Sé mi escape
Título
Be My Scape
Sinopsis
Un noble le tenía capturado. La única manera de escapar es casarse con él. O saltar por la ventana. Para Flynn, la elección no era complicada. ¡Pero eso no significaba que no fuera a ser perseguido por las calles! Gracias al cielo que Yuri está ahí para ayudarle.
Aviso
Esta historia no me pertenece. La historia original "Be My Scape" fue ideada y escrita por TheShatteredRose. Por favor, dadle un montón de apoyo porque se lo merece.
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This story does not belong to me. The original story "Be My Escape" was conceived and written by TheShatteredRose. Please, support her a lot because she deserves it.
Spoilers
Detalles muy básicos de los personajes.
Spoilers muy muy leves del Arco III.
Extensión
2398 palabras.
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Ser comandante suele conducir a algunas extrañas, peligrosas o impresionantemente aburridas situaciones. Viene con el puesto y Flynn había aprendido rápidamente a lidiar con cualquier situación en la que se encontrara con un pensamiento profesional y una figura calmada.
Sin embargo, ser un profesional no iba a sacarle de la situación en la que se encontraba atrapado. Y se preguntó si aquello le habría pasado a otros comandantes antes que a él. Si había sido así, nadie nunca lo había mencionado.
Y bueno, podía entenderlo hasta cierto punto. Era un tanto estrafalario.
Sacudió la cabeza para aclararse y se tomó un instante para asimilar la situación. Estaba encerrado (Sí, encerrado. Atrapado, confinado, sin poder ir a ninguna parte sin utilizar la fuerza física) en el exquisito comedor (con un enorme banquete reposando ante él, suficiente como para alimentar a toda su armada, no solo a un par de hombres) de la magnífica mansión de un señor. El nombrado señor (bastardo arrogante) estaba sentado frente a él, con una copa de jerez descansando entre sus dedos y una sonrisa asquerosamente maliciosa en los labios.
—Bien, ¿qué opinas?—Preguntó Lord Cushelle mientras hacía girar distraídamente el contenido de su copa.—Creo que es una situación bastante beneficiosa para ambos.
Flynn no veía cómo.
—No puedes estar hablando en serio...
Una propuesta de matrimonio. En realidad, no, era más como un ultimátum de matrimonio.
¡Era... Era una trampa! ¡Ni siquiera un noble de su calibre podía retener a un comandante en su mansión hasta que se sometiese a su propuesta de matrimonio! ¡No estaba permitido! Y si, por alguna razón, había una ley que estableciera que algo así podía pasar, iba a hacer cualquier cosa por cambiarla. Para que los comandantes venideros no tuvieran lidiar con aquella... ¡Locura!
—Puedes aceptar mi mano en matrimonio... —Habló Lord Cushelle, sacando a Flynn de sus pensamientos (inducidos por el trauma) y haciéndole centrar de nuevo la atención en el noble.—... o puedes saltar por la ventana. ¿Qué harás?
No era una elección complicada.
En una fracción de segundo, Flynn tenía la mano en el marco de la ventana y se empujó sin esfuerzo más allá del borde. Aterrizó con las rodillas flexionadas en el toldo de azulejos pocos metros bajo la ventana con un ruido sordo. Se detuvo allí por un segundo, con sus ropas de gala flotando hacia abajo a su alrededor y su cabello desordenándose por el viento. Entonces, una chispa de determinación apareció en su expresión usualmente perfecta y se puso en pie, corriendo a toda velocidad por los azulejos en dirección al gigantesco muro que rodeaba la mansión.
—¡No dejéis que escape!
Echando un rápido vistazo, advirtió que Lord Cushelle estaba encaramado a la misma ventana de la que acababa de escapar, ordenando a algunos de sus trabajadores que lo... Eh... "Capturaran". Las situación se estaba poniendo incluso más ridícula.
Oh, pero Flynn no pensaba dejarse capturar por unos cuantos camareros y jardineros. Yuri nunca dejaría de recordárselo si era capturado por el mayordomo de un noble presumido.
La libertad estaba sólo a unos pocos metros, pero para conseguirla tendría que saltar al césped perfectamente arreglado, correr los pocos metros que le separaban del muro de piedra y saltarlo. Fácil.
