El baño de la escuela.
Género: terror.
Les voy a contar una historia que le ocurrió a unas compañeras de colegio el año pasado. Sus nombres fueron alterados, para que no haya problema. Prometimos no contárselo nunca a nadie más...
Macarena y Sofía estaban almorzando sentadas en el piso del patio del colegio, esperando a que llegue la hora para ir a gimnasia. Esa clase agotadora que nadie quería tener, pero no podían evitar.
-Sofi, ¿me acompañas al baño? - preguntó Macarena.
-No, dale Macarena, siempre lo mismo, la clase empieza en siete minutos, y vos tardas un montón.
-No, no. Vamos rápido dale.
Ambas subieron las escaleras corriendo hasta el baño de arriba. No había nadie en el pasillo, ni en el baño.
Macarena era una chica muy exigente a la hora de utilizar un baño. Y digamos que los baños de las escuelas no son los más higiénicos. Por más que el personal de limpieza lo limpie varias veces al día, los alumnos se empeñañ en arruinarlo.
Por eso Sofía se encargaba de encontrar el más adecuado para su amiga, y en ciertas ocasiones limpiarlo.
El baño de mujeres tenía cinco puertas con sus respectivos inodoros. Sofía escogió el cuarto y lo limpió rápidamente con un papel para Macarena.
-No está muy limpio igual - dijo Sofía.
-¡Qué asco! - exclamó Macarena entrando al baño.
"¡Qué asco!" se escuchó de repente. Ambas se sobreexaltaron. No había nadie allí. Al lado se encontraba el baño de varones. Pero estaban seguras que la voz escalofriante no provenía de allí.
Macarena salió de inmediato.
-¿Escuchaste eso? - dijeron al unísono.
-Sí... - volvieron a coincidir.
-Tengo miedo - dijo Macarena.
"Tengo miedo" se escuchó nuevamente.
-Bueno, boluda, metete ahí rápido. Dale, apurate que yo me tengo que quedar acá sola.
-Bueno, no hablemos más - intentó finalizar Macarena con miedo a que se volviera a repetir - Llamala a Eugenia - agregó.
-No traje el celular - susurró.
Cerró la puerta y antes de bajarse los pantalones se escuchó como un estornudo. Fue tan cerca, y tan extraño. Definitivamente algo andaba mal.
Sofía gritó tan fuerte como su voz le permitió.
-La puta madre - Macarena abrió la puerta, cogieron sus cosas y corrieron tan rápido como pudieron.
En la escalera se toparon con otras chicas que se dirigían allí. Les quisieron advertir pero estas las miraron de mala forma, y ya que su relación no era la mejor prefirieron seguir corriendo sin emitir palabra alguna.
Bajaron las escaleras y corrieron al patio en busca de Eugenia.
-Eugeniaaaa - gritaron.
-¿Ustedes fueron las que gritaron así? - preguntó asustada.
-Hay algo extraño en el baño.
Antes de que pudieran contarle lo ocurrido llegó la profesora de educación física.
-Buenas tardes chicas, comiencen a trotar - ordenó.
-Después hablamos - se despidieron.
A penas podían correr del susto. Tenían un mal presentimiento. Al dar la tercer vuelta algo llamó su atención. La planta se movió y tras ella apareció una niña de cabellos largos y oscuros. Era pálida y tan aterradora, se estaba riendo.
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