Por fin pasó el mes y medio, pero ella todavía no estaba preparada para hacerse la prueba de sangre, no lo aceptaría tan rápido, a si que le dijo a su madre biológica, que no se haría la prueba hasta que no estuviera lista para saber la verdad, la madre aceptó, ya que no la quería presionar.

Cada segundo de cada minuto de cada hora era sufrimiento para Elanie, hasta llegar un punto de llegar a plantearse el suicidio, por una parte quería saber la verdad, pero por otro lado no quería despedirse de sus padres adoptivos quienes fueron ejemplo, apoyo, pero sobre todo amor para ella.

La cuidaron y mimaron durante 9 años, era normal que se lo tuviera que pensar antes de hacerse la prueba, o eso pensaba ella.

Paso un año desde el accidente, y Elanie todavía no se sentía preparada para saber la verdad. Puede que no lo celebrara con nadie, pero después de 6 años, la casa de ella se veía con colores y decorada, así seguiría las palabras que le dijeron sus padres hace un año atrás.

Las luces seguían encendidas, pero después de un duro día de decorar la casa, por fin Elanie se metió en la cama a dormir.

“No puede ser” le decía una niña a sus padres, la niña no se lo creía, se encerró en su cuarto a llorar. Porque se lo tuvieron que decir el día de Navidad, solo tenía 9 años, era demasiado pequeña todavía para saber la verdad.

Y que si era adoptada, ella no lo quería saber, ella quería disfrutar de una Navidad como todavía no había podido disfrutar.

Elanie se despertó, sudorosa y llorando, “¿Eso era un recuerdo?” “¿Comó lo pude olvidar? ” se repetía una y otra vez.

Se centró tanto en la muerte de sus padres que se le olvido lo que la dijeron antes de que ocurriera.

Se vistió y se fue corriendo a donde su madre le había indicado que vivía.

Llamó al timbre un millón de veces, pero nadie respondía, a si que decidió llamarla.

Cuando descolgaron el móvil, hablo aparentemente la voz de un chico, el cual la dijo que ella estaba en el hospital por un paro cardiaco.

Elanie fue corriendo al hospital, y se encontró a su gemelo llorando en una habitación del hospital.

Ella le preguntó que qué fue lo que pasó. Ethan, entre sollozos, la logró contar que estaban en su casa desayunando cuando de la nada, su madre se cayó al suelo, y él llamó al hospital, le contaron que fue un paro cardiaco y que no habría forma de salvarla.

En ese momento a Elanie se le cayó el mundo encima, el día en el que recordó que sus padres le decían la verdad y descubría oficialmente que si era su madre.

Murió.

Desde ese día, los gemelos decidieron vivir juntos y vivir por sus familias, ya fuesen adoptivas o su madre biológica.

El día de su muerte no pararon de llorar, ni los meses posteriores, pero con la ayuda y apoyo del otro consiguieron a duras penas superarlo, y así viven, conociéndose y hablando sobre sus familias, riendo y llorando, enfadándose y alegrándose, pero sobre todo, felices por poder haber conocida a tantas personas que los amaban hasta el final.

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Bueno, espero que les haya guardo esta historia.

Que pasen una feliz y bonita Navidad ^°^