111. silencio.
Despertó sobresaltada y sudorosa, como muchas otras veces debido a las continuas voces que invadían su casa y su mente, pero esta vez no había ruidos que perturbasen su descanso. Fue a refrescarse y mientras contemplaba el reflejo que devolvía el espejo del baño una sonrisa siniestra se dibujó en su cara dejando asomar la dentadura perfecta. 'Todos muertos' susurró. Volvió a la cama y siguió durmiendo. Silencio, al fin silencio...
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