Barbossa/Jack
La Perla Negra navegaba suavemente bajo el manto estrellado de la noche mientras en la cubierta, Jack Sparrow y Héctor Barbossa se encontraban juntos en silencio, observando el horizonte mientras la tensión entre ellos solo que esta noche algo parecía distinto.
Jack:-rompiendo el silencio con una sonrisa pícara- Así que, Barbossa, ¿alguna vez te has preguntado qué pasaría si dejáramos de perseguir tesoros por un momento?
Barbossa: -gruñendo ligeramente- ¿Y qué sugieres, Jack? ¿Qué nos convirtamos en granjeros?
Jack: -riendo- No, no, nada tan drástico. Solo digo que a veces, los tesoros más valiosos no están enterrados bajo tierra.
Barbossa: -mirándolo con recelo- ¿De qué hablas? ¿Ya te esta afectando el alcohol?
Jack: -dando un paso más cerca mientras concentra su mirada en los ojos de Héctor- Hablo de esto, Héctor, de nosotros y de lo que hemos compartido, bueno y malo puede ya ser hora de dejar de lado las rivalidades y ver lo que realmente importa.
Barbossa: -frunciendo el ceño, pero teniendo una chispa de interés en sus ojos- ¿Y qué es lo que realmente importa, Jack?
Jack: Tú, yo y esta vida que hemos vivido juntos puede que haya algo más allá del oro y las perlas.
-Barbossa guarda silencio por un momento, sus ojos reflejando la luz de las estrellas.-
Barbossa: -con una voz más suave- ¿Y qué sugieres que hagamos, Jack? ¿Abandonar nuestros barcos y vivir una vida de... paz? ¿juntos?
Jack: -sonriendo- No estoy diciendo que abandonemos todo, solo que tal vez podríamos dejar de pelear el uno contra el otro y podríamos ser más que aliados, más que enemigos.
Barbossa: -da un paso hacia Jack, sus ojos fijos en los de él- ¿Y qué seríamos entonces?
Jack: -suavemente- Seríamos lo que siempre debimos ser, compañeros, amigos... algo más.-Barbossa mira a Jack, sus ojos suavizándose mientras la tensión entre ellos se disuelve en la brisa nocturna.-
Barbossa: -con una leve sonrisa- Siempre supe que tenías una lengua de plata, Jack Sparrow.
Jack: -acercándose más, su rostro a solo unos centímetros de Barbossa- Y siempre supe que tenías un corazón de oro, Héctor.
En un movimiento suave y decidido, Jack cierra la distancia entre ellos, sus labios encontrando los de Barbossa en un beso que habla de años de rivalidad, respeto y sentimientos ocultos. Mientras la Perla Negra sigue su curso, su tripulación ajena al cambio profundo que ocurre en la cubierta mientras bajo las estrellas, dos corazones piratas encuentran su verdadero tesoro.
Petición de:
@haditadeFran
@eyinradioafton18
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