Pero un hombre le detuvo y se interpuso entre él y su deseada libertad.
Así que utilizó al hombre, un jardinero en apariencia, como una ayuda para escalar el enorme y grueso muro. Sus manos rozaron el borde y se impulsó hacia arriba en movimiento fluido, acomodando su cuerpo para poder sentarse en lo alto del muro. Entonces, dejó colgar sus piernas y las balanceó para que miraran al exterior, lejos de la mansión y cerca de la libertad.
Le lanzó una mirada al hombre que había utilizado en su plan de escape y se percató de que estaba tirado en el suelo, aturdido. Ya encontraría una forma de disculparse más tarde, pero su dignidad y amor propio eran bastante más importantes.
El muro de seguridad debía de medir al menos 6 metros, pero no le sería imposible bajar. Tenía mucha experiencia saltando de objetos altos, principalmente gracias a Yuri.
No explicaría por qué. O cómo. Algunas cosas eran mejor no saberlas.
Entonces, sin una segunda mirada atrás, Flynn se empujó hacia las calles pavimentadas. ¡Estaba fuera de esa prisión disfrazada de mansión!
Sin embargo, su alivio duró poco. Las puertas principales se abrieron de golpe y literalmente un ejército de camareros, criadas, mayordomos y prácticamente cualquier persona que trabajara para Lord Cushelle apareció. Todos buscándole. Todos preparados para "capturarle" si era necesario.
Mierda...
Flynn se giró abruptamente sobre sus talones y huyó en la dirección opuesta. Aunque ya no estuviera en la mansión, tal parecía que aún iban a perseguirle. Y la cosa iba a seguir así hasta que los perdiera o un caballero interfiriese. O hasta que le atraparan y le hicieran comprometerse con aquel noble.
Bastardo arrogante, ¿de verdad se pensaba que saldría impune?
Flynn no era una persona rencorosa, pero definitivamente iba a escribir una orden de registro de la mansión de Lord Cushelle y a llevar un gran grupo de caballeros para que pusieran el lugar patas arriba en cuanto volviese al castillo. Eso le quitaría parte de su arrogancia.
—Maldito traje.—Murmuró, mientras tiraba de su ropa pesada y voluminosa, molesto.—Me está retrasando.
Cierto, podía darse la vuelta y apartarlos por la fuerza, pero no tenía su espada y tampoco quería herirles. Solo estaban cumpliendo las órdenes de su señor arrogante.
Pero si se acercaban lo bastante como para atraparle... Bueno, ese era otro tema. Entonces tendría que usar la fuerza.
Necesitaba un lugar donde esconderse. Mientras observaba los alrededores en busca de algo o de alguien que le ayudara, su mirada conectó con alguien con quien estaba bastante familiarizado. E inmediatamente se abrió camino hasta ellos.
—¡Yuri! ¡Repede!—Oh, gracias al cielo.
—¿Por qué tanta prisa, Flynn?—Le preguntó Yuri, mientras sus ojos le recorrían de pies a cabeza, notando su atuendo formal. No todos los días podía ver a Flynn corriendo a toda velocidad por las calles, especialmente vestido con un conjunto que solo podría ser definido como principesco.—¿Y por qué estás vestido así?
Jadeando, Flynn se dejó caer de rodillas. Entonces comenzó a respirar con fuerza y le dio a Yuri una mirada de lo que solo podía imaginar era puro terror.
—Me están buscando.
Yuri frunció el ceño.
—¿Quiénes?
Flynn abrió la boca para explicárselo rápidamente, pero un grito de "¡Ahí está!" a su espalda le hizo simplemente señalar al grupo de criadas y mayordomos que registraban las calles en su búsqueda.
—Ellos.
Yuri simplemente parpadeó por un largo rato antes de reaccionar. Atrapó la muñeca de Flynn con la mano y juntos comenzaron a correr. Le gustaba pensar que conocía aquellas calles como la palma de su mano, pero nadie conocía el Distrito Inferior ni cada rincón y lugar escondido mejor que Yuri.
