"¿Puedo tomar su fotografía?" Larissa se sentó a unos metros de mí en el sofá de terciopelo gris mientras yo apuntaba mi iPhone hacia ella. Miré fijamente la pantalla por un momento antes de cambiar mi enfoque, mirando por encima del borde del teléfono a su estado de derrota y desesperanza representado por ojos inyectados en sangre.
"¿Para qué? No creo que sea muy bueno ". Le resultó difícil hablar por encima de un tono de murmullo deprimente. "No estoy exactamente preparado para una sesión de fotos en este momento".
"Para. Estás preciosa." El tono alegre de mi voz fue un intento engañoso de traer una apariencia de júbilo a la triste realidad que habíamos aprendido de nuestra existencia.
"No es inseguridad. Tú lo sabes." Su apariencia siempre fue algo en lo que Larissa confiaba. Ciertamente esa no era la fuente de su descontento. Normalmente tomamos fotografías de momentos felices que queremos recordar y recordar. Pero ninguno de los dos estaba feliz en ese momento. Su rostro era un bulto cementado de apatía que no desaparecería pronto. "¿Por qué quieres una foto mía como esta?"
"Porque quiero recordar cómo te ves".

Ella se iría pronto. Y no había nada que pudiera hacer para detenerlo. Realmente no puedo decir que la culpo. La vida ya no tenía propósito ni significado. Me estaba resultando difícil no dejar este mundo yo mismo.

El ojo en el cielo lo destruyó todo.

Algunos decían que era Dios. Técnicamente tienen razón, aunque su interpretación de "Dios" es un poco sesgada y, por lo tanto, incorrecta. Solo están poniendo excusas. No los culpo exactamente por sus intentos de darle sentido al ojo. En cierto modo, envidio su ignorancia. Ojalá pudiera vivir en una dicha así.

La iluminación es un castigo.

Larissa y yo éramos compañeros de trabajo en Caltech. Allí era jefe del departamento de astronomía y física, cargo que ocupé durante los últimos ocho años en el que tuve la suerte de alimentar y satisfacer mi fascinación por los objetos celestes para ganarme la vida. Desde que era un niño miraba el cielo con asombro y soñaba con un viaje ingrávido y flotante a través de las estrellas. Por la noche me sentaba en mi porche con las rodillas contra el pecho y un sándwich de mantequilla de maní y mermelada en la mano, mirando la luz de la luna brillando en los árboles y los fuegos artificiales centelleantes flotando sobre la tierra.

Una carrera en astronomía fue todo lo que siempre quise.

Larissa se incorporó a bordo hace poco menos de un año. Durante los últimos seis meses habíamos sido algo más que compañeros de trabajo. Intereses románticos ... ¿supongo? Cuando llegas a cierta edad, dejas de poner etiquetas a las cosas. Supongo que podrías llamarla mi novia. Suena tan infantil decir eso a mi edad.

Como quieras llamarlo, Larissa se había convertido en otra ventaja de mi trabajo. A los 43 años nunca me había casado; Realmente nunca he tenido una relación seria desde mis veinte años. La rutina, el orden y las estrellas eran toda la gratificación que necesitaba. No fue hasta que vi a Larissa que me di cuenta de lo solitaria que se había vuelto mi vida. Ella era 8 años más joven que yo y tenía la misma sed de estrellas que yo. Era de lo único de lo que hablamos, y como yo tenía algo más de experiencia en el campo, ella se aferró a cada una de mis palabras, comiéndolas como si estuviera poniendo el sol en sus venas.

Una noche la invité a regresar a mi pintoresca casa en Simi Valley. Nos sentamos uno al lado del otro en el césped junto al gran roble en mi patio trasero con sándwiches de mantequilla de maní y mermelada señalando nuestras constelaciones favoritas. Apoyó la cabeza en mi hombro y supe que había encontrado a la persona con la que podía compartir cada parte de mi vida.

La amo. Aunque no me atreví a decirlo.

