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Por una nueva vida

¡¡Alerta de Spoiler!!

Este archivo contiene spoilers de la saga de Percy Jackson, Los Héroes del Olimpo y Las Pruebas de Apolo.

También, TW: mención o alusión al suicidio y la autolesión. Sean cuidadosos.

Carpeta: Proyectos PJ

Portada:

Prólogo:

Está oscuro, los árboles son frondosos e impiden cualquier paso de la luz, cualquier sonido puede ser un monstruo al acecho, pero supongo que eso es normal cuando estás en lo profundo del Bosque del Campamento Mestizo, más allá del puño de Zeus, más allá del Bunker 9 incluso. Estaba cansado, dolido, frustrado y asustado.

"Eres un monstruo Percy, admítelo" No, no es cierto, no lo soy... "Sabes que es verdad, querías destruirla, ansiabas hacerlo"* no, no es verdad, yo soy un... "Monstruo".

Estaba en el suelo, notaba como cada vez me costaba más respirar, me dolía la cabeza y aquella maldita voz no se quería callar. La voz en mi cabeza llevaba días hablando, aprovechaba cada momento en el que descansaba, cada momento en el que me paraba a respirar, para hablar, para recordarme lo que había hecho, los errores que había cometido.

La voz llego el día en que Annabeth rompió conmigo, me acordaba bien de ese día. Era nuestro último día en la universidad de Nueva Roma antes de vacaciones, Jason había muerto hace unos meses, Apolo (como el desafortunado adolescente Lester Papadopoulos) había recuperado los 5 oráculos y todo estaba bien, hasta que Annabeth me pidió hablar. No había manera de olvidar lo que había dicho.

>>>-No puedo seguir con esto Percy, no puedo olvidar lo que sucedió allá- Estaba nerviosa, era demasiado obvio por la forma en que se abrazaba a sí misma y jugaba con el anillo de su padre.

-¿Qué sucedió dónde? Listilla... ¿De qué hablas?-

-¡Controlaste el veneno Percy! ¡Ni siquiera Poseidón controla el veneno!- Annabeth gritaba, tenía los ojos llorosos y parecía lista para salir corriendo -Tú no viste lo que yo Percy, tú...-

-¿Yo qué?- Me temblaba la voz, Annabeth estaba asustada, pero... ¿De qué? "De ti, tiene miedo de ti" No, no es cierto... Pero sabía que era cierto, estaba tensa, esperando a que alguien le atacase, esperando a que YO le atacase -¡¿YO QUÉ ANNABETH?!-

-¡ERAS UN MONSTRUO, PERCY! ¡ERAS UN MONSTRUO!- La hija de Atenea respiró profundamente, y luego continuó, sollozante -Yo, no puedo con esto, lo siento Percy, terminamos- Se dio la vuelta y corrió, alejándose de mi...<<<

"Sabes lo que tienes que hacer Percy" Pero... no puedo, mis amigos, mi mamá... "¿Realmente crees que te querrán cuando sepas lo que hiciste? ¿Cuándo sepan cuanto lo disfrutaste?" No lo disfrute, quería protegerme, y a Annabeth "Sabes bien que eso es mentira, imagina cuando tu madre se entere de lo que hiciste ¿Quién quiere tener por hijo a un monstruo? Ella no te necesita, ya tiene una familia mortal, sabes bien que solo causas problemas" ... "Sabes lo que tienes que hacer, solo un corte y ya ¿O sigues siendo muy cobarde como para eso?"

Cobarde... Mire a anaklusmos en mi mano, una espada de 3 pies de largo con una hoja de doble filo, hecha de Bronce Celestial, perfecta para monstruos y seres divinos, inútil, sin embargo, cuando se trataba de dañar a mortales. En el último mes, el único monstruo que había dañado con anaklusmos era a mi mismo, pero ya no podía ser solo un intento, ahora tenía que lograrlo.

"Dices que eres un héroe ¿No? Entonces destrúyete a ti mismo, porque eso es lo que haces, eso es lo que hacen los héroes, matan a los monstruos y salvan a la gente"

Destapé a Anaklusmos, el Bronce Celestial iluminó débilmente a mi alrededor, pero eso no importaba. Lo sostuve con la punta apuntando directamente hacia mi pecho y empecé la cuenta atrás.

"3... 2... 1..."

Capítulos: 2

El Olimpo, Nueva York, Empire State Building, Piso 600, La Sala de Tronos, 18 de Agosto de 1946

Hace poco más de un año los tres grandes habían hecho el juramento de no tener más hijos, hace poco más de un año la Segunda Guerra Mundial había llegado a su fin, llevándose consigo millones de muertos y heridos. Y aunque los dioses habían quedado resentidos los unos de los otros, estaban todos ahí, sentados en sus tronos, mirando a los otros dioses sin decir nada, hasta que Zeus habló.

-¿Y bien? ¿Quién de ustedes nos ha convocado aquí?- Preguntó Zeus molesto.

-Hemos sido nosotras- Los dioses giraron sus cabezas al mismo tiempo para mirar al centro de la sala, en donde las Moiras se encontraban paradas tranquilamente -Tenemos algo para ustedes- Átropos, la moira del medio, extendió su mano hacia el frente, sosteniendo una carta.

Durante unos incómodos segundos ningún dios se movió de su sitio, solo mirando expectantes a las tejedoras del destino, hasta que Apolo, quien pareció recibir una descarga eléctrica de repente, se levantó de su asiento y, bajo la vista del resto de los dioses y las Moiras, cogió la carta. Apenas Apolo sostuvo firmemente la carta entre sus manos, las Moiras desaparecieron, sin embargo, el dios del sol juró ver como sonreían antes de desvanecerse.

-¿Y? ¿Qué dice la carta, sobrino?- Preguntó Poseidón mientras le brindaba a Apolo una sonrisa tranquilizadora.

El dios se aclaró la garganta y leyó -Dioses, antes que nada, debe de estar presente Hades- Zeus bufó molesto, pero le ordenó a Hermes que fuese a buscar a Hades. Hermes asintió, se desvaneció y unos minutos más tarde volvió a aparecer con el dios de los muertos a su lado.

Zeus abrió la boca, queriendo explicar lo que sucedía, pero Hades lo mandó a callar con un gesto de mano y dijo -Hermes ya me explicó todo, Apolo, sigue leyendo por favor- Al ver que Zeus abría la boca para empezar a pelear, Apolo se apresuró en continuar leyendo.

