La marioneta humana
La joven llamada Clara caminaba por las oscuras calles de la ciudad después de un largo día de trabajo. Era una noche fría de invierno y las luces parpadeantes de los negocios cerrados y los edificios abandonados la rodeaban. El viento soplaba fuerte y hacía que la joven se aferrara a su abrigo mientras caminaba apresuradamente hacia su casa. Sin embargo, Clara no llegó muy lejos antes de que algo extraño llamara su atención.
En una callejuela poco iluminada, vio algo que parecía una figura humana. Se acercó para examinarla mejor, pero no pudo ver nada claramente debido a la oscuridad. De repente, la figura se movió y saltó de sorpresa. Se giró para escapar, pero antes de que pudiera hacerlo, algo la agarró desde detrás.
Clara se debatió para liberarse, pero era demasiado tarde. Una jeringa fue empujada en su cuello y sintió una sustancia fría y líquida corriendo por sus venas. Sus ojos se cerraron lentamente y la oscuridad la envolvió.
Cuando despertó, estaba en una habitación oscura y vacía. Intentó moverse, pero descubrió que no podía. Sus brazos y piernas estaban atados y su cuerpo estaba suspendido en el aire. Miró hacia abajo y descubrió que estaba colgando de una cuerda como si fuera una marioneta.
Comenzó a gritar y a luchar, pero nadie respondió. Solo escuchó el eco de su propia voz en la habitación vacía. Después de varios minutos de esfuerzos inútiles, la chica se rindió y esperó.
Finalmente, después de lo que pareció una eternidad, escuchó pasos acercándose. La puerta se abrió y una figura se acercó. No podía ver su rostro, pero sabía que no era un médico. La figura comenzó a hablar con una voz ronca y sus palabras resonaron en la habitación.
-"¿Te asustas fácilmente, eh? Te prometo que esto no te dolerá, pero tendrás que soportar algunos cambios importantes."
Clara trató de gritar, pero se detuvo cuando la figura sacó de nuevo una jeringa y la empujó en su cuello. Ella sintió cómo la sustancia fría y líquida corría por sus venas nuevamente. Todo se volvió borroso y se desvaneció en la oscuridad.
Clara abrió los ojos y, en un principio, todo lo que pudo sentir fue confusión y miedo. ¿Qué le había sucedido? ¿Cómo había llegado allí? Trató de moverse, pero su cuerpo no respondía. Un escalofrío recorrió su espalda al darse cuenta de que algo terrible había ocurrido.
Con un esfuerzo sobrehumano, logró levantar la cabeza y mirar hacia abajo. Lo que vio la dejó sin aliento. Su cuerpo, que antes había sido suave y cálido, ahora estaba hecho de madera y metal. Cada uno de sus músculos y huesos había sido reemplazado por materiales fríos y duros.
Intentó gritar, pero no pudo hacer nada más que emitir un extraño sonido ronco. Miró alrededor con horror y vio que estaba en una especie de taller oscuro y polvoriento. Alguien, o algo, la había transformado en una especie de muñeca mecánica.
Mientras seguía mirando su nuevo cuerpo, notó que la madera y el metal estaban tallados con una precisión increíble. Cada detalle, cada curva y cada ángulo habían sido meticulosamente esculpidos para crear un cuerpo perfecto, pero inhumano.
Clara se dio cuenta de que su vida había cambiado para siempre. Ya no era humana, sino una extraña creación monstruosa, Mientras luchaba por aceptar su nueva forma, se preguntó quién había hecho esto y por qué. ¿Fue un experimento científico? ¿Una forma de tortura? ¿O algo aún más siniestro? La respuesta era desconocida, pero una cosa estaba clara: Nunca volvería a ser la misma.
Intentó moverse, pero sus brazos y piernas estaban sujetos a las cuerdas y su cuerpo estaba suspendido en el aire como una marioneta. Miró hacia arriba y vio a la figura oscura que la miraba con una sonrisa perversa en la habitación, y sostenia los hilos que controlaban su cuerpo.
-"Bienvenida a tu nueva vida", dijo la figura con mirada malévola en su rostro.
Clara intentó gritar, pero solo pudo emitir un sonido estrangulado. Su mente estaba en pánico mientras trataba de comprender lo que le había sucedido.
-"Te preguntarás por qué lo hicimos", continuó la figura. "Somos una organización secreta que ha estado trabajando en la creación de marionetas humanas durante años. Queríamos a alguien joven y fuerte como tú para convertirte en nuestra obra maestra."
Clara intentó recordar cómo llegó a estar allí, pero solo pudo recordar a la figura en la callejuela oscura.
-"Ahora, tienes una nueva misión", continuó la figura. "Deberás llevar a cabo nuestros trabajos y misiones. Serás nuestra esclava y tendrás que hacer todo lo que te ordenemos, ¿entendido?"
No respondió, su mente aún estaba luchando por comprender la situación en la que se encontraba. La figura le dio un fuerte tirón a los hilos que controlaban su cuerpo, lo que hizo que Clara se tambaleara en el aire.
-"¡He dicho, ¿entendido?!" gritó la figura.
-"S-sí", logró decir Clara con dificultad.
-"Bien"- dijo la figura con una sonrisa satisfecha en su rostro. "Ahora, veamos qué tan bien puedes moverte".
La figura comenzó a mover los hilos que controlaban el cuerpo de Clara, haciéndola dar pasos torpes por la habitación. La chica se sentía completamente impotente mientras la figura la hacía bailar y hacer movimientos extraños.