Todo estaba bien en el mundo. Todo se juntó en un armonioso placer cuando Larissa se apoderó de mi corazón. Llenó un vacío que no sabía que tenía y rápidamente se convirtió en mi satélite, yendo a donde fuera y corriendo en círculos a mi alrededor.

Todo eso cambió hace dos semanas cuando el Observatorio Keck se puso en contacto conmigo para una consulta sobre un descubrimiento inusual. El observatorio, ubicado en la cima de Mauna Kea en Hawái, fue administrado por Caltech y la Asociación de California para la Investigación en Astronomía. El sitio albergaba los dos telescopios más reconocidos y científicamente productivos del mundo, capaces de llegar a las áreas más externas del espacio. Cada telescopio estaba montado en Mauna Kea como dos grandes esferas de 33 pies de diámetro. Justo después de subir a bordo en 2008, los telescopios de Keck capturaron las primeras imágenes de exoplanetas dentro de un sistema exosolar a 129 años luz de distancia de la Tierra. La estrella principal se llamaba HR 8799. Las imágenes tardaron más de cien años en llegar a nuestro planeta y lo fotografiamos como un grupo de turistas emocionados.

"¿Que encontraste?" Le pregunté a Norah, la Directora de Promoción de Keck, cuando llamó.
Su voz temblaba en el otro extremo. "No lo sé ... es ... te estoy enviando una foto. No me creerás si te lo digo ".
"Cariño, solo dímelo".
Escuché una respiración profunda fluir hacia el receptor. "Es ... un ojo".
"¿Te refieres a la nebulosa de la hélice?" Pregunté, instantáneamente recordé la formación que se veía inquietantemente similar a un globo ocular, lo que resultó en el apodo de 'Ojo de Dios'. "No, pero similar ... solo que mucho más grande. Y se está moviendo ".
"¿Moviente? ¿Te gusta orbitar alrededor de algo?
"Es más como mirar cosas alrededor. La pupila se está moviendo ".
Mi rostro se contrajo por la confusión. "¿¿Qué??"

No tenía ningún sentido para mí cuando lo escuché por primera vez. Ahora, mirando hacia atrás, desearía simplemente ignorar esa llamada y seguir con mi vida. Pero supongo que esa es la naturaleza de la humanidad, ¿no es así? Todos sentimos curiosidad y estamos desesperados por obtener respuestas.

Norah me envió dos fotografías de lo que se observó a través del telescopio poco después de colgar. La primera imagen parecía mostrar gas ionizado rodeando un medio interestelar creando la ilusión de un ojo. Fue único, aunque ciertamente no fue nada nunca antes visto. Pero la segunda imagen mostró que el medio se movió ligeramente hacia la izquierda como si fuera una pupila mirando alrededor y estudiando el universo.

No perdí el tiempo y reservé para mí y para Larissa un vuelo a Hawai. Parte de mi prisa fue la anticipación de estudiar la extraña formación y tratar de determinar por qué se estaba moviendo. Larissa podría ayudar a descifrar sus orígenes. Además, era una buena excusa para viajar juntos a Hawái con el dinero de la empresa. Al día siguiente de aterrizar, Larissa y yo condujimos por la carretera de acceso en un automóvil que alquilé hasta la cima. En la cima, estábamos justo por encima de las nubes. Mauna Kea es el punto más alto de todo Hawái y se considera la mejor ubicación del mundo para telescopios masivos como estos. No hay ningún obstáculo que bloquee la vista. Había visitado el sitio varias veces desde que asumí el departamento de astronomía. Cada visita fue impresionante.

Norah nos recibió mientras estacionábamos y nos condujo a través del observatorio directamente a la sala de control donde un monitor mostraba el ojo en el cielo. Frente al monitor se sentaron un par de hombres jóvenes que nunca había conocido antes de operar los controles.

La pupila se había movido más hacia la izquierda desde que se tomó la última fotografía.