-Dioses, hemos sido egoístas, nos negamos a cortar un hilo, nos oponemos al destino que ya hemos escrito, así que traeremos a los semidioses y, junto a ellos, un libro que irá narrando la historia de un gran héroe y del futuro que actualmente les espera. En cuanto lo...- Apolo fue interrumpido.

-¿El futuro? ¿Eso significa que los semidioses vienen del futuro también? Puede que la historia que leamos trate la profecía- comentó Atenea, mirando a los demás dioses -En ese caso lo mejor sería ponernos en nuestro tamaño humano y estar muy atentos a lo que ponga el libro-

Los dioses asintieron y mientras se encogían a tamaño humano Apolo murmuró por lo bajo -Yo sólo seguiré leyendo- Y aclarándose la garganta para llamar la atención de los presentes en la sala, continuó con la lectura -En cuanto los semidioses lleguen, deben jurar por el Estigio no lastimar a nadie presente en la sala, los semidioses no tienen permitido contar los actos del futuro hasta que estos sean mencionados en el libro. Para evitar complicaciones con sus deberes como deidades, el tiempo se ha detenido en el Olimpo, el destino debe ser reescrito- Apolo guardó silencio, expectante, y luego, al ver que nadie hablaba, comentó -Eso es todo lo que dice- Y caminó hacía su trono.

-Entonces...- Habló Hermes, todavía sorprendido por lo que estaba sucediendo -¿Cuándo creen que lleguen esos semidioses?-

Inmediatamente un brillo cubrió toda la sala, hubo un estruendo metálico, sonidos de quejas y gritos. Cuando el brillo se disipó se pudo ver a un montón de semidioses, acompañados de un centauro y dos sátiros, tirados en el suelo, algunos de ellos encima de otros. Los dioses se alarmaron al ver que algunos de ellos eran romanos, pues tenían la camiseta morada característica del campamento Júpiter.

-Ugh, Leo quítate, estás encima mío- se oyó la voz de una chica quejándose, y luego una respuesta -Tranquila Reina de la Belleza, ya voy- Y, con quejidos y algunos reclamos los semidioses se fueron parando y mirando con cierto asombro y fastidio el lugar en donde se encontraban.

-¿Cómo es que estás acá?- La voz de un chico alto y de cabellera azabache resonó por sobre los murmullos, tenía la vista fija en un chico rubio con una pequeña cicatriz en su labio. Este último no le hacía caso, solo se miraba a sí mismo sorprendido. El chico azabache parpadeó de repente, como si recién se diese cuenta de lo que sucedía, inmediatamente más relajado, e ignorando a todos, se giro hacia los dioses y preguntó -¿Por qué estamos acá? ¿En que año estamos?- Al ver que ningún dios le contestaba, y girándose hacia Hestia, quien estaba sentada en la hoguera, y con un tono más amable, dijo -¿Me podría decir que está sucediendo? por favor-

Antes de que la diosa del hogar pudiese responder, y sintiéndose molesto por la directa ignorancia hacia su persona, Zeus exclamó en voz alta, llamando la atención de todos en la sala -Semidioses, las Moiras os han traído aquí, nos dieron la orden de leer la historia de un héroe de vuestro tiempo, ahora presentaos, decid vuestro nombre y padre divino-

El chico azabache que, ahora que Apolo pudo reconocer, tenía los ojos verde mar, frunció el ceño e, ignorando lo dicho por Zeus, volvió a preguntarle a Hestia -Por favor, lady Hestia, me podría decir ¿En qué año estamos?-

Antes de que Hestia pudiera responder, Zeus la interrumpió nuevamente -Estamos en 1946, ahora preséntate-

El azabache frunció el ceño molesto, y girándose a mirar al rey del olimpo exclamó -Mi nombre es Percy Jackson, y estoy seguro de que usted no se llama Hestia- Tanto la recién nombrada como algunos de los semidioses dieron un pequeño grito y aguantaron la respiración, los demás dioses presentes en la sala solo mostraron una expresión sorprendida.

Antes de que Zeus pudiese reaccionar y hacer "semidiós al rayo" (el segundo platillo más recomendado en las restaurantes del Tártaro), Apolo comentó rápidamente -Los Semidioses están aquí, debemos hacer el juramento, acuérdate padre, no podemos dañar a nadie- El rey del olimpo miró mal a su hijo, pero procedió a hacer el juramento con los demás dioses.

-Disculpen dioses, las Moiras nos trajeron aquí para leer lo que para vosotros es el futuro ¿Verdad?- preguntó una chica rubia de ojos grises, que se encontraba parada frente a todo el grupo de semidioses griegos.

-Así es- respondió Atenea, analizando a la chica que había hablado, ya que claramente parecía ser hija suya.

-Eso quiere decir que las Moiras quieren cambiar el futuro, pero ¿Por qué ellas harían eso?- volvió a cuestionar la rubia, esta vez mirando a la nada mientras pensaba en el posible motivo que pudieron haber tenido las tejedoras del destino para hacer algo así.

-Bueno, en realidad ellas no explicaron mucho- Comentó Hermes, sacando de sus pensamientos a Annabeth y llamando la atención de la sala -Solo dijeron que había un hilo que se negaban a cortar, es decir, había una persona a la que negaban a dejar morir, pero no sabemos quien-

Al oír eso Percy se tensó en su lugar, un acto que solo fue visto por Apolo.

-A lo mejor quien estaba apunto de morir es el héroe de la historia que tenemos que leer- Supuso Atenea

-¿Y quién es ese héroe?- Preguntó Poseidón mirando a los semidioses

-Lo sabremos cuando empecemos a leer tío- respondió Apolo sonriendo tranquilamente -Ahora dejemos que los semidioses se presenten-

Los semidioses se miraron entre sí, una chica del campamento romano, claramente Pretor, dio un paso al frente -Reyna Ramírez-Arellano, hija de Belona, pretor de la Duodécima legión-

El otro pretor dio un paso al frente y habló -Frank Zhang, hijo de Marte, pretor de la Duodécima legión-

-Hazel Levesque, hija de Plutón- Hades miró a la chica sorprendido y confuso.

-Nico di Angelo- Nuevamente el dios del inframundo se sobresalto al oír el nombre de uno de sus hijos -Hijo de Hades, capitán de la cabaña 13-

Zeus miraba mal a Hades y Atenea miraba sospechosamente a Nico, pues hasta el momento se supone que únicamente había 12 cabañas. Mientras tanto los semidioses siguieron presentándose.

