastante claro lo que estaba pensando él.

Pero por sorpresa, Gray se dio media vuelta y dijo a Lucy:

-Entonces, señorita Lucy, tenemos que irnos a casa ya.- Y se ha preparado para salir en marcha.

-Es verdad....-Dijo Lucy pensando: ( ya era muy tarde, y puede que madre se preocupara.....) -¡Adiós, Natsu! Jugaremos otro día- Y le despidió con la mano.

Natsu se quedó en shock total viendo las espaldas de Lucy y Gray que cada vez se iban alejando. Quería acompañar a Lucy también, pero se la llevó ese humano.

(Si quiero acompañar a Lucy, ese humano no me dejará ni de broma, y entonces tendremos otra pelea.... No es que me da miedo ese humano, lo que pasa Lucy me regañará otra vez y será otra culpa mía....) Se empézó a pensar Natsu, aunque no se dio cuenta aún de que se enojaba siempre él primero.

-Pero no me doy por vencido tan fácilmente.- Dijo Natsu a sí mismo.

Natsu empezó a seguir Lucy y Gray a escondidas, por los matorrales, intentar que no se dan cuenta.

Pero está claro que Gray se dio cuenta, porque al fin y al cabo es un cazador profesional. Cuando se dio cuenta, se fingió que no haber dado cuenta, porque, aunque no lo admite, sabía que no les iba a hacer daño.

Lucy y Gray caminaban por el camino central, y Natsu les compañaba en los matorrales. Todo era tranquilo y sereno

De repente, Lucy rompió la tranquilidad, preguntó a Gray, que estaba detrás suya:

-Señor Gray, ¿pasaste bien hoy con nosotros?- Se paró y le miró sonriendo.

-Por supuesto, señorita Lucy.- Le respondió Gray sin pensar.

-¿Cuál fue la parte que más te gustó, señor Gray?- Le miraba Lucy fijamente con sus ojos de color negro obsidiana esperando su respuesta.

-Pues.....- Gray también se paró para pensar lo que le preguntó la niña, era una pregunta bastante difícil, se pasó bien todo el día, se hizo amigos, y hasta un momento bajó la guardia y se disfrutaba como un niño normal. Gray cree que nunca olvidará ese día.

Al pensar tanto tiempo, Gray por fin tuvo una respuesta, cuando volvió en sí, para contárselo a Lucy, se dio cuenta, de que ésta, tenía su cara enfrente de la suya, que parecía sólo quedaba diez centímetros entre ellos.

-Eh.......-Gray se dio un gran susto que dio un paso para atrás, contestó a Lucy desviando su mirada:

-Creo....que me ha gustado el jardín de la señora.- Dijo Gray un poco sonrojado.

Lucy se puso muy alegre al oír esta respuesta, le dijo a Gray sonriendo más:

-¿De verdad, señor Gray? Entonces.....¡Puede venir otro día!- Sonrió Lucy hacia Gray mientras se fue dando saltitos.

-Me encantaría, señorita Lucy.- Gray se fue tras ella caminado.

Cuando ambos se fueron, alguien por fin se recuperó en sí, se quedó Natsu con boca abierta en los matorrales. Porque desde su ángulo, parecía que Lucy le dio un beso a Gray.

En ese momento, Natsu quería salir donde estaba para pegar una paliza a Gray, pero cuando Gray dio un paso para atrás, se le bajó un poco la furia.

-Por lo menos, ese humano sabe algo de educación.- Gruñó Natsu entre sus dientes: - Si se acerca otra vez a Lucy, le voy a hacer polvo.-

Y allí los chicos por fin llegaron a la casa de Lucy, Lucy dio un paso para llegar a la puerta y llamó:

-Madre, soy Lucy, he vuelto con el señor Gray.-

Y unos segundos después, Layla abrió la puerta y abrazó suavemente a Lucy. Le dijo preocupada:

-Menos mal que estás bien, Lucy.- Y le soltó para ver si está bien.

Tras mirar que no hay heridas, agradeció a Gray:

-Muchas gracias, señor Gray. Muchas gracias por cuidar a mi hija todo el día-