—Wow, esto me resulta familiar.—Comentó Yuri, probablemente demasiado casual para ser alguien guiando al comandante (de la mano) por las calles bulliciosas para evitar a una multitud de criadas y mayordomos (demasiado determinados) que siguen las ordenes de su (desagradable) señor de capturar al comandante.—De hecho, ¿no solía ser al revés?
Flynn sabía perfectamente a qué se refería. Cuando eran pequeños, Yuri solía meterse en problemas y él era quien le ayudaba a salir de ellos tomándole de la mano y llevándole a algún lugar seguro.
—Qué extraño giro de los acontecimientos.—Añadió Yuri. Y aunque no podía ver su cara, sabía que estaba sonriendo.
—Es por una razón completamente distinta, te lo aseguro.—Replicó rápidamente Flynn, lanzando una mirada rápida por encima del hombro y advirtiendo que aquella "multitud" todavía les seguía.
—¿Y cuál es?
Oh, Yuri iba a recibir un golpe bajo por esto.
—Quieren que me case con su señor, Lord Cushelle.
Yuri se tropezó con sus propios pies por un mero momento antes de enderezarse y lanzar una mirada sobre su hombro a Flynn. Fue fugaz, pero vio la evidente incredulidad en sus ojos.
—¿Bromeas?
—Me encerraron en su mansión y no me iban a dejar salir hasta que accediera a casarme con él.—Decirlo en voz alta no lo hacía más plausible o sensible. De hecho, lo hacía parecer aún más ridículo.
Si es que eso era posible.
—¿Eso no es ilegal?
—Si no lo es, lo será.—Murmuró de forma siniestra, jurando venganza internamente.
Se deslizaron por una esquina y se precipitaron por unas escaleras de piedra. Ni Flynn, ni Yuri, ni Repede vacilaron o tropezaron. En realidad iban bastante fluidos para estarse moviendo tan rápido. Y ni una sola vez Yuri perdió el agarre de su muñeca; tan fuerte y sincero como siempre.
—Y, ¿cómo escapaste?—Yuri por fin había hecho la "gran" pregunta.
Definitivamente iba a amar esto.
—Bueno, me dejó elegir entre aceptar casarme con él o saltar por la ventana.—Admitió. Oh, estaba seguro de que aquello había sido un chiste, pero Lord Cushelle le dio la alternativa y considerando la opción restante... Bueno, algunas decisiones son fáciles de tomar.
Yuri se rió a carcajadas, con esa persistente sonrisa burlona, mientras miraba de nuevo tras él por encima de su hombro.
—¿Así que escogiste la ventana? Genial.
Ahora ya no tenía ningún derecho a regañar a Yuri por su hábito de utilizar las ventanas en lugar de las puertas.
—¿Y por qué no los mandaste a volar?
Flynn resopló ligeramente. Por supuesto que había pensado en hacerlo.
—No les daría buena reputación a los caballeros imperiales que el comandante acabara con un grupo de criadas y mayordomos indefensos.
La respuesta de Yuri fue tan aguda como siempre.
—¿Y correr por las calles con una multitud enloquecida a tus espaldas sí?
Sí, también había pensado en eso.
—Menos que dos crímenes, Yuri.—Se la devolvió fácilmente. Entonces, volvió a lanzar una mirada sobre su hombro, sorprendido de ver que todavía les estaban siguiendo y que parecían estarse acercando. ¡Impresionante! Quizás podría convencerles de que se unieran a los caballeros en lugar de servir a Lord Cushelle.—Son rápidos.
Yuri giró brevemente la cabeza para comprobarlo él mismo, con los labios fruncidos.
—Sorprendentemente.—Murmuró antes de volverse a su compañero canino—¡Repede! Distraélos para que no se metan en nuestro camino, ¿podrías?
Siempre leal y servicial, Repede ladró en confirmación mientras se desviaba de su camino, tomando una ruta alternativa. Yuri apretó su agarre y entró por una puerta abierta que conducía a un callejón trasero (Flynn había perdido toda idea del lugar donde se encontraba a esas alturas). El comandante inmediatamente le siguió, chocando con su espalda cuando se detuvo repentinamente. Entonces, Yuri tiró fuertemente de su muñeca mientras se daba la vuelta, forzándole a caer sobre su pecho. Con su otro brazo envolvió la cadera de Flynn mientras le empujaba contra la pared. Entonces dio un paso más, presionando sus cuerpos juntos, intentando ocultarle de las miradas indiscretas.