-Connor Stoll, hijo de Hermes, capitán de la cabaña 11-

-Chris Rodriguez, hijo de Hermes, segundo al mando en la cabaña 11-

-Travis Stoll, hijo de Hermes, ex capitán de la cabaña 11-

-Clarisse La Rue, hija de Ares, ex capitana de la cabaña 5-

-Katie Gardner, hija de Deméter, capitán de la cabaña 4-

-Will Solace, hijo de Apolo- El dios nombrado saludó a su hijo con una sonrisa -Capitán de la cabaña 7 y jefe de la enfermería del campamento-

-Leo Valdez, hijo de Hefesto, portador del fuego y capitán de la cabaña 9- Hefesto miró atentamente a su hijo, notando lo diferente que era éste ultimo de sus demás hermanos.

-Piper McLean, hija de Afrodita, capitana de la cabaña 10-

-Pólux, hijo de Dionisio, capitán y único miembro de la cabaña 12- Dionisio levantó la vista de su antigua revista de vinos.

-Annabeth Chase, hija de Atenea, arquitecta del Olimpo, capitana de la cabaña 6- Atenea asintió conforme.

-Malcolm Pace, hijo de Atenea, segundo al mando de la cabaña 6-

-Dakota, hijo de Baco y centurión en jefe de la Quinta Cohorte- Comentó un semidiós romano de labios sumamente rojos.

-Grover Underwood, señor de lo salvaje- Se presentó un sátiro temerosamente, bajo la atenta mirada de Hermes y Dionisio.

-Gleeson Hedge, sátiro del campamento mestizo-

-Quirón, entrenador de héroes- Se presentó el centauro con una leve inclinación

-Thalia Grace, hija de Zeus- Hera miró mal a su esposo -Teniente y cazadora de Artemisa-

Un chico rubio avanzó tembloroso al frente, sorprendiendo a la mayoría de los semidioses que parecían notarlo recién -Ja... Jason Grace, hijo de Júpiter, se... eh... se supone que yo estaba muerto- Finalizó el chico confundido.

-Las Moiras quieren que estés aquí por un motivo, estás vivo muchacho, no cuestiones más, ellas tienen un motivo para todo lo que hacen- Le comentó Hades tranquilamente, como si nada.

-A lo mejor eres tú el héroe que las Moiras querían salvar- Añadió Hermes, pensativo

-Claro que no, él ha dicho que estaba muerto, eso quiere decir que las Moiras ya cortaron su hilo, y ellas dijeron que no querían cortar un hilo, lo que significa que el héroe del que ellas hablaban todavía no ha muerto- Rebatió Atenea con inteligencia.

-¿Y tú?- Interrumpió de repente Apolo, mirando al azabache que le había faltado el respeto a Zeus -Percy ¿Verdad? ¿Por qué no te presentas como los demás?- Le preguntó sonriente.

Percy suspiró, sabiendo que todos le estaban mirando, y, parándose derecho, exclamó -Mi nombre es Percy Jackson, hijo de Poseidón y capitán de la cabaña 3-

2- -¡Poseidón! ¡Has roto el pacto!- Gritó Zeus furioso.

-Tú y Hades también lo habéis roto, se nota que ninguno de los tres puede mantener su palabra- Comentó Hera frunciendo el ceño, pero deteniendo a su esposo de hacer cualquier cosa.

-En realidad, Hades fue el único que si cumplió con el pacto- Mencionó Percy tranquilamente.

-¿De qué hablas? ¿Y qué hay de ellos?- Preguntó Hermes apuntando a Hazel y a Nico quienes solo observaban incómodamente lo que pasaba.

-No habéis hecho un pacto en vuestras versiones romanas, al menos no que se sepa, por lo que Hazel, que es hija de Plutón, no cuenta, y Nico técnicamente nació antes del pacto, por lo que tampoco cuenta- Explicó como si nada el hijo del dios del mar.

-¿Antes del tratado? ¿En que año naciste semidiós?- Preguntó Demeter observando a Nico cuidadosamente.

-Eh, en 1932- Respondió Nico inquieto.

-¿1932? ¿Y vienes de la misma época que ellos?- Preguntó Poseidón curioso mientras se acomodaba en su trono.

-Si, mi padre...- Antes de que Nico pudiera terminar de explicar el motivo de que viniese de dos épocas distintas fue interrumpido por Apolo.

-No lo digas, las Moiras nos han dicho que vosotros no podéis revelar nada de lo que suceda en el futuro hasta que se lea en el libro- Aclaró Apolo al ver que todos lo miraban por interrumpir al semidiós hijo de Hades.

-Si, si, como sea, empezamos a leer antes de que me duerma- Bufó Dionisio hablando por primera vez desde que hicieron el juramento de no dañar a nadie.

-¡Si! ¡Así podremos saber quien es el héroe que las Moiras querían salvar de morir!- Exclamó Hermes alegremente,

-¡Yo quiero leer!- Y antes de que Atenea pudiera coger el libro, un Apolo sonriente lo tenía entre sus manos. Mientras Apolo ignoraba la fulminante mirada de Atenea, abrió el libro y leyó.

-Percy Jackson y el ladrón del Rayo-

Inmediatamente todas las miradas se posaron sobre Percy, mientras que Percy miraba en dirección a Grover y a Annabeth.

-Percy... ¿estabas a punto de morir?- Preguntó Hazel preocupada mientras se acercaba lentamente a su amigo de ojos verde mar.

Percy frunció el ceño, incomodo y claramente indispuesto a decir la verdad -Eh... no, no, no estaba a punto de morir ni nada de eso-

-¿Y en dónde estuviste la ultima semana? Nadie te ha visto por el campamento y Sally nos dijo que tampoco estabas en casa- Cuestionó Thalia, mientras le miraba sospechosamente y recordaba la ultima semana que las cazadoras habían pasado en el campamento.

-¿Yo? eh... pues estaba en el campamento, seguro que me habéis visto alguna vez, lo que pasa es que no prestasteis atención en mi- Intentó insistir Percy, sin mucho éxito de que alguno de sus amigos en la sala le creyera.

-Percy, eres un pésimo mentiroso, solo dinos la verdad ¿Estabas peleando con algún monstruo o algo?- Preguntó Annabeth mientras lo miraba con el ceño fruncido en una mezcla entre enfado y preocupación y los brazos cruzados.

El hijo de Poseidón cometió le error de mirar a la hija de Atenea a los ojos. No era capaz de mirarla y no recordar lo que le había dicho, no era capaz de mirarla y no pensar en lo cerca que había estado de matarse a sí mismo.

