En un pequeño pueblo llamado Villanegra, rodeado de densos bosques y montañas sombrías, existía una leyenda que todos los habitantes conocían desde su niñez.

Se decía que en el corazón del bosque, una casa abandonada albergaba una presencia siniestra conocida como "El Susurro".

Ana, una joven valiente y curiosa, había escuchado la leyenda desde que era niña, pero nunca creyó en los cuentos de terror. Decidió demostrar que no había nada que temer y se propuso investigar la casa abandonada. Una noche de luna nueva, armada con una linterna y su determinación, se adentró en el bosque.

El camino estaba oscuro y silencioso, solo roto por el crujido ocasional de las ramas bajo sus pies. La casa, cubierta de enredaderas y musgo, parecía acecharla en la penumbra.

Ana sintió un escalofrío recorrer su espalda, pero siguió adelante.

Al entrar en la casa, el aire se volvió frío y pesado. La linterna de Ana iluminó las paredes cubiertas de moho y los muebles antiguos cubiertos de polvo. Mientras exploraba, escuchó un susurro tenue que parecía venir de todas direcciones. "No estás sola...", decía el susurro, casi inaudible.

El corazón de Ana latía con fuerza, pero se obligó a seguir.

Subió las escaleras crujientes y llegó a una habitación que parecía haber sido un dormitorio.

En el centro de la habitación, un espejo antiguo reflejaba la luz de su linterna de manera inquietante. De repente, el susurro se hizo más fuerte y claro: -Vete ahora...-

Ana giró sobre sus talones y vio una sombra moviéndose por el reflejo del espejo. Su linterna parpadeó y se apagó, dejándola en la oscuridad total. Sentía la presencia a su alrededor, acercándose cada vez más.

Desesperada, intentó encender la linterna de nuevo, pero sus manos temblorosas lo hacían difícil.

Finalmente, la linterna se encendió, y Ana vio la figura de una mujer vestida de blanco, con ojos vacíos y una sonrisa macabra. -Tú no deberías estar aquí-, dijo la figura con una voz que resonaba en los huesos de Ana, tiró una de las garras que tenía por mano hiriendo y marcando la cara de Ana, la cual empezó a sangran manchando el piso con su sangre fresca.

El miedo y el dolor, se apoderó de ella, y sin pensarlo dos veces, corrió escaleras abajo y salió de la casa. Dejando tras de si un rastro de su alma. No se detuvo hasta llegar al claro del bosque, donde se cayó de rodillas, respirando con dificultad y negando lo que le acaba de pasar.

Miró hacia atrás con terror palpando en su rostro la realidad de lo vivido, así mismo, con ojos inundados de lágrimas, vio que la casa parecía más oscura y amenazante que nunca.

Con los pies pesados y contra de todas sus emociones, Ana regresó a Villanegra, con la piel aún de gallina y el corazón palpitando. Contó su experiencia a los habitantes del pueblo, quienes la miraron con una mezcla de temor y escepticismo.

Nadie más se atrevió a entrar en la casa, y la leyenda de "El Susurro en la Oscuridad" se hizo aún más aterradora.

Aunque Ana nunca volvió a adentrarse en el bosque, siempre sintió que la presencia la seguía, llevaba su marca en el rostro, susurrando en sus sueños y vigilando desde las sombras. La promesa palpitando de que se repetiría y tal vez, solo tal vez, no lograría contarlo flotaba a su alrededor.

Se lo dedico a @SGderek  por adentrarme en este mundo tenebroso sin miedo jjj espero dar mucho más solo es el comienzo
Ha y para ti también KLEIMERKABO ya que al leerlos me inspiran y se que yo también puedo
Y a Nina_Damel por hacer que me enamorará de un asesino serial eso solo lo has logrado tu. Muero por volver a leerte amiga