Cuatro palabras I: Ya no te amo (Lily y Scorpius)
Ese sábado había sido perfectamente normal hasta que él pronuncio esas cuatro horribles, y simples, palabras que destrozaron el mundo –y el corazón- de Lily Potter en cuestión de segundos.
"ya no te amo" Había dicho él como si comentara algo de sus clases; sonriendo levemente y con la mirada fija en sus labios rojizos.
Toda la tarde la habían pasaron juntos como cada sábado desde, que empezaron a salir, hacia seis meses. Pasaron un día normal almorzaron juntos en la mesa de Slytherin como cada sábado. Pasearon cerca del lago y merendaron bajo la sombra de un árbol contando anécdotas de la semana. Y luego tomados de las manos caminaron juntos hasta la sala común de Ravenclaw entre risas y palabras dulces... ¡Disculpen si no podía entender porque su novio estaba diciendo eso!
"¿eh...?" balbuceo tratando de encontrar sentido a esas cuatro palabras que en conjunto formaban una frase tan incomprensible para ella.
"No te amo" Repitió, manteniendo esa mueca en sus labios perfectos que a Lily ya no le parecía una sonrisa "Ya no".
"¿Qué?" logro decir mientras su ojos empezaban a picar y sentía como toda la sangre de su cuerpo se encontraba ardiendo bajo la piel de su cara.
"Yo... Ya no te amo. Lo siento Lily." Murmuro con la mirada fija en sus ojos.
"Yo... ¿Por qué? ¿Qué paso?" pregunto tragándose el nudo que se formaba en su garganta mientras trataba de abrazarse a sí misma para que él no notara como temblaban las manos.
Por un momento él no respondió. Se quedo mirando un punto fijo sobre su cabeza por varios segundos, en los que Lily reunió todo su orgullo y se obligo a tragarse las lágrimas.
Y luego respondió tranquilamente: "Conocí a alguien más"
¿Qué? Pensó sin ser capaz de formar una oración coherente.
Su corazón estaba roto sin duda, pero en ningún momento aminoro su marcha... la duplico. Latía tan fuerte, con tanta rabia y esfuerzo, que estaba segura que todos en el colegio podían oírlo.
"¡Lily! ¡Por favor no llores!" Suplicó, aunque bien pudo ser una queja.
¿Estaba llorando? Toco su rostro con su mano derecha. Sí, las lágrimas empapaban su rostro. Rápidamente se dio media vuelta, azotando la cara del chico con su cabello rojizo y se adentro a su sala común, reprimiendo los sollozos que luchaban desesperadamente por salir. Se limpio con rabia las traicioneras lágrimas que caían como una cascada por sus mejillas.
¡Malditas lagrimas que no dejaban de caer!
¡Maldito corazón que venía a enamorarse de él!
¡Maldita sea ella por caer a sus pies!
¡Maldito sea Scorpius Malfoy por hacerla llorar!
Eso no se quedaría así.
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