A pesar del dolor, Percy no era capaz de mirar a Annabeth a los ojos y mentirle. "Ves, si lo que dicen ellos es verdad podrías haberlo logrado, pero se ve que eres tan inútil que ni suerte para suicidarte puedes tener. Adelante, cuéntales lo destrozado que estás, mira sus caras cuando se enteren de que escuchas voces en tu cabeza, diles como estabas a punto de matarte, vamos..."

-Él dice la verdad, supongo entonces que las Moiras buscan salvar a otra persona- Interrumpió Apolo justo antes de que Percy decidiera hablar -Ahora será mejor que realmente empecemos a leer, a lo mejor sabremos a quien quieren salvar las Moiras más adelante-

Conformes con lo proclamado con el dios de la verdad, y claramente confiando en que no mentía (Porque, bueno, es el dios de la verdad y tal, ya sabéis) los semidioses dejaron al hijo de Poseidón y se sentaron en sus puestos. Algunos griegos se agrupaban a los pies de sus padres, otros se sentaban con sus amigos y sus hermanos, y los romanos se sentaron organizadamente por cohortes, a excepción de Hazel que se sentó a los pies de su padre, al lado de Nico.

-Perfecto, ahora si comenzamos- Exclamó Apolo claramente más animado, ignorando intencionalmente la mirada confusa que le dirigía Percy -Capítulo 1, Pulverizo accidentalmente a mi profesora de introducción al álgebra- El dios, junto con algunos varios semidioses y otros cuantos dioses, levantó la cabeza para mirar al semidiós protagonista con una ceja alzada -¿En serio? ¿Tanto odias las matemáticas?-

Percy soltó una carcajada y comentó -Bueno, tengo dislexia y TDAH, basicamente odio todo lo que provenga de una escuela- Algunos semidioses asintieron de acuerdo, otros se rieron y algunos cuantos hijos de Atenea junto con algunos romanos le miraron con el ceño fruncido, aunque comprendiendo el punto que sostenía.

Sonriendo, Apolo llamó la atención de regreso a él y continuó -Mira, yo no quería ser mestizo- Sin comentar nada, algunos miraron a Percy con una ceja alzada, mientras esté se encogía de hombros como diciendo "Sigo creyendo eso" -Si estás leyendo esto porque crees que podrías estar en la misma situación, mi consejo es éste: cierra el libro inmediatamente. Créete la mentira que tu padre o tu madre te contaran sobre tu nacimiento, e intenta llevar una vida normal-

-Eso no va a servir ¿Lo sabes, no?- Dijo Malcolm .

-Si, bueno, yo no escribí el libro, así que en realidad no es mi consejo- Explicó Percy encogiéndose de hombro.

-Pero el libro está desde tu punto de vista- Añadió Hazel suavemente.

Percy pareció meditar un rato, y luego respondió -De todas formas no escribí ese libro, no sé si viene del futuro, o si simplemente está hecho con cosas y poderes raros esos que tienen las Moiras y lo sacaron de mi conciencia o algo, pero yo actualmente- Dijo remarcando el "actualmente"- no escribí eso-

Conformes con la respuestas, aunque con muchas dudas más en mente, Apolo pudo continuar con la lectura.

-Ser mestizo es peligroso. Asusta. La mayor parte del tiempo sólo sirve para que te maten de manera horrible y dolorosa- Al ver el asentimientos de sus hijos, la mayoría de los dioses hicieron una mueca -Si eres un niño normal, que está leyendo esto porque cree que es ficción, fantástico. Sigue leyendo- Algunos, entre ellos Percy, levantaron la ceja ante esto, pero el misterio de quién y cuando escribió el libro no era relevante en ese momento, por lo que no comentaron nada -Te envidio por ser capaz de creer que nada de esto sucedió. Pero si te reconoces en estas páginas, si sientes que algo se remueve en tu interior, deja de leer al instante. Podrías ser uno de nosotros. Y en cuanto lo sepas, sólo es cuestión de tiempo que también ellos lo presientan, y entonces irán por ti. No digas que no estás avisado- Apolo soltó un silbido por lo bajo al terminar de leer el párrafo -Un poco dramático ¿No crees?-

Con una coqueta sonrisa ladeada, Percy respondió -Lo dramático viene de familia, sí, aunque no deja de ser verdad lo que pone ahí-

Apolo asintió y continuo con la lectura, después de haberle dado una segunda mirada a la sonrisa de Percy, por supuesto -Me llamo Percy Jackson Oh ¿Enserio? no me lo imaginaba- Se auto interrumpió el dios por lo bajo, algunos semidioses como Percy, Leo y los hermanos Stoll (junto a Hermes, la verdad sea dicha) se aguantaron la risa -Tengo doce años. Hasta hace unos meses estudiaba interno en la academia Yancy, un colegio privado para niños con problemas, en el norte del estado de Nueva York. ¿Soy un niño con problemas?-

Percy suspiró, mientras varios semidioses decían "Sí" al mismo tiempo. No le gustaba, pero era verdad, no solo tenía mucha mala suerte, estaba seguro de que se estaba volviendo genuinamente loco, pero loco de remate "No eres un niño con problemas, TÚ eres el problema ¿No lo entiendes todavía?". Percy sintió una potente mirada sobre él. Levantó la vista hacia donde se encontraban los dioses. Los ojos de Dionisio fueron los únicos que él vio moverse.

Notando aquella interacción fugaz, Apolo seguía leyendo -Sí. Podríamos llamarlo así- Hubo unas cuantas risas -Podría empezar en cualquier punto de mi corta y triste vida para dar prueba de ello- Apolo y Poseidón hicieron una mueca ante esto, mientras Percy intentaba ocultarse de la mirada de pena y preocupación con la que le miraban sus amigos -pero las cosas comenzaron a ir realmente mal en mayo del año pasado, cuando los alumnos de sexto curso fuimos de excursión a Manhattan: veintiocho críos tarados y dos profesores en un autobús escolar amarillo, en dirección al Museo Metropolitano de Arte a ver cosas griegas y romanas-

-Oh, eso suena entretenido- Comentó una chica de entre los romanos. Percy, acordándose de como se había sentido al inicio de aquella excursión, se aguantó la risa.