-"Eres una creación increíble", dijo la figura con una sonrisa. "Serás nuestra arma secreta y llevaremos a cabo nuestras misiones más importantes con tu ayuda"
Clara sintió una rabia profunda en su interior mientras la figura la manipulaba como una muñeca de trapo. Sabía que tenía que encontrar una manera de escapar, pero no sabía cómo.
-"Ahora, tenemos una misión mportante para ti", dijo la figura. "Deberás infiltrarte en una organización rival y robar información importante para nosotros".
Clara sabía que no tenía elección. Tenía que hacer lo que se le ordenaba o sufriría las consecuencias. Con una sensación de desesperanza, comenzó a caminar hacia la puerta mientras la figura controlaba sus movimientos.
La misión resultó ser más difícil de lo que había imaginado. A pesar de que estaba en control de sus movimientos, seguía siendo una marioneta y su habilidad para comunicarse era limitada. Se sentía como si estuviera en una pesadilla interminable mientras era controlada por la siniestra presencia oscura.
Finalmente, después de varios días de trabajar para la organización rival, Clara logró obtener la información que le habían encargado robar. Sin embargo, cuando intentó regresar a la base, se dio cuenta de que había sido traicionada. La organización rival había descubierto su verdadera identidad y la habían atrapado.
Clara fue llevada ante la figura, quien estaba furioso por su fracaso. La figura comenzó a tirar de los hilos que controlaban el cuerpo de Clara con furia, haciendo que sus extremidades se movieran y retorcieran de forma violenta y dolorosa.
-"Eres una inútil", gritó. "Te dimos una misión simple y no pudiste cumplirla. Ahora, tendrás que pagar las consecuencias."
El ser comenzó a manipular los hilos con más fuerza, haciendo que Clara emitiera gritos de dolor. Su cuerpo estaba siendo manipulado de una manera que no podía soportar.
-"Por favor, detente", suplicó. "No puedo soportarlo más".
-"No habrá piedad para los traidores", dijo la con una sonrisa malévola. "Eres mia y debes pagar por tu fracaso."
La figura continuó manipulando los hilos con más fuerza, haciendo que el cuerpo de Clara se retorciera en agonía. La sensación de ser una marioneta humana se había convertido en una pesadilla interminable.
Los días pasaron y Clara fue sometida a torturas inhumanas por parte de la organización. El ser la había convertido en su juguete personal y la hacía sufrir cada vez que se sentía insatisfecho con su trabajo.
Clara había perdido la noción del tiempo y su mente estaba al borde del colapso. Había perdido toda esperanza de escapar y estaba atrapada en un cuerpo que no le pertenecía.
-"¿Por qué me estás haciendo esto?", preguntó ella en un momento de lucidez. "¿Qué ganas con convertirme en una marioneta humana?"
La figura la miró con desprecio y comenzó a manipular los hilos que controlaban su cuerpo.
-"Tú eres solo una pieza en nuestro plan", dijo. "No eres nada más que una herramienta para lograr nuestros objetivos. Y si no puedes cumplir con tu trabajo, no tienes ningún valor para nosotros."
Clara sintió una profunda tristeza al darse cuenta de que había sido deshumanizada por la organización. Había perdido su identidad y se había convertido en un objeto sin valor. Un día, la criatura le dio a Clara su última misión. Debía infiltrarse en un lugar peligroso y recuperar un objeto valioso. Sabía que no había vuelta atrás y que su vida estaba en peligro. Sin embargo, esta vez, tenía un plan. Sabía que la figura estaba distraída y decidió aprovechar la oportunidad para escapar.
Mientras caminaba por la calle, Clara encontró un cuchillo bajo unos cubos de basura y decidió usarlo para liberarse de los hilos que la controlaban. Con habilidad, comenzó a cortar los hilos uno por uno hasta que finalmente logró liberarse.
Corrió hacia la luz del día, sintiendo la brisa fresca en su rostro. Había logrado escapar de la organización y había recuperado su libertad.
Miró hacia atrás y vio a la figura mirándola con odio en la distancia. Sabía que no estaba a salvo y que la organización la buscaría. Pero al menos ahora, era dueña de su cuerpo y su vida.
Clara nunca volvió a ser la misma después de su experiencia como marioneta humana. La sensación de ser controlada y manipulada nunca se desvaneció por completo, y cada vez que veía una marioneta, recordaba con horror su pasado.
Pero a pesar de las cicatrices que dejó la organización en su mente y su cuerpo, Clara encontró consuelo en el hecho de que era libre. Ahora podía tomar sus propias decisiones y vivir su vida sin ser una herramienta en manos de otros.
Decidió contar su historia a las autoridades y ayudar a desmantelar la organización que la había convertido en una marioneta, un monstruo. Fue difícil revivir los momentos de dolor y miedo, pero sabía que era importante hacerlo para evitar que otros sufrieran lo mismo que ella.
Con el tiempo, logró reconstruir su vida. Se rodeó de personas que la apoyaban y la ayudaron a sanar sus heridas. Aunque nunca olvidaría lo que había pasado, aprendió a vivir con su pasado y a encontrar la felicidad en las pequeñas cosas de la vida.
Pero cada vez que veía una marioneta, muñeca o cosas similares, no podía evitar sentir un escalofrío recorriendo su espalda, recordándole que ella una vez fue y que su libertad era algo precioso que nunca volvería a dar por sentado.
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