Casi al momento escucharon el sonido de muchos pies golpeando el camino empedrado. Había bastantes jadeos pesados y murmuros de "¿Adónde han ido?" antes de que una voz femenina gritase "¡Ahí está!"
Flynn se estremeció y sintió la tensión de Yuri frente a él. Sin embargo, el sonido de las pisadas se alejó de ellos, por lo que imaginó que Repede les habría distraído. Pronto, solo quedó el silencio.
Dejó escapar el aire cuando se dio cuenta de que llevaba un rato aguantando la respiración y sus hombros se destensaron con alivio. También se sentía agotado de repente. Después de tanto correr todavía estaba intentando recuperar el aliento.
—Parece que se han ido.—Murmuró Yuri, con su voz más baja de lo habitual, jadeando muy suavemente por la carrera.
—Seh—Dijo, también bastante bajo, preocupado de que pudieran estar justo al girar la esquina.
No podía sino sentirse un poco ridículo. Ahí estaba el comandante que se había enfrentado tantas situaciones peligrosas y extremas escondiéndose en algún callejón del Distrito Inferior de un grupo de criadas y mayordomos con la misión de obligarle a casarse con su señor. ¡Era simplemente absurdo!
Y no iba a volver a pasar. Oh, no.
—¿Primero Lord Delvin y ahora Lord Cushelle?—Dijo Yuri con un deje molesto en su voz—¿Qué demonios les pasa a los nobles de aquí?
Flynn había estado haciéndose la misma pregunta.
—Creo que ya es seguro que salga.—Dijo mientras ponía una mano sobre el pecho de Yuri para apartarle. Pero éste apretó el agarre de su cintura y empujó a Flynn con fuerza contra la pared.—¿Yuri?
Acababa de arreglárselas para recuperar el aliento cuando Yuri se lo arrebató con un beso en los labios.
Sorprendido por las acciones repentinas del espadachín, sus ojos se abrieron de par en par mientras movía las manos para tomarle de los hombros. Había una cierta posesividad en el beso, casi como si quisiera recordarle a él y a todo el mundo que les viera que los labios de Flynn eran suyos, que él era el único que podía molestarle y provocarle, que podía tenerle y sujetarle. Y que no iba a dejar a ningún mocoso noble intentar casarse con él.
¿...Estaba Yuri sintiéndose, de algún modo, celoso?
¿O solo estaba aprovechando la oportunidad?
Recorriendo el rostro de Yuri con las manos, Flynn devolvió el beso apasionado y decidió que, en realidad, no importaba. No le pertenecía a ningún noble y nunca lo haría. Pertenecía allí, a los brazos de Yuri. Y él se aseguraría de que se quedara allí.
—Hmm, Yuri...—Se las arregló para pronunciar contra los persistentes labios de Yuri—No podemos quedarnos aquí. Podrían volver
Yuri le devolvió un gruñido de entendimiento y rompió el beso de mala gana. Entonces miró a ambos lados del callejón en el que se encontraban. Después, tomó a Flynn de la mano de nuevo y sigilosa pero rápidamente, caminaron entre las sombras hacia la habitación de Yuri en el Distrito Inferior.
—Parece que estás atrapado conmigo hasta que algún caballero pueda escoltarte—Le dijo Yuri, con esa conocida sonrisa maliciosa en sus labios mientras se escabullían en su habitación.—Y me aburro, así que quizás tengas que entretenerme.
Flynn se limitó a sacudir la cabeza en un gesto de comprensión de la situación. Sus mejillas se iluminaron levemente cuando sintió la mano de Yuri rodear su cintura de nuevo.
Oh, las cosas que tendría que soportar.
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Bueno, probablemente traduzca algún fanfic más de esta señorita, pero probablemente a partir de ahora comience a subir obras propias.
Dejad vuestros comentarios, que le prometí a la creadora que se los traduciría y me hacéis quedar mal <\3 (?
~Umbra03
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