Viendo la acción del hijo de Poseidón, Apolo leyó en su mente la siguiente línea. Sonriendo, la leyó esta vez en voz alta -Ya lo sé: suena a tortura- Percy vio a la chica que había hablado antes encogerse de hombros, como diciendo "A cada quien le gusta lo que le gusta" y sonreía - La mayoría de las excursiones de Yancy lo eran. Pero el señor Brunner, nuestro profesor de latín, dirigía la excursión, así que tenía esperanzas. El señor Brunner era un tipo de mediana edad que iba en silla de ruedas motorizada. Le clareaba el cabello, lucía una barba desaliñada y una chaqueta de tweed raída que siempre olía a café. Con ese aspecto, imposible adivinar que era guay, pero contaba historias y chistes y nos dejaba jugar en clase. También tenía una colección alucinante de armaduras y armas romanas, así que era el único profesor con el que no me dormía en clase-

-¿No es peligroso que unos niños mortales de doce años jueguen con armas reales?- Preguntó Demeter a nadie en particular.

-Lo es, sí, pero mi principal misión era lograr que el joven Percy pudiese aprender lo más posible y debo decir que, con su nivel de TDAH, es todo un reto mantenerlo concentrado y despierto en una clase- Comentó Quirón tranquilamente.

-¿Usted era el Señor Brunner? ¿Cómo era Percy como estudiante?- Preguntó Frank ligeramente sorprendido y curioso.

-Sí, era yo, y Percy... Bueno, es sinceramente uno de los mejores estudiantes a los que he tenido el placer de enseñar- Respondió el centauro dándole una suave sonrisa al mencionado.

El hijo de Poseidón le sonrió de regreso, interna y externamente feliz por lo dicho por el centauro. "Bah, tonterías, eres un inútil y lo sabes, todo lo que lograste aprender fue porque simplemente querías luchar por tu miserable vida, él no esta orgulloso de ti, no te tiene aprecio, ni él ni nadie" La sonrisa de Percy flaqueó levemente, Leo, quien estaba cerca suyo, lo notó, pero no dijo nada.

Algunos dioses también notaron esa pequeña falla en aquella sonrisa, como Dionisio, quien se hizo el indiferente. Hefesto también lo notó "Es extraño" pensó el dios de la fragua "es como una maquina en perfecto estado, y aún así tengo la sensación de que ahí algo malo en ella, un falló que no puedo ver"

Apolo por supuesto también lo noto, pero al igual que el hijo de Hefesto, decidió no decir nada y continuo leyendo -Esperaba que el viaje saliera bien. Esperaba, por una vez, no meterme en problemas. Anda que no estaba equivocado. Verás, en las excursiones me pasan cosas malas. Como cuando en quinto fui al campo de batalla de Saratoga, donde tuve aquel accidente con el cañón de la guerra de la Independencia americana. Yo no estaba apuntando al autobús del colegio, pero por supuesto me expulsaron igualmente. Y antes de aquello, encuarto curso, durante la visita a las instalaciones de la piscina para tiburones en Marine World, le di a la palanca equivocada en la pasarela y nuestra clase acabó dándose un chapuzón inesperado. Y la anterior... Bueno, te haces una idea, ¿verdad?-

-Vaya, y yo creí que mis salidas escolares eran malas- Masculló un chico de la cabaña 5

-Bah ¿Quién quiere salidas normales? son muy aburridas- Respondió Leo sonriendo -Realmente Percy, creo que hubiera preferido ser tu compañero, esas excursiones se ven divertidas- Agregó mirando al de ojos verde mar. Percy solo sonrió y continuó escuchando a Apolo.

-En aquella excursión estaba decidido a portarme bien- Apolo juró oír al hijo de Hefesto murmurar por lo bajo algo como "Pff, que aburrido" -Durante todo el viaje a la ciudad soporté a Nancy Bobofit, la pelirroja pecosa y cleptómana que le lanzaba a mi mejor amigo, Grover, trocitos de sándwich de mantequilla de cacahuete y kétchup al cogote-

-¿Es enserio? ¿Cómo podías permitir que te tratasen así?- Preguntó Will con el ceño fruncido en señal de molestia

-Bueno, no podía meterme en problemas por eso, mi misión se trataba de cuidar y vigilar a Percy, si llegaban a castigarme por discutir con ella entonces Percy podía estar en peligro, no es buena idea arriesgarse- Explicaba Grover calmadamente -Además, aunque irritante y todo, ya me había acostumbrado, así que me daba un poco igual- añadió encogiéndose de hombros.

-Aún así no puedes simplemente permitir que te traten así- Discutió Nico también con una mueca de enfado

-Está bien Nico, eso ya pasó de todos modos, nada se puede hacer- Le calmó el Sátiro mientras Hedge mascullaba algo como "pastelitos blandos... una buena patada..."

Viendo que la conversación había terminado, Apolo retomó la lectura -Grover era un blanco fácil. Era canijo y lloraba cuando se sentía frustrado. Debía de haber repetido varios cursos, porque era el único en sexto con acné y una pelusilla incipiente en la barbilla. Además, estaba lisiado. Tenía un justificante que lo eximía de la clase de Educación Física durante el resto de su vida, ya que padecía una enfermedad muscular en las piernas. Caminaba raro, como si cada paso le doliera; pero que eso no te engañe: tendrías que verlo correr el día que tocaba enchilada en la cafetería- Unos cuantos se rieron viendo como Grover se sonrojaba y miraba a Percy con molestia. Percy solo se encogió de hombros sonriendo y movió los labios como diciendo "Lo siento" -En cualquier caso, Nancy Bobofit estaba tirándole trocitos de sándwich que se le quedaban pegados en el pelo castaño y rizado, y sabía que yo no podía hacer nada porque ya estaba en periodo de prueba. El director me había amenazado con expulsión temporal si algo malo, vergonzoso o siquiera medianamente entretenido sucedía en aquella salida-

Piper le preguntó en voz baja a Percy -¿Solo te amenazó a ti? ¿No es eso injusto?-

Mientras Apolo seguía leyendo, Percy pensó y le respondió -Si bueno, en realidad tiene sentido. Suelo tener mucha mala suerte, así que las cosas grandes, chungas, y medianamente increíbles y divertidas, solo sucedían cuando yo estaba presente- Piper pareció conforme con la respuesta, así que ambos se giraron para seguir escuchando con atención la parte que Apolo estaba leyendo

-Voy a matarla —murmuré. Grover intentó calmarme-

-¿Lo lograste?- Katie miró a Grover

-Percy no estaba enojado, solo mayormente irritado, así que sí, lo logre- Katie asintió de acuerdo mientras Percy bufaba, calmarlo no era tan difícil... ¿Verdad? "Claro que sí, por eso nadie te quiere. A nadie le interesa tener que estar soportándote"

-No pasa nada, me gusta la mantequilla de cacahuete —Esquivó otro pedazo del almuerzo de Nancy.—Hasta aquí hemos llegado —Empecé a ponerme en pie, pero Grover volvió a hundirme en mi asiento.—Ya estás en periodo de prueba —me recordó—. Sabes a quién van a culpar si pasa algo.-

-Gracias por querer defenderme Percy, al final nunca te lo agradecí- Interrumpió Grover sonriendo y mirando a Percy apenado.

