Chào các bạn! Vì nhiều lý do từ nay Truyen2U chính thức đổi tên là Truyen247.Pro. Mong các bạn tiếp tục ủng hộ truy cập tên miền mới này nhé! Mãi yêu... ♥

Devuélveme a mis padres.

Género: fantástico.

Cuando era pequeña, me contaban varias leyendas, y la que más recuerdo contaba que si no valorabas a tus padres estos desaparecerían. Claro nunca creí en ello... Hasta que se volvió realidad.

Me levanto como cualquier día a las 9:00 am, y apago el despertador, el cual sonaría 9:30 por si me quedaba dormida. No es que tenga que hacer algo, solo me gusta aprovechar las mañanas.
Bajo las escaleras, y me dirijo a la cocina, donde siempre me espera mi desayuno. Pero por alguna extraña razón este no estaba allí. Parecía no haber nadie en la casa, extraño porque los sábados mis padres no trabajan. Busqué en la heladera y no había ninguna nota que justifique su ausencia, tampoco un mensaje en el móvil. Luego de meter el pan en la tostadora, les escribí al grupo de WhatssApp, pero los mensajes no llegaban.
Cuando estoy apunto de untar la tostada siento un ruido en la sala. Tomé una cacerola y me acerqué lentamente. Allí había una mujer de unos treinta años, vestida de rosa, sacudiendo su falda.
Grité y ella gritó.

-¡Me asustaste! - exclamó.

-¿¿Quién eres?? - grité - ¿Cómo entraste? ¿Qué haces aquí?

-Tranquila, sientate conmigo para poder explicarte.

-¿Acaso estás loca? ¿Crees que me sentaré con una extraña a conversar? Llamaré a la policía.

-No no, eso no por favor. Dejame explicarte.

-Rápido.

-Primero, yo no entré, aparecí. Segundo, no podrías llamar a la policía, te tomarían de loca, pues ellos no pueden verme. Y tercero, me llamo Ana Leyenda y me quedaré contigo hasta que aprendas a valorar a tus padres - explicó.

-¿De qué rayos hablas? Llamaré a la policía.

-De acuerdo - se acostó en el sillón - te encerrarán en un loquero - cruzó sus brazos y sonrió irónicamente.

-Ya, ya. A ver qué es lo que tienes para decirme.

-Todo comenzó cuando decidieron representar la realidad que hay detrás de las leyendas, para eso aparecí yo, la cual originariamente me llamaba Leyenda, pero no quisieron aprobar mi nombre, así que en realidad nunca me llamé así pero hubiese estado bueno, por lo que me agregaron Ana para parecer más normal, yo no estuve de acuerdo al principio pero con el...

-¡Hablas mucho! Ya, se me está acabando la paciencia, al grano - interrumpí.

-Qué carácter niña... Ya entiendo por qué estoy aquí.

-¡Pero yo no! Explicame antes que enloquezca.

Ana puso los ojos en blanco antes de responderme.

-¿Sabés lo que es una leyenda? Como seguro no lo sabes, por eso estoy aquí, proseguiré a explicarte...

¡SÍ, YA SE! - grité.

-¡BUENO! - gritó con el mismo tono - yo les demuestro a los niños malcriados como tú la importancia de creer en las leyendas. Porque son verdad.

-¿Y?... ¿Qué tengo que ver yo?

-Señorita, ¿Usted piensa que se ha estado comportando adecuadamente con sus padres?

-Claro.

-¿Segura?

-Sí, Dios, bueno, quizás a veces no, pero solo a veces.

-Tú lo ves como "a veces", pero para ellos y para mí es demasiado, ellos no merecen tus malos tratos.

-Pero ellos saben que los amo.

-¿Cuántas veces al día les dices que los amas?

-Pues, en sus cumpleaños, el día de la madre, del padre, del amigo... Ah y en el cumpleaños de la abuela porque todos nos emocionamos viendo fotografías viejas.

