Kurt menea su cola de lado a lado, mientras pasea por los pasillos en medio de la noche. No puede dormir, no desde la ultima misión, hace ya casi cuatro días. Estar atrapado en un incendió no le trajo los mejores recuerdos. Un segundo estaba dentro de un edificio a punto de caerse en pedazos y en otro... Estaba en Alemania, atado y sintiendo el calor en sus pies producto del fuego, cuando lo atraparon y quisieron quemarlo vivo. Las voces no tardaron en sonar en su cabeza... monstruo, demonio, engendró, eran una de las tantas cosas le gritaron y que su cabeza repitió para hacer su martirio aun peor. En ese instante sus piernas no respondieron, su juicio se nublo y  el pánico lo ataco impidiendo cualquier posibilidad de escape. Estaba mas que seguro hubiera muerto si no fuera por Quicksilver, su compañero de equipo.

— ¿Estas bien...?, ey...amigo azul, reacciona por favor — escucha en su cabeza, queriendo recordar como encontró paz al contemplar los ojos ajenos, como la tranquilidad llego al oír aquella voz.

— Debo estar enloqueciendo, esto de no dormir es simplemente malo para mi salud — se quejaba con la nada.

Si estaba pensando en Peter Maximoff de una forma tan vergonzosa seguro tenía algo mal. Era Peter después de todo, el señor no me tomo nada en serio, quien le jugaba bromas pesadas a todos, con un ego mas alto que sus calificaciones y aquel que por mas que regañara no dejaba de molestarlo jugando con su cola... Pero también era el Peter que estaba dispuesto ayudar a un amigo, valiente, quien siempre mostraba una sonrisa y un lado cómico para alegrar a todos aun el igual se cayera por dentro. Era el Peter Maximoff que tenía un espíritu mas grande del que el mismo creía tener.

Ahora estaba frente de la puerta del hiperactivo velocista. En su viaje sin rumbo por la mansión llego ahí sin querer, aun que quizá la luz que salia por debajo de la puerta y el ruido viniendo del televisor ayudaron.

No sabe si tocar o irse a la azotea a contar estrellas en otro intento de buscar conciliar unos minutos de sueño. El mayor y el no son los mas unidos del grupo, se ríen de los chiste del otro y comparten clases pero fuera de eso nada. ¿Entonces porque  quiere tocar a su puerta y verlo?, ¡¿Porque rayos esta tocando a su puerta en estos momentos?!

— Sabia que vendrias — dijo al abrir la puerta con la rapidez que lo caracteriza, tomando una pose que solo había visto en películas adolescentes, confundiendo a Wagner a más no poder, asustándolo y logrando sus pómulos tomaran un ligero tono rojo — nadie se resiste a Quicksil.... ¿Kurt? — y con eso el chico se daba cuenta que nunca le habló el. ¿Decepción? Ninguna... que quisiera admitir al menos.

El plateado tomo una pose mas natural al verlo, asomando su cabeza afuera de la habitación, mirando a ambas direcciones, como si buscará algo.

— Te juro que lo que te dijeran te robe es mentira — se excusó — Scott solo mal interpretó lo de... ¿Porque estas aquí en primer lugar?

— No puedo dormir — soltó apenado — paseaba por aquí, vi la luz y bueno yo pensé que... No se que esta pensando, pero es obvio tu esperas alguien. Lamento molestarte — comenzó a caminar lejos de la habitación del mayor, o esa hubiese sido la idea si Peter no hubiera puesto en frente.

— No, no, no, no esperaba a nadie, es solo eh... ¿Una pequeña broma que hago siempre? Si, eso. Puedes quedarte — rasco su nuca mientras veía al piso— No estoy mas que  viendo una vieja serié de los 70's.  Podríamos verla juntos, te explicare.

— Quizá no debería, no me gustaría te aburrieras explicándome todo.

— No lo haría, me encantaría pasar tiempo contigo — interrumpió, logrando el chico azul lo mirara con unos ojos llenos de sorpresa y un brillo en sus ojos que no había visto antes.

El velocista no sabía como interpretar los gestos de Wagner, con el chico nunca estaba seguro de nada y menos ahora con el tan cerca. No sabía el porque volvía a mirar al piso o porque sus mejillas se sentían calientes.

—  Pero si no quieres hacer eso... Tengo unos discos que apuesto te fascinarán y podríamos hablar sobre lo que quieras... Si gustas claro. Porque si no mira que yo lo entiendo, se que quizá para ti soy algo...

— Me encantaría, Peter. — fue el turno del chico de mechones índigo para interrumpir.