"¿Cuánto tiempo pasó entre las dos fotos que me enviaste?" Le pregunté a Norah.
"Par de días. Se mueve muy lentamente ".
"Posiblemente. También podría estar moviéndose increíblemente rápido, solo estamos observando una dilatación del tiempo gravitacional diferente a través del telescopio. ¿Qué tan lejos está esta constelación? "
Norah respiró hondo y exhaló, manteniendo sus ojos fijos en los míos. "Cuarenta y cinco mil millones de años luz".
"¿Eh? ¡Eso es inconcebible! El objeto más lejano jamás registrado es la galaxia MACS0647-JD a 13.300 millones de años luz de distancia. ¡Y eso fue con el telescopio Hubble! ¡Keck no tiene esa funcionalidad! "
"Bueno, lo hace ahora. Mejoramos sus espejos hace dos meses para aumentar las capacidades de aumento ".
Mis cejas se dispararon incontrolablemente en medio de mi frente. "¡No recuerdo haber escuchado a la junta directiva aprobar tal cosa!"
"No lo hicieron. Este fue un experimento financiado con fondos privados ... uno que funcionó ".
"¿Quién financió esto?" Larissa intervino.
"Lo siento, es información clasificada".

Miré las gruesas vigas de metal y las tuberías de fluidos hidráulicos presurizados sobre nuestras cabezas que sostenían el enorme telescopio en su lugar con celos indignados. El telescopio de mayor alcance jamás creado fue propiedad parcial de la empresa en la que ocupaba un puesto relativamente alto. Estaba al alcance de mis dedos, pero no tenía ni el más mínimo conocimiento de ello. Los instrumentos ópticos como este fueron inventados para expandir el conocimiento de la humanidad y responder algunas de las preguntas más complejas y misteriosas sobre los orígenes de todo lo que existe. Y estaban manteniendo en secreto las maravillas del universo.

"¿Así que básicamente tienes la invención científica más poderosa jamás creada por la humanidad aquí y no creías que era necesario contárselo a nadie?"
"Fue un experimento. La financiación fue suficiente para cubrir la actualización y la reversión si no funcionaba. Parte del acuerdo fue el secreto. Solo comenzamos a usarlo la semana pasada. Queríamos estar seguros de que funcionaba antes de hacer cualquier tipo de anuncio ".
"Este no es un camión Tonka de niños ricos, Norah. Deberías haber obtenido la aprobación. O al menos se lo mencioné a alguien ".
"Hay algo que no te he dicho sobre este ojo", continuó Norah, ignorando mi descontento. "Vimos algo más".
Mi intriga se sintió como una descarga de adrenalina. "¿Qué?"
Uno de los jóvenes se volvió en su silla giratoria y me miró con los ojos muy abiertos. "Dios."

Instantáneamente rodé mis ojos. A lo largo de la historia, cuando la humanidad se ha encontrado con algo inexplicable, se le atribuye a algún tipo de Dios o fuerza sobrenatural solo para recibir una explicación científica lógica muchos años después. Por que podría ser esto diferente?

"No lo sabemos, Tim", le disparó Norah.
"¡¿De qué diablos está el hablando?!" Larissa cuestionó.
Apoyé su demanda. "¡En efecto! ¿A qué tonterías se refiere este joven?
Norah renunció momentáneamente, luego volvió la cabeza hacia los lados para dirigirse a Tim. "Enciende los infrarrojos".

Tim pulsó un interruptor en el panel de control y unos treinta segundos después el contorno de un rostro rodeó el ojo. Los tonos de rojo y naranja se superpusieron entre sí, mostrando claramente una nariz, una boca y un segundo ojo que estaba cubierto por un párpado parpadeante.

Y un poco más allá del ojo pude distinguir débilmente más contornos infrarrojos más pequeños.