-Exacto, eso es excesivamente escaso. Por eso te los quité. Y antes de que digas algo - iba a hablar pero me calló - no les pasará nada malo, simplemente están alejados de este mundo. Digamos, tampoco mereces tantos detalles, no parecieron importarte mucho todo este tiempo. En este tiempo conmigo aprenderás a valorarlos, a veces dicen que es necesario distanciarse para aprender a apreciar realmente lo que tenemos.

Intenté quejarme, gritarle que estaba loca y que me los devuelva, pero algo me dijo que no. Algo me dijo que esto no era un sueño, que esta locura era real.
Así que me callé y la dejé a cargo de la situación.

-Bien, vamos a comenzar con la primera lección. Verás un pequeño video en el que te mostraré cómo sería tu vida sin tus padres.

La televisión de repente se encendió y allí aparecieron distintos fragmentos de grabaciones. Comenzaba con mi infancia sin mis padres, sola, en la calle mendigando. Llendo a un colegio público donde las maestras faltaban siempre. A la hora de conseguir un trabajo se me complicaba, no me aceptaban en ninguno, la mayoría requería la lengua inglesa, y por supuesto yo no la sabía. Cuando al fin consigo un trabajo como cajera de un supermercado, quedo embarazada. Mi marido tuvo que trabajar horas extras y al nacer nadie podía cuidarlo.

-¡Ya basta! - grité tan fuerte como pude, las lágrimas comenzaban a caer. Y era allí cuando necesitaba un abrazo de mis padres, pero no estaban.

¿Piensan que Ana se acercó a tranquilizarme? ¡Claro que no!

-Yo no puedo hacer nada cariño, debes cumplir todas las pruebas.

-Ahora debes ir a la escuela.

-¡Pero queda a media hora de aquí!

-Debes arreglartelas.

Me puse mi uniforme y corrí decidida a huir a la casa de una amiga. Pero la voz de Ana se hizo presente en mi mente: "Debes cumplir las pruebas si quieres a tus padres de nuevo".

Al llegar al colegio mis amigas no me reconocieron. Todo el día lo pasé completamente sola.

"Claro, mis padres conocieron a los padres de mis amigas, y ahí nos conocimos nosotras. Sin ellos tampoco tendría amigas", pensé.

Volví a casa. No tenía llaves, claro... Mis padres hicieron la copia.

-Adelante - abrió la puerta.

-¿Qué sigue? - pregunté desinteresada.

-Harás la cena.

Por supuesto no sabía utilizar si quiera el microondas. Tras mil intentos logré preparar fideos.

A la mañana siguiente tuve que PAGAR LOS IMPUESTOS. Estuve tres horas en el banco y tuve que pedir ayuda a todo el mundo.

Así pasaron el resto de las horas, y días.
Hasta que llegó el momento tan esperado...

Me levanté, fui al baño y lavé mi cara. Sentí ruidos en la cocina, y bajé suponiendo que debía ser Ana esperando que haga el desayuno.

Pero para mi sorpresa Ana había desaparecido, y en su lugar estaban mis padres preparando el desayuno.

-Linda, buen día, sientate casi está listo.

Corrí a abrazarlos.

-Papá, mamá, los amo, perdonenme por todo, volvieron, volvieron.

-¿A qué se debe tanto amor? Sí, volvimos del trabajo...

Al parecer ellos no sabían nada. Era como si el tiempo se había detenido. Corrí a ver que día era, 3 de Julio. El mismo que cuando apareció Ana Leyenda por primera vez.

-Sí, sí... A eso me refería - mentí - Mamá, deja eso, yo prepararé todo, ustedes relajense.

-¿Es una broma? - rieron al unísono.

-No, apartir de ahora me encargaré de todo aquí.

Así que ya saben chicos, tengan cuidado y valoren a sus padres, no saben cuándo podrá aparecer Ana Leyenda.

Bạn đang đọc truyện trên: Truyen247.Pro