-Gracias a ti por cuidarme todo ese tiempo, aunque yo no lo supiera- Le devolvió Percy, también con una sonrisa.

-Solo estaba haciendo mi trabajo- Negó Grover, sonrojándose.

-Y yo solo estaba haciendo lo que cualquier amigo habría hecho- Insistió Percy al mismo tiempo en que le hacía un gesto a Apolo para que continuase con la lectura.

Apolo asintió sonriendo y retomo la lectura rápidamente, impidiendo que el sátiro pudiese hablar -Echando la vista atrás, ojalá hubiera tumbado a Nancy Bobofit de un tortazo en aquel preciso instante. La expulsión temporal no habría sido nada en comparación con el lío en que estaba a punto de meterme- Percy murmuró algo que sonaba como "todavía me parece una mejor idea" -El señor Brunner conducía la visita al museo. Él iba delante, en su silla de ruedas, guiándonos por las enormes y resonantes galerías, a través de estatuas de mármol y vitrinas de cristal llenas de cerámica roja y negra supervieja. Me parecía flipante que todo aquello hubiese sobrevivido más de dos mil o tres mil años. Nos reunió alrededor de una columna de piedra de casi cuatro metros de altura con una gran esfinge encima, y empezó a contarnos que había sido un monumento mortuorio, una estela, de una chica de nuestra edad. Nos habló de los relieves de sus costados. Yo intentaba prestar atención, porque parecía realmente interesante, pero los demás hablaban sin parar, y cuando les decía que se callaran, la otra profesora acompañante, la señora Dodds, me miraba mal-

-¿Te miraba mal por intentar que otros prestasen atención?- Cuestionó un chico de la primera Cohorte. Los dioses observaban, todavía sorprendidos, como parecía no haber disputas entre los romanos y los griegos.

-No, aunque lo parecía- Respondió sencillamente Percy, el chico le miro confundido, pero no dijo nada y el dios del sol continuo con la lectura

-La señora Dodds era una profesora de matemáticas procedente de Georgia que siempre llevaba cazadora de cuero, aunque era menuda y rondaba los cincuenta años. Tenía un aspecto tan fiero que parecía dispuesta a plantarte la Harley en la taquilla. Había llegado a Yancy a mitad de curso, cuando nuestra anterior profesora de matemáticas sufrió un ataque de nervios-

-No sufrió un ataque de nervios ¿Verdad?- Preguntó Percy a Quirón

-Oh, en realidad sí, pero no fueron por motivos normales, me temo que Alecto le dio un buen susto- Mientras Percy asentía agradeciendo la respuesta otros se sorprendieron y otros más se confundieron. Algunos (como toda la cabaña de Atenea) habían hecho la conexión rápida de que Alecto era la señora Dodds, otros se preguntaban que tenía que ver la torturadora de Hades con unas profesora de matemáticas.

-Desde el primer día, la señora Dodds adoró a Nancy Bobofit y a mí me clasificó como un engendro del demonio. Me señalaba con un dedo retorcido y me decía « y ahora, cariño» , superdulce, y yo sabía que a continuación me castigaría a quedarme después de clase- Algunos rieron por la imitación de Apolo de una voz "superdulce" y otros se estremecieron ante la imagen de la escena que aparecía en el libro -Una vez, tras haberme obligado a borrar respuestas de viejos libros de ejercicios de matemáticas hasta medianoche, le dije a Grover que no creía que la señora Dodds fuera humana. Se quedó mirándome, muy serio, y me respondió: « Tienes toda la razón»-

-¡Grover! ¡No puedes decirle eso! ¡Tú debes es protegerlo! ¡No hacer que los monstruos le encuentren antes!- Le reclamó una hija de Apolo, Kayla, según identificaba Percy por los colores del pelo.

Antes de que Grover pudiese decir algo, Percy habló -Está bien, de hecho, fue lo mejor que pudo haber hecho- El hijo de Poseidón se rió de la cara de confusión que pusieron todos (incluido el sátiro) y procedió a explicar -Es muy fácil saber cuando Grover miente, por lo que si él me hubiera mentido yo me habría dado cuenta, y habría decidido averiguar por mi cuenta, y es probable que, conociendo mi suerte, Alecto se hubiera dado cuenta y me hubiera atacado mucho antes, sin la posibilidad de que Grover o Quirón estuviesen cerca. Además, el hecho de que Grover admitiese que la señora Dodds era un monstruo con tal seriedad me hizo pensar que estaba bromeando, así que logró que yo no me entrometiese en eso y solo pensara que Alecto era en realidad una maestra super mala y cruel-

Muchos se sorprendieron ante lo inteligente y lógica que era la respuesta de Percy, Hazel volvió a sentirse como cuando conoció a Percy y pensó que era un poco tonto. Por otro lado habían unos cuantos hijos de Atenea intentando debatir lo dicho por el hijo de Poseidón, frustrándose al ver que en realidad no podían decir nada. El resto de los semidioses simplemente se sorprendieron de averiguar (por fin) la conexión entre Alecto y la maestra.

-¿Y cuando te diste cuenta de todo eso?- Preguntó Jason mientras miraba sorprendido a Percy y a Grover alternativamente.

-Oh, la primera semana que pasé despierto en el campamento, hubo una noche que no podía dormir y me quedé pensando en todo lo raro que me había sucedido antes de enterarme de la verdad, el recuerdo de aquella conversación me llegó a la cabeza y me di cuenta de lo que podría haber sucedido- Respondió el azabache de ojos verde mar tranquilamente.

-Eres más astuto de lo que pareces chaval- Comentó Hermes mientras analizaba a Percy con su mirada, este ultimo frunció el ceño, sin saber si aquello era un halago o no. Lo tomaría como uno, por ahora.