Mi mundo se había derrumbado en el sitio. Uno de mis peores miedos se hizo realidad. "Apaga ese monitor ahora mismo ..." ordené en un gruñido bajo. Tim permaneció inmóvil en su silla, congelado por la perplejidad. "¡AHORA!"
Saltó ante mi arrebato y buscó a tientas el interruptor.
"¿Que te pasa?" Preguntó Norah, mirándome con los ojos entrecerrados.
"¿Quién más sabe de esto?"
"Nosotros cinco en esta sala y otras diez personas. Todos dijeron que también era Dios ".
"Déjalo de esa manera. No se lo digas a nadie. Dile a esa alcancía tuya que las modificaciones no funcionaron y devuelve el telescopio a su estado original ".
"¿Por qué? ¡¿Qué es?!"
Miré a Norah con severidad. "La humanidad se destrozará por esto".
"¿Es ... Dios?" La expresión esperanzada de Tim era como la de un niño. No podría quitar eso.
"Si."

No eran extraterrestres gigantes, si eso es lo que todos están pensando. Un extraterrestre es una criatura del espacio exterior. Estas cifras que aparecen en la pantalla de infrarrojos no estaban en el espacio exterior. Estaban más allá de eso.

Norah y su equipo habían construido un telescopio que tenía la capacidad de llegar al final de nuestro universo. Cuarenta y cinco mil millones de años luz. Ahí es donde termina todo. Lo que hay más allá de eso ha sido un completo misterio. Hasta ahora.

Es algo que me asustaba cuando concibí el pensamiento por primera vez en 2004 después de leer un artículo de Jim Holt que proponía la idea de la creación del universo. Tres años después, la Universidad de Lancaster creó con éxito un universo entero en un tubo de ensayo, simulando el Big Bang con remolinos de helio de baja energía. El resultado fue un universo funcional del tamaño de una canica.

Temía que nuestro universo fuera creado de esta manera. Y ese día en el Observatorio Keck confirmó mis temores. Vi a nuestros creadores. Todo lo que hemos sabido que existe es solo un experimento científico mediocre. En cualquier momento podrían desconectarnos y limpiarlo todo.

Todos vivimos a su voluntad dentro de un tubo de ensayo en algún lugar.

Dejamos Keck y regresamos a nuestro hotel poco después de que aparté el telescopio del ojo y esperaba que nunca más lo encontraran. Larissa me molestó toda la noche en nuestra habitación de hotel, haciendo todo lo posible para obligarme a dar una explicación. Finalmente cedí, hablándole sobre el tubo de ensayo de Lancaster y cómo su origen es el mismo que el nuestro. Lloró el resto de la noche.

Todo lo que sabemos ... todo lo que creemos ... todo es mentira. La mayor mentira jamás contada.

"No puedo vivir en un mundo sin sentido ..." Se sentó en mi sofá llorando unos días después de que regresáramos de Hawai. "No quiero despertarme todos los días y pensar '¿Es esto? ¿Es hoy el día en que terminan su experimento y nos matan a todos? Esa no es la vida que quiero vivir ".
"No dejes que las estrellas mueran antes de lo previsto", insté. "Déjame mostrarte el cielo ... solo una vez más".
Su labio inferior tembló cuando una lágrima corrió por su mejilla. "Aunque ahora estás conmigo, estoy a años luz de ti".

Esa noche, mientras yo dormía, Larissa se coló afuera, ató una soga a una rama gruesa del gran roble en mi patio trasero y se ahorcó. Su lado de la cama estaba vacío y frío por la mañana. Cuando extendí mi brazo a su costado y lo encontré vacío, ya sabía ... que se había quitado la vida.

Todas las noches desde que me siento en mi porche trasero con su foto en mi teléfono, mirando las estrellas y las sombras que crean sobre mi patio trasero. Una sombra en particular domina mi enfoque. En el fondo sé que es poco probable que el ojo la vea, pero la convicción personal es una perspectiva poderosa que protege la verdad. Así que la dejo allí, oscilando en el viento. Una lúgubre súplica de desesperación ... el espantapájaros siniestro para nuestros creadores.