Sorprendido por la respuesta quito su vista del piso, encontrándose con el rostro azul siendo adornado por una sonrisa, algo que no veía hace días.  Después del accidente en aquella misión podía notar al menor sin tantas energías como antes, mas serio e incluso se atrevería decir que algo asustado. Aun que Kurt le preocupara nunca se ánimo a preguntarle, en su cabeza tenía el concepto de no agradable al mutante de circo, aunque a Maximoff si le agradara este... Quizá era mucho mas que agradar.

— En ese caso pasa — tomo su muñeca para hacerlo volver a tomar dirección a su cuarto. Cerrando la puerta tras ambos entrar e invitándolo a tomar lugar en su cama. Apando la televisión y recostándose a su lado mientras el disco se  reproducía.

— así que... ¿No podías dormir? — el contrario asintió — ¿Desde cuando?

—  un par de días.

— ¿Quieres hablar de ello?

— ¿sobre que?

— Lo que te impide dormir — wagner negó con la cabeza, peter suspiro — Se que quizá creas no soy de confianza pero puedo jurarte no le diré a nadie.

— Estoy bien

— No lo estas.

—  no puedes saberlo, ni siquiera me conoces

Peter se callo todo comentario, no porque no tuviera con que defenderse, no, el tenia con que, miraba a wagner entre clases mientras el mutante se descuidaba, estaba al pendiente en las misiones e incluso se pasaba por el club de teatro para ver su entusiasmo al interpretar todo tipo de papeles. Pero eso no es algo se deba de decir y peter lo sabe.

— No te conozco, es cierto, pero quiero hacerlo... Dejame conocerte — Pidió, quizá no era la persona mas indicada para hacerlo, pero el de verdad quería ayudarlo — No te juzgare, no le diré nada a nadie. Tienes mi palabra.

¿Podía confiar en Maximoff? No lo sabía si podía o si debía, aun así algo dentro de el lo impulso a hacerlo. Un suspiro salió de su boca antes de sonreírle  y contarle lo sucedido, su vida en Alemania y el accidente durante su recién iniciada adolecencia. Para su sorpresa Maximoff no interrumpió ni una vez, solo estuvo ahí... Callado, escuchándolo con atención como creyó no podría hacerlo.

— Se no esta mal tener miedo, que es natural y que no volveré a dejar me venza pero al dormir... Todo lo que veo es a la gente a mi al rededor, fuego y humo llenando mis pulmones... me siento como un niño, asustados y rogando a dios alguien me salve, pero esta vez no hay nadie.

— Eso no es verdad — le corrigió — Se quizá no soy la persona de quien quieras escucharlo pero Kurt... Te he visto en las misiones, se de lo que eres capaz, tu puedes hacerle frente a todo,  y si no, nos tienes a nosotros — sonrió — me tienes a mi, yo te cuidare cuando tu no puedas.

No hubo respuesta, realmente no esperaba algo así de parte del mayor, quien no parecía tomarse nada enserio. Su corazón latía y sus mejillas se tornaron de un leve rojo al escuchar lo ultimo, esperaba no se notara mucho.

— Gracias — fue todo lo que dijo. O lo mejor que pudo pensar para hablar de una vez y dejar de ver a Peter como una niña enamorada.

Y ahí otra vez los pensamientos raros sobre Quicksilver, al paso al que iba se volvería una costumbre mas que, como el le llamaba, un efecto colateral del sueño

— Ni lo menciones — negó con la cabeza — sabes, quizá deberías dormir aquí esta noche, la compañía te haría bien. Yo dormire en el suelo, así que no te preocupes por... — paro de hablar al sentir como Wagner se acercaba a el y escondía su rostro en su pecho. — ¿Azul?

— no me incómoda te quedes aquí — susurro.  Logrando los colores subieran al rostro pálido y haciendo un lío en su cabeza. Peter solo asunto soltando un leve quejido.

Nadie se atrevió decir nada después de eso, solo dejaron la música siguiera sonando. Peter termino cayendo dormido a la tercera canción,  y Kurt, comenzaba a ir para el mismo camino, preguntándose antes de conciliar el sueño porque sentía ese calor en el pecho estando junto al planeado, porque se sentía tan cómodo y mas importante ¿porque le era tan fácil sentirse seguro junto  mayor? Varios días sin dormir y no fue hasta que escucho los latidos de Peter  al rito de la música que pudo olvidarse de todos sus miedos. Tenía sus teorías, y no le molestaba llegar a pasar mas tiempo con Maximoff para llegar a probarlas.