Apolo se rió por aquel comentario y antes de que alguien hablase otra vez, se puso a leer -Al final, Nancy Bobofit se burló de una figura desnuda cincelada en la estela y yo le espeté:—¿Te quieres callar? —Me salió más alto de lo que pretendía. El grupo entero soltó risitas y el profesor interrumpió su disertación.—Señor Jackson —dijo— ¿tiene algún comentario que hacer? Me puse como un tomate y contesté:—No, señor- Percy juró escuchar a un hijo de Ares murmurar algo como "Eso sí que es mala suerte" -El señor Brunner señaló una de las imágenes de la estela.—A lo mejor puede decirnos qué representa esa imagen. Miré el relieve y sentí alivio porque de hecho lo reconocía.—Ése es Cronos devorando a sus hijos, ¿no?-

-Ah, por supuesto que tenía que ser esa la imagen ¿No?- Exclamó Hera con una mueca de disgusto. Quirón sonrió suavemente con vergüenza, como pidiendo perdón.

-Sí —repuso él—. E hizo tal cosa por...—Bueno... —Escarbé en mi cerebro—. Cronos era el rey dios y...—¿Dios?- Zeus, Poseidón, Demeter, Hera y Atenea hablaron al mismo tiempo que Apolo cuando este leía la ultima palabra. Percy y Grover se rieron (Uno claramente más asustado que el otro, por el como los dioses podían interpretar aquella risa) y, al mismo tiempo que Apolo leía en voz alta, Percy corrigió -Titán-.

-me corregí—. Y... y no confiaba en sus hijos, que eran dioses. Así que Cronos... esto... se los comió, ¿no? Pero su mujer escondió al pequeño Zeus y le dio a cambio una piedra. Y después, cuando Zeus creció, engañó a su padre para que vomitara a sus hermanos y hermanas...-

Piper se giró para susurrarle a Leo -Y así sabemos como identificar a un mal padre, dale una roca, y si no lo mira y cree que es su hijo, entonces lo confirmamos-

Leo pensó un momento, mientras asentía levemente con la cabeza, haciendo un esfuerzo por mantener su rostro serio -Bueno, tampoco hay que criticarlo tanto, a lo mejor el Rey de los cielos era super feo y sí se parecía a una roca de bebé-

-¿Y cómo explicas que se vea tan guapo ahora?- Preguntó Piper mientras se tapaba la boca para que no oyesen su risa.

-A lo mejor existen las cirugías plásticas divinas ¿Quién sabe?- Respondió el hijo de Hefesto riéndose también

Por otro lado y sin prestar atención a esa conversación, Apolo seguía leyendo -¡Puaj! —dijo una chica a mis espaldas.—... así que hubo una gran lucha entre dioses y titanes —proseguí—, y los dioses ganaron-

-¿Realmente acabas de resumir una de las guerras más épicas y largas de toda la historia divina en unas cuantas palabras?- Exclamó un chico de la tercera cohorte.

Percy lo miró atentamente mientras los demás pasaban la mirada del chico romano hasta el de ojos verde mar -Hijo de Marte ¿No?- Mientras Ares en su trono hacia una mueca por el repentino dolor de cabeza, el chico asentía todavía esperando una respuesta -En ese caso, entenderás lo que te voy a decir; no es lo mismo vivir una guerra que oír historias sobre ella- Respondió secamente el hijo de Poseidón.

El silencio se poso en la sala por unos segundos, todos miraban al semidiós en silencio, serios, asombrados o con precaución (Como algunos dioses le miraban).

Poseidón miraba a su hijo asombrado, había estado en una guerra, eso era seguro, pero no entendía porque parecía tan... amargado. Hermes por otro lado también estaba asombrado, pero notó la incomodidad que empezaba a sentir el hijo de su tío así que le hizo un gesto a Apolo.

-Ejem- Apolo carraspeo rompiendo el incomodo silencio y obteniendo todos los ojos sobre él -Si, bueno, eh... Continuaré leyendo, si no os importa- Y buscó rápidamente la parte del libro en donde había quedado -Algunas risitas. Detrás de mí, Nancy Bobofit cuchicheó con una amiga:—Menudo rollo. ¿Para qué va a servirnos en la vida real? Ni que en nuestras solicitudes de empleo fuera a poner: « Por favor, explique por qué Cronos se comió a sus hijos» .—¿Y para qué, señor Jackson —insistió Brunner, parafraseando la excelente pregunta de la señorita Bobofit—, hay que saber esto en la vida real?-

-¡Ja! ¡Te han pillado!- Interrumpió un sonriente y triunfante Travis Stoll

Percy se tapó la boca ocultando su risa, Grover se rió por lo bajo y Apolo sonrió al leer -Te han pillado —murmuró Grover.—Cierra el pico —siseó Nancy, con la cara aún más roja que su pelo-

-¡Oh no! ¡Travis! ¡Piensas como una cabra!- Gritó Connor fingiendo horror y haciendo reír a toda la sala mientras su hermano se sonrojaba.

-¡Bee-ee-ee! Ya quisierais pensar como yo- Exclamó Grover sonrojado.

Algunos dioses como Hermes y Apolo reían a carcajadas junto con gran parte de los semidioses, otros dioses como Poseidón, Demeter, Afrodita y Hestia simplemente sonreían complacidos.

-No molestéis a Grover- Regañó Miranda, de la cabaña de Demeter -Si pensaseis como él seriáis más inteligente- Añadió con una sonrisa mientras Travis se hacía el ofendido y Connor gritaba algo como "Pero si yo no he dicho nada malo" mientras reía.

Y mientras discutían alegremente, Hestia le hacia un gesto a Apolo para indicarle que siguiera leyendo, el dios de la música afirmo con la cabeza e, interrumpiendo a los semidioses, se puso a narrar inmediatamente.

-Por lo menos habían pillado también a Nancy. El señor Brunner era el único que la sorprendía diciendo maldades. Tenía radares por orejas. Pensé en su pregunta y me encogí de hombros.—No lo sé, señor.-

-Ese sí es mi sesos de alga- se burló alegremente Thalía haciendo que los presentes en la sala soltaran una carcajada, Percy sonrió levemente, quería hacerse el ofendido, reclamar y reír con sus amigos, pero se sentía cansado. Cansado y dolido...

"Ya vez, no solo eres un monstruo para ellos, sino que también eres un idiota" Ya cállate... "Solo míralos, riéndose de ti, no les importas, solo eres una burla y un problema para ellos, pero eso ya lo sabes ¿no?" .

