38. Voces.
Mi esposo me movió hasta que desperté. "Estas hablando dormida de nuevo". Estábamos en medio de la noche en nuestra habitación minúscula en un pequeño apartamento. Aturdida, y con el cuerpo hecho trizas...estaba muy cansada. "Lo siento", le dije, "solo voltéate e intenta ignorarme". "No puedo", me respondió y extendió la mano para encender la luz en la mesa de noche junto a la cama, "Estas vez escuche a alguien que te respondió".
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