Dionisio frunció el ceño, algo estaba mal, podía sentirlo, había alguien en la sala cuya estabilidad mental colgaba de un hilo, un semidiós estaba volviéndose loco. El dios del vino miro atentamente al hijo de Poseidón, pero este parecía tranquilo, como las aguas de un océano en calma "Algo no esta bien con ese semidiós, no puedo haber sido el único en notarlo" Pensaba mientras volvía a enfocarse en la lectura.

-Ya veo. —Brunner pareció decepcionado—. Bueno, señor Jackson, ha salido medio airoso. Es cierto que Zeus le dio a Cronos una mezcla de mostaza y vino que le hizo expulsar a sus otros cinco hijos, que al ser dioses inmortales habían estado viviendo y creciendo sin ser digeridos en el estómago del titán. Los dioses derrotaron a su padre, lo cortaron en pedazos con su propia hoz y desperdigaron los restos por el Tártaro, la parte más oscura del inframundo- La mirada de muchos semidioses se oscureció repentinamente, Apolo tenía una expresión repentinamente seria en su rostro y movió sus ojos para ver rápidamente al hijo de Poseidón. Para sorpresa (y preocupación) del dios del sol, este era el único de entre los semidioses que poseía una mirada tranquila. Viendo que los dioses empezaban a conectar los puntos de la extraña reacción de los semidioses ante el abismo del inframundo se apresuró a continuar leyendo- Bien, ya es la hora del almuerzo. Señora Dodds, ¿podría conducirnos a la salida?-

Hermes soltó una risa nerviosa, aún afectado por el aura oscura que cubría a los semidioses, y comentó -Creo que necesitas practicar muy seriamente el como cambiar temas de conversaciones, ¿Eh Quirón?- El centauro solo asintió levemente mientras sonreía suavemente, sin quitar la mirada de preocupación de su rostro.

Apolo estaba odiándose un poco a sí mismo por decidir ser quien iba a leer -La clase empezó a salir, las chicas conteniéndose el estómago, y los chicos a empujones y actuando como merluzos-

-¿Actuando? Ellos son unos merluzos, no como las chicas- Mencionó Artemisa con el ceño fruncido.

-Déjame debatir eso, hermanita. Aquí dice que las chicas estaban conteniéndose el estómago, así que, o son considerablemente más asquientas o débiles de lo que tu dices que son, o ellas también están burlándose de la clase y bromeando- Respondió Apolo muy seriamente para sorpresa de todos.

La sala entera se quedo mirando a Apolo en silencio, y el dios del sol no era el único fastidiado con aquel silencio, Percy también estaba incomodo, aunque por motivos diferentes "Se están tardando mucho, están interrumpiendo mucho ¿Por que no pueden leer más rápido? Y es suficiente con que se crean con el derecho de poder juzgar mi vida y mis pensamientos privados, por suerte ahora solo miran a Apolo... ¿Por qué está actuando tan raro? No se parece al Apolo que vi la primera vez".

"Maldito carácter, malditas Moiras ¿¡por qué no puedo actuar normal!?" Apolo estaba poniéndose nervioso por la cantidad de miradas sobre él "¡Se supone que a mi me gusta que me miren, no puedo ponerme nervioso ahora! ¡Maldita sea! ¿¡Por qué nadie habla!?" Su cara de seriedad estaba empezando a desmoronarse y no sabía que hacer, no podía correr el riesgo de que viesen que había algo distinto en él.

Por suerte (y tal vez con ayuda de las Moiras) no tuvo que hacer nada, con una sincronización un tanto escalofriante, tanto Hermes como Ares rompieron el silencio con una carcajada. -Te ha... te ha dejado sin palabras- Comentaba el dios de la guerra entre risas, intentando coger aire.

-Esa sí que no se la puedes rebatir ¿Verdad, Artemisa?- Añadió Hermes burlón.

Apolo pasó su vista rápidamente por los semidioses, queriendo mirar su reacción antes de volver a fijarse en el libro, pero se quedó estático ante unos ojos verde mar que le observaban atentamente. Por un momento tuvo la sensación de estar hundiéndose en un mar profundo y brillante. Despegó rápidamente su mirada y se concentró en el libro, notando como su rostro se calentaba.

-Ejem, sí, ahora continuaré leyendo- Habló el dios de la verdad, claramente incomodo -Grover y yo nos disponíamos a seguirlos cuando el profesor exclamó: ¡Señor Jackson! Lo sabía. Le dije a Grover que se fuera y me volví hacia Brunner. —¿Señor? —Tenía una mirada que no te dejaba escapar: ojos castaño intenso que podrían tener mil años y haberlo visto todo-

-No todo- Murmuró Quirón en voz baja -Pero si incontables milagros y tragedias-

-Debes aprender la respuesta a mi pregunta —me dijo.—¿La de los titanes?—La de la vida real. Y también cómo se aplican a ella tus estudios.—Ah. —Lo que vas a aprender de mí es de importancia vital. Espero que lo trates como se merece. Sólo voy a aceptar de ti lo mejor, Percy Jackson- Varios dioses vieron como el viejo entrenador de héroes le dedicaba al chico de ojos verde mar una sonrisa llena de orgullo, y notaron también como el chico hacía una mueca y se abrazaba a sí mismo, ante este gesto, tanto los dioses como el centauro se mostraron confundidos.

-Percy, ¿está todo bien?-

Explicaciones:

-Honestamente me dolió dejar esta historia.

-Sí, es un leyendo también.

-Esta historia está más actualizada con respecto al canon de PJ, pero como se ve, Percy y Annabeth terminaron y planeaba hacer un enamoramiento lento entre Percy y Apolo (porque siento un fanatismo enorme hacia el desarrollo de personaje que Apolo sufrió en Las Pruebas de Apolo).

-Intente publicar esta historia en Ao3 una vez. La saqué cuando me di cuenta de que no podía continuarla.

-Percy literalmente se está volviendo loco, a tal nivel que Dionisio (dios de la locura, entre otras cosas) puede literalmente sentirlo.

-Apolo es el único, de todos los dioses presentes, que saben sobre el futuro, ya que al momento de pararse para recibir a las Moiras recibió todos sus recuerdos del futuro.

-Hay comentarios random, extraños o graciosos interrumpiendo la historia con la idea de quitar presión y hacer reír a la gente, como los pensamientos de Percy en los libros, que siempre sacan una sonrisa.

-Mi hermana se enfadó conmigo porque no seguí esta historia, me estoy planteando seguirla si es que logro conseguir el pdf de Percy Jackson, pero no sé si haría todos los libros